Médico, escritor y filósofo, considerado por muchos como el auténtico renovador de la ciencia española. Bachiller en artes por la Universidad de Valencia (1675) y bachiller en medicina por la Universidad de Zaragoza (1681). Su padrino en el examen de grado fue José Lucas Casalete, una de las principales figuras del movimiento novator en Zaragoza. Antes de 1697 se trasladó a Madrid, donde ejerció como médico del conde de Monterrey, y donde entraría en contacto con las tertulias preilustradas y otros médicos de mentalidad moderna, según el término utilizado por López Piñero. Su única obra es la Carta phillosophica medica chymica (1686), también denominada Carta Filosófico-Médico-Química o Carta filosófica médico-chymica. Su título completo es De los tiempos, y experiencias, el mejor remedio al mal, por la nova-antigua medicina: carta phillosophica medica chymica escripta por el dtor. d. Juan de Cabriada a Fileatro sobre la enfermedad de un grande desta corte. En ella, a partir de una crítica del abuso de las sangrías en el tratamiento de las fiebres tercianas que practicaban los galenistas, Cabriada excede el tema y escribe un texto sobre el atraso de la medicina española y sobre la necesidad de incorporar las novedades procedentes del extranjero, como el descubrimiento de la circulación sanguínea. Este trabajo sembró una fuerte y duradera polémica en torno a la cual se enfrentaron las autoridades médicas de la época, opuestas radicalmente a cualquier avance que significara una crítica a los clásicos, y los nuevos planteamientos científicos, expresados con toda claridad por Cabriada. Se trata no sólo de una polémica teórica e ideológica, sino también una competición profesional por el desarrollo de una actividad económica. López Piñero señala que una característica esencial y distintiva de Cabriada es su conciencia del atraso científico español respecto a Europa y las acciones que propone para paliarlo, como la creación de una Academia Real. El atraso español era evidente puesto que en 1687 la iatroquímica, teoría utilizada por Cabriada en su Carta, era ya criticada desde distintas escuelas médicas europeas. Como en otros casos, a través de las aprobaciones de los textos publicados pueden seguirse las relaciones entre distintos autores. La Carta lleva las aprobaciones de Antonio de Ron, de José Lucas Casalete y de Dionisio de Cardona. Además, al ser una destacada figura de la renovación médica española, los Novatores sevillanos que fundaron la "Regia Sociedad de Medicina y demás Ciencias de Sevilla", encabezados por Juan Muñoz Peralta, le consideraron socio fundador de esta sociedad, junto a otros médicos no sevillanos como Diego Mateo Zapata. Se le considera el autor más relevante del movimiento novator, y su Carta filosófica médico-chymica el texto fundacional de la modernización de la ciencia española.
Resumen biográfico extraído de Wikipedia en español: <blockquote>"Juan de Cabriada (1665-1714). Destacado Novator, médico reformista español nacido en Valencia. Casi toda su fama radicaba en su libro Carta filosófica, médico-chymica (1687), en el que atacó a los médicos galenistas (escolásticos) que imponían a ultranza ciertas doctrinas médicas, como la sangría, que ya no podían sostenerse. Heredó el gusto por la medicina de mano de su padre, quién fue médico, catedrático y maestro de Matías García. Su padre fue autor de las Disputationes medicinae selectae y profundo defensor de la medicina escolástica. Por el contrario, su hijo fue un gran detractor de las tesis defendidas por su padre y defendía novedades médicas como la utilización del antimonio y la quina. Su profunda crítica le valió la admiración de José María López Piñero, aunque también la enemistad de las universidades. Cabriada propuso la fundación de la Regia Sociedad de Sevilla, la cual se creó en 1700, con él como socio fundador."</blockquote>