Introducción y nota a esta edición digital

Xavier Agenjo Bullón
Patrono encargado de relaciones y actuaciones con DIGIBÍS S.L.U.
Fundación Ignacio Larramendi
ORCID: 0000-0001-8338-8087

larramendi-ase-articulosLa Biblioteca Virtual Ignacio Larramendi y Acción Social Empresarial se presenta con motivo del centenario del nacimiento de don Ignacio Hernando de Larramendi (1921-2021). Su finalidad es facilitar la visibilidad y la accesibilidad de las publicaciones de esta asociación, gracias a las digitalizaciones de las monografías editadas en los últimos 60 años y, sobre todo, a detallar los artículos aparecidos en la revista Acción Empresarial y la impronta de don Ignacio.

Como todas las bibliotecas virtuales de la Fundación Ignacio Larramendi, está implementada en el programa DIGIBIB, actualmente en su versión 10. Es seguro que don Ignacio estaría muy orgulloso de que DIGIBÍS, la empresa que desarrolla este programa y que él creó para dar visibilidad a sus proyectos intelectuales, acoja también esta iniciativa que contribuye a fijar la identidad digital de Acción Social Empresarial (ASE) y sus publicaciones. Además, el hecho de que nuestro actual presidente en la Fundación Ignacio Larramendi, Luis Hernando de Larramendi, ostentara también la presidencia de la ASE desde 2013 a 2021, siendo desde entonces su presidente de honor, nos impulsa y nos sirve de acicate a quienes conformamos la Fundación Ignacio Larramendi y la empresa DIGIBÍS.

Don Ignacio Larramendi fue presidente de Acción Social Empresarial entre los años 1978 y 1984, pero antes de esa fecha y después estuvo totalmente implicado en su trayectoria. A él y a su pluma se deben algunas directrices que tienen un interés especial por estar delineadas por un capitán de empresa de su calibre.

Sería conveniente trazar aquí una breve historia de Acción Social Empresarial, pero nos excusa de esta labor el magnífico libro del profesor José Andrés-Gallego, Acción Social Empresarial: 50 años de empresariado cristiano en España. Este libro está disponible en esta biblioteca virtual tanto en imagen como a texto completo, obtenido éste a través de un proceso de OCR, y merece una detenida lectura ya que es un venero de noticias sobre la empresa en España, y constituye una riquísima fuente de información para la historia económica de España y aun la historia a secas.

Parafraseando al profesor José Andrés-Gallego, han pasado 70 años desde la fundación de ASE, en 1951. Don Santiago Corral Pérez ostentó la presidencia desde 1951 a 1965, y le siguieron en este cargo José Antonio Noguera Roich (1965-1968), Manuel Mendoza Jimeno (1969-1971), Martín González del Valle (1971-1976), Fernando Bianchi Apalategui (1976-1978), Ignacio Hernando de Larramendi (1978-1984), Eugenio Martín García-Mansilla (1984-1989), Alfredo Jiménez Casina (1989-1990), Carlos Álvarez Jiménez (1990-2013) y Luis Hernando de Larramendi Martínez (2013-2021), que ha pasado a ser presidente de honor. El presidente actual es Javier Fernández-Cid Pañiol.

libro-aseComo digo, el libro del profesor José Andrés-Gallego hace ociosa una relación de la historia de ASE, pero sí quiero detenerme en aquellos aspectos que están marcados por la huella de don Ignacio. En el mismo prólogo de esta monografía José Andrés-Gallego, refiriéndose a una peregrinación a la tumba del Señor Santiago de los miembros de ASE, en 1982, con ocasión de que celebraban en la ciudad del apóstol su Asamblea General, recoge unas palabras de la intervención de don Ignacio Hernando de Larramendi durante la ofrenda al apóstol:

Queremos saber anteponer nuestras obligaciones éticas y compromiso humano a los resultados económicos. Queremos en definitiva que nos ayudes a que nuestras empresas sean elementos al servicio del hombre y no que los hombres sean meros instrumentos para los fines de nuestra acción económica.

Como cristianos conscientes de que hemos de dar testimonio evangélico ante los demás, también te pedimos tu ayuda para que nosotros y nuestra Asociación, Acción Social Empresarial, seamos capaces de irradiar ante los demás ejemplo de una conducta según los designios de Dios para nuestro mundo.

Pero quizá lo más interesante de la actuación de don Ignacio fueron las notas sobre Acción Social Empresarial que presentó cuando se hizo cargo de la presidencia en enero de 1979 y que por su interés reproducimos aquí. Aunque se trata de un texto largo, en una biblioteca virtual titulada justamente Ignacio Larramendi y ASE, encajan perfectamente. Los puntos 1 a 19 exponen con claridad el papel que debía jugar ASE en el panorama político, económico, social y religioso, mientras que el punto veinte expresa los principios con los que Ignacio Hernando de Larramendi afrontaba su papel como empresario:

Notas sobre Acción Social Empresarial

  1. Acción Social Empresarial debe partir del principio de que la empresa es una unidad económica institucional para la producción que puede desarrollarse de muy diferentes formas, en régimen capitalista de sociedad, en régimen de actuación de propiedad individual, en régimen asociativo o como organismo de carácter de propiedad pública.
  2. ASE limitará fundamentalmente su acción a los dirigentes de instituciones con calificación de empresa por ser su objeto la producción económica dentro de un patrimonio limitado, con independencia de las formas que ostente.
  3. ASE debe reconocer la muy diferente naturaleza de las instituciones que cabe calificar de empresa y de las personas que cabe calificar como dirigentes para lo que, en su caso, debe hacer posible la creación en su seno de sectores especializados o de actuación autónoma entre los que tengan características homogéneas.
  4. ASE debe distinguirse claramente de las asociaciones patronales, que tienen como objeto la defensa de intereses empresariales, en tanto el de ASE es el perfeccionamiento de los dirigentes empresariales y en especial de sus asociados.
  5. Debe ser especial preocupación de ASE evitar que, en la situación actual, se trate de utilizarla para avalar posiciones partidistas dentro de los conflictos empresa-sociedad y empresa-trabajador, tratando de mantener una postura de independencia para lograr el respeto de sus opiniones e influencia efectiva en la reducción de la tensión social.
  6. Los asociados de ASE deben conservar libertad para adherirse a asociaciones o entidades para la legítima defensa de sus intereses, pero ASE evitará influir a través de ellos dentro de las luchas por el poder que se originen en esas asociaciones, así como convertirse en un grupo de presión dentro de ellas. Los principales directivos de ASE deben evitar una actuación destacada dentro de la asociación empresarial.
  7. ASE no debe opinar públicamente sobre aspectos que no le corresponden de modo estricto, políticos generales, de la Iglesia o conflictos sociales que puedan producirse, procurando hacerlo únicamente en lo que es objeto de su existencia y actuación.
  8. ASE debe evitar convertirse en instrumento de presión o ayuda recíproca, tanto colectiva como individual, y cualquier actuación que permita pensar que la asociación ofrece ventajas ajenas a las señaladas en sus estatutos sociales.
  9. Las empresas en que personas de ASE tengan mayor influencia, deben destacarse por una línea especial de equidad, justicia y aplicación de principios cristianos de caridad, constituyendo la consideración pública que por estos adquieran base importante de influencia social de ASE.
  10. ASE debe difundir la preocupación por el servicio al prójimo en las funciones directivas, tanto respecto a los componentes de la empresa, como a la sociedad general.
  11. ASE debe considerar la empresa como elemento fundamental de la estructura social promotora de la aspiración generalizada de mejoramiento de nivel de vida.
  12. ASE debe promover y desarrollar formas y métodos de relaciones y estructuras empresariales o de vida social que reduzcan las fricciones que se producen en la mecánica de la concurrencia empresarial o dentro de la propia empresa, convirtiéndose en un elemento moderador de la utilización de la fuerza como principio de actuación social, que permita el desarrollo de unas relaciones más humanas en la actuación empresarial.
  13. ASE debe intensificar al máximo su actual base de estructura territorial y apoyarse en la ayuda que pueda prestar con su influencia en cada área la jerarquía eclesiástica.
  14. ASE debe coordinar e integrar los servicios centrales nacionales con los del área de Madrid, con objeto de obtener un máximo aprovechamiento de recursos materiales y humanos, evitando que esta agrupación se interprete como supremacía de los asociados en la capital de España, respecto a las demás regiones.
  15. ASE debe evitar cualquier fricción relacionada con los conflictos autonomistas en la sociedad española, procurando que este problema no afecte a las relaciones entre sus miembros de diversas tendencias u opiniones, ajenas en sí a la actividad empresarial.
  16. ASE debe subrogar su condición de asociación de personas individuales, mantenida con aportaciones económicas y el esfuerzo de sus asociados dentro de su espíritu inicial de movimiento de acción individual coordinado con la jerarquía eclesiástica.
  17. ASE debe estudiar la creación, bajo su propia supervisión, de un Instituto de Sociología Empresarial para el que se pueden pedir aportaciones a las empresas, que se convierta en un centro de estudios coordinado con una revista, que continúe el servicio de "coste de vida familiar" extendiéndolo en lo posible a las principales regiones utilizando el mismo método. Esta medida facilitará la continuidad de la función de ASE.
  18. ASE debe promover la obligación moral de respeto a la fiscalidad como método jurídico de reparto equitativo de las cargas públicas y contribuir con su influencia a la implantación de un sistema equitativo de esta clase.
  19. ASE considerará en sus planes de trabajo la difusión y promoción del Plan Uniapac 1977-80 cuyos ejes principales de acción son "Elementos para un modelo de sociedad", "Estrategia de progreso social", y "La empresa frente a las necesidades del mundo".
  20. ASE debe promover, como principios básicos, los siguientes:

a) Actuación cristiana de los dirigentes empresariales para evitar abusos del poder sociopolítico que detenten y su orientación en beneficio colectivo y no personal o de sectores específicos.

b) Equidad y justicia en las relaciones empresariales de modo que, sin perjuicio de su función básica institucional de producción de riqueza económica, se convierta la empresa en un centro de convivencia humanizado.

c) Introducción de la ética cristiana en aspectos de conducta profesional que den lugar a conflictos y ofrezcan especiales dificultades a los dirigentes empresariales frente a sus empleados, sus clientes y la sociedad en general.

d) Desarrollo entre los empresarios, clase detentadora de poder y medios económicos, de la preocupación individual y colectiva por los más necesitados y apoyo permanente, personal y dentro de las empresas en que influyan, a las instituciones existentes y en concreto a Cáritas, cuando esto sea posible.

e) Preocupación por el ejercicio constante de la caridad en las relaciones personales dentro de la empresa.

f) Posibilidades jurídicas e institucionales para reducir la fricción y las tensiones dentro de las relaciones empresariales transformando sus estrategias de modo que sea esto más fácil y posible.

g) Posibilidades reales para aumento de la participación en las decisiones de los componentes de la empresa.

h) Necesidad de que la actuación empresarial se encuadre en un régimen de estado de derecho que permita conocer con precisión los derechos y obligaciones de todos los componentes de la empresa con lo que se reduzcan al máximo las fricciones dentro de ella.

i) Necesidad para los dirigentes empresariales del ejercicio de la humildad en su actuación, que facilite y dulcifique el ejercicio de la autoridad que les corresponde ejercer.

Estoy seguro de que los dirigentes de MAPFRE a lo largo de 35 años de su mandato habrán reconocido el estilo de don Ignacio a la hora de redactar, de forma muy precisa y sin dejar ningún cabo suelto, esos veinte puntos generales y esos nueve puntos estratégicos que acabamos de copiar.

Esas palabras de don Ignacio constituyen una síntesis del propósito y objetivos de ASE, válidas no sólo para el momento en el que fueron redactadas, sino también para el momento actual y para lo venidero.

laborem-exercensComo muy bien citaba el cardenal Rouco Varela, ASE sigue acogiendo el rico legado del magisterio pontificio contemporáneo que ilumina el orden socio-político, es decir las encíclicas Mater et Magistra (1961) y Pacem in Terris (1963), del Papa Juan XXIII, la Populorum Progessio (1967) y la Octogesima Adveniens (1971), de Pablo VI, y las encíclicas sociales de Juan Pablo II: la Laborem Exercens (1981), la Sollicitudo Rei Socialis (1987) y la Centesimus Annus (1991).

La XXIV Asamblea de ASE (Toledo, 1981) revitalizó la revista Acción Empresarial como medio de expresión de esta asociación. El resultado fue la incorporación de secciones fijas, entre ellas la del propio Ignacio Larramendi, con el título de «Carta del empresario», y la publicación de noticias tanto de ASE como de UNIAPAC. Sin duda, una de las mayores aportaciones de Larramendi fue la coordinación de Acción Social Empresarial con Unión Internacional Cristiana de Dirigentes de Empresa (UNIAPAC), que corrió en paralelo con la expansión de MAPFRE por todo el mundo y, en particular, por Hispanoamérica. De hecho, don Ignacio llegó a ser presidente de la sección europea de UNIAPAC

Por lo tanto era muy importante, por un lado, detallar las grandes aportaciones de Larramendi a ASE y, por otro lado, conferir una mayor visibilidad y accesibilidad a las publicaciones de la asociación. Por eso hemos emprendido el esfuerzo de digitalizar la revista Acción Empresarial y hemos creado registros analíticos para todos los artículos (1.273) publicados en ella. También se han generado 141 registros de autoridad para los redactores de los artículos que iremos perfeccionando paulatinamente. Esta acción ha sido complementada con la digitalización de 23 monografías de las 32 que recoge el catálogo de la Biblioteca Nacional de España. Es decir, se ha digitalizado el 72 % de lo editado como monografía. La Fundación Ignacio Larramendi digitalizará también el boletín Informaciones Sociales (1951-1970) que publicaba Acción Social Patronal, antecesora de Acción Social Empresarial.

Se dispone así de una información biobibliográfica que es de gran utilidad en el momento actual, pero que irá incrementándose a medida que la tecnología de la Fundación Ignacio Larramendi y su empresa DIGIBÍS vaya actualizándose a nuevos desarrollos informáticos. Como todas las bibliotecas virtuales contenidas en el proyecto Biblioteca Virtual de Polígrafos, este es un proyecto abierto.

Este es el sentido de que la Fundación Ignacio Larramendi y su empresa DIGIBÍS hayan digitalizado, catalogado y asignado los metadatos correspondientes a los resultados impresos de la actividad de ASE. Una vez implementados en el software DIGIBIB, todos los objetos digitales no solo podrán ser consultados en esta Biblioteca Virtual de Polígrafos, sino que también, a través de su repositorio OAI-PMH, serán recolectados por Hispana, Europeana y OAIster, y de ahí en el WorldCat.

Esta biblioteca virtual, junto a las bibliotecas virtuales presentadas en 2021 con motivo del centenario de don Ignacio, se suma a las siguientes bibliotecas: la Biblioteca Virtual MAPFRE 1492, la Biblioteca Virtual Clásicos Tavera, la Biblioteca Virtual Valle-Inclán, cantor de la tradición, la Biblioteca Virtual de Prensa Carlista digitalizada, la Biblioteca Virtual de Pensadores tradicionalistas, la propia Biblioteca Virtual Ignacio Larramendi y, en general, a toda la Biblioteca Virtual de Polígrafos, que las engloba; todas ellas prosiguen la estela, no siempre fácil de seguir, de don Ignacio.

Madrid, 22 de octubre de 2021
San Juan Pablo II