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Epistolario > Volumen 10 (Mayo 1889 -... > Vol. 10 - carta 535

Datos del fragmento

Remitente MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Destinatario MANUEL CAÑETE Fecha 10 agosto 1890 Lugar Santander

Texto

Volumen 10 - carta nº 535

De MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO
A MANUEL CAÑETE

Santander, 10 agosto 1890

Mi querido amigo y maestro: No hace muchos días recibí una carta de una persona para mí absolutamente desconocida; carta fechada en Heidelberg, y con la firma de Guillermo Schmitz. Me pedía en ella datos referentes al poeta salmantino Lucas Fernández, a su vida, a sus obras. De él pensaba -decíame- hacer un libro. Ocupadísimo yo estos días en cosas del todo inaplazables, no pude atender por de pronto, y contra mis deseos, los de quien, hispanófilo al parecer, me pedía esos datos. Le remití de primera intención a la Crónica de don Bartolomé José Gallardo, en la que éste publicó dos o tres de las Farsas de Lucas Fernández, y su Diálogo para canto. Y a Ticknor, a Wolf, a Schacke y a Amador de los Rios, quienes en verdad nada nuevo dijeron acerca del poeta salmantino, limitándose a reproducir lo dicho por Gallardo. Pero principalmente le remití a usted, querido maestro, y a su preciosa monografía publicada en 1867 por nuestra Academia Española, y al frente de la edición de las Eglogas y Farsas de Lucas Fernández; monografía con la que hubo de ilustrar usted grandemente los orígenes de nuestro Teatro. Le recomendé también a mi incógnito comunicante la edición titulada: Farsas y Eglogas al modo y estilo pastoril y castellano, fechas por Lucas Fernández, salmantino, nuevamente impresas. Fue impresa la presente obra -añade el título- en Salamanca, por el muy honrado varon Lorenço de Lionmedel, a X. días del mes de Noviembre de Mil quinientos e quatorce años. ¿Cómo no recomendar -repito- al germano su valioso prólogo de usted, y su reimpresión, en 1885, en su libro: Teatro Español del siglo XVI, y que hace el tomo veintiocho de la Coleccion de Escritores Castellanos editada por nuestro colega Mariano Catalina, a cuyo apellido me dicen que suelen añadir unos cuantos zumbones un pintoresco calificativo.

En verdad, en verdad, que a chinche, a cominero, a mala intención, deseos constantes de fastidiar al prójimo y... a

mal poeta, pocos le ganan a don Mariano; le conozco bien. ¿Piensa usted escribir algo, y como usted me dijo en Madrid la vez última que nos vimos en la Academia, acerca de las adiciones de Pietro Maronzelli al libro de Silvio Pellico: Alle mie prigioni? Me habló usted entonces de que conocía el libro de Cenci acerca de Silvio Pellico; y la Ode italica, sulla credula morte del poeta, y otras cosas así. Y amante usted, y mucho, de las letras italianas, recuerdo que me expuso sus propósitos, hará unos meses, de escribir algo acerca del gran erudito siciliano, Canciller de la Universidad de Palermo, Domingo Sciná, historiador regio, autor de la Historia literaria de Sicilia del siglo XVI, publicada por los años de 1824, 25 y 27. Y nada más por hoy. Recuerdos a don Aureliano y a Valera. ¿Qué hay de nuevo por la Academia? ¡Temo que aquello vaya poniéndose cada vez peor! ¡Las trazas son de eso!

Devotisimo amigo y cofrade q.b.s.m.,

M. Menendez y Pelayo

 

Tomada de: SANDOVAL, A. de: Menéndez y Pelayo (su vida íntima, su obra, su genio) . Madrid, Morata, 1944, I, p. 267-269.

Notas