Volumen 10 - carta nº 568
De MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO
A FRANCISCO SOSA
Santander, 24 septiembre 1890
Mi estimado amigo: El libro que Vd. me ha enviado sobre Escritores sudamericanos me ha proporcionado algunos ratos de agradable lectura. He refrescado mis ideas sobre algunos de los biografiados, y he aprendido particularidades nuevas de éstos y de los otros. En las biografías predomina generalmente el tono de elogio e indulgencia, pero ya me hago cargo de que se trata de darlos a conocer bajo el aspecto más favorable. Y en verdad que muchos de ellos son estimables y dignos de todo elogio. Me refiero especialmente a los poetas Guido Spano, N. P. Llona, Obligado, R. Gutiérrez y Zorrilla de San Martín, cuyas obras conozco hace tiempo. El primero, aunque sea un excelente y delicado poeta, no es quizá tan helénico como Vd. le pinta: tengo mis sospechas de que su helenismo es un poco francés o al menos ha pasado por la aduana de París. Pero esto no quita a sus versos el mérito que tienen, y que sin duda es grande.
Las obras de Ricardo Palma también las conozco íntegramente: están llenas de chiste peruano que se parece mucho al chiste andaluz. He notado con gusto que cuanto más americanos quieren ser los escritores, más parecidos suelen resultar a los escritores castizos de por acá. De Clorinda Matto sólo he leído el primer tomo de Tradiciones, que me parecen muy inferiores a las de Palma.
También me parecen justos los elogios que hace Vd. del general Mitre como historiador, si es que recaen sobre su conciencia de investigador y la riqueza de documentos que presenta y el criterio con que suele utilizarlos, pues en lo tocante al estilo habría que hacer algunas salvedades. Conozco de él la Historia de San Martín, no la de Belgrano , y a juzgar por la primera, me parece un escritor sin estilo, pero de muy buen juicio y mucho deseo de acrisolar la verdad.
Y con esto me despido de Vd. dandole de nuevo las gracias por su estimable trabajo. Suyo siempre afectísimo s. s. y amigo agradecido q. b. s. m.
M. Menéndez y Pelayo
Muchas gracias por el afectuoso recuerdo que me dedica Vd. en las últimas páginas de su obrita.
Tomada de: Sosa de Menéndez Pelayo , p. 343-344.