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Epistolario > Volumen 10 (Mayo 1889 -... > Vol. 10 - carta 554

Datos del fragmento

Remitente MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Destinatario JOSÉ LUIS PONS Y GALLARZA Fecha 7 septiembre 1890 Lugar Santander

Texto

Volumen 10 - carta nº 554

De MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO
A JOSÉ LUIS PONS Y GALLARZA [1]

Santander, 7 septiembre 1890

Mi estimado amigo y compañero: La nube de ocupaciones que ha caido sobre mí en éstos últimos meses me ha impedido contestar antes de ahora a su grata de Abril, agradeciéndole como debo el obsequio de su Retórica y Poética que no llegó a mis manos hasta los últimos dias de Junio, en vísperas de salir para ésta ciudad. El libro me hizo buena compañía por el camino, renovando las gratas memorias de aquél otro de Clásicos Latinos y Castellanos del cual dijo con tanto acierto

y justicia nuestro Dn. Manuel Milá que en pequeño volúmen encerraba más sustancia literaria que otros muy abultados.

El mismo y aun mayor elogio puede hacerse de éste nuevo tratado, que verdaderamente parece que refresca el ánimo, cuando uno compara sus enseñanzas con las de tanta y tanta compilación farragosa que miserablemente abruman la memoria y estragan el paladar de nuestra juventud. Bien se vé, en cuanto se empiezan a recorrer las páginas de esta Retórica y Poética que su autor tiene gusto y sentido propio de las bellas letras, y que es muy capaz de practicar la misma teoría que expone. Evita lo superfluo, arrincona lo inutil, y se va derecho a los preceptos que son de eterna verdad, exponiéndolos con una concisión que no daña de ningun modo a la lucidez. Sin alardes de erudición ni de filosofía, sin amontonar cánones indigestos, infunde el buen gusto por el más seguro de los caminos, por el del ejemplo. La sobriedad en obras destinadas a la enseñanza es hoy un mérito tan raro que él sólo bastaría para recomendar la obra, aunque no tuviese otros de mucho precio. Uno de ellos es la limpieza del estilo, que cabalmente suele desdeñarse tanto en los libros que tienen la pretensión de enseñar a escribir.

Siento que no se haya Vd. decidido a arrumbar del todo la antigua división de Oratoria y Poética (pag. 23), sustituyéndola con la más racional de géneros esencialmente estéticos, como lo es la poesía en todas sus manifestaciones incluso la novela, y géneros accidentalmente estéticos como lo son o pueden serlo la historia, la oratoria y la didáctica. En la Historia, á mi entender, caben todavía más elementos de arte que en la Oratoria.

P. 21. No creo muy exacto el decir que los estudios de lenguas orientales y clásicas fueron promovidos por la Reforma . Yo diría por el Renacimiento: aun limitándonos a los estudios escriturarios, la Políglota de Alcalá, y el Nuevo Testamento de Erasmo son anteriores a la protesta luterana. Es cierto que ésta dió nuevo calor a la controversia religiosa, y en este sentido sirvió indirectamente al estudio de los textos

bíblicos y de las obras de los Santos Padres, pero el impulso estaba dado por Reuchlin, Paguino, Erasmo, los Complutenses etc. sin contar a los humanistas de Italia.

P. 83. El bable no es el dialecto de Galicia sino el de Asturias, y especialmente el de las comarcas del centro. Es una especie de dialecto de transición entre el gallego y el castellano del cual conserva formas muy arcaicas.

P. 152. Los versos allí citados no son de Dn. Nicolás Moratín sino de Las Naves de Cortes de su competidor Vaca de Guzmán.

P. 331. Respecto de la novela diré que para mí es obra esencialmente poética, y tampoco es rigurosamente exacto que se escriba siempre en prosa, porque hay novelas en verso, especialmente libros de caballerías de la Edad-Media, sin contar los cuentos de La Fontaine y de Casti, que son tan novelas como las del Decamerone. Yo la pondría entre los géneros de poesía narrativa inferiores a la epopeya.

P. 393. Al hablar de la canción creo que debian distinguirse los varios sentidos de esta palabra, para evitar que la canción popular, por ejemplo, se confundiese con la canción italiana.

P. 401. La sátira, a mi entender, tiene más de lírica que de didáctica, o a lo menos participa de ambos géneros. Para mi es la lírica de la indignación como la oda la lírica del entusiasmo. Es lo que principalmente legitima su caracter poético.

P. 405. No se puede decir que Góngora en la Sátira imitase a Quevedo: fueron contemporáneos e independientes y aun la prioridad cronológica me parece que la tiene Góngora.

P. 406. ¿Por qué limitar la epopeya a los héroes nacionales? Hay que excluir entonces de la poesía épica a Milton, al Tasso y a otros muchos.

P. 416. Al hablar de la balada creo que convendría distinguir la balada narrativa alemana, de la ballata lírica italiana, que era propiamente una canción para bailar, y de la cual hay bellos ejemplos en Dante mismo.

Id. No acabo de comprender el caracter épico de las Églogas é idilios. Casi siempre son composiciones líricas por los afectos que expresan, y alguna vez dramáticas o semidramáticos, cuando además del diálogo tienen acción poca o mucha.

Por estos reparos, a la verdad insignificantes, conocerá Vd. que he leído su obra con todo el cuidado y atención que merece. De nuevo felicito a Vd. muy cordialmente por ella, ofreciéndome siempre suyo amigo, compañero y s.s. q.b.s.m.

M. Menéndez y Pelayo

 

Notas

[1] De esta carta se conserva copia manuscrita.