Biographical / Historical Notes Con el objetivo de recopilar datos sobre fauna, flora, costumbres y política de las colonias españolas en América y Pacífico, se encargó esta expedición al recién ascendido capitán de navio Alejandro Malaspina.
Para su preparación, Malaspina consultó a científicos extranjeros y españoles, como el profesor de astronomía Joseph Jerome de Lalande, el cartógrafo Alexander Dalrymple, Joseph Banks, Gaspar de Molina y José de Mazarredo.
Las corbetas Descubierta y Atrevida, construidas ex profeso para la expedición, se pusieron al mando de Malaspina y José Bustamente respectivamente. Estaban equipadas con biblioteca y laboratorio, así como con los instrumentos astronómicos, meteorológicos, naúticos, geodésicos, físicos, químicos y biológicos necesarios.
El marino eligió el sistema hidrográfico de Mazarredo y a los cartógrafos José Espinosa y Tello y Felipe Bauzá para emplearlo.
Como astrónomos formaron parte de la expedición Dionisio Alcalá Galiano, Juan Gutiérrez de la Concha y Juan Bernáldez; y como naturalistas, Antonio Pineda, Luis Née y Tadeo Haenke, a los que se unieron el botánico y cirujano Francisco Flores, el disecador y dibujante José Guío y el pintor de botánica José del pozo.
208 hombres partieron de Cádiz a finales de julio de 1789. La expedición llegó primero a Montevideo, desde donde pasó a la Patagonia. Tras las Islas Malvinas, dobló el Cabo de Hornos y llegó a Santiago de Chile; desde ahí comenzó el estudio de la costa occidental americana: Chile, Perú, América Central, México, América del Norte e incluso Alaska. Desde este último punto volvieron a Acapulco, y desde aquí partió hacia el Pacífico: Filipinas -donde falleció Pineda-, Nueva Zelanda, la costa oriental de Australia y de las islas Tonga.
En 1793 la expedición volvió a El Callao y se dividió en dos: cartógrafos y naturalistas atravesarían los Andes y llegaría por tierra a la costa atlántica; y el resto del personal, a bordo de las corbetas, volvería doblando el cabo de Hornos. Née, Espinosa y Bouzá se reunieron con Malaspina en Montevideo, mientras Haenke permaneció en América del Sur hasta el final de su vida, ligando siempre su trabajo a los objetivos de la expedición, aun acabada la misma.
En septiembre de 1794 las corbetas volvieron a Cádiz, cargadas con un material de los más ricos de todas las expediciones científicas de la Ilustración.
Bonifacio del Carril cuenta que cada uno de los lugares en que se detuvo la expedición, se ubicaron cartográfica y astronómicamente, se exploraban a nivel botánico, geológico y zoológico, y se realizaban estudios etnológicos y lingüísticos. La contribución principal de Malaspina, cartográfica, pasó al Depósito Hidrográfico fundado en Madrid y dirigido por Bauzá y Espinosa.
Alternative forms of the name Malaspina, Expédition de (1789-1794)
Expedición Malaspina (1789-1794)
Expédition Malaspina (1789-1794)
Malaspina Expedition (1789-1794)
Malaspina, Expedición de (1789-1794)
Spedizione Malaspina (1789-1794)
Fuentes consultadas1. López Piñero, José M.; Glick, Thomas F.; Navarro Brotóns, Víctor; Portela Marco, Eugenio: Diccionario Histórico de la Ciencia Moderna en España. Volúmen II. Barcelona : Ediciones Península , 1983. Páginas: 15-17