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Obras completas de Menéndez... > BIBLIOTECA DE TRADUCTORES... > III : (MALÓN - NOROÑA) > MARINER DE ALAGÓN, VICENTE

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[p. 20]

Fuentes consultadas.— Para la redacción del presente artículo hemos tenido a la vista, entre otras obras de menor importancia, las siguientes:

Vincentii Marinerii Valentini opera omnia poética et oratoria in IX libros divisa. Tournay, 1633.

Obras de D. Francisco de Quevedo Villegas, colección completa, corregido y ordenada por el Sr. D. Aureliano Fernández-Guerra y Orbe (tomos XXIII y XLVIII de la Biblioteca de Autores Españoles).

Nicolai Antonii Bibliotheca Hispana Nova, 2.ª edición. Madrid, 1788. Tomo 2.º Artículo Vincentius Mariner.

Escritores del reino de Valencia, por D. Vicente Ximeno. Valencia, 1747 a 1749.

Biblioteca valenciana, con adiciones y enmiendas a la de don Vicente Ximeno, por D. Justo Pastor Fuster. Valencia, 1827 a 1830.

Regiæ Bibliothecæ Matritensis codices graeci Ms. Joannes Iriarte... recensuit et illustravit. Madrid, 1769. Tomo 1.º único publicado.

[p. 21] Bibliografía crítica, de Fr. Miguel de S. Joseph. Tomo 4.º, página 474.

Notas de Cerdá y Rico al Canto del Turia de Gil Polo.

Menckenius. De charlataneria eruditorum.

Memorias literarias por D. Juan Martínez Salafranca, uno de los redactores del Diario de los Literatos.

Ensayo histórico-crítico de la literatura española, por el abate D. Javier Lampillas, traducido al castellano por D.ª Josefa Amar y Borbón.

Los gramáticos, historia chinesca. Ms. de D. Juan Pablo Forner, existente en la Biblioteca Nacional, etc.

Todos estos autores han consignado en sus obras noticias, datos y juicios críticos sobre la vida y obras de Vicente Mariner. Quevedo, Fr. Miguel de S. José y sobre todo D. Juan de Iriarte, tuvieron ocasión de examinar detenidamente los escritos inéditos del sabio helenista valenciano. Otros, como Ximeno y Fuster, hablaron sólo por ajenas referencias. Nosotros hemos tenido la suerte de estudiar a nuestro sabor los manuscritos de Mariner felizmente conservados en la Biblioteca Nacional. Nos ha proporcionado semejante estudio curiosísimos datos que ilustran y enriquecen la biografía de aquel español insigne, astro de primera magnitud en el cielo de las letras griegas durante el siglo XVII.

La ciudad de Valencia, madre fecunda de ingenios felicísimos en las divinas y humanas letras, tiene la gloria de contar entre sus hijos al insigne helenista, cuyo nombre encabeza estas páginas, a Vicente Mariner de Alagón, portento de fecundidad intelectual y que es entre los filólogos y humanistas lo que el Tostado entre los teólogos y el gran Lope de Vega entre los poetas.

Vicente Mariner nació en la ciudad de los edetanos a fines del siglo XVI. Estudió en la Universidad de su patria las lenguas latina y griega, esta última con Juan Mínguez, cura de la iglesia parroquial de S. Lorenzo y beneficiado de aquella metropolitana. Su discípulo le dedicó este honroso recuerdo en su Elegía in priscos et celebres regni Valentini poetas:

Nunc etiam æqualis Mingues jus omine surgit,
Qui Greco et Latio splendidus igne micat,
Musarumque choros latis amplexibus arctat
Et totus Pæbo se et sua cuncta vovet.
Hoc etenim vidi penetralia Græca magistro
[p. 22] Et Sophiæ potui summa videre loca.
Famâ dignus adest, toto et celebrabitur orbe,
Post cineres Sophiæ, nam nequit aura mori.

(Vincentii Marinerii Valentini opera omnia poetica et oratoria in IX libros divisa. Tournay, 1633).

Mientras cursaba en las escuelas, atrájose la admiración y el aplauso de sus compañeros y maestros. Tenía tan maravillosa facilidad para la poesía latina, que sin la menor fatiga hacía de una vez trescientos versos. Lo dice él mismo en la citada Elegía:

Carmina vel nullo veniunt sibi nata labore,
Tercentum uno haustu carmina culta vomit.

Era filósofo muy profundo, dice Ximeno (Escritores del reino de Valencia, tomo 1.º, pág. 334), insigne escriturario y muy versado en las obras de los Santos Padres y escritores antiguos. Emprendió con un desvelo infatigable la versión de muchos autores griegos y no solamente los tradujo en lengua latina (y en la castellana) y la mayor parte en verso, sino que los iba comentando y aclarando las dificultades que en su interpretación ocurrían. Nombrado Bibliotecario del Escorial, fue tanto lo que allí trabajó, que por confesión propia, eran más de 360 manos de papel de letra muy metida las que tenía escritas. Confirma esto mismo su grande amigo D. Francisco de Quevedo en una carta latina en que le da gracias por haberle dedicado el Panegírico de Juliano César in Regem Solem, traducido del texto griego e impreso en Madrid, el año 1625. «Si labor igitur improbus omnia vincit, labor probus et improbus probi et eruditi viri Vincentii quid non vincet? Insuperabilis conatus erit voluminum tuorum molem oculorum acie percurrere, mente perpendere, et calamo exarare, quod tibi uni concessum est, qui sermonem habes non publici saporis et quod rarissimum est, amas bonam mentem.», Y pocas líneas antes, celebrando su inmensa erudición en la lengua griega, se expresa en estos términos: «Qui solus graecorum non rivulos eloquentiæ, sed immensum Occeanum exhauris et ebibis, ideo plane tu, Hispania superbia, in quo uno doctissimorum virorum hujus sæculi, qui numquam satis pro dignitate laudati sunt, sine felle, sine fuco, catholicam et elegantem facundiam et linguarum peritiam non adiæquatam; sed superatam, non sine invidia et ideo non sine gloria conspicimus.»

[p. 23] Pero la envidia, que persigue siempre a los buenos ingenios, hizo que sus estudios quedasen sin premio a vista de la corte de España; los príncipes, los magnates, a quienes acudió en demanda de auxilios para la impresión de sus obras, le volvieron desdeñosamente la espalda, y a pesar de su gran mérito, a pesar de su laboriosidad incomparable, aquel insigne humanista, igual a los Escalígeros, Lipsios, Burmanos e Heinsios y a ninguno de ellos inferior, no pudo alcanzar más que una corta dignidad de tesorero en la Colegial de la villa de Ampurias, en el principado de Cataluña, la cual, dice Ximeno, le valía tan poco, que no pudo continuar la impresión de sus escritos, que tenía comenzada. Con razón exclamó Lope de Vega en su Laurel de Apolo:

Y de Vicente Mariner laurea
La sacra frente, pues a honrarte vino
Con el verso dulcísimo latino,
Porque inmortal en tus riberas sea,
Y provocando el dórico liceo,
Las musas griegas le darán trofeo.
Honre la tierra extraña,
A quien nunca premió su madre España.

Consuela en medio de tan general olvido recordar los elogios que debió Mariner a Lope de Vega, a Quevedo y a otros varones eminentes de aquella edad. Nicolás Antonio le llama: Vir affatim eruditissimus sed parum fortunatus. El mismo Mariner dice de sí que no tenía otra cosa más que su ingenio:

«Utile nihil tenuit que posset ducere vitam,
Nam prometer mentem, nihil habet ille suam.»

En vano consagró su lira a cantar cuantos sucesos prósperos y adversos ocurrieron en la España de su tiempo; en vano, como Pellicer, sirvió a la adulación y bebió en el vaso de la falsa vanagloria; en vano ensalzó hasta las nubes a los poderosos de la tierra; en vano celebró en versos griegos y latinos, en genethliacos, epitalamios, panegíricos y epicedios, los nacimientos, las bodas, las hazañas y las desdichas de los príncipes. Consumió en tales elogios artificiales y forzados gran parte de las fuerzas de su nativo ingenio; quemó incienso en las aras de Felipe IV, del infante cardenal D. Fernando, del duque de Lerma, del conde-duque de Olivares, del adelantado mayor de Castilla, duque de [p. 24] Cea, del conde de Lemos, del duque de Alcalá, del marqués de Velada, de D. Luis de Haro; imploró la protección del papa Urbano VIII y del príncipe de Gales, acudió a cuantos podían alargarle una mano compasiva, no ya para la impresión de sus obras, sino para ir arrastrando el peso de su triste y trabajosa vida. Ignoramos cuál pudo ser el resultado de tales esfuerzos, lo que sí sabemos es que Vicente Mariner tachó en la mayor parte de sus dedicatorias el nombre de las personas a quienes iban enderezadas, movido de justa indignación, como la que nosotros hemos sentido al recorrer sus manuscritos y ver estas señales mudas, pero elocuentes, del abandono en que le dejaron los grandes de su tiempo, comparable sólo a la oscuridad y al olvido que, cual una losa de plomo, pesan hoy sobre aquel nombre glorioso. ¡Triste condición la de las letras clásicas en este suelo infortunado! Antonio de Nebrija es derrotado en las oposiciones a una cátedra de Salamanca, de cuyas aulas había desterrado la barbarie escolástica, y corre a ocultarse en Alcalá. Muere el Brocense arrancado de su cátedra en los días de su vejez, encarcelado, sometido a largo proceso por el Santo Oficio y llevando consigo al sepulcro el temor de ser condenado como hereje, infamia que debía recaer sobre su descendencia, sólo por haber condenado literariamente el estilo de Santo Tomás y haber rehusado someterse al yugo de la autoridad escolástica en cuantas materias no se rozaban con la fe que ilesa guardaba en su pecho. Son admirados Luis Vives y Foxo Morcillo en tierras extrañas, con gloria resuena su nombre en las Universidades de Francia, Alemania y los Paises Bajos, ora Andrés Laguna en la de Colonia por la paz, levántase Sepúlveda como un gigante y llena la Italia con su nombre, osa combatir frente a frente al mismo Erasmo; y toda esta pléyade de humanistas, de poetas, de historiadores y de filósofos son olvidados en su patria, cuando no desconocidos y calumniados. Manchan largos procesos inquisitoriales la fama de Arias Montano, de Fr. Luis de León y del P. Mariana, consigue librarse Pedro de Valencia de las persecuciones que afligieron a su maestro, ocultando la claridad de su nombre, en vida oscura, silenciosa y retirada, El deán Martí, admirado en Italia, a nadie inferior en las letras griegas, insigne, como pocos, en arqueología y numismática, pasa los últimos años de su trabajada existencia pobre, ciego y teniendo que desprenderse de sus amados libros y de sus preciosas [p. 25] colecciones de antigüedades, arrancándose las entrañas, como él mismo dice en una elegía inolvidable, a la cual pudiera aplicarse, tan bien como a la de Crisóstomo. el epíteto de Canción desesperada.

A fines del siglo XVIII un decreto bárbaro, inspirado en el espíritu jansenista de aquella edad, arranca de sus colegios a los jesuítas y aquellos varones eminentes, Hervás y Panduro, Andrés, Lampillas, Serrano, Masdeu, Arteaga, Eximeno, Lasala, Colomís, Montengón, Aymerich, Alegre, Pou, Prat de Sabá, Aponte, Alcobero y tantos otros, todos insignes en letras humanas van a llevar a Italia la luz de las ciencias, haciendo resonar su nombre en las Universidades, en los teatros, en las academias, ensalzando siempre el nombre de la ingrata patria, que les había arrojado de su seno. Conde, el insigne orientalista, el traductor de los líricos griegos, se ve, en los últimos años de su vida, sometido a las más tristes humillaciones, en castigo no de una flaqueza, sino de un error político, perseguido, expatriado, desposeído por sus compañeros de la silla académica y viviendo de la caridad de unas pobres mujeres. Sánchez Barbero, el hombre que ha poseído más facilidad para la poesía latina, muere aherrojado en el presidio de Melilla, tras largo padecer y tristes privaciones, obteniendo de esta suerte dos coronas, la del sabio y la del mártir. Pero volvamos a nuestro Mariner. Triste debió ser su suerte en los postreros meses de su existencia. Baste saber que tuvo que refugiarse en el convento de Trinitarios Descalzos; asistiéronle con esmero aquellos buenos religiosos en su última enfermedad y agradecido Mariner lególes en su testamento todas las obras que hasta entonces había compuesto, única hacienda que el desdichado helenista poseía, ¡Un nuevo nombre añadido al eterno martirologio de la ciencia!

Según Ximeno, murió Mariner en Madrid, el año 1636, siendo enterrado en el referido convento de Trinitarios Descalzos, hoy Ministerio de Fomento. Fúndase tal aserción en unos apuntes manuscritos de Onofre Esquerdo, que tuvo a la vista el diligente bibliotecario del reino de Valencia. Pero sin duda hay error en la fecha. Así resulta de la siguiente certificación expedida por Fray Joseph de San Antonio, bibliotecario del referido convento y comunicada por D. Joseph Rodríguez de Castro a D. Juan de Iriarte, que la insertó en su excelente catálogo de los manuscritos griegos de la Real Biblioteca Matritense:

[p. 26] «Fr. Joseph de S. Antonio, sacerdote profeso del Orden de descalzos de la Santísima Trinidad:

Certifico que en un libro antiguo que empieza «Libro de los difuntos, así religiosos como seglares, que se entierran y depositan en este Convento de los Descalzos de la Santísima Trinidad de esta villa de Madrid, desde el primero día del año de 1621, al folio 23 a la vuelta, hay la cláusula siguiente:

En este tramo, que es de las sepulturas del tramo segundo, sepultura tercera, al lado del Evangelio, se enterró Vicente Mariner, a primero de Mayo del año de 1642.

Y para que conste, lo firmo en este convento, a 26 de Abril de 1769.

Fr. Josep de S. Antonio, bibliotecario. »

La posteridad, indiferente con las glorias pasadas, ha olvidado el sitio en que reposan sus cenizas.

Mantuvo Vicente Mariner activa correspondencia con el docto jesuíta flamenco Andrés Escoto, a quien debemos la publicación de la Hispania illustrata; con el sabio helenista Daniel Heinsio, cuyas poesías griegas puso en lengua latina; con Erycio Puteano, discípulo de Justo Lipsio y amigo también de Saavedra Fajardo; con Juan Meursio, al cual se ha atribuído sin fundamento un libro impuro, escrito en purísimo latín, que torpemente amancilla la fama de Luisa Sigea; con el humanista alemán Gaspar Sciopio, el primero que dió a conocer la Minerva del Brocense en extrañas Universidades; con Andrés Honim, con Hermann Hugo, con Dionisio Petavio, con el bibliotecario de la Ambrosiana de Milán y con otros sabios extranjeros. Fueron en Españas sus predilectos amigos D. Francisco de Quevedo, Lope de Vega y el P. Luis de la Cerda, célebre comentador de Virgilio.

Dadas estas breves noticias biográficas, podemos entrar en la parte bibliográfica de nuestro trabajo. Arduo empeño es el de formar un catálogo de los escritos de Vicente Mariner. Consérvanse afortunadamente en su mayor parte; treinta y cuatro volúmenes manuscritos, unos en cuarto, los más en folio, posee nuestra Biblioteca Nacional; corre impreso un tomito rotulado Vincentii Marinerii Valentini opera omnia poetica et oratoria, in IX libros divisa. ¡Ponderaciones de editores! A pesar de título tan enfático y campanudo, el referido tomo no contiene más que una parte [p. 27] pequeñísima e insignificante de los escritos de Mariner. Imprimióse en 1625 la traducción latina del panegírico de Juliano César In regem solem. Las epístolas de Teofilacto, traducidas del texto griego, vieron la luz pública en Colonia. La versión del Argonauticon, de Apolonio de Rodas, comenzó a imprimirse en Amberes; ignoramos si la edición se llevó a feliz término, es probable que no, puesto que en ninguna biblioteca hemos podido encontrarla. Siendo tan reducido el número de las obras impresas de Vicente Mariner y tan considerable el de las manuscritas, alteraremos por esta vez el método, que nos propusimos seguir, y colocaremos primero los impresos, y los inéditos después. Existen varios catálogos de las innumerables obras que produjo la pluma fecunda del escritor valenciano. Es de los más antiguos e importantes el de Quevedo, en la carta latina que sirve de prefacio al panegírico antes citado. Menciona el gran satírico las traducciones de Homero y de sus escoliastas Dídimo y Eustacio, de Hesiodo, del escoliasta de Píndaro, el de Sófocles y el de Eurípides, de la Casandra o Alejandra de Licofron, de la Argonáutica de Apolonio de Rodas, de Teócrito, de Bion y de Mosco, de Teofilacto, de Filóstrato, de Jorge Prectho, de Tomás de Gaza, de San Isidoro Pelusiota, de Porfirio, de Juan Curopalata, de Juliano el Apóstata, de varios epigramas de la Antología griega y del tratado de los Mártires de Eusebio de Cesarea, hechas todas del texto griego; cita la fábula de Faetonte, traducción latina del tenebroso poema del Conde de Villamediana; la versión de las Cánticas de amor de Ausias March, y la de las poesías griegas de Daniel Heinsio. Hace subir el número de los epigramas griegos y latinos compuestos hasta aquella fecha por Mariner, a seis mil; no se atreve a fijar el de las elegías y oraciones latinas; menciona nueve disertaciones filosóficas, ocho panegíricos en versos hexámetros, cuatro en prosa, muchos himnos y no pocos diálogos. Sin olvidar la fiesta de toros y cañas que celebró en verso latino con el título de Bumachopaegnium. Sirve este catálogo, por lo demás, muy incompleto, para conocer las obras que había escrito Vicente Mariner antes del mes de abril de 1625, fecha que lleva la carta de Quevedo. Todas las obras mencionadas en él existen en la actualidad, exceptuando sólo la Argonáutica de Apolonio y los cinco primeros libros o rapsodias de la Ilíada, que desdichadamente han perecido.

Impreso corre otro catálogo formado por el mismo Mariner, [p. 28] en carta dirigida a Francisco Daza, secretario del Duque de Lerma. Nuestro gran bibliógrafo Nicolás Antonio, que por su dilatada residencia en Roma no pudo examinar los manuscritos de Vicente Mariner, tomó de esta carta la mayor parte de las noticias para el artículo que le dedica en su Bibliotheca Nova. Engañóse el erudito sevillano al afirmar, apoyado en informes poco seguros, que los manuscritos de Mariner, escritos en letra menudísima, habíanse tornado ilegibles y, por lo tanto, inútiles. Sin duda los que desde Madrid le comunicaron esta noticia no se habían fatigado mucho en su lectura. Si el más grande de nuestros bibliófilos hubiera podido examinar las cosas por sí mismo, se hubiera convencido de la inexactitud de tales informes, pues la letra de Vicente Mariner, aunque menuda y compacta, es clara, perfectamente legible y hasta bella, caligráficamente hablando. Olvidados permanecieron tales escritos en el convento de la Trinidad; cubiertos con una respetable capa de polvo y escudados por el Græcum est, non legitur, atravesaron la época de tenebrosa ignorancia y lamentable atraso en las letras griegas. que llena los reinados de Carlos II y de Felipe V. Atrevióse por fin a leerlos el sabio carmelita Fr. Miguel de San José y en su Bibliografía Crítica dió largas y curiosas noticias respecto a ellos. Ximeno, en sus Escritores del reino de Valencia no hizo más que reproducirle textualmente. Movido a compasión D. Juan de Iriarte, al ver olvidados en la biblioteca de un monasterio trabajos tan eruditos y que tanto honraban el nombre español en lejanas tierras, procuró, apenas fué colocado al frente de la Sala de Ms. de la Real Biblioteca, adquirirlos con destino a aquel establecimiento. Intentólo en vano, mientras fué bibliotecario D. Blas Antonio Nasarre, pero en tiempo de su sucesor D. Juan de Santander, obtuvieron mejor resultado sus esfuerzos. El día 1.º de septiembre de 1768, D. José Rodríguez de Castro ajustó la venta de los manuscritos con el bibliotecario de la Trinidad Fr. José de San Antonio. Dejó éste a su arbitrio la designación del precio y no debió quedar descontenta la Biblioteca Real, pues adquirió por 6.000 reales aquel tesoro, que no habían sabido apreciar sus antiguos poseedores. Tal negligencia tuvieron los trinitarios en su custodia, que dejaron perder los cinco primeros libros de la Ilíada, descabalando de esta suerte la obra más importante de la colección. Apresuróse Iriarte a formar un catálogo razonado de las obras de Mariner, tanto de las adquiridas [p. 29] recientemente, como de las que antes poseía la biblioteca. Tan acabado trabajo bibliográfico vió la luz pública en el tomo primero de la eruditísima obra que tituló Regiae Bibliothecae Matritensis codices graeci. Desde entonces, cuantos han hablado de Vicente Mariner han bebido en tan pura y copiosa fuente. Nosotros hemos hecho el mismo trabajo que Iriarte y comparándolos hemos hallado una absoluta conformidad entre el índice publicado en la Bibliotheca graeca y el que nosotros habíamos formado en presencia de los mismos códices. Hablaremos brevemente de las obras originales y con mayor extensión de las traducidas. Pero antes conviene reproducir un documento curiosísimo, especie de catálogo, programa, memorial de quejas y cartel de desafío, que nos dará una idea, así de las grandes y poderosas dotes intelectuales de Mariner, como de su genio un si es no es singular y estrafalario. El referido documento existente en un códice de la Biblioteca Nacional y reproducido ya por D. Juan de Iriarte, dice así:

«Declamatio hispano sermone confecta, qua linguarum peritia excutitur, et mirabiles in latino eloquio operationes, quas ex tempore, et in graeca facundia, et difficultate, absolvere et promptissime exequi polliceor, exponuntur, tum meorum operum indicem tumultuario oculis omnium proponere mihi visum est consentaneum.»

«Y para que se vea claramente lo mucho que Dios da y quita a quien quiere, ruego a todos los que dicen que saben las tres lenguas, me den licencia para que me vea con ellos, y si ellos hazen lo que yo haré, con mejor modo y con más exceso, sabrán más, y si no, es cierto que sabrán menos. Lo que yo haré es aquesto:

1. En la lengua latina de repente, sin tomar más intervallo de tiempo que el que hay de tomar la pluma para escribir lo que me señalare el que se quisiere oponer conmigo, escribiré dentro de una hora a cualquier sugeto tantos versos latinos, en cualquiera especie de versos, cuantos la mano más impetuosa pudiere escribir y es de modo que a veces pierdo muchos conceptos, porque no me alcanza ni puede seguir la pluma.

2. Que escribiré de repente por las 19 especies de versos, que hay en Horacio y 25 en Boecio, con increíble furor, a cual quiera materia que me quisieren proponer y señalar, sin que salga un paso del próposito.

3. Que dando los nombres extremos para cada verso latino, [p. 30] con tal que sean las palabras aptas y congruas para la medida, porque de otra manera salieran faltos los versos por ocasión del que dará las dicciones y no por el que los hiziere, henchiré el verso de modo que sean sentencias muy grandes y muy ajustadas y encaminaré al pensamiento que quisieren el epigrama, como si muy de espacio dentro de muchos días lo compusiera.

4. Que daré cuenta de la cuantidad de cuantas vocales hay en la lengua latina y griega, y la razón que tuviere si la tuviere.

5. Que haré un epigrama narrando lo que me propusieron con las primeras letras de cada dicción. En la cual forma de escribir, que es rara y casi imposible, tengo hechos más de ciento y veinte epigramas, como los mostraré todos luego.

6. Que daré las frases y locuciones más elegantes que hay en autores clásicos latinos, tanto para el verso, como para la prosa, a cualquiera locución española que me propusieren.

7. Que haré versos retrógrados con mucha elegancia y propiedad a cualquiera materia.

8. Que traduciré de repente cualquiera soneto o cualquiera otra cosa de romance, en verso latino de tres y de cuatro maneras, y si se da algún tiempo, lo vertiré de treinta y más maneras, en varias especies de versos, como mostraré algunos que tengo hechos deste modo.

9. Que haré en verso latino constante y bueno muy de repente vertiendo cualquiera composición latina escrita en prosa, como es tomar un psalmo o un lugar de Cicerón o Séneca y ponello luego en verso riquíssimo.

10. Que leyendo uno en voz alta y clara algunos versos, errando adrede en el lugar que quisiere, invistiendo las palabras de los versos, luego conoceré el error y le pondré como ha de estar. Y a todos estos diez cabos, que he propuesto saldré a desafío con el más eminente y docto hombre, que se hallare en la Europa, poniendo por apuesta alguna cosa acomodada a mi fortuna o a la suya, si dudare que no lo haré muy de repente.

11. Que me obligo en aquella especie de versos en la cual hubiere licencia por el arte para poner algunos pies libres en sus lugares destinados, a que todos me los necesiten y pongan con fuerza en los lugares que quisieren, para que yo haga los versos, de este modo, muy de repente, como prometo hacerlos.

12. Que cualquiera verso de Virgilio o de Ovidio o de otro [p. 31] poeta, que me propongan, lo pondré de cuatro y de seis maneras, mudando de locuciones poéticas, de modo que siempre venga a ser lo mismo.

En la lengua griega que es dificultossísima y elegantíssima emprenderé cualquiera certamen literario para prueba y execución de mi estadio y porque quede manifiesto en mí lo que he podido alcanzar y en otros lo que en tanta dificultad puede la industria y el talento libre que Dios da a quien quiere. Porque como el ingenio siempre campea más con la oposición y con la porfía logística de la verdad, resultará de esta pelea y conflicto lo que las armas de la mano intellectiva pueden ejecutar. Assí que en la Lengua griega no temeré a ningún contrario en estos puntos que aquí advierto.

1. Que tomaré cualquiera texto griego en prosa o en verso y lo repetiré en lengua latina muy elegante, o en romance, o como quisieren dando razón de todo lo que intentaren escudriñar y poner en censura.

2. Que reduciré a thema todo lo irregular de la lengua muy de repente y daré cuenta de lo más intrincado que tiene el arte y vertiré en griego cualquiera oración española o latina, de modo que conste de mucha elegancia y tenga propiedad y magestad grecánica la composición.

3. Que daré cuenta de todos los dialectos en que escribió Homero, Herodoto, Thucydides, Xenophonte, Demosthenes, Aristóteles, Plutarco y los demás, tanto poetas como philósophos. Y porque es cosa digna de admiración, para dalle a Dios infinitas gracias por la fuerza que me ha dado para llevar tan grande peso de continuas vigilias y estudios, puedo mostrar cuán grande ha sido mi afición a entrambas lenguas y la facilidad con que las he podido conseguir, todo cuanto tengo escrito en ellas, que es todas las obras de Homero, que tengo vertidas en verso Latino heroico, sin que excedan en número los versos griegos a los latinos ni los latinos a los griegos, cosa que es de grandísima dificultad; es a saber, la Iliada y la Odyssea y la Batracomiomachia y los Hymnos. Y sobre esto al grande scholiaste Eustathio, obra inclyta y sobre toda doctrina y provechosa a los profesores de todas sciencias y facultades. Tengo traducidas en verso latino todas las obras de Hesiodo y su scholiaste en prosa y todas las obras de Theócrito en verso latino y su scholiaste en prosa latina. Todas [p. 32] las obras de Lycophron en verso latino y su scholiaste en prosa y las obras de Apollonio Rhodio y su scholiaste en prosa; el scholiaste de Sófocles, el scholiaste de Píndaro, los Comentarios de Didymo a la Iliada y a la Odyssea de Homero, el scholiaste de Eurípides, los Comentarios sobre S. Dionisio Areopagita de Georgio Pachimeres, el libro de Hippócrates De prisca medicina. las epístolas de Theophilacto, las cuales están impresas en Colonia en el tomo 15 de la Biblioteca veterum patrum. Las cuestiones homéricas de Porfirio, el libro De antro nimpharum de Porfirio, el Encomium solis de Juliano Apóstata, el cual está impreso; el libro De regno de Juliano Apóstata, las epístolas de Philóstrato, las epístolas de S. Isidoro Pelusiota, el libro De martyribus de Eusebio Cesariense, el libro de celebratione paschatis de S. Pedro Alejandrino y el de S. Apollinario y obras de S. Andrés Cretense, de S.Methodio, de S. Anastasio, de Pheton el libro De virtutibus, las obras de Joan Gramático Gazeo, el Cento homericus de la passion de Cristo de Hieronymo Ledesma. El Glossario de Harpoeraeion. Los Comentarios de Joan Tzetzes a la Ilíada de Homero, las obras de Ausías March, vertidas en verso elegíaco latino; la historia de la conquista del Perú. El Panegyrico griego de Georgio Prechto le tengo vertido en verso heroico latino. El juego de cañas en que jugó su majestad y el infante D. Carlos, escrito en doce mil versos heroicos latinos. Una historia de España, succesos antiguos y dignos de memoria. La Lógica universal de Aristóteles, vertida en lengua castellana; los ocho libros Physicos, los Meteoros, los De anima, los de la generación y corrupción, los del sentido y sensibles, los de la muerte y la vida y al fin todo lo que se incluye en la Philosophía, y los libros de la historia animalium y los de partibus animulium, y los de la generación de los animales, y los tres libros de la Rhetórica, y la Rhetórica que dedicó a Alejandro y el arte poética. Todo esto que es de Aristóteles tengo vertido en lengua castellana. También propongo a todos, para que se funde mejor la alabanza que se debe dar a Dios por su omnipotencia y mercedes y no a la industria de los hombres ni a sus vigilias, que puedo mostrar que he compuesto más de trescientos y cincuenta mil versos latinos y griegos y que tengo escritos 42 panegyricos en verso latino, que el menor tiene más de 1.500 versos, y que he compuesto treinta y ocho himnos a varios pensamientos divinos en verso hexámetro latino, que el que [p. 33] tiene menos viene a tener más de 500 versos latinos, porque los que tengo escritos en versos lyricos, sáphicos, jámbicos, asclepiadeos y en otras especies no tienen número. También tengo compuestos más de 8.000 epigramas, latinos y griegos y trece disertaciones latinas a varias sentencias de philósophos, oraciones, 17; prelaciones, 17; declamaciones, 9; églogas militares, 15; diálogos y epístolas muchas y obras sueltas muchas, que todo esto junto viene a ser más de 350 manos de papel con letra muy menuda y apretada, como puedo mostrallas todas luego.

Tres libros De mortis cogitatione et effectu, y Guzmaneidos libri quinque y otros que callo. Tres Soterias y un Genethliacon y epithalamios. Philon de numero septenario y le tengo comenzado, y los apothegmas de Eusebio, una Grammatophengia en latín y la primera parte del Catálogo de Cassaneo en romance.

En la lengua Hebrea he hecho poco estudio porque como es cosa corta y sólo necesaria para la sagrada escritura, sólo tengo la cognición del arte, pero estoy de modo en ella que no me da dificultad para poder proseguir a cualquiera estudio mayor para sacar alguna raíz. En la Lengua francesa no he hecho algún estudio, porque como es muy semejante a la mía Valenciana, con poco cuidado estoy en ella. En la lengua Italiana tengo hecho más curso y más facilidad, pero tengo apetito y deseo para saber la Arábiga, Arménica, Inglesa y la Germánica, que no es mucho que yo me alargue al desseo de tantas, mostrando la posessión de algunas. Y porque es razón que haya satisfacción de todo en tan grande multitud y copia de obras, que tengo escritas, si alguno quisiere ponerse a examen dellas y se obliga a enmendar algunos errores, le prometo de dar un doblón por cada uno que con razón de arte mostrare que lo fuere, y si yo le convenciere, que se obligue a darme otro, porque junto con la victoria cada cual lleve su premio y provecho y para todo esto me hallará prompto a cualquiera tiempo y lugar, y de la manera que quissiere. Y lo mismo propongo que se ejecute en los 12 capítulos que digo que cumpliré en la lengua latina muy de repente, y en los tres a que me obligo en la lengua griega, que si no ejecuto muy extemporáneamente lo que prometo, quede obligado a dar un doblón por cada capítulo y si lo cumplo y hago que lo vean patentemente, que el que lo dudare y saliere conmigo al certamen, que me dé otro doblón, porque con el castigo y con el premio quede o [p. 34] levantada la honra al vencedor o castigado el atrevimiento del vencido. Que si todas estas obras no han salido a luz, no es por culpa dellas, sino porque hasta agora no han hallado algún príncipe que lo sea en imprimillas, como ellas lo merecen para estar impressas.»

Menchenio en su tratado De charlataneria eruditorum se atrevió a poner en el número de los charlatanes literarios a un español llamado Vicente Mariner, que en una carta a D. Luis de Haro se jacta de haber compuesto infinitas obras, que nadie ha visto. Por demás sería detenerse a refutar cargo tan absurdo, cuando tan victoriosamente lo hizo D. Juan Martínez Salafranca en sus Memorias eruditas. Baste decir que todas las obras citadas en el catálogo anterior, exceptuando sólo una o dos, cuya desaparición se explica fácilmente y cuya pérdida está compensada con el hallazgo de otras muchas no citadas en él, existen actualmente en la Biblioteca Nacional, desafiando la incredulidad de todos los bibliófilos pasados, presentes y futuros. No merece Mariner ocupar un puesto en la Bibliotheca promissa et latens de Almeloveen.

Pasemos a formar el catálogo de sus obras.

Impresas

Juliani Caesaris in regem solem ad Salustium Panegiricus Vincentio Marinerio Valentino, interprete. Madrid, 1625, por Pedro Tazo. Edición príncipe muy rara.

Precede a esta versión una carta de Mariner a Quevedo, encabezada de esta suerte: «Ad D. Franciscum de Quevedo aureo Divi Jacobi torque cohonestatum, Vincentii Marinerii Valentini præfatio.» Sigua la contestación de Quevedo a Mariner: «D. Franciscus de Quevedo Vincentio Marinerio Valentino S. P. D.» y una advertencia del mismo a los lectores: «Omnibus et singulis D. Franciscus de Quevedo.» Sírvela de texto este versículo del psalmo 73: «Tuus est dies et tua est nox, tu fabricatus es Auroram et Solem.» Admirable, como todo lo que salió de la pluma de Quevedo, contiene en pocas líneas un acabado juicio de Juliano el Apóstata, como emperador, como literato y como ciego y descaminado perseguidor de la cristiana religión. Acaba su introducción el autor de la Política de Dios con aquellas palabras de S. Pablo [p. 35] a los Colosenses: «Permanete in fide fundati et stabiles et inmoviles a spe Evangelii quod audistis.» No reproducimos ninguno de los tres documentos, aunque seguramente lo merecen, por haberlos incluído ya el Sr. D. Aureliano Fernández-Guerra en su preciosa colección de las obras de Quevedo, que forma parte de la Biblioteca de Autores Españoles. Acompaña al referido panegirico una oda latina del conde Julio César Estela, una elegía de Miguel Kelker y un epigrama de Vicente Mariner, todos en elogio de Quevedo. Bellamente han sido traducidos por el señor don Joaquín José Cervino para la edición del Sr. Fernández Guerra. Por su brevedad los transcribimos a continuación, para amenizar algún tanto la aridez de este trabajo bibliográfico:

Ad D. Franciscum de Quevedo,
comitis Julii Caesaris Stellæ ode.
Comienza:    Quevede, lævum, cui cruce purpurat
                      Rubente pectus, Militiæ sacrum
                      Insigne, quæ divi superbit
                      Clara patrocinio Jacobi, &.
Traducción:  Quevedo insigne, en cuyo pecho brilla
                      La roja cruz, que a la milicia engríe,
                      Del divo Jago, protector augusto
                      De ínclitos hijos;
                      Caro a las musas y en consejos sabio,
                      ¡Cuánto se goza mi cariño en verte
                      Tornar al Duque y a la no olvidada
                      Nápoles bella!
                      Tornar al Duque, que te espera ansioso
                      Para fiar a tu prudencia suma
                      Un día y otro el sinsabor y arcanos
                      Hijos del cetro.
                      ¡Oh cuánto tiempo por los anchos mares
                      De hinchadas olas y de tumbos llenas,
                      Sendas negando a la insegura quilla,
                      Túvote el austro!
                      Hora que libre de cruel tormenta,
                      Llegas y salvo de mortal peligro,
                      ¡Ay! no le olvides, y a los altos cielos
                      Ríndeles gracias.
                      Únanos siempre en sacrosanto lazo
                      Amor de ciencia y entonemos juntos
                      De Giron glorias, para siempre lejos
                      De áulica intriga.
[p. 36] Elegia Michaelis Kelkeris.
Quod nisi Mæcenas aliquis favuisset, abibat
Mæonii pressum sub Stigie Vatis opus, &.
TRADUCCIÓN
Del olvido tal vez la sima avara
Tragárase la joya,
Inmortal lauro del cantor de Troya,
Si fausto el Macedón no la guardara;
Píndaro eleva su envidiado tono,
Porque le anima bienhechor patrono,
Por ello Safo eternizó su lira
Y timbra el orbe con perenne sello
El cómico disfraz que a Plauto inspira
Y de Marón divino el estro bello.
¡Oh musa! ¿y callarás? Implora, implora
Benigno amparo y tu humildad olvida,
Así con él feliz y triunfadora
A la sublime luna
Veráste enaltecida
Y recordada del sin par Osuna.
Sé mi apoyo, oh Quevedo esclarecido;
No el docto Apolo ni sus nueve hermanas,
Las musas sicilianas,
Me nieguen tal fortuna.
¿Lo esquivarás? ¡Vano temor! ¿No han sido
Siempre los pechos generosos gloria
Y sostén del talento desvalido?
Cuando la turba de envidiosos mueva
Hórridas tempestades,
Sé el norte y el patrón de mi barquilla.
Aparta, aparta de ella
Las Hiadas lluviosas,
La Helena, que en fulgor siniestro brilla;
Toda contraria estrella
Vuélvela favorable a mi querella.
Así mientras mi musa por los mares
Navega, en que se teme la censura
De poderosos mil, la brisa pura
Impela en paz mi barca y mis cantares.
Así tú mi esperanza y mi Mecenas
Serás y fiel egida
Contra el rigor de la cansada vida.
[p. 37] Epigrama de Vicente Mariner a Quevedo:
Musarum tu dives opum, tibi gaza redundat,
Subditur et meritò quisque Poeta tibi: etc.
En la riqueza del numen
Nadie como tú opulento,
Lo confiesan y te ceden
Cien vates y cien su puesto.
La fama eleva tu nombre,
Y tú las musas al cielo,
Y entre ellas ufano gozas
De no disputado asiento.
El patrio idioma enriqueces
Con el raudal de tus versos
¿Quién te arrancará esa palma,
Si ni aun te sigue a lo lejos?
Ilumina el orbe todo
La viva luz de tu ingenio
Y cual sol entre los astros,
En las alturas te veo.
No hay gracia como tu gracia,
No hay metro como tu metro,
Manan de tu dulce labio
Doctrina y contentamiento.
Igual a Marón divino
En fama y en rasgos bellos
A entrambos un mismo lauro
Está las frentes ciñendo.

La edición del Panegírico debió hacerse por cuenta de Quevedo, único Mecenas que tuvo Vicente Mariner. Con efecto, ostenta la portada grabados en cobre los blasones de su familia, que el señor Fernández-Guerra describe de esta manera: «Escudo trino partido en pal de alto abajo. Llena la mitad, o sea el primer cuartel un pendón con su asta, parte blanco y parte rojo, en campo de plata. En la otra mitad, tres lises de oro en campo azul, puestas en fautor, componen el segundo cuartel, y el tercero, caldera en plata. La celada a la mano derecha.» Sólo se colocaba el escudo de armas del Mecenas en las obras, cuya impresión costeaba. Mucho más hubiera hecho Quevedo en favor de Vicente Mariner, si en el último tercio de su vida no se hubiera desencadenado contra el gran político el huracán de las persecuciones y de las desdichas.

[p. 38] Las pocas obras de Mariner que han visto la luz pública y para vergüenza nuestra, no en España, sino en el extranjero, llevan el siguiente título:

Vincentii Marinerii Valentini Opera omnia, Poetica et Oratoria in IX libros divisa: Quorum indicem indicat sequens pagina. Turnoni, Apud Ludovicum Pilhet. 1633. 1 tomo en 8.º

Contiene:

V. M. V.—Soteria pro Philippo IV, Hispaniarum et Indiarum rege, Catholico, Invictissimo, Potentissimo, Augusto. Præfatio. Sigue un epigrama griego con su traducción latina. Texto del poema. Ad prosperrimam et exoptatam regis incolumitatem varia epigrammata. Una elegía a D. Luis de Haro.

V. M. V.—Soteria pro Serenissimo Infante Ferdinado S. R. E. Cardinale. Præfatio.

V. M. V.—Genethliacon in faustissimum et panolbium Hispaniarum Principis natale auspicium. Epigrama griego con su traducción latina. Præfatio. Sigue el poema. Varios epigramas latinos. Tiene este genethliacon la singular circunstancia de anunciarse en él que había de llegar tiempo en que ocupase el trono español un príncipe galo-hispano, descendiente de una hija del león de España y llamado Felipe. Por esta razón gozó el poema de cierta celebridad a principios del siglo pasado y alguno de los parciales de Felipe V hubo de reimprimir varios fragmentos en Sevilla, 1707, por Francisco de Leefdael.

V. M. V.—Panegyris ad Serenissimum Ferdinandum ab Austriâ, Hispaniarum Infantem, S. R. E. Cardinalem, Archiepiscopatus Toletani administratorem et Supremum Castellæ Cancellarium. Præfatio. Varios epigramas. Sigue el poema. Varios epigramas griegos y latinos.

V. M. V.—Panegyris ad Serenissimum Carolum Stuardum, Waliæ Principem, magnæ Britanniæ Hæredem. Præfatio. Epigrama al duque de Cea. Poema. Siguen varios epigramas.

V. M. V.—Oratio in funere Illustrissimæ et excellentissimæ Heroinæ D. Mariæ de Guzmán, ducis Medinæ Turritæ. Marchionis de Heliche.

Juliani Cæsaris in regem Solem Panegyricus ad Salustium.

V. M. V.—Interprete, ad D. Franciscum de Quevedo Villegas, equitem aureo torque D. Jacobi insignitum, dominum villæ, quæ [p. 39] vulgò vocatur de Juan Abad. Dedicatoria. Carta de Justo Lipsio a Quevedo. Contestación de Quevedo. Prólogo de Quevedo. Anotaciones de V. Mariner al Panegírico de Juliano.

V. M. V.—Oratio in funere principis Henrici de Guzmán, S. R. E. Cardinalis. Dedicatoria. In illustrissimum obitum D. Henrici de Guzmán. Epitaphia.

V. M. V.—Panegyris ad illustrissimum D. Franciscum Barberinum, Cardinalem Legatum S. D. N. Urbani VIII, Pontificis Maximi. Præfacio. Poema. Varios epigramas griegos y latinos.

V. M. V.—Poemata quibus Ausiæ Marci opera, facundissimi et elegantissimi poetæ et strenui equitis valentini, interpretantur et ex vernaculà linguà Lemovicensi, quà tunc Valentini utebantur et in quà author hæc composuit, in Latinum vertit eloquium et in sex elegiarum libros divisa, carmine elegiaco exaravit. Hablaremos de esta versión al tratar de los manuscritos.

Afirma Nicolás Antonio que las obras de Mariner se publicaron en Ginebra el año 1633. Tal vez padeció error el eminente bibliógrafo, pues la edición mencionada aparece impresa en Tournay y sería extraño que por entonces se hubiera repetido la impresión en Ginebra. Por lo menos, ningún bibliófilo la menciona.

Bibliotheca veterum patrum. Colonia, 1622. Tomo 15. Epístolas de Teofilacto, traducidas al latín por Vicente Mariner. Las cita él mismo en la Declamatio hispana.

Apollonii Rhodii Argonauticon, Vicentio Marinerio Valentino, interprete. Comenzó a imprimirse en Amberes. La cita Quevedo en su carta a Mariner. Hoy es desconocida.

Manuscritos existentes en la Biblioteca Nacional

Obras originales.— Es la primera un códice en 4.º, marcado con la signatura: Estante Ff-número 64. Titúlase:

V. M. V. Philippi quarti Hispaniarum et Indiarum Regis potentissimi, Bibliothecarii et linguæ græcæ interpretis et Ecclesiæ Hempudianæ thesaurarii et in Philosophica et Theologica periodia magistri, &. &. Parnasseum nemus. V. M. V. opera poetica quæ stichonaxia voluit nuncupare. Ad illustrissimum et clarissimum virum D. Franciscum Semnium &. &. Panegyris. Epigramma ad lectorem. Vincentii Marinerii Valentini epigrama en griego, con [p. 40] su traducción latina. Llenan seis páginas estos preliminares. Cinco paginaciones diversas tiene este códice. La primera comprende 1.014; la segunda, 40; la tercera, 24; la cuarta, 65; la quinta, 14. Todo el manuscrito tiene 1.157 páginas. Contiene: un panegírico de D. Francisco Semnio en 666 versos hexámetros, precedido de una elegía en 92 dísticos, otro de D. Diego Trobello en 520 hexámetros, con una elegía en 64 dísticos, otros seis en elogio de D. Juan de Solórzano Pereira, D. Enrique Moroxo, don Luis de Haro, D. Apolonio Nomocampio, D. Adán Centurión, marqués de Estepa, y el príncipe Desiderio Paigmano. Ninguno de ellos baja de 1.000 hexámetros y van acompañados de prefaciones, elegías y epigramas griegos y latinos que aumentan casi en un doble su extensión. A los referidos panegíricos sigue un epitalamio en las nupcias de D. Luis de Aragón y D.ª Ana María de Sandoval, y una elegía en griego dedicada al papa Urbano VIII. Tiene el primero 1.568 versos con un prefacio que no baja de 130. El segundo tiene 57 hexámetros. Una colección de cinco epitafios y 30 epigramas, nueve en griego, los demás en latín. Una elegía acéfala en 50 versos. Un panegírico del archiduque de Austria don Fernando, escrito en griego por Guillermo Prechto y traducido al latín por Mariner, otro de Guillermo Xilandro (vide en las traducciones). Una disertación en prosa sobre aquel axioma de Platón Fortuna imperitiam sequitur. Otros 70 epigramas originales, 61 traducidos de Daniel Heinsio (vide traducciones), la égloga 10.ª de Virgilio traducida al griego por Escalígero y vuelta a traducir al latín por Mariner. Cartas a Andrés Scoto, Daniel Heinsio, Juan Meursio, Erycio Puteano y otros eruditos. Infinidad de epigramas latinos y no pocos griegos. La Oración fúnebre de la reina Cleopa, traducida del griego. Un prefacio, dedicatoria y varios epigramas en elogio de Homero y de su escoliasta Eustacio. Cierran esta parte del códice 11 epigramas, en su mayor parte acéfalos. Contiene la segunda paginación el libro de Hipócrates De prisca medicina, seguido de 12 epigramas. La tercera abraza las epístolas de Philóstrato, con otros 12 epigramas. La cuarta comprende el libro de Philon De numero septenario. (Véanse las tres versiones más adelante.) Por fin, se leen en la quinta parte del códice 36 epigramas y una epístola. Hay en este manuscrito unos 361 epigramas que comprenden sobre 3.368 versos.

[p. 41] II. Ff. 63.— Vincentii Marinerii Valentini Melpomene.

Al reverso, Epigramma ad lectorem. V. M. V. ad illustrissimum et nobilissimum virum D. Ludovicum de Haro (el nombre está borrado con tinta, pero puede leerse sin dificultad) Divi Jacobi stemmate insignitum. Fol. 2. V. M. V. Præfatio (en dísticos). Llenan estos preliminares 7 folios. Tiene el códice 960 páginas en 4.º Contiene un poema en acción de gracias, por haber vuelto a Madrid Felipe IV, después de una breve ausencia, escrito en 2.129 hexámetros, con un epigrama griego y una elegía al mismo asunto en 170 dísticos, otras cuatro elegías gratulatorias, dedicadas al infante D. Carlos, al cardenal-arzobispo de Toledo, infante Don Fernando, a D. Luis de Haro y a un cierto D. Tomás, cuyo nombre está del todo borrado; la primera tiene 70 versos, 68 la segunda, 70 la tercera y 64 la cuarta, todas en elogio de la consabida vuelta. Vienen después 29 epigramas a diversos asuntos, tres himnos, al Sacramento de la Eucaristía, a S. Vicente Ferrer y al mártir aragonés S. Vicente; tiene el primero 1.341 versos y un prefacio de 62, el segundo, 1.004, y el tercero, 1.025. Van interpolados entre el primero y el segundo 93 epigramas a diversos asuntos. Siguen al tercero otros 45, precediendo al epicedio en la muerte del infante D. Carlos, composición en 2.061 hexámetros, seguida de 15 epitafios, unos dísticos, otros tetrásticos y uno solo en prosa. La muerte del infante D. Carlos, acaecida en Madrid el 29 de julio de 1632, fué llorada en los versos de los mejores ingenios de entonces. Era el joven príncipe muy amado por sus altas prendas, única esperanza de su patria en los calamitosos tiempos de la privanza de Olivares, dadivoso, enemigo de lisonjeros, favorecido por las musas castellanas, cuyo Parnaso enriqueció con una copiosa colección de poesías, de la cual sólo nos restan dos sonetos, escritos con elegancia y buen gusto, que hacen sentir la pérdida de los restantes. Atribuyóse su temprana muerte a la desapoderada ambición del Conde-Duque, temeroso sin duda de que el infante pudiera ocupar el trono español, muerto su hermano. Si en algún caso pueden perdonarse a Vicente Mariner sus perpetuas adulaciones, es, sin duda, en éste. Al referido epicedio sigue un panegírico en 1.022 hexámetros, dedicado a D. Martín Abarca de Bolea, marqués de Torres, con un prefacio en 108 versos elegíacos, 42 hexámetros, que llevan por título Imago [p. 42] in unda y 30 epigramas cierran esta parte del códice. En la página 583 comienza una serie de églogas, que él llama militares. Son 15 y sus interlocutores llevan los nombres de Polemio, Androphono, Miæphono, Brotolægio, Enchespalo, Petorio, Xiphomacho, Polemistes, Philemato, Aspicliotes, Polythrasis y otros no menos raros y estrambóticos, tanto por lo menos como la invención de las mismas églogas, superada más tarde en extravagancia por el famoso portugués Manuel de Faria y Sousa, a quien sugirió su mala estrella la idea de componer Églogas genealógicas. ¡Que lejos estamos de Teócrito! Imposible parece que el mal gusto de la época arrastre por tan descaminados senderos a hombres empapados en los modelos de la antigüedad. La anacreóntica, destinada por los griegos a cantar el vino y los amores, sirvió a un escolapio del siglo pasado para disertar pedantescamente sobre el hombre en sociedad, y a otro poeta ramplón para declamar sobre el daño que causan los coches en el empedrado. A tales desvaríos conducen las reglas estrechas y mezquinas de los preceptistas, el espíritu de imitación y de escuela, el olvido de las eternas leyes que regulan esa viviente armonía, que llamamos belleza, belleza que percibimos en los objetos del mundo físico, intelectual y moral, belleza que reside en la mente del artista, como un tipo ideal al cual ajusta sus creaciones. ¿Qué son sin esa sagrada llama del genio, anterior y superior a toda legislación escrita, los vanos y ridículos preceptos de la escuela? Sólo han producido monstruosidades como la invención de las églogas militares y genealógicas. Las de Vicente Mariner tienen nada menos que 2.675 versos. Sigue un epitafio a la reina María de Austria en latín y en castellano, un panegírico a D. José González, consejero real, con tres epigramas greco-latinos al mismo. Cierran el códice tres himnos, el primero a la fiesta de todos los Santos, el segundo a Santa Catalina y el tercero a los clavos con que fijé sujeto a la cruz Nuestro Señor Jesucristo. Tiene el primero 1.143 versos, el segundo, 1.119, y el tercero, 455. Van seguidos de 16 epigramas. Contiene todo el códice 272, que representan una suma de 626 versos.

No menciona esta obra Nicolás Antonio.

III. Ff. 62.—V. M. V. Philippi IV Hispaniarum et Indiarum regis Bibliothecarii et Ecclesiæ Hempudianæ Thesaurarii et in Philosophica et Theologica periodia magistri &. &. Musomania Ad illustrissimum et nobilissimum Principem D. Ludovicum de [p. 43] Haro, Philippi IV Hispan. et Ind. regis cubicularium et D. Jacobi torque cohonestatum &. &. Códice en 4.º Al reverso Epigramma ad lectorem. 21 folios de preliminares. Elegía a D. Luis de Haro (120 versos). El nombre de D. Luis aparece borrado en la portada y en la dedicatoria. Ode, de furore poetico et insano Phebi afflatu, acabada el 8 de agosto de 1633. Tiene este códice 1.000 páginas útiles. Contiene cuatro himnos: In cruentam et sævissimam lanceam, qua Christi latus in cruce confossum fuit. In mortiferam et acerbissimam spongiam qua Christo in cruce pendenti potum aceto cum felle mixtum obtulerunt Iudæi. In arundinem illam quæ loco sceptri Christi manibus imposita fuit. Ad scalam illam, quæ cruci hærens Nicodemo et Josepho ascensum praebuit. Todos pasan de 400 versos. Hay intercalados algunos epigramas. Siguen un panegírico a D. Ambrosio Felchrio, un himno a la entrada de D. Francisco de Castro, conde de Lemos, en la religión de S. Benito; otros tres himnos al monte Calvario, al pesebre de Belén y a la degollación de los inocentes, la declamación hispana antes citada, 42 epigramas, un himno a la estrella que condujo a los magos al pesebre de Belén, otros 149 epigramas, varias traducciones latinas de los dos breves pasajes castellanos en prosa, todo esto intercalado con innumerables composiciones en latín y en griego, dos himnos, uno a S. Isidoro de Sevilla y otro al papa S. León, el prefacio a la traducción de Arriano (vide infra), muchos epigramas, otros cuatro himnos, uno a la Cruz, otro a la Ascensión, otro a la venida del Espíritu Santo y el último a la Trinidad, un panegírico al gobernador eclesiástico del arzobispado de Toledo, una elegía al Conde de Orgaz (borrada la dedicatoria), tres himnos a S. Juan Bautista, a S. Pedro Apóstol, a Santa María Magdalena y a la Asunción de Nuestra Señora, una elegía a D. Andrés de Rozas (borrado el nombre), y una traducción latina de un soneto castellano, dedicado al Duque de Lerma. Tiene todo el códice 548 epigramas y 2.387 versos. En 4.º

IV. Ff. 65.— Vincentii Marinerii Valentini varia opera poetica et oratoria, quæ pretextam Musarum Phebi subinduunt ornamento. Al reverso, epigrama Ad lectorem. Tiene este códice siete paginaciones diversas, la primera comprende 20 páginas; la segunda, 1.008; la tercera, 95; la cuarta, 52; la quinta, 15; la sexta, 80; la séptima debía tener otras 80, pero le han sido arrancadas las 44 primeras. Tiene todo el manuscrito 1.306 páginas. Contiene la [p. 44] primera parte un elogio de S. Jerónimo en 433 hexámetros. La segunda comprende una oración fúnebre en la muerte del duque de Uzeda, una elegía a S. Isidro, patrón de Madrid; dos epístolas a Andrés Escoto, ocho epigramas al panteón del Escorial, una carta al impresor Federico Morell y muchos versos griegos y latinos en loor suyo, una copia de cierta biografía griega de Apolonio de Rodas, existente en un códice de la Biblioteca del Escorial; una colección de epítetos aplicables a cada uno de los dioses, existente en el mismo códice, del cual se sacó la biografía anterior: publicólos D. Juan de Iriarte; otra biografía de Apolonio, varios prefacios destinados a diferentes obras suyas, cartas a Scoto, Juan Meursio, Daniel Heinsio, Andrés Honim, Gaspar Scioppio, Federico Morell y otros eruditos, muchos epigramas, epitafios e inscripciones, un panegírico en 636 hexámetros, dedicado al P. Juan Luis de la Cerda, algunos prólogos y dedicatorias acéfalas, traducciones latinas y griegas de sonetos castellanos, cinco elegías greco-latinas a S. Ignacio de Loyola, una en elogio del duque de Alba, otra dirigida a Manuel Sueyro, cinco sin encabezamiento, otra para colocar al frente de un libro, que no sabemos cuál sea, una traducción de la primera epístola de S. Isidoro Pelusiota (vide infra), dos himnos a S. Francisco de Borja, una elegía dedicada, a lo que parece, al duque de Gandía, un idilio en griego, latín y castellano al ciervo muerto por la infanta doña María, varias traducciones griegas y latinas de un soneto de Camoens, un poemita titulado Melimatión, una elegía alethina, las traducciones de Porfirio (Cuestiones homéricas y De antro nimpharum), el prefacio del Bumachopaegnium, un himno a la Anunciación, traducciones griega y latina de un soneto de don Luis de Ulloa y otro anónimo, treinta y tres versiones diferentes de aquel célebre soneto del infante D. Carlos:

¡Oh, rompa ya el silencio el dolor mío!

Veinte de estas traducciones están hechas en hexámetros latinos, cinco en verso elegíaco, una en faleucio endecasílabo, una en yámbico senario trímetro, una en sáfico endecasílabo con adónico, una en asclepiadeo singlicónico, una en yámbico trímetro escazonte, una es trícota tetrástica en dos alcaicos con yámbico diámetro hipercataléctico y el cuarto pindárico, la última dícola [p. 45] distropha con los tres primeros versos asclepiadeos y el cuarto glicónico. Hay, por fin, una en hexámetros griegos.

No satisfecho Mariner con tan increíble esfuerzo de ingenio, ofrece en una nota hacer otras doscientas versiones del mismo soneto, si alguien lo desea. Sigue una elegía a la muerte de don Andrés Zapata, varios epigramas al duque de Medina-Sidonia, un prólogo para su traducción de los Argonautas, y cierra esta parte del códice una carta de Juan Mínguez a su discípulo de griego Vicente Mariner, fecha el 24 de julio de 1624. Con paginación diversa comienza el libro de Juliano Apóstata De regno (véase en las traducciones). Vienen luego 52 páginas llenas de composiciones latinas en loor de D. Lorenzo Ramírez de Prado, cuyo nombre borró después en todas ellas. La quinta paginación contiene sólo un tratado en prosa, cuyo tema es éste: In superiore Dei regimine voluntas intellectum sequitur. Sólo hay dos capítulos. Nueva paginación, que contiene la traducción de un tratado (a lo que parece), griego, titulado Theologicæ in quædam Sacræ Scripturæ volumina expositiones. Al fin dice Mariner que no ha querido traducirle todo por temor a los plagiarios. Repítese en seguida con paginación distinta un fragmento del mismo tratado, seguido de algunos epigramas. Innumerables son los contenidos en este códice. Su enumeración sería prolija y enojosa para nuestros lectores.

V. Ff. 66.—Además de las cuatro voluminosas colecciones de poesías latinas, que llevan los títulos de Parnasseum nemus, Melpomene, Musomanía y Opera varia, existe otro códice rotulado Varia epigrammata, que consta de 1.086 páginas en 4.º Contiene dos mil ciento diez epigramas, unos griegos y otros latinos, que hacen una suma de 9.577 versos. Hay además cinco elegías, dos prefacios, un genethliacon a los años del príncipe de España, un poema titulado Psychologion, una traducción del Cento homericus de Jerónimo Ledesma (vide Traducciones), un himno sáfico en latín y en castellano, y una epístola a cierto varón doctísimo, cuyo nombre se guarda para mayores cosas.

VI. Ff. 57.—V. M. V. Hierymnodion, quod est sacrorum hymnorum cantus ad varios Divos et ad varia Christi mysteria consecrati. Al reverso, Epigramma ad lectorem. Tiene este códice dos paginaciones, la primera comprende 84, la segunda, 836 [p. 46] páginas. Contiene la primera dos himnos, uno al sepulcro de Jesucristo, otro a la Corona de Espinas (1.000 versos el primero, 602 el segundo). En la segunda se leen una elegía dedicada a don Lorenzo Crisanto, caballero de Santiago; el prefacio para la traducción de Ausías March, tres inscripciones latinas ya publicadas en el tomo de sus obras impresas, varios epigramas latinos y trece traducciones diversas de aquel celebrado soneto del infante don Carlos Al toro muerto por Felipe IV, que comienza:

De horror armado, de furor ceñido.

Un panegírico a D. Sancho de Ávila y Toledo, marqués de Velada; un himno a Santa Úrsula y sus compañeras mártires (en 1.547 hexámetros), una carta tristísima en que deplora su mala suerte y exclama: «Oh fortuna, oh fortuna, oh tempus. Quis tantis finis erit studiis, quod premium, quæ merces? Sic depereunt multa ingeniorum monumenta, sic ignibus devolvuntur edacibus quamplurimi mentis foetus, sic oblivio deterit quæ solum poterant delere oblivionem.» Siguen a la referida epístola dos himnos, uno al nacimiento de N. S., otro a S. Romualdo Abad. En la pág. 317 comienza un tratado filosófico, que lleva por título De mortis cogitatione et effectu. Está escrito en versos hexámetros y llega a 2.923. Llenan el resto del volumen cinco himnos: a S. Heladio, arzobispo de Toledo; a Santo Tomás de Aquino, a S. Eulogio, a la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo y a su triunfante resurrección.

Con ellos están interpolados varios panegíricos y epigramas en elogio del infante D. Carlos y un poemita, describiendo el huerto y la biblioteca de D. Lorenzo Ramírez de Prado. Acabóse de escribir este códice el 25 de abril de 1632. El número total de páginas es de 920. En 4.º

VII. Ff. 56.—V. M. V. &. &. Quadragesima; nempe in quodque Evangelium. quod singulis diebus apponitur, multa sententiarum copia paraphrastico more enucleata, et demùm passio domini nostri Jesu-Christi fluido carminum lenocinio intertexta &. &. Ad illustrissimum et doctissimum virum D. Petrum Passequium Supremæ Inquisitionis Senatorem &. &. (La dedicatoria está borrada.) Folio 2.º Præfatio. (En 114 versos elegiacos.) En el folio 4.º está el índice de los diez y nueve himnos, que compuso Vicente Mariner sobre diversos asuntos sagrados. Ninguno de ellos está [p. 47] en este volumen, que contiene sólo el poema titulado Quadragesima, dividido en siete libros y más de 8.000 versos. Llena el resto del códice la pasión de Cristo, de Jerónimo Ledesma, traducida del griego por Mariner. (Véase entre las versiones.) Tiene este códice 436 páginas de texto y 7 de preliminares. En 4.º

VIII. Ff, 55.—V. M. V. Philippi IV Hisp. et Ind. regis Bibliothecarii et linguæ Graccæ interpretis in Escurialii palatio et S. Ecclesiæ Hempudianæ Thesaurarii, S. Theologiæ Licenciati, ingenuarum Artium magistri, et perpetui ignorantiæ aspernatoris et tortius fortunæ oligorematis &. Davidicæ vitæ Dixagoge. Poema dividido en nueve libros, sírvele de asunto la historia de David; tiene más de 9.550 versos.

Acabóse el 28 de junio de 1640. Obra no mencionada por Nicolás Antonio. Tiene este códice 512 páginas, en 4.º

IX. Ff. 58.—V. M. V. &. &. Historia, de rebus gestis Ferdinandi et Isabellæ, regum catholicorum. Al reverso, dedicatoria a Felipe 4.º Es un poema latino en 20 libros, que comprende 24.368 hexámetros. Canta los hechos de Fernando e Isabel y especialmente la conquista de Granada. Acabóse el libro vigésimo, a 12 de mayo de 1637. Otra tentativa épica semejante hizo el jesuíta catalán D. Onofre Prat de Sabá en su Fernando V, impreso en Ferrara en 1792, Este precioso poema, escrito en excelentes hexámetros, con pura y castiza latinidad, iguala, si no excede, al de Vicente Mariner. Ambos son punto menos que desconocidos.

Tiene este códice 1.210 páginas de texto, 4 blancas y 5 de preliminares. En 4.º Nicolás Antonio la menciona con el título de Poema épico, a los Reyes Católicos.

X. Ff. 61.—V. M. V. Bumachopaegnium. Ad illustrissimum et nobilissimum virum D. Christophorum Van Etten Toparcham de Comignies Regiæ Majestati á consiliis belli, et olim annonæ Militaris Præfectum, et è collegio Finantiarum &. &. Siete páginas de preliminares, que contienen: un prefacio en 174 versos elegíacos, otro en prosa y varios epigramas. El Bumachopaegnium es un poema en hexámetros latinos, dividido en nueve libros; tiene más de doce mil versos. En él describe Mariner los juegos de toros y cañas, celebrados en la Plaza Mayor de Madrid, para festejar la venida del Príncipe de Gales. Acompaña al poema una elegía en verso griego, dedicada a Felipe IV. El original del [p. 48] Bumachopaegnium esta rubricado en todas sus hojas por Lázaro de los Ríos, Secretario del Consejo y lleva las aprobaciones del Vicario eclesiástico y del Consejo de Castilla. Posee varias copias de este poema la Biblioteca Nacional.

XI. Ff...—Además de los diez códices, procedentes del convento de la Trinidad y hasta aquí citados, existen en la Biblioteca Nacional otros dos manuscritos antiguos, que contienen gran parte de los escritos de Mariner no incluídos en volúmenes anteriores. Es el primero un tomo en 8.º de puño y letra del sabio helenista valenciano. Lleva el título siguiente:

Varia epigrammata facetissima, lepidissima, argutissima, hymni varii, Elegiæ multæ, Epistolæ nonnullæ tum latino, tum graeco scripta sermone.

Contiene mil setecientos ochenta y nueve epigramas latinos, ciento cuarenta y nueve griegos, tres odas latinas, cuatro elegías, once epístolas; total, 11.952 versos. Hay varias cartas y epigramas dirigidas al P. Juan de Mariana, a Andrés Escoto, al Doctor Ribera, a Lope de Vega, a Quevedo, a Daniel Heinsio, a Francisco de Figueroa, a Juan Meursio y a otros eruditos. La mayor parte de las composiciones griegas llevan adjunta su traducción latina. Tiene el códice 682 folios. La foliatura es de letra moderna.

XII. Ff...—Es el segundo un códice formado de diversos fragmentos recogidos por algún curioso. Está foliado de letra moderna y tiene 578 folios. Comprende muchas traducciones, que en su lugar especificaremos, y al folio 243 se halla un tratado, que lleva por título Grammatophengia sive dilucidatio graecarum litterarum, quas in sacris D. Cosmæ et D. Damiani capitibus, quæ in regio Monachalium Virginum Cenobio Matritensi ordinis Divi Francisci, quas vulgo Discalciatas appellant in occulto arculæ angulo latentia, divinitus reperta sunt, argenteæ quædam virgulæ, quæ illa accingunt, continent exaratas. V. M. V. auctore. Este curioso opúsculo está dispuesto para la impresión y lleva todas las aprobaciones y licencias de estilo. En el mismo códice se encuentra un larguísimo poema en cinco libros, destinado a cantar las glorias de la casa de Medina-Sidonia. Sin duda es el Guzmaneidos, que él menciona en la Declamatio hispana. Contiene el mismo códice tres elegías, muchos epigramas y epitafios, cuatro panegíricos, diez y nueve himnos, la mayor parte incluídos en [p. 49] volúmenes anteriores; el epicedio del infante D. Carlos, no pocos prefacios y dedicatorias, un poemita titulado Ælurotaphion. y dos hojas sueltas impresas en Madrid, año 1636 y dedicadas a D. Juan Idíaquez, caballero del hábito de Santiago, Comprende la primera catorce traducciones latinas de un breve pasaje castellano, muy difícil de interpretar en ninguna lengua. La segunda contiene 26 traducciones de otro pasaje castellano, que supera en dificultad de interpretación al anterior.

Un volumen en folio

XIII. A los referidos códices debe agregarse otro mencionado por D. Juan de Iriarte, que tuvo ocasión de examinarle en poder del bibliotecario D. Juan Oteo. Contenía dicho manuscrito una paráfrasis de la oración dominical, dos epicedios, muchos epigramas e innumerables composiciones existentes en los códices, ya mencionados, de la Biblioteca Nacional.

XIV. Historia de la Conquista del Perú. Citada en la Declamatio hispana: hoy es desconocida.

XV . Historia de España, succesos antiguos y dignos de memoria, citada en la misma declamación, igualmente desconocida.

Adiciones

Panegyris ad Ferdinandum ab Austriâ Hispaniarum Infantem, S. R. E. Cardinalem. En 4.º Matriti, apud Thomam Juntam, typographum Regium, 1624. Tiene 1.482 versos hexámetros y va seguida de 18 epigramas latinos.

Panegyris heroica ad D. D. Joannem Fernandum Pizarrum, Peruanae Expugnationis marchionem &. En 4.º Matriti, ex typographia Maríæ de Quiñones, 1642. Tiene 1.985 versos, va precedida de una elegía en 174 y seguida de varios epigramas.

[p. 51] CATÁLOGO DE LAS TRADUCCIONES DE AUTORES
GRIEGOS HECHAS POR VICENTE [1]"> MARINER [1]

[p. 52] Vicente Mariner. Valenciano. Bibliotecario del Escorial en el siglo XVII. (Véanse las Bibliotecas Valencianas de Rodríguez, Jimeno y Fuster.)

Catálogo de sus obras impresas y manuscritas. Ms. existentes en la Biblioteca Nacional.

Obras traducidas

Ff. 34, 35, 36, 37, 38 y 39.—Traducción de Homero, con los comentarios del arzobispo Eustacio y de Dídimo, original incompleto.

Falta el códice que debía contener los cinco primeros libros o Rhapsodias de la Ilíada. Este tomo primero constaba de 1.855 páginas.

TOMO SEGUNDO

Eustathii Archiepiscopi Thesalonices in Homeri Iliada
Commentaria

Tum et ipsa Homeri Ilias heroico carmine Latina facta.
Deo Optimo Maximo
Dico, voveo, sacro.
Vincentio Marinerio interprete.

TOMUS SECUNDUS

Ff. 34.— Noli hæc stulte, legas, sunt hæc tantummodo docto Qui quia rarus adest, laus quoque rara advenit.

Este códice contiene la traducción de los libros sexto, séptimo, octavo, noveno, décimo, undécimo, duodécimo y décimo tercio de la Ilíada de Homero, con los comentarios de Eustacio, arzobispo de Tesalónica. La versión está hecha en hexámetros latinos.

El libro sexto se acabó el 30 de abril de 1620.
El séptimo, a 16 de mayo de 1620.
El octavo, a 26 de junio de 1620.
El noveno, a 8 de marzo de 1621.
[p. 53] El décimo, a 2 de mayo de 1621.
El undécimo, a 18 de junio de 1621.
El duodécimo, a 6 de julio de 1621.
El décimo-tercio, a 24 de octubre de 1621.
Tiene este volumen 1.529 páginas, de letra sumamente compacta.

TOMO TERCERO
Eustathii Archiepiscopi Thesalonices
In Homeri Iliada
Commentaria
Ff. 35.

Tum et ipsa Homeri Ilias heroico carmine Latina facta.

Aquí está cubierta la dedicatoria, pero de modo que puede leerse. Dice así:

«Ad excellentisimum Principem D. Franciscum de Sandoval, Ducem de Cea, Adelantadum majorem Hispaniae, Magnatem &. &.»

Vincentio Marinerio Valentino
           Interprete.
TOMI SECUNDI PARS SECUNDA
Si nihil in rectam defers sub pectore mentem
Hic in quidquid ages, hoc erit omne nihil.
Vincentii Mannerii Valentini
           Præfatio.

Supervacaneum est, Princeps excellentissime, vel longam, in has laudes temporis moram exposcere &. &. Ocupa 7 páginas. Acaba «Dixi.

Ad excellentissimum Principem D.
Franciscum de Sandoval, Ducem de Cea,
Adelantadum majorem Hispaniæ,
Magnatem &. &. epigramma in quo prima cujucque
dictionis littera numen ejus mirificè complectitur.
[p. 54] Distento orbe nifes Felix rutilantibus astris,
Nomen conspicuum in supremum conficis orbem,
Dotes et sacras augusto numine defers,
Ornatus vehis arma, libros desumis ubique,
Quod vero et dono existit, coelo evehis alto.

Comprende este códice la traducción latina de los once últimos libros de la Ilíada, con los comentarios del arzobispo Eustacio.

El libro décimo-quarto se acabó el 19 de noviembre de 1621.
El décimo-quinto, a 15 de diciembre de 1621.
El décimo-sexto, a 25 de enero de 1622.
El décimo-séptimo, a 16 de febrero de 1622.
El décimo-octavo, a 15 de marzo de 1622.
El décimo-nono, a 30 de marzo de 1622.
El vigésimo, a 14 de abril de 1622.
El vigésimo-primo, a 3 de mayo de 1622.
El vigésimo-segundo, a 30 de mayo de 1622.
El vigésimo-tercero, a 14 de julio de 1622.
El vigésimo-cuarto, a 12 de agosto de 1622.
Tiene este tomo 2.138 pág. Toda la obra, 5.413.

Ff. 36.
Eustathii Archiepiscopi Thesalonices in Homeri Odysseam
Commentaria
Tum et ipsa Odyssea Heroico carmine Latina facta.
Deo Optimo Maximo
Dico, voveo, sacro.
Vincentio Marinerio Valentino
           Interprete.
TOMUS PRIMUS
Non hæc ignavis vertit mea musa catervis,
Tu qui fortè legis, sis quis ad ista vide.

Proemio de Eustacio: «Acerbi quidem et injusti existimatores Odysseam, quemadmodum et Iliada sunt consequuti et præcipuè hanc potius quam illam dilacerant et discerpunt, &. &.»

[p. 55] Primus Odysseæ liber Homeri rhapsodis. 16 septembris, 1622.

Liber secundus, 30 septembris, 1622.
Liber tertius, 12 octobris, 1622.
Liber quartus, 2 novembris, 1622.
Liber quintus, 17 novembris, 1622.
Liber sextus, 27 novembris, 1622.
Liber septimus, 7 decembris, 1622.
Liber octavus, 26 decembris, 1622.
Liber nonus, 13 januarii, 1623.
Liber decimus, 28 januarii, 1623.
Tiene este tomo 1.649 páginas.

Eustathii Archiepiscopi Thesalonices in Homeri Odysseam
Commentaria

Tum etiam ipsa Odyssea Heroico carmine Latina facta.
Deo Optimo Maximo
Dico, voveo, sacro.

Vincentio Marinerio Valentino
           Interprete.
Ff. 37.
TOMUS SECUNDUS
Græca vides si fortè vides, conversa Latinè
Si non ista vides, cernere nulla puta

Liber Odysseæ Homeri rhapsodis undecimus. 20 februarii, 1623.
Liber duodecimus, 9 martii, 1623.
Liber decimus-tertius, 18 martii, 1623.
Liber decimus quartus, 29 martii, 1623.
Liber decimus quintus, 10 aprilis, 1623.
Liber decimus sextus, 3 maii, 1623.
Liber decimus séptimus, 21 maii, 1623.
Liber decimus octavus, 20 junii, 1623.
Liber decimus nonus, 1 julii, 1623.
Liber vigesimus, 26 julii, 1623.
Liber vigesimus-primus, 27 septembris, 1623.
Liber vigesimus-secundus, 9 novembris, 1623.
Liber vigesimus-tertius, 18 novembris, 1623.
[p. 56] Liber vigesimus-quartus, 3 decembris, 1623.
Tiene toda la Odisea 3.328 páginas.
Sigue en el mismo códice:
Homeri Batracomyo | machia
id est ranarum et morium | pugna.
Vincentio Marinerio Valentino
Interprete.
6 decembris, 1623. Tiene 12 páginas.

En el mismo códice:

Homeri Hymni Deorum
Vincentio Marinerio Valentino
           Interprete.

In Apollinem, 34 páginas. Sin fecha.
Non obliviscar sed ero memor undique Phebi &.
Non Mercurium,
13 decembris, 1623 .
Mercurium Musa extollit Maia et Jove natum.
In Venerem,
página 59, 15 decembris, 1623 .
Musa mihi Veneris gesta aurea concine pulchra.
In eamdem,
pág. 71. Es un fragmento .
Bacchus sive prædones,
pág. 72.
Nunc Bacchum prolem Semeles memorabo potentis.

In Martem, pág. 74. In Dianam, In Venerem, pág. 75. In Minervam, In Junonem, In Cererem, In matrem Deorum, pág. 76. In Herculem leonis animo præditum, In Æsculapium, pág. 77. In Jovis pueros, In Mercurium, In Pana, pág, 78. In Vulcanum, In Apollinem, In Neptunum, pág. 81. In Jovem, In Vestam, In Musas et Apollinem, pág. 82. In Bacchum, In Dianam, pág. 83. In Palladem, pág. 84. In Vestam, 85. In terram matrem omnium, In Solem, 86. In Lunam, 87 . In Jovis pueros, 88. In Hospites, 89. decembris, 1623, 89 pág.

Ff. 38.—Scholia in Homeri Iliada
             
Doctissimi interpretis
                         Didymi
       Vincentio Marinerio Valentino
                       Interprete.
Vincentii Marinerii Valentini
                Præfatio.
[p. 57] Est virtutis fulgor, excellentissime Princeps, dum in nobilitatis sese inficit facem, mirificus quidem &. &.
Vincentii Marinerii Valentini epigramma.
Homeri interpretis Didymi uti quidam
volunt in Iliada et
Odysseam scholia.
Vincentio Marinerio Valentino
Interprete.
Leonidæ Tarentini in Homerum
epigramma.
Alphei Mitylenei in eumdem
epigramma.

Scholia in primam Homeri Rhapsodiam, 6 de enero de 1624.

»          in secundam Rhapsodiam, 9 de enero de 1624.
»          in tertiam Rhapsodiam, 14 de enero de 1624.
»          in quartam Rhapsodiam, 17 de enero de 1624.
»          in quintam Rhapsodiam, 22 de enero de 1624.
»          in sextam Rhapsodiam, 14 de enero de 1624.
»          in séptimam Rhapsodiam, 26 de enero de 1624.
»          in octavam Rhapsodiam, 27 de enero de 1624.
»          in nonam Rhapsodiam, 30 de enero de 1624.
»          in decimam Rhapsodiam, 3 de febrero de 1624.
»          in undecimam Rhapsodiam, 5 de febrero de 1624.
»          in duodecimam Rhapsodiam, 7 de febrero de 1624.
»          in decimam-tertiam, 9 de febrero de 1624.
»          in decimam-quartam, 11 de febrero de 1624.
»          in decimam-quintam, 13 de febrero de 1624.
»          in decimam-sextam, 15 de febrero de 1624.
»          in decimam-septimam, 16 de febrero de 1624.
»          in decimam-octavam, 20 de febrero de 1624.
»          in decimam-nonam, 22 de febrero de 1624.
»          in vigesimam, 23 de febrero de 1624.
»          in vigesimam-primam, 24 de febrero de 1624.
»          in vigesimam-secundam, 27 de febrero de 1624.
»          in vigesimam-tertiam, 27 de febrero de 1624.
»          in vigesimam-quartam Rhapsodiam, 28 febrero 1624.

[p. 58] Auctorum nomina quos Didymus in Odysseæ expositionem adducit.

Finis.

Ff. 39.—Scholia doctissimi interpretis Didymi in Odysseam

Homeri.
Vincentio Marinerio Valentino
Interprete.
Ad nobilissimum et doctissimum virum D. Franciscum Voverini, Regium Consiliarium et in Finantiarum consilio apud Belgas
Assesorem-
Vincentii Marinerii Valentini
Prefatio.
Ad eumdem præclarissimum virum
epigramma.
De Homero Dionis Chrysosthomi
oratio.

Angelus Politianus in Sylva cui titulus Ambra de Homero sic scribit:

Interpretatio græca.

Scholia in Odysseam Homeri

Liber vigesimus tertius, 3 de abril de 1624.

Liber vigesimus-quartus, 4 de abril de 1624.

Finis.
Vincentio Marinerio Valentino

354 páginas. Interprete.

Odysseæ liber primus, 5 de marzo de 1624.
»            liber secundus, 8 de marzo de 1624.
»            liber tertius, 9 de marzo de 1624.
»            liber quartus, 11 de marzo de 1624.
»            liber quintus, 13 de marzo de 1624.
»            liber sextus, 14 de marzo de 1624.
»            liber septimus, 15 de marzo de 1624.
»            liber octavus, 16 de marzo de 1624.
»            liber nonus, 18 de marzo de 1624.
»            liber decimus, 19 de marzo de 1624.
»            liber undecimus, 23 de marzo de 1624.
»            liber duodecimus, 25 de marzo de 1624.

[p. 59] Odyssea liber decimus-tertius, 26 de marzo de 1624.

»           liber decimus-quartus, 27 de marzo de 1624.
»           liber decimus-quintus, 27 de marzo de 1624.
»           liber decimus-sextus, 28 de marzo de 1624.
»           liber decimus-septimus, 29 de marzo de 1624.
»           liber decimus-octavus, 29 de marzo de 1624.
»           liber decimus-nonus, 31 de marzo de 1624.
»           liber vigesimus, 2 de abril de 1624.
»           liber vigesimus-primus, 2 de abril de 1624.
»           liber vigesimus-secundus, 3 de abril de 1624.
»           liber vigesimus-tertius, 3 de abril de 1624.
Ff. 40.
Hesiodi Ascræi opera omnia quae
extant
Cum graecis scholiis Procli, Moschopuli,
Tzetzes in Opera et Dies
et Johannis Diaconi et incerti
in reliqua.
Vincentio Marinerio Valentino
Interprete.
Graecorum poetarum in laudem Hesiodi
epigrammata
varia.

Alcæi in Homerum | Vincentio Marinerio Valentino | Interprete. Locridis in nemore.

Alterius in ipsum Helladis hic palmam.

Anatlematicum in ipsum Hesiodus Musis Heliconis.

In eumdem Ascræa equidem patria est.

Asclepiadis in imaginem Hesiodi Poscentem semper oves per culmina Musæ.

In Hesiodum et in Polydon vatem et in Simonidem Hesiodum Musæ Ascræum inspexere sonantem.

Ex elegiacis Hermesianactis Colophonii de Hesiodo Inquam, etcétera, etc.

De Hesiodo ex Suida.—Biografía de Hesiodo.

Luciani Samosatensis dissertatio in Hesiodum.

(Diálogo de Luciano y Hesiodo.)

[p. 60] Danielis Heinsii hypothesis operum et dierum Hesiodi.

Danielis Heinsii in Hesiodum epigrammata.
In eumdem. In eumdem. In eumdem. In eumdem.
Danielis Heinsii Hymnus in Pandoram Hesiodi.
Authores qui afferuntur ab scholiastibus Hesiodi.
Llenan estos principios 20 páginas.
Expositio sapientissimi grammatici
Domini Johannis Tzetzes in opera
et dies Hesiodi.
V. M. Valentino
Interprete.

Sapiens quidem Proclus, cum hunc præsentem librum operum et dierum Hesiodi exponere suscipit, nihil generosum, nihilque illius sapientis consentaneum neque expositione dignum absolvit. Nótense los siguientes apartados: Poetatum divisio, Hesiodi genus et patria, Hesiodi mores.

Hesiodi Ascræi operum
liber primus.
Vincentio Marinerio Valentino
Interprete.

Sapientissimi et eloquentissimi | Domini Emmanuelis Moschopuli consobrini Cretensis com- | mentarium Operum et Die- | rum Hesiodi.

Pág. 17, Ex Proclo Diadocho. Pág. 18. Johannis Tzetze. Siguen alternando los comentarios de Proclo, Moscopulo y Tzetzes.

Pág. 284. 20 de noviembre de 1624.

Hesiodi Ascræi operum
liber secundus.

Pág. 513, 11 de diciembre de 1624.

Hesiodi Ascræi
Dies.

Pág. 556. 14 de diciembre de 1624.

Sapientissimi Domini Johan- | nis... expositio | physica Dierum | Hesiodi.

Pág. 575.        Hesiodi Ascræi clypeus

Herculis.
[p. 61] Hipothesis clypei.

Supremi philosophorum Johannis Diaconi... scholia | paraphastica cum ser | monis artificio | ipsius.

Johannis Tzetze expositio | in Hesiodi cly | peum. Alternan los comentarios de Tzetzes y Juan Diácono.

Pág. 660, 23 de diciembre de 1624.

Daniel Heinsius illi qui hæc scholia quae Tzetze attribuuntur consequi | constituerit. S.

Pág. 663.        Hesiodi Ascræi

Theogonia
Vincentio Marinerio Valentino
Interprete.
Sapientissimi et eloquentissimi Domini
Johannis Diaconi in
Theogoniam Hesiodi Allegoriæ.

Pág. 683.        Scholia in Hesiodi Theogoniam

antigua.

Pág. 874        Finis Hesiodi Theogoniæ.

       7 de enero de 1625.

Hesiodi fragmenta | Vincentio Marinerio Valentino | Interprete.

Ex Eustathio, 17 fragmentos.

Ex Pausania, 2 fragmentos.

Ex scholiaste Apolonii, 5 fragmentos.

Ex scholiaste Pindari et Licophrontis in Heroica Genealogía, 11 fragmentos.

Ex scholiaste Sophoclis, 3 fragmentos.

Ex Æschyli scholiaste, 1 fragmento.

Ex Stephano, 3 fragmentos.

Ex Suida, 1 fragmento.

Ex Suida et Polibio, 1 fragmento.

Ex Plutarcho, 3 fragmentos.

Ex Clemente Alexandrino, 4 fragmentos.

Ex scholiaste Lycophronis, 3 fragmentos.

Ex Eustathio, 2 fragmentos.

Ex Athenagora, 1 fragmento.

Ex scholiaste Arati et Hesiodi, 1 fragmento.

[p. 62] Ex ethimologico, 2 fragmentos.

Ex Porphirio in antro nimpharum, 1 fragmento.

Ex scholiaste Theocriti.

Pág. 890.        Hesiodi et Homeri Certamen

Vincentio Marinerio Valentino
Interprete.
9 de enero de 1625.

Páginas 907.

Cathalogus Hesiodi poematum.

                                      —

Ff. 41.—En las seis primeras hojas en blanco se leen las siguientes fechas, que no sé a qué se refieren: «14 de diciembre de 1617, 9 de noviembre de 1617, 14 de julio de 1617, 1 de junio de 1617, 13 de abril de 1617, 20 de mayo de 1618.»

Index omniam operum, quae Vincentius Marinerius Valentinus, usque ad annum 1.630 composuit.

Pyndari Olimpia, Phythia, Nemea
Isthmia
Antiquis scholiis et commentariis
illustrata.
Vincentio Marinerio Valentino
Interprete.

Pyndari genus a sapientissimo Cyro | Thoma magistro descriptum.

Ex Suida alia Pyndari generis | enarratio.

Pyndari genus heroico carmine | structum.

De Lyricis poetis. In ipsos Lyricos poetas metrum | ex heroico et elegiaco constans. De strophis, antistrophis et epodis. De viginti acto pedibus. De pedibus disyllabis. De trisyllabis pedibus. De pedibus tetrasyllabis. De quatuor epitritis.

De stropha et antistropha primæ Olympiorum ode. De hujus ode epodo. De hujus ode inscriptione. 13 páginas de principios.

Pyndari Olympia
Hieroni Syracusio Celeri.
Antiqua scholia utilissima.
&12;Αριοτον μὲν ὕδωρ
[p. 63] Pág. 40.—De stropha et antistropha secundæ | Olympiorum ode. De epodo hujus ode.
Theromi Agrigentino volanti curru.
ODE SECUNDA

Pág. 63.—De stropha et antistropha tertia | Olympiorum ode. De epodo hujus ode.

Pág. 75.—Ode quarta.

»     81.—Ode quinta.

»     89.—Ode sexta.

»    109.—Ode septima.

»    129.—Ode octava.

»    145.—Ode nona.

»    165.—Ode decima.

»    183.—Ode undecima.

»    187.—Ode duodecima.

»    190.—Ode decima-tertia.

»    213.—Ode decima-quarta.

»    217.—Ultimæ Olympiorum ode | finis.

8 de junio de 1618.

Authores quorum auctoritatibus | Pyndari scholiastes utitur. Cuatro hojas en blanco.

Recentiorum scholia vel ut quidam existimant Demetrii Triclinii, in Pyndari Olympia, quæ ut ex ipsis constat omnino quidem sunt utilissima.

Ad excellentissimum Principem D. Ferdinandum de Ribera, magnum Alcalæ ducem, Tarifæ marchionem, Comitem de los Molares.»

Vincentio Marinerio Valentino
Interprete.

Siguen los escolios a las catorce Olimpíacas.

Pág. 187.—Finis scholiorum in Olympia.

13 de junio de 1617.

Ad excellentissimum principem &. &. Epigramma.

Ad illustrissimum discipulum D. Ferdinandum de Ribera, Alcalæ ducis filium | epigramma.

Una hoja en blanco.

[p. 64] Pyndari Pythia

Antiqui Pythiorum commentarii ex græco Latini facti. Vincentio Marinerio Valentino Interprete.

Ad excellentissimum principem &. &.
Argumentum et materia Pythiorum.
De poetis lyricis Græcorum.
Siguen dos hojas sin numeración.
Pythiorum argumentum et summa.
Aliud argumentum.
Aliud argumentum.
Pyndari Pythia.

Pág.  3.—Ode prima.

»    28.—Ode secunda.

»    55.—Ode tertia.

»    86.—Ode quarta.

»   160.—Ode quinta.

»   180.—Ode sexta.

»   187.—Ode septima.

»   192.—Ode octava.

»   204.—Ode nona.

»   221.—Ode decima.

»   232.—Ode undecima.

»   241.—Ode duodecima.

»   246.—Finis duodecimæ Pythiorum ode.

Pyndari Nemea.

Nemearum certaminum argumentum.

Aliud argumentum. Aliud argumentum. Aliud argumentum. Aliud argumentum.

De genere carminis strophe et antistrophe primæ Nemearum

ode. De hujus ode epodo. De inscriptione hujus ode.

Pág. 252.—Ode prima. Antiqua scholia.

»     268.—Ode secunda.

»     276.—Ode tertia.

»     295.—Ode quarta.

[p. 65] Pág. 315.—Ode quinta.

»     326.—Ode sexta.

»     340.—Ode septima.

»     363.—Ode octava.

»     373.—Ode nona.

»     387.—Ode decima.

»     405.—Ode undecima.

Pág. 415.        Pyndari Isthmia.

       Antiqua scholia veré utilissima.

Pág. 419.—Ode prima.

»     431.—Ode secunda.

»     440.—Ode tertia.

»     443.—Ode quarta.

»     456.—Ode quinta.

»     465.—Ode sexta.

»     474.—Ode septima.

»     482.—Ode octava.

       Scholiorum in Isthmia finis.

4 de abril de 1618. 897 páginas, divididas en tres series. En folio.

Ff. 42.—Sophoclis Tragediæ septem cum

                    interpretationibus vetustis

                    et valdè utilibus

                    Vincentio Marinerio Valentino

                    Interprete.

Epigrammata in Sophoclem Simonidis, Erycii, Dioscoridæ. Ex Suida.

Pág. 3.—Argumentum Ajacis flagelliferi.

Pág. 5.—Scholia antiqua doctissimorum virorum in Sophoclis Tragedias, quae extant.

In Ajacem flagelliferum.

Fabulæ personæ sunt: Minerva, Ulysses, Ajax, Chorus salaminiorum senum, Tecmessa, Nuntius, Teucer, Menelaus, Agammenon.

Sigue la tragedia.

Pág. 116.—Ajacis flagelliferi finis. 6 de marzo de 1619.

Argumentum Electræ. Hujus fabulæ personæ. Pedagogus, Orestes, Electra, Chrysothemis, Clytemnestra, Ægistus, Chorus.

Sigue la tragedia.

[p. 66] Pág. 187.—Electræ finis. 25 de marzo de 1619.

Pág. 188.    Hypothesis Œdipodis Tyranni,

                    carmine ab Aristophane

                    descripta.

Quare Tyrannus inscribitur. Oraculum Laio Thebano datum. Ænigma sphingis. Hujus fabulæ personæ: Œdipos, Sacerdos legatus Jovis, Creon, Tiresias, Jocasta, nuncius, famulus Polybi, alius nuncius, Chorus Thebanorum senum. Sophoclis Œdipus tyrannus. Sigue la tragedia.

Pág. 240.— Œdipodis tyranni finis. 10 de abril de 1619.

Antigone Sophoclis. Hypothesis Antigonæ. Aliud Aristophanis Grammatici argumentum. Hujus fabulæ personæ Antigone, Ismene, Chorus thebanorum senum, Creon, Nuncius, Nuncius custos, Hegmon, Tiresias, Nuncius, Eurydice, famulus. Sigue la tragedia.

Pág. 296.—Sophoclis Antigonæ finis.

21 de abril de 1619.
Sophoclis Œdipus Colonæus.

Hypothesis Œdipi Colonæi. Alia hypothesis. Hujus fabulae personæ: Œdipus, Antigone, Hospes mendicus, Chorus Atheniensium senum, Ismene, Theseus, Creon, Polynices, nuncius. Sigue la tragedia.

Pág. 360.— Œdipodis Colonæi finis.

29 de abril de 1619.

Sophoclis Trachyniæ.

Trachiniarum hypothesis. Hujus fabulæ personæ: Defjanira, Pedagogus, Hyllus. Chorus mulierum trachyniaram, Nuncius, Lycas, Serva nutrix, Senex, Hercules. Sigue la tragedia.

Pág. 427.—Trachyniarum Sophoclis finis.

8 de mayo de 1619.

Pág. 428.—Sophoclis Philoctetes.

Philoctetæ hypothesis. Hujus fabulæ personæ: Ulysses, Neoptolemus, Chorus, Philoctetes, Mercator, Hercules interventor. Sigue la tragedia.

Pág. 468.—Philoctetae Sophoclis finis.

13 de mayo de 1619.

Authorum nomina quos Sophoclis scholiastes variarum interpretationum testes adducit.

Quedam Sophoclis Tragediæ quæ penitùs amissæ sunt, quorum [p. 67] nomina scholiastes Sophoclis retulit. Las que citan Porfirio, Eustacio, el escoliasta de Eurípides, el de Apolonio de Rodas, el de Hesiodo y el de Licofrón.

468. páginas. En folio.

Ff. 43.    Scholia in septem Euripidis

Tragedias ex antiquis exemplaribus
ab Arsenio episcopo Monembasiæ collecta.
Ad excellentissimum et illustrissimum
Principem D. Ferdinandum de Ribera
Alcalæ ducem, Marchionem Tarifæ, comitem
de los Molares, &. &.
Ad illustrissimum et nobilissimum virum
D. Hiçronymum Alagonium magnum
Musarum patronum, &. &.
Vicentio Marinerio Valentino
Interprete.
Vincentii Marinerii Valentini | Præfatio.
Vincentii Marinerii Valentini | epigramma.
Sanctissimo et Beatissimo Patri et Domino
nostro, Domino Paulo tertio, sanctæ Dei romanæ
et catholicæ ecclesiæ summo pontifici,
Arsenius Monembasie Archiepiscopus
in Domino semper salutem.

Pág. 11.  Scholia præclarissima in septem Tragoedias

Euripidis ex diversis libris decerpta.
Vincentio Marinerio Valentino.
Interprete.

In Hecubam. Pág. 145, 28 de junio de 1624.

In Euripidis Orestem scholia. Pág. 368. Finis scholiorum in Orestem, 6 de agosto de 1624.

Euripidis Phenissæ. Hypothesis Phenissarum. Oraculum datum Laio. Sphingis ænigma. Asclepiades ita scribit. Solutio ænigmatis.

Pág. 525. Finis scholiorom in Phenissas, 15 de setiembre de 1624.

In Euripidis Medeam scholia. Aristophanis Grammatici Medeæ hypothesis.

Pág. 603, 1 de octubre de 1624.

[p. 68] Euripidis Hippolitus Coronatus. Hypothesis Hippoliti coronati.

Pág. 718, 13 de octubre de 1624.

Euripidis Alcestis. Hypothesis Alcestis.

Pág, 742, 18 de octubre de 1624.

Euripidis Andromache.

Pág. 774, 21 de octubre de 1624.

Authorum nomina quibus utitur in suis commentariis scholiastes Euripidis.

Tragaediæ Euripidis quæ non extant quas hic scholiastes in suis comentariis adducit.

774 páginas. En folio.

Ff. 44.    Lycophronis Chalcidensis Alexandra

cum eruditissimis Isaaci Tzetzes | commentariis,
ex fide manuscripti emendatioribus
factis.
Omnia ex Græco Latina facta.
Vincentio Marinerio Valentino
regio Bibliothecario
et Stæ. Ecclesiæ Hempudianæ Thesaurario,
Interprete.
Ad illustrissimum et clarissimum virum
D. Johannem de Chaves et Mendoza
Equitem Jacobæum, comitem S. Crucis
et calceati, amplissimi ordinum concilii
Principem quondam, nunc vero Supremi
Senatus ac Regiæ Cameræ Præsidem
gravissimumque consiliarium &. &.

Dedicatoria. Ad illustrissimum et clarissimum virum D. Johannem de Chaves et Mendoza, equitem auratum Jacobæum &. Dominum meum præstantissimum,

Vincentii Marinerii Regii
Bibliothecarii et Stæ. Ecclesiæ
Hempudianæ Thesaurarii
Præfatio.
Vincentii Marinerii Valentini Regii
[p. 69] Bibliothecarii et Stæ. Ecclesiæ Hempudianæ
Thesaurarii &. &.
De furore poetico et insano Phebi afflatu
Tersimolpion.

23 páginas.

Isaaci Tzetze Prolegomena | in Poetas.

Pág. 5. Lycophronis genus.

Pág. 8. Lycophronis vita ex Suida.

Pág. 9. Lycophronis Chalcidensis Alexandra

Cum scholiis Isaaci Tzetze doctissimis,
Omnia ex Græco Latinitatis idiomate
donata.
Vincentio Marinerio Valentino
Regio Bibliothecario et Stæ. Ecclesiæ
Hempudianæ Thesaurario,
Interprete.

Siguen el poema y los escolios de Tzetzes.

pág. 369, 10 de marzo de 1639.

Authorum nomina quorum sententias Lycophronis scholiastes adducit (129).

Tiene este volumen 374 páginas. En folio.

Ff. 45. Theocriti, Moschi, Bionis et Simmii

opera omnia quæ extant,
Cum scholiis in Theocritum
et in alios,
Vincentio Marinerio Valentino
Interprete.

In Arethusam et Insulam | Danielis Heinsii | epigramma.

Genus Theocriti. Vita et quo pacto inventa fuerunt Bucolica. Aliter verius. De differentia Bucolicorum. De bucolicorum inscriptione. De hujus poeseos charactere et typo. Theocriti in suum ipsius librum.

Pág. 7  Theocriti Syracusii Idyllia et

           epigrammata quae extant

           omnia.

           Vincentio Marinerio Valentino

           Interprete.

[p. 70] Hypothesis primi Idyllii. Thyrsis. Idyllium primum. Scholia quæ inveniuntur in | Theocriti Idyllia, ex diversis exemplaribus estu- | diosè in communem utilitatem collecta | ab Zacharia Calliergo Cretensi. Vicentio Marinerio Valentino

Interprete.

In primum Idyllium.

Pág. 70.—Hypothesis secundi Idyllii. Pharmaceutria. Idyllium secundum.

Pág. 103.—Argumentum tertii Idyllii. Epolus aut Comastes. Idyllium tertium.

Pág. 123.—Hypothesis Idyllii quarti. Pastores, Battus et Corydon. Idyllium quartum.

Pág. 145.—Hypothesis quinti Idyllii. Viatores seu Bucoliastes. Idyllium quintum.

Pág. 183.—Hypothesis Idyllii sexti. Bucolici Cantores. Idyllium sextum.

Pág. 196.—Hypothesis Idyllii septimi. Thalysia sive vernum iter. Idyllium septimum.

Pág. 245.—Hypothesis Idyllii octavi. Bucoliastæ. Idyllium octavum.

Pág. 263.—Hypothesis Idyllii noni. Pastor sive Bubulci. Idyllium nonum.

Pág. 271.—Hypothesis decimi Idyllii. Operarii sive messores Idyllium decimum.

Pág. 292.—Hypothesis Idyllii undecimi. Cyclops. Idyllium undécimum.

Pág. 306.—Hypothesis Idyllii duodecimi. Æter. Idyllium duodecimum.

Pág. 316.—Hypothesis Idyllii decimitercii. Hylas. Idyllium decimumtertium.

Pág. 334.—Hypothesis decimiquarti Idyllii. Cyniscæ amor vel Thyonicus. Idyllium decimumquartum.

Pág. 345.—Hypothesis Idyllii decimiquinti. Syracusiæ sive Adonidis festum celebrantes. Idyllium decimumquintum.

Pág. 367.—Hypothesis Idyllii decimi sexti. Charites sive Hieron. Idyllium decimumsextum.

[p. 71] Pág. 378.—Hypothesis Idyllii decimiseptimi. Encomium Ptolomaei. Idyllium decimumseptimum.

Pág. 389.—Hypothesis decimioctavi Idyllii. Helenæ epithalamium. Idyllium decimumoctavum.

Pág. 393.—Hypothesis Idyllii deciminoni. Favorum fur. Idyllium decimumnonum.

Pág. 394.—Hypothesis vigesimi Idyllii. Bubulcus. Idyllium vigesimum.

Pág. 398.—Hypothesis Idyllii vigesimiprimi. Piscatores. Idyllium vigesimumprimum.

Pág. 403.—Hypothesis vigesimisecundi Idyllii. Dioscuri. Idyllium vigesimumsecundum.

Pág. 410.—Altera pars hujus Idyllii.

Pág. 415.—Hypothesis vigesimitertii Idyllii. Amator vel infelici amore affectus.

Pág. 420.—Hypothesis vigesimiquarti Idyllii. Herculicus. Idyllium vigésimumquartum.

Pág. 434.—Hypothesis Idyllii vigesimiquinti. Hercules leonis animo praeditus vel ut quaedam exemplaria habent, Augiae opulentia, Idyllium vigesimumquintum.

Traducciones en verso latino de Eobano Hesso y Vicente Mariner de los suplementos de Joaquín Camerario a este idilio y al anterior. Sigue el texto de Teócrito.

Pág. 456.—Hypothesis vigesimisexti Idyllii. Lenae sive Bacchae. Idyllium vigesimumsextum.

Pág. 458.—Hypothesis Idyllii vigesimiseptimi. Colloquium Daphnidis et puellae. Idyllium vigesimum septimum.

Pág. 463.—Hypothesis Idyllii vigesimioctavi. Colus. Idyllium vigesimumoctavum.

Pág. 465.—Hypothesis Idyllii vigesiminoni. Amores. Idyllium vigesimumnonum.

Pág. 467.—Hypothesis Idyllii trigesimi. In mortuum Adonidem Idyllium trigesimum.

Pág. 472.—Theocriti Syracusii epigrammata. Son 22.

Pag. 479.—Carmina quaedam hactenus desiderata ad finem Παιδικῶν , sumpta ex notis Is. Casaubonis ad Diogenem Laertium. Interpretatio mea.

[p. 72] Pág. 481.—Idyllia Moschi Syracusii

et Bionis Smyrnaei.
Moschi Idyllia Syracusii.

Amor fugitivus. Idyllium primum.

Pág. 483.—Europa. Idyllium secundum.

Pág. 492.—Epitaphium Bionis Bubulci Amatoris Idyllium tertium.

Pág. 499.—Megara uxor Herculis. Idyllium quartum.

Pág. 505.—Idyllium quintum.

Pág. 506.—Idyllium sextum.

Pág. 507.—Idyllium septimum.

Pág. 507.—Idyllium octavum.

Pág. 508.—Idyllium nonum. Epigramma in Amorem arantem.

Pág. 509.—Bionis Smyrnaei Idyllia.

Epitaphium Adonidae Idyllium primum.

Pág. 515.—Idyllium secundum.

Pág. 516.—Idyllium tertium.

Pág. 517.—Idyllium quartum.

Pág. 518.—Idyllium quintum. Cleodamus et Myrson.

Pág. 519.—Ejusdem fragmenta (son 8).

Pág. 521.—Ejusdem epithalamium. Achilis et Deidamiae.

Pág. 523.—In Simmii Rhodii Alam et Securem scholia.

Pág. 525.—De versibus Syringis.

Pág. 527.—Sapientissimi Chachophilacis primae Justinianae et totius Bulgariae domini Johannis Pediassimi expósito in Theocriti Syringa.

Pág. 536, 24 de agosto de 1625.

Finis scholiorum quae inveniuntur in Theocriti Idyllia.

Authorum catalogus quorum utitur sententiis scholiastes Theocriti.

24 de junio de 1625. Theocritus, 5 de julio de 1625 (33), 13 de julio de 1625 (67), 23 de julio de 1625 (100), 1 de agosto de 1625 (137), 536 páginas, en folio.

Ff. 46. Procli Diadochi in primum

   Euclidis de elementis librum,
   liber primus
   Vincentio Marinerio Valentino
[p. 73] Regio Bibliothecario et
Interprete.

Ad illustrissimum et doctissimum Abbatem D. Martinum Lafarinam Siculum, Musarum decus et ornamentum

Vincentii Marinerii Valentini Regii
Bibliothecarii &. &. | Praefatio.

Pág. 1.—Marini Neapolitani Pro- | clos sive de felicitate. Vincentio Marinerio Valentino Regio Bibliothecario &. &. | Interprete.

Pág. 37.—Carmina Marini, 23 de junio de 1639.

Pág. 38.—Gorgiae Helenae encomium. Finis. 24 de junio de 1639.

Vincentii Marinerii Valentini Regii Bibliothecarii carmina. Pág. 43.

Pág. 1.—Procli Diadochi in primum

Euclidis de elementis librum
liber primus.
Vincentio Marinerio Valentino
Regio Bibliothecario &. &.
Interprete.

Pág. 31. Procli Diadochi in primum librum

Euclidis de elementis
liber secundus.

Pág. 117. Procli Diadochi in primum

Euclidis de elementis librum
liber tertius.

Pág. 217 Procli Diadochi in primum Euclidis

De elementis librum
liber quartus.

Pág. 257.—Finis Procli in primum Euclidis librum. Incogniti Scholiam in 24 theoremas Euclidis elementorum primi.

Pág. 264. 12 de julio de 1638.

Cathalogus authorum quorum sententiis utitur Proclus. 266 páginas, en 4.º

Ff. 54. Troia expugnata sive

   Supplementum Homeri eorum ommium
   quae urbi illi acciderunt ab
[p. 74] interitu Hectoris, donec tandem ommino
excinderetur.
Auctore Quinto Calabro, Graecè
interprete latino
Vincentio Marinerio Valentino
Regio Bibliothecario et Ecclesiae
Hempudianae thesaurario.
Ad Quinti Calabri historiam
Praefatio.

Elegía en hexámetros y pentámetros, 11 páginas, 3 hojas en blanco.

En un ángulo, 28 de diciembre de 1635.

Cointi Smyrnaei, aliàs Quinti Calabri
derelictorum ab Homero liber
primus
Vincentio Marinerio Valentino,
Regio Bibliothecario &.
interprete.

Pág. 57. Cointi Smyrnaei derelictorum liber secundus.

Pág. 111. Cointi Smyrnaei derelictorum liber tertius.

Pág. 174. 14 de enero de 1636.

Pág. 175. Cointi Smyrnaei derelictorum liber quartus.

Pág. 223. Cointi Smyrnaei derelictorum liber quintus.

Pág. 279. Cointi Smyrnaei derelictorum liber sextus.

Pág. 334. 29 de enero de 1636.

Pág. 335. Cointi Smyrnaei derelictorum liber septimus.

Pág. 397. Cointi Smyrnaei derelictorom liber octavus.

Pág. 437. Cointi Smyrnaei derelictorum liber nonus.

Pág. 481. 14 de febrero de 1636.

[p. 75] Pág. 482. Cointi Smyrnaei derelictorom liber decimus.

Pág. 520. Cointi Smyrnaei derelictorum liber undecimus.

Pág. 560. Cointi Smyrnaei derelictorum liber duodecimus.

Pág. 606. 2 de marzo de 1636.

Pág. 607. Cointi Smyrnaei derelictorum liber decimus tertius.

Pág. 654. Cointi Smyrnaei derelictorum liber decimus quartus.

Pág. 708. 12 de marzo de 1636.

Cointi Smyrnaei qui et Calaber praetermissorum ab Homero. Finis.

1 tomo en 4.º

Ff. 52. Nonni Pannopolitani paraphrasis

Sancti secundum
Johannem Evangelii.
Ex graeco Latina facta,
Vincentio Marinerio Valentino
Regio Bibliothecario Escurialensi
et Sanctae Ecclesiae Hempudianae
Thesaurario, Interprete
Ad Nonni Pannopolitani paraphrasim
Praefatio.

Elegía en hexámetros y pentámetros.

3 hojas en blanco. 16 de marzo de 1636.

Nonni poetae Pannopolitani paraphrasis
Sancti secundum Johannem
evangelii.
Vincentio Marinerio Valentino
Regio Bibliothecario &.
interprete.
CAPUT PRIMUM

Pág. 18.—Caput secundum.

Pág. 27.—Caput tertium.

[p. 76] Pág. 41.—Caput quartum.

Pág. 62.—Caput quintum.

Pág. 77.—Caput sextum.

Pág. 100.—Caput septimum.

Pág. 117.—Caput octavum.

Pág. 134.—Caput nonum.

Pág. 148.—Caput decimum.

Pág. 161.—Caput undecimum.

Pág. 187.—Caput duodecimum.

Pág. 198.—Caput 13.

Pág. 212.—Caput 14.

Pág. 223.—Caput 15.

Pág. 232.—Caput 16.

Pág. 243.—Caput 17

Pág. 251.—Caput 18.

Pág. 268.—Caput 19.

Pág. 288.—Caput 20.

Pág. 301.—Caput 21.

Pág, 313. 18 de abril de 1636.

Traducciones castellanas

Ff. 53. La Lógica de Aristóteles

Stagirita, Príncipe de los Philosophos,
traducida del texto Griego en lenguaje
castellano,
Por el Maestro Vicente Marinerio,
Bibliothecario de su Majestad y thesorero
de la Santa Iglesia de Hempudia.
Al illustrisimo y excellentissimo Señor
D. Ramiro Felipe de Guzmán,
Duque de Medina de las Torres,
Marqués de Heliche, de Toral &. &.

Esta dedicatoria está tachada, pero puede leerse. Prefación del Maestro Vicente Marinerio, Bibliothecario de su Magestad y tesorero de la Santa Iglesia de Hempudia.

Breve institución sobre la división de voces que usan los dialécticos, por el Maestro Vicente Marinerio, bibliothecario de S. Magestad, 27 páginas.

[p. 77] Las instituciones de Porfirio sobre las categorías de Aristóteles. Prefación. La exposición de las cinco voces. 38 páginas.

Las categorías de Aristóteles. Premeditaciones o principios, parte primera.

Las categorías que antiguamente llamaron predicamentos. parte segunda.

Observaciones, parte tercera.

Pág. 113. Libro de Aristóteles de la interpretación.

Pág. 161. De los analíticos más primeros de Aristóteles, libro primero.

De la razón de hacer los silogismos, tratado primero.

De la invención, tratado segundo.

Pág. 239.—De la invención, tratado segundo.

Pág. 267.—De 1a resolución de los silogismos en figuras y modos. Tratado tercero.

Pág. 311.—De los analíticos más primeros de Aristóteles, libro segundo.

De las potestades de los silogismos, tratado primero.

Pág. 397.—De los vicios y impotencias de los silogismos, tratado segundo.

Pág. 445.—De los analíticos más postreros de Aristóteles, libro 1.º

Si hay sciencia demostrativa, tratado primero.

Pág. 487.—De los analíticos más postreros de Aristóteles, libro segundo.

Pág. 566.—De los Tópicos de Aristóteles, libro primero.

Pág. 623.—De los Tópicos de Aristóteles, libro segundo.

Pág. 673.—De los Tópicos de Aristóteles, libro tercero.

Pág. 707.—De los Tópicos de Aristóteles, libro cuarto.

Pág. 764.—De los Tópicos de Aristóteles, libro quinto.

Pág. 842.—De los Tópicos de Aristóteles, libro sexto.

Pág. 932.—De los Tópicos de Aristóteles, libro séptimo.

Pág. 960.—De los Tópicos de Aristóteles, libro octavo.

Pág. 1.031.—Fin de los Tópicos.

Pag. 1.032.—De los Elenchos sophisticos de Aristóteles, libro uno.

[p. 78] Pág. 1.193.—Fin de la Lógica.

11 de abril de 1626.

Marcos de Prado y Velasco.

Aprobación de Luis Parral de Olmedo.

El ejemplar está rubricado en todas sus hojas para la impresión. En 4.º.

Ff. 47. La Philosophia de Aristóteles

Stagirita, traducida
a la verdad de la letra
del texto griego en lenguaje
castellano
por
el maestro Vicente Marinerio
Valentino.

A la Philosophia de Aristóteles Stagirita. Prelación. 12 páginas.

I. Las Physicas auscultaciones de Aristóteles

Stagirita
o de los principios de las cosas
Traduzidas a la verdad de la letra del texto
Griego en lenguaje castellano
por
el maestro Vicente Marinerio.

Libro 1.º, 9 capítulos.

Libro 2.º Pág. 27, 9 capítulos.

Libro 3.º, 8 capítulos. Libro 4.º, 14 capítulos. Libro 5.º, 6 capítulos. Libro 6.º, 10 capítulos. Libro 7.º, 5 capítulos. Libro 8.º, 10 capítulos.

25 de marzo de 1628.

Pág. 241. Los libros de Aristóteles, Stagirita en

que trata del cielo,
Vertidos a la verdad de la letra del
texto Griego en lenguaje castellano
Por el Maestro Vicente Marinerio.

Libro 1.º, 12 capítulos. Libro 2.º, 14 capítulos. Libro 3.º, 8 capítulos. Libro 4.º, 6 capítulos, 8 de abril de 1628.

Pág. 373. Los libros de Aristóteles

[p. 79] Stagirita en que trata de la generación

y de la corrupción,
Vertidos a la verdad de la letra del
texto Griego en lenguaje castellano
por el maestro Vicente Marinerio.

Libro primero, 10 capítulos.

Libro segundo, 10 capítulos.

14 de abril de 1628.

Pág. 443. Los cuatro libros de Aristóteles

Stagirita, de los Metereológicos,
Vertidos a la verdad de la letra
del texto Griego en lenguaje castellano
por
el maestro Vicente Marinerio.

Libro primero, 14 capítulos.

Libro segundo, 9 capítulos.

Libro tercero, 6 capítulos.

Libro cuarto, 11 capítulos.

28 de abril de 1628.

Pág. 584. De Aristóteles Stagirita, el libro

en que trata del mundo,
dedicado a Alejandro; rey de Macedonia,
Vertido a la verdad de la letra
del texto griego
por
el maestro Vicente Marinerio.

7 capítulos. 1 de mayo de 1628.

Pág. 615. De Aristóteles Stagirita, tres

libros en que trata
del alma,
Vertidos a la verdad de la letra
del texto griego.
por
el maestro Vicente Marinerio.

Libro primero, 5 capítulos.

Libro segundo, 12 capítulos.

[p. 80] Libro tercero, 13 capítulos.

9 de mayo de 1628.

Pág. 700. De Aristóteles Stagirita, libro

del sentido y de la cosa sensible,
Vertido a la verdad de la letra
del texto Griego
por
el maestro Vicente Marinerio.

7 capítulos. 12 de mayo de 1628.

Pág. 731. De Aristóteles Stagirita, de la

memoria y de la reminiscencia
libro
Vertido a la verdad de la letra
del texto Griego
por
el Maestro Vicente Marinerio.

2 capítulos. 14 de mayo de 1628.

Pág. 742. De Aristóteles Stagirita, libro

del sueño y de la vigilia.
Vertido a la verdad de la letra
del texto Griego
por
el Maestro Vicente Marinerio.

3 capítulos. 15 de mayo de 1628.

Pág. 755. Libro de Aristóteles Stagirita,

en que trata de los sueños.
Vertido a la verdad de la letra
del texto Griego
por
el Maestro Vicente Marinerio.

3 capítulos. 16 de mayo de 1628.

Pág. 766. Libro de Aristóteles Stagirita

de la divinación que se hace
por el sueño,
Vertido a la verdad de la letra del texto Griego
por
el maestro Vicente Marinerio.

2 capítulos. 17 de mayo de 1628.

[p. 81] Pág. 772. De Aristóteles Stagirita

libro del movimiento de los animales,
Vertido a la verdad de la letra
del texto griego
por
el maestro Vicente Marinerio

11 capítulos. 29 de mayo de 1628.

Pág. 790. De Aristóteles Stagirita

libro de la longitud y de la brevedad
de la vida,
Vertido a la verdad de la letra del texto Griego
por
el Maestro Vicente Marinerio.

6 capítulos. 20 de mayo de 1628.

Pág. 798. De Aristóteles Stagirita libro

de la juventud y de la senectud
y de la vida y de la muerte.
Vertido a la verdad de la letra del texto Griego
por
el maestro Vicente Marinerio.

Pág. 805. De la respiración.

21 capítulos. 23 de mayo de 1628.

Pág. 831. De Aristóteles Stagirita libro

del progreso de los animales.
Vertido a la verdad de la letra
del texto Griego
por
el maestro Vicente Marinerio.

18 capítulos. 28 de mayo de 1628.

Pág. 856. De Aristóteles Stagirita libro

en que trata del espíritu.
Vertido a la verdad de la letra
del texto Griego
por
el Maestro Vicente Marinerio.

Pág. 871, 30 de mayo de 1628. 9 capítulos.

871 páginas. En folio.

[p. 82] Ff. 48. Los libros de la historia de los animales

de Aristoteles Stagirita y los de
las partes de los animales y de las causas
de ellas y de la generación de los animales.
Vertidos a la verdad de la letra del
texto Griego en lengua vulgar castellana
por
el maestro Vicente Marinerio Valentino.

Al illustríssimo y doctíssimo Sr. D. Francisco de | Tejada, del real Consejo de Cámara del | Rey, nuestro Señor &. &.

Prefación. 14 paginas.

Pág. 1. 11 de diciembre de 1629.

Los libros de la historia de los
animales de Aristóteles Stagirita,
Vertidos a la verdad de la letra
del texto Griego por el Maestro
Vicente Marinerio Valentino.

Libro 1.º Capítulo 1.º Al cual siguen los demás hasta el número de 17.

Pág. 29. De la historia de los animales

de Aristóteles | Stagirita, libro segundo.

Tiene 17 capítulos.

pág. 57.—Libro tercero, 21 capítulos.

Pág. 89.—Libro cuarto. 11 capítulos.

Pág. 121.—Libro quinto. 33 capítulos.

Pág. 161.—Libro sexto. 37 capítulos.

Pág. 206.—Libro séptimo. 12 capítulos.

Pág. 223.—Libro octavo. 30 capítulos.

Pág. 262.—Libro noveno. 50 capítulos.

Pág. 320.—Libro décimo. 7 capítulos.

26 de enero de 1630.

Pág. 335.—De las partes de los animales y de las causas

dellas, de Aristóteles Stagirita
cuatro libros.
[p. 83] Vertidos a la verdad de la letra del texto Griego
en lenguaje de Castilla,
por

el Maestro Vicente Marinerio Valentino.

Libro primero. 4 capítulos.

Libro segundo. P. 353, 17 capítulos.

Libro tercero. P. 389, 14 capítulos.

Libro cuarto. P. 426, 14 capítulos.

10 de febrero de 1630.

Pág. 472. De la generación de los animales

de Aristóteles Stagirita, libros
cinco.

Libro primero, 23 capítulos.

Libro segundo. P. 514, 8 capítulos.

Libro tercero. P. 555, 11 capítulos.

Libro cuarto. P. 588, 10 capítulos.

Libro quinto. P. 626, 8 capítulos.

Finis.

3 de marzo de 1630.

Remítase este libro al P. Ponce, de la Victoria, para que nos remita su censura. 18 de junio de 1631.

Licdo. Velasco y Acevedo.

Aprobación del P. Juan Ponce, de la orden de los mínimos. 8 de julio de 1631.

Licencia de Velasco y Acevedo.

Aprobación de Pedro Lanselio, por orden del Consejo Real. Aparecen estas licencias en dos folios que preceden a la portada.

El censor nota y nota bien que el intérprete afectó usar palabras latinas en muchos lugares. En folio.

Ff. 51. La arte de Rethórica de Aristóteles.

La Rhetórica que Aristóteles dedicó
a Alejandro Magno.
El libro de la Poética de Aristóteles,
Vertidos a la verdad de la letra
del texto Griego
por
el maestro Vicente Marinerio Valentino.
[p. 84] Sobre los libros de la Rhetórica de Aristóteles, Prefación. «La primera cosa y la más principal con que el hombre difiere de los irracionales es la elocución &. &.
La arte de Rhetórica de Aristóteles
vertida a la verdad de la letra
del texto Griego
por
el maestro Vicente Marinerio
Valentino.

Libro primero: «Que la Rhetérica no es de un género definitorio, que es como la dialéctica y que es útil y que no es su oficio y obra el persuadir sino saber las cosas, que son aptas para persuadir.»

De la arte de Rhetórica de Aristóteles. Libro segundo. «Que condene disponer al Juez con cierta cualidad y afecto.»

De la Rhetórica de Aristóteles, libro tercero.

De las partes de la Rethórica y de la dicción.

29 de mayo de 1630.

La Rethórica de Aristóteles para Alejandro.

Aristóteles a Alejandro, salud. Está vertida a la verdad de la letra del texto Griego por el Maestro Vicente Marinerio Valentino.

El libro de la Poética de Aristóteles Stagirita, vertido a la verdad de la letra del texto Griego por el Maestro Vicente Marinerio Valentino.

12 de abril de 1630.

Es copia del siglo pasado. El original, que vid D. Juan de Iriarte, ha desaparecido de la Biblioteca. Hay en la copia algunos vacíos por no haber entendido el manuscrito de Mariner, vacíos que podrían llenarse con el texto griego al frente.

Esta versión casi completa de las obras de Aristóteles, hecha literalmente del texto griego, merecía ver la luz pública, ya que su autor no pudo darla a la estampa por falta de protección y apoyo. Para esto, convendría unir a la Lógica, la Psicología, la Física, la Historia Natural, la Retórica, la Poética y los Opúsculos traducidos por Mariner, la Política y la Moral vertidas igualmente del texto griego por Pedro Simón Abril, y la Económica, traducida por un anónimo e impresa en Zaragoza en 1509. Tal [p. 85] vez fuera preferible sustituir a la versión de la Poética, de Mariner, la de Goya y Muniain, hecha en vista de textos más correctos, y en estilo más suelto y desembarazado. A todo esto habría que agregar la Metafísica, nunca traducida, que sepamos, a nuestra lengua, acaso porque su oscuridad y árido estilo han arredrado a nuestros humanistas. De esta suerte, tendríamos en castellano una edición completa de las obras aristotélicas, verdadera enciclopedia de la antigüedad, traducidas directamente de los originales griegos. Bueno será advertir que, según afirma Barthélemy St. Hilaire, hasta que él publicó en 1844 su traducción de la Lógica, nadie había pensado en trasladar al francés el Organum. Otro tanto afirma respecto a los Opúsculos, en su traducción de la Psicología, publicada en 1847. Traducidos estaban al castellano desde el siglo XVII y no del latín, sino «a la verdad de la letra del texto griego». Es verdad que yacían olvidados en el polvo de una biblioteca. Tan olvidados estamos de nuestras glorias literarias. Aun por eso andan repetidos en centenares de ediciones el nombre y las obras del canciller Bacon de Verulamio, y entre tanto, nadie se acuerda de nuestro pobre filósofo valenciano Luis Vives, tan superior a Bacon, y es bien seguro que hay infinitos españoles, que hasta su nombre ignoran, y pueden contarse por los dedos, los que siquiera de oídas conocen los tratados De tradendis disciplinis y De causis corruptarum artium. ¡Loado sea Dios! Ya se ve, Bacon tuvo la fortuna de ser inglés y Luis Vives la desdicha de nacer, no a orillas del Támesis, del Rhin o del Sena, sino a las del cristalino Turia. Y por eso su patria ni le levanta estatuas, ni reimprime sus obras, ni hace investigaciones sobre su vida, ni nada, en suma. En cambio, tenemos una turba de pedantes, ciegos pedisequos de extrañas doctrinas, que altaneramente afirman que la filosofía era una planta exótica en España, hasta que ellos vinieron a traernos el soberano específico, que, a la cuenta, debe consistir en destrozar y mal traer a la pobre lengua castellana. Continuemos el catálogo de las traducciones de Mariner.

Ff. 69.— De la historia de las haza- | ñas y milicia de Alejandro | Rey de Macedonia, compuesta | por Arriano Griego. 8 | libros | traducidos a la verdad de la letra del texto Gri- | ego, en lenguaje castellanollo | por | el Maestro Vicente Marinerio. &. &. Tiene 835 páginas, en 4.º

[p. 86] Pág 1.— A la historia de Alejandro rey de Macedonia. | Del Maestro Vicente Marinerio | Prefación. | Tiene 18 páginas.

Pág 1.— De la historia de la expedición y milicia | de Alejandro, compuesta por Arriano | ocho libros. | Traducidos a la verdad de la letra del texto | Griego | por el Maestro Vicente Marinerio | Prohemio.

Pág. 105.—Libro segundo. 3 de febrero de 1633.

Pág. 199.—Libro tercero. 11 de febrero de 1633.

Pag. 297.—Libro cuarto. 20 de febrero de 1633.

Pág, 401.—Libro quinto. 28 de febrero de 1633.

Pág, 493.—Libro sexto. 8 de marzo de 1633.

Pág. 593.—Libro séptimo. 17 de marzo de 1633.

Pág, 701.—Libro octavo. 29 de marzo de 1633.

835 páginas, en 4.º

Códice no descrito por D. Juan de Iriarte. Sin duda no existía en la Biblioteca en su tiempo. Es la única traducción castellana de Arriano completa y hecha directamente del texto griego. Merecía ser publicada, con el original griego al frente.

La Prefación se halla también en el códice Ff.-62, rotulado Musomanía.

Ff. 64. Parnasseum nemus (Bosque del Parnaso).

Pág. 509. Johannis Grammatici Gazaei

enarratio mundi fabulae,
quae Gazae vel in Antiochia
extat.
Vincentio Marinerio Valentino
Interprete.

Prologus.—Consta de 25 versos yámbicos. Toda la obra, de 732 hexámetros.

Pág. 573.—Panegyris Heroica in honorem Augustissimi, et invictissimi Caesaris Ferdinandi Bulgariae, et Bohemiae regis, et Austriae Archiducis, et nuper Romanorum Imperatoris Renuntiati. Composita Viennae Austriae a Georgio Prechto adolescente Exythropygio Neccarico.

Vincentio Marinerio Valentino
Interprete.

En 652 hexámetros.

Pág. 604.—In Ferdinandum Augustissimum et potentissimum [p. 87] Regem nuper Romanorum lmperatorem creatum Guilermi Xilandri Sebastopolitae Schediasma.

V. M. V. interprete.

En 103 hexámetros.

Pág. 767.—Epigrammata graeca Danielis Heinsii ad varia argumenta. V. M. V. interprete.

Traducción latina de los 56 epigramas griegos de Daniel Heinsio.

Pág. 795.—Danielis Heinsii Graeca reliqua et quae a Graecis sunt conversa.

242 versos heroicos, 444 elegíacos.

Pág. 837.—Epigrammata Bon. Vulcanii in Heinsium ex Graeco conversa.

Son siete, en 14 versos elegíacos.

Pág. 838.—P. Virgilii Maronis Ecloga decima quae Gallus inscribitur a Josepho Scalígero dorice reddita et a Vincentio Marinerio Valentino latinè conversa.

En 77 hexámetros.

Pag. 842.—Eadem Ecloga a Daniele Heinsio dorice reddita et ut ejus sunt contexta Graece carmina, Latine versa est a V. M. Valentino.

76 hexámetros.

Con paginación diversa comienza el:

Liber Hippocratis de prisca
Medicina
V. M. Valentino Interprete.

Acabóse el 10 de junio de 1623.

36 páginas.

No menciona esta versión Mr. Littré en su eruditísima introducción a las obras de Hipócrates, edición greco-francesa, 1839.

Nueva paginación:

Philostrati Epistolae
V. M. V. interprete.

Las epístolas de Filóstrato son 12. Acabóse esta versión el 11 de junio de 1618.

20 páginas.

En el mismo códice, con diversa paginación:

[p. 88] Philonis Judaei. De

Septenario liber
Ejusdem fragmenta duo è libris de providentia
omnia e codicibus manuscriptis nunc
primum editae a Davide Hoeschelio
V. M. Valentino, interprete.

Ad illustrissimum et nobilissimum virum D. Franciscum Telless.

65 páginas. Se acabó esta versión el 19 de abril de 1618.

Ff. 65.—Varia opera poetica et oratoria.

Contiene:

Pág. 472.—Interpretatio epistolae primae D. Isidori Pelusiotae Antiocho.

Borrador lleno de enmiendas y apostillas. Envióle Mariner a Andrés Escoto, con una carta latina que se inserta a continuación.

Pág. 681.—Porphyrii Philosophi Homericarum quaestionum, ad Anatolium liber. V. M. V. interprete.

Ad Porphyrium philosophum Lascaris epigramma.

Traducción de las 22 cuestiones homéricas de Porfirio.

Pag. 811. Porphyrii opusculum de

antro nimpharum, quod
in Odyssea describitur.
V. M. V. interprete.

Pág. 854. Authores quos Porphyrius in his opusculis adfert.

Pág. 855. Index rerum omnium praecipuarum, quae in his Porphyrii libellis continentur.

Con nueva paginación, en el mismo códice.

Juliani Imperatoris de imperatoris
operibus, aut de regno
opusculum.
V. M. V. interprete.

Pág. 73. In Juliani opusculum de regno Adnotationes.

Hállase también en el códice Cc-88 de la Biblioteca Nacional.

Ff. 56. Rotulado Quadragesima.

Pág. 411. Passio domini nostri Jesu-Christi carminibus

Homeri Graeco centone descripta
[p. 89] per Hieronymum Ledesmam Valentinum
Medicum doctissimum.
V. M. V. interprete.

436 versos hexámetros.

El Centón, de Jerónimo Ledesma, en el cual con versos de Homero se describe la pasión de N. S. Jesucristo, imitando a San Gregorio de Nacianzo, que con versos de Eurípides formó su Χριστός πάσΧων , vió la pública luz en las Institutiones graecae de aquel doctísimo médico y helenista valenciano, impresas en la misma ciudad de Valencia, por Juan Mey, año 1545, en 8.º

Ff. ...—Contiene:

Dos fragmentos del libro de los mártires de Eusebio Cesariense, sin traducción, únicamente el texto griego. Consta, sin embargo, que la hizo y envió a Roma, al papa Urbano 8.º Existía el original griego en un antiguo códice de la Biblioteca del Escorial; pereció en el grande incendio de 1661. La traducción de Mariner quizá se conserve en la Biblioteca Vaticana.

F. 186. Nicetae septem antigua mundi

miracula.
V. M. V. interprete.

Al mismo folio vuelto:

Hippocratis ex Philonis libris
a pueritiâ in senectutem
aetates.
V. M. V. interprete.

Folio 187. Gregorius Theologus, de sacra pentecoste.

V. M. V. interprete.

A las traducciones hasta aquí citadas deben agregarse:

Muchos epigramas de la Antología griega, esparcidos en varios códices. Su enumeración sería prolija y enojosa.

Comentarios de Georgio Pachimeres sobre S. Dionisio Areopagita.

Libro de celebratione paschatis de S. Pedro Alejandrino.

Obras de S. Apollinario.

Obras de S. Andrés Cretense.

Obras de S. Methodio.

Obras de S. Anastasio.

Libro de virtutibus, de Pheton.

[p. 90] Glossario de Harpocración.

Comentarios de Juan Tzetzes a la Ilíada de Homero.

Apothegmas de Eusebio.

Todos mencionados en la Declamatio hispana.

Pauli Silentiarii opus de balneis calidis.

Citado por Quevedo. Todas estas obras son desconocidas.

Adición

Johannis Curopalatae Chronicon Constantinopolitanum, a Nicephoro Imperatore, usque ad Isaacium Comnenum. V. M. V. Interprete.

Obra dividida en cuatro libros, los demás faltan. Llena 36 folios. Se conserva en el estante Ff., sala de manuscritos de la Biblioteca Nacional. Está dedicada al Duque de Alcalá.

.........................................................

Traducción del lemosín

Ff. 59.— Ausiae Marci | opera facundissimi et elegantissimi poetæ et strenui equitis Valentini. ex ver- | naculâ lingua Lemovicensi, | quâ tunc Valentini utebantur et ipse | author haec composuit in Latinum versa | eloquium et in sex Elegiarum libros | divisa.

Ad illustrissimum et Reverendissimum | virum D. Franciscum de Hevil, Abbatem | Cucufatensem dignissimum &. | Vincentio Marinerio Valentino, | interprete.

F.1.º—Praefatio. 4 folios.

F. 6.º— Ausiæ Marci elegentissimi Poetæ vita. V. M. V. authore. En su mayor parte es traducción de la compuesta en castellano por Diego de Fuentes.

F. 10.— In priscos et celebres Valentinae vrbis Poetas, qui aliquâ operum floruerunt praestantia, tum latino carmine, tum etiam et vulgari sermone constructo. V. M. V. Elegía. A pesar de su título, la mayor parte de los poetas encomiados en esta elegía son contemporáneos de Vicente Mariner o muy poco anteriores a él. Sirve de complemento al Canto del Turia, de Gil Polo. Consta de 496 versos hexámetros y pentámetros.

Pág. 1.—Ausiae Marci | Opera facundissimi et elegantissimi | [p. 91] Poetae et strenui equitis Valentini | e vernacula lingua prisca Valentina | qua ipse author haec composuit, in latinum | versa eloquium.

V. M. V. | Interprete.

Liber primus Elegiarum. Elegía 1.º A la cual siguen las demás de este libro, hasta el número de 22.

Líber secundus. Pág. 42. Tiene 25 Elegías.

Líber tertius. Pág. 95. Tiene 30 Elegías.

Líber quartus. Pág. 164. Tiene 25 Elegías.

Líber quintus. Pág. 240. Tiene 17 Elegías.

Líber sextus. Pág. 304. Tiene 9 Elegías.

Pág. 386 .—Quaestio a Fenollario Ausiae Marco proposita. Respondet Ausias Marcus. Alia responsio Roderici Denys. 390 páginas. En 4.º

La traducción de Mariner comprende sólo las Cánticas de Amor, omitiendo las Espirituales y las de la Muerte, que ciertamente son muy inferiores en valor poético. No menciona esta versión el señor Pelayo Briz en su moderna edición catalana de Ausías March, hecha en Barcelona el año 1864, y ciertamente que lo merecía. La metrificación es armoniosa y flúida, el lenguaje puro, castizo y verdaderamente latino, el estilo dulcísimo y sobre manera acomodado a los pensamientos, recuerda a veces los grandes modelos del siglo de oro; imitando ora a Ovidio, ora a Tibulo, ora a Propercio, hace perdonar aquella sutilísima metafísica amorosa, que empaña a veces las tiernas poesías del Petrarca valenciano. Suerte ha tenido Ausías March con sus dos traductores, latino y castellano, Vicente Mariner y Jorge de Montemayor. Inferiores son las de D. Baltasar de Romaní, Pedro Paulino y Arano y Oñate. (Véanse sus respectivos artículos.) La traducción de Mariner se imprimió entre sus obras, en la edición de Tournay. Contiene además de las elegías y la cuestión de Fenollar, una pregunta encabezada de esta suerte: «Interrogat Ausias Marcas Dominam Anacletam de Borgia summi pontificis Nepotem, in hunc modum. Respondet in hunc modum puella.» (Demanda feta per Mosen Ausias March a la Senyora Nacleta de Borja, neboda del Pare Sant.) El sumo Pontífice, tío de la señora Anacleta, era Calixto III, exaltado a la tiara en 8 de abril de 1455 y muerto en 22 de julio de 1458.

[p. 92] Traducciones del castellano

Ff. 97. Fabula Phaetontis, ab illustrissimo

et nobilissimo D. Johnne Tasio, Comite
de Villamediana et Hisp. et Ind. regum
Archidromeo, carmine hispano hendecasyllabo
composita et in Latinum sermonem
hexametro versa
versu
V. M. V. | interprete.

Dedicatoria al mismo Conde de Villamediana.

Epigramma greco-latino al mismo.

Sigue el texto del poema.

Tiene este códice 105 páginas. Existe otra copia, marcada con la signatura Ff. 60.

Consta la traducción latina de 1.862 versos hexámetros. El poema castellano de 227 octavas, o sean 1.816 endecasílabos. La Fábula de Faetonte, obra del Conde de Villamediana, se lee entre sus poesías recogidas por el licdo. Dionisio Hipólito de los Valles e impresas en Madrid y en Zaragoza el año 1629. Poema hinchado y tenebroso, el Faetonte de Villamediana mereció sólo el pasajero aplauso de los cortesanos. Para obtener la protección del Conde, empeñase Vicente Mariner en la ardua empresa de poner en verso latino aquella obra, tipo de mal gusto y descaminado ingenio. Libróla en parte de la pedantería, hinchazón y bambolla que en su original la afeaban, pero no sabemos que obtuviese ningún resultado, tan meritorio y costoso sacrificio. ¡Él, que había traducido a Homero, a Hesiodo, a Píndaro, a Teócrito, vióse obligado a traducir la obra más absurda que ha fatigado las prensas! ¡A tan penoso sacrificio hubo de obligarle la durísima ley de la necesidad!

Traducciones varias de los dos sonetos del infante D. Carlos dedicados el uno a Anarda y el otro a Felipe IV. (Véanse ambos en el tomo 2.º de Poetas líricos de los siglos XVI y XVII, colección formada por D. Adolfo de Castro. Tomo 42 de la Biblioteca de AA. Españoles.) Las traducciones de Mariner se hallan en los [p. 93] códices Ff. 57 (Hierymnodion) y Ff. 65 (Opera varia poética). Mencionadas quedan en sus lugares respectivos.

Traducciones de un soneto de D. Luis de Ulloa, dedicado al infante D. Carlos, de otros sonetos anónimos, de una décima, de varios pasajes en prosa y de no pocos epigramas propios y ajenos. Enumerarlos todos sería punto menos que imposible.

Traducciones del portugués

Un soneto de Camoens que empieza:

Veinte anhos de pastor Jacob servía.

Hállase en el códice Ff. 65, pág. 619: Ocho traducciones en hexámetros latinos, una en hexámetros griegos, una en falencios y otra en yámbicos; total, 11 traducciones del mismo soneto.

Apurando la materia, pudiera considerarse a Vicente Mariner como traductor de sus propias obras. En tal concepto tradujo al latín infinitos epigramas, himnos y elegías compuestas primero en griego y viceversa. También tradujo al castellano muchas composiciones suyas, escritas en latín y en griego. Como la mayor parte no llevan título, sería muy difícil su indicación; las que lo llevan quedan anotadas entre las obras originales; formar catálogo de las demás sería proceder hasta lo infinito.

Para terminar esta reseña bibliográfica, diremos que Vicente Mariner, superior en fecundidad al Tostado e inferior sólo a Lope de Vega, dejó escritos más de 350.000 versos latinos y griegos, de los cuales se conservan más de 271.058, según el cálculo de don Juan de Iriarte, número verdaderamente asombroso y mucho más si se considera el trabajo empleado en vencer las dificultades que para la versificación ofrece una lengua extraña, tan rica y tan difícil como la lengua griega. Agréguense a todas estas composiciones de alguna extensión, más de 6.830 epigramas, parte griegos, parte latinos, varios tratados en prosa, sus traducciones de Aristóteles y de Arriano, los infinitos comentadores y escoliastas griegos, que trasladó al latín; muchas versiones de prosistas helénicos y otras obras de menor extensión e importancia, y se formará una idea de la increíble fecundidad intelectual de Vicente Mariner. Empresa digna de alguna de nuestras [p. 94] sociedades de bibliófilos sería publicar algunas de sus obras y en especial sus traducciones castellanas de Arriano y de Aristóteles, hoy casi desconocidas.

Adición

Traducción del latín.

Primera parte del Catálogo de la Gloria del Mundo, de Bartholomé Cassaneo. Vertida en lengua vulgar por el Mtro. Vicente Marinerio Valentino. Códice Ff... (32 del Catálogo de Iriarte). Desde el folio 37 al 139.

[p. 95] LOS MANUSCRITOS DE VICENTE MARINER [1]

Noticias bibliográficas
I

La bibliografía española adolece aún de notables defectos y presenta no pocos vacíos, que dificultan el estudio de nuestra literatura y dejan sin explicación cumplida interesantísimas manifestaciones del arte nacional hasta hoy tenidas en menosprecio y olvido. Si la historia literaria no ha de fundarse en síntesis anticipadas, si tanto como a las ideas debe atender a los hechos, y no ha de pretender encerrar en el férreo círculo de los sistemas concebidos a priori lo que de suyo exige observación y análisis, forzoso es que reconozca en la erudición su base y fundamento. No son los estudios eruditos sabroso manjar para espíritus frívolos; no constituyen tampoco la vana ciencia del bibliomaníaco engreído con el estéril saber de portadas y colofones; tienen más alta representación, valor más grande en el campo de las ciencias y de la literatura. La Bibliografía suministra los materiales más tarde depurados en el crisol de la Crítica; sin la primera no se concebiría la existencia de la segunda. Así debieron comprenderlo los eruditos varones que en tiempos entre sí muy apartados dedicaron sus tareas a la investigación de nuestras antigüedades bibliográficas. Y fuerza es confesar que no partió de los españoles semejante pensamiento, pues, dejando aparte la Apología pro asserenda hispanorum eruditione del docto profesor complutense Alfonso García Matamoros, en la cual es más de celebrar la elegancia en el decir que la exactitud en los juicios y más el entusiasmo patriótico que la riqueza de noticias, los dos primeros catálogos de escritores españoles fueron debidos a dos [p. 96] extranjeros, Valerio Taxandro y Andrés Scoto. Apreciables ambos, en especial el segundo, pero ligeros e incompletos y formados no con cabal conocimiento de la materia, cayeron en olvido apenas vió la luz pública en Roma, al expirar el siglo XVII, la Bibliotheca hispana nova, de Nicolás Antonio, a cuya edición, muerto ya su autor, sucedió la de la Bibliotheca Vetus, gracias a la munificencia del cardenal Aguirre y a la inteligente y laboriosa cooperación del Deán Manuel Martí, erudito humanista y numismático insigne. La Bibliotheca de Nicolás Antonio, obra verdaderamente portentosa, es aun hoy el manantial más copioso de noticias relativas a nuestra bibliografía, y los trabajos posteriores solo han sido enderezados a completarla, nunca a sustituirla. Ella y algunas Bibliotecas de órdenes monásticas en que forzosamente habían tenido entrada los españoles, formaban todo el caudal bibliográfico existente a principios del siglo décimoctavo.

No fueron pocos ni de escasa importancia los estudios realizados en la pasada centuria. Despertóse la afición a Bibliografías particulares, y convirtiéronse en obras extensas los breves catálogos de escritores provinciales formados en tiempos anteriores por algún curioso investigador de memorias y papeles antiguos o insertos por apéndice en algunas historias de ciudades, de lo cual es señalada muestra el Catálogo de escritores segovianos añadido por Diego de Colmenares en la supuesta segunda edición de su muy conocida Historia de Segovia. Y no menor diligencia habían ya manifestado por lo relativo a Sevilla Rodrigo Caro y sus continuadores, recogiendo preciosos datos que, ya bien entrado el siglo XVIII, fueron aumentados por D. Juan Nepomuceno González de León y otros curiosos papelistas, y puestos a contribución por el P. Valderrama para sus Varones ilustres de Sevilla, publicados con el seudónimo de D. N. Arana de Varflora. Pero a todos excedieron los valencianos en el anhelo de ilustrar la Historia Literaria de aquel antiguo reino. A los trabajos del P. Rodríguez, calificado por Mayáns de homo eruditus, sed parùm emuncta naris, y de su continuador el P. Ignacio Saballs sucedió tras breve intervalo la obra de Ximeno, que en la segunda década del presente siglo, había de recibir de manos de Fuster notable corrección y aumento. Superior acaso a las Bibliotecas valencianas, por más que peque de indigesta y desordenada, es la aragonesa de Latassa, [p. 97] notable más por la erudición inmensa que por el buen juicio ni por el método. No fueron éstos los únicos ensayos de Bibliotecas particulares hechos en el siglo pasado; hubo otros de menor extensión e importancia. Álvarez Baena dió entrada entre los Hijos ilustres de Madrid a gran número de escritores, y González Posada dió a la estampa el primer volumen de una Biblioteca Asturiana. que no pasó de la letra A, por desgracia. [1] Las adiciones de Pérez Bayer a Nicolás Antonio, la Bibliotheca Escurialensis, de Casiri la Græca-Matritensis. de D. Juan de Iriarte, y otros trabajos de parecida índole, ora de propósito, ora por incidencia, derramaron no escasa luz sobre puntos todavía inexplorados de nuestra Bibliografía.

Empresa aun más ardua acometió Rodríguez de Castro en su Bibliotheca Española, que por desdicha hubo de quedarse muy a los comienzos. Así en la parte rabínica, como en la propiamente española, es arsenal riquísimo e inagotable mina, bien explotada por eruditos posteriores. Algunos de los del siglo pasado limitaron sus investigaciones a más reducido espacio, y limitado tiempo. Sempere y Guarinos hizo objeto de sus estudios la bibliografía del reinado de Carlos III; algunos jesuítas expulsos formaron catálogos razonados de las obras de sus compañeros de hábito y de infortunios. Éstos, y algún otro trabajo parcial que por su importancia se escapa de la memoria y de la pluma, los estudios sobre los orígenes de nuestra tipografía, debidos a Méndez, Villarroya y Diosdado Caballero, las copiosas indicaciones esparcidas en las obras de Sedano, Huerta, Sánchez, Sarmiento, Forner, Estala, Pellicer y Villanueva, las eruditas monografías del incansable Floranes, y una multitud de tratados auxiliares de la historia literaria, más o menos dignos de estimación y de loa, completan la serie de libros directa o indirectamente bibliográficos, dados a la estampa en el siglo XVIII. Y deben además consultarse, no sin provecho, las biografías de diversos autores, y los prólogos que encabezan diferentes obras de nuestro siglo de oro, reimpresas o por primera vez salidas de las prensas de Ibarra, Montfort y Sancha, e ilustradas por Mayáns, Cerdá y otros investigadores [p. 98] de curiosidades y rarezas literarias, por ellos sacadas de la oscuridad y el olvido.

No se ha interrumpido en lo que va de siglo la serie de cultivadores de nuestra bibliografía, así en España como en el extranjero. Muchos viven aún, y por demás sería recordar sus nombres, Hanse dado a, la estampa algunas Bibliotecas provinciales como la muy incompleta, si bien estimable, que de escritores catalanes formó el Ilmo. Torres Amat y amplió considerablemente el señor Corminas, y la que de autores baleares ordenó el señor Bover con diligencia no escasa. Los concursos anualmente abiertos por la Biblioteca Nacional han producido ya copiosos y sazonados frutos. Merced a ellos hemos visto impresos, con notable aumento, los apuntamientos de Gallardo, cuya publicación desgraciadamente no ha continuado, y hemos logrado poseer un Catálogo bastante completo de nuestros historiadores particulares, y otro, verdaderamente admirable por la prolijidad y el esmero, de nuestros poetas dramáticos hasta mediados del siglo XVIII. Premiados están también, por más que todavía permanezcan inéditos, otros trabajos de parecida índole, que han de servir de materiales para el grande edificio de nuestra bibliografía nacional, labrado según el modelo y traza de Nicolás Antonio, teniendo en cuenta además las mejoras introducidas por la erudición moderna, especialmente en cuanto a la descripción material de los libros, mirada con harta negligencia por los bibliófilos antiguos. Al presente, la formación de una Biblioteca Española es empresa punto menos que imposible. El medio único de poseerla algún día es la composición de bibliotecas particulares y de monografías especiales. Carecemos de obras de erudición relativas a nuestros teólogos y filósofos, poseyendo solamente ensayos respecto a los escritores políticos y economistas. Faltan bibliografías, a lo menos impresas, de matemáticos, físicos y naturalistas, con una sola excepción, la de los botánicos. De historiadores generales, geógrafos y cronologistas en vano buscaremos noticia en obras especiales. Otro tanto podemos decir de los poetas líricos de todas las edades. Tampoco de nuestros humanistas se ha ocupado nadie en formar razonado catálogo. Pero entre tantas faltas una de las más [p. 99] notables es sin duda la de una Biblioteca de traductores españoles, obra utilísima en cuanto manifestaría con claridad entera las influencias extrañas ejercidas en diferentes períodos de nuestra historia literaria.

No es nuevo, a la verdad, intento semejante; acometió tal empresa en los últimos años del siglo pasado el diligente bibliotecario Pellicer, pero prevenido por la muerte hubo de dejar muy a los comienzos su Ensayo de Biblioteca, que a juzgar por los escasos artículos publicados, debió ser escrito con esmero y con ciencia dignos por cierto de haber obtenido el galardón otorgado a la constancia en el trabajo, la perfección y cumplido remate de sus obras. Movido más por el deseo de reparar tan lamentable falta, que por la confianza, de suyo temeraria, en sus escasas fuerzas, aplicóse el que esto escribe a recoger noticias y documentos relativos a tal asunto, logrando acopiar, no tanto por diligencia propia cuanto por buena fortuna, algunos datos tal vez no conocidos, y otros, si bien de antiguo notorios, no muy tenidas en cuenta por los que de re litteraria han escrito ora de propósito, ora solamente por incidencia.

Claro es que no incluyo entre estos felices hallazgos el de los Ms. de Vicente Mariner, pues hace más de un siglo que fueron examinados por el trinitario Fr. Miguel de S. José y por el erudito bibliógrafo D. Juan de Iriarte, pero es verdad asimismo que desde entonces apenas han sido mencionados, no obstante su importancia, y si alguno se ha acordado de ellos, ha sido sólo de pasada y refiriéndose a las fuentes antedichas. Nosotros hemos examinado detenidamente todos los papeles de Mariner, hoy conocidos, y en este artículo nos proponemos dar sucinta idea de sus obras, así originales como traducidas, procurando de esta suerte renovar, en cuanto lo permitan nuestras fuerzas, la memoria de aquel sabio valenciano, honra y prez de los estudios helenísticos en España durante la primera mitad del siglo décimo séptimo. Si alguna estimación mereciere nuestro trabajo, deberálo solamente a la exactitud y fijeza de las noticias, única mira que nos hemos propuesto en estos mal digeridos y desaliñados apuntamientos.

[p. 100] III

Los estudios helenísticos tienen larga y gloriosa historia en nuestro suelo. El exponerla debe ser objeto y constituir parte notable de la Historia de la Filología en España. obra no escrita aún, y no poco apetecida por los doctos. Nosotros sólo haremos brevísimas indicaciones en la parte relativa a traductores, objeto especial de nuestro trabajo.

Las versiones de autores clásicos griegos hechas en el siglo XV tienen muy escasa importancia intrínseca, y solo merecen recordarse en cuanto manifiestan la influencia, si bien débil y amortiguada, del espíritu helénico, que pasando por el medio latino, viene a reflejarse en nuestra literatura. Antes de la llegada a Italia de las dos colonias literarias griegas que atrajeron la frustrada avenencia de las dos Iglesias en el concilio de Florencia, y la toma de Constantinopla por los turcos, la literatura helénica era punto menos que desconocida en la Europa Occidental. Aristóteles, mil veces interpretado y desfigurado por comentadores árabes y latinos, había servido de base al pensamiento filosófico de los siglos medios; en cuanto a los historiadores y poetas apenas se encuentran rastros que indiquen haber sido conocidos en aquella edad. Homero había cedido el puesto a los libros de Dictis y de Dares, que le calificaban de escritor mentiroso y vano. Lo poco que de cierto y positivo se sabía acerca de los griegos, había llegado por el intermedio de los latinos. Algo se había mejorado esta situación en los siglos XIII y XIV, pero los originales eran todavía casi desconocidos. En el XV el renacimiento greco-latino fué grande y poderoso en Italia, mas en lo relativo a los estudios de la literatura griega llegó a nosotros tardío y como de rechazo. Empezaron a circular en España copias de las versiones latinas más celebradas en Italia, y no faltaron eruditos que se dedicasen a ponerlas en nuestro idioma. Juan de Mena, ampliando las Periochæ o argumentos que a los cantos de Homero había puesto Ausonio, y añadiendo tal cual pasaje tomado de alguna versión latina, que ignoramos cuál fuese, formó un libro titulado La Ilíada, que en concepto de traducción ha pasado entre muchos bibliófilos. A ruegos de su padre, el marqués de Santillana, hizo Pero González de Mendoza una versión de la Odisea. «con harto primor y elegancia», [p. 101] al decir de Salazar y Mendoza. [1] En cuanto a poetas, por demás sería exigir otra cosa en esta edad. Multiplicáronce, en cambio, las traducciones de Aristóteles, en especial de las Éthicas (Éthica, Política y Económica) que había puesto en latín Leonardo Aretino por haberlas el fraile que la primera traslación ficiera mal e perversamente interpretadas. Un estudiante, cuyo nombre ignoramos, hizo un compendio castellano de tan famoso libro, dedicándole al Marqués de Santillana. Trasladó íntegra la parte propiamente llamada Ética (Moral a Nicómaco), el desdichado príncipe de Viana, traducción que completada por un anónimo con las de la Política y Economía. logró ver la luz pública en Zaragoza en 1509, cuarenta y ocho años después de la muerte de aquel noble e infortunado vástago de la casa real de Navarra. Pero ya en 1497 se había dado a la estampa en Sevilla una traducción anónima de la misma obra, libro por cierto de peregrina rareza, malamente atribuído por algunos eruditos al obispo de Burgos, don Alonso de Cartagena, de quien sólo sabemos, por testimonio de Almela, que había escrito unas Declinaciones (tal vez Declamaciones sobre la traducción de Leonardo de Arezzo.

En el felicísimo reinado de los Católicos monarcas debemos fijar la verdadera aurora de los estudios helénicos en España. Corresponde la gloria de ser padre de inmensa falange de cultivadores de aquella lengua al insigne portugués Arias Barbosa, ornamento de las aulas salmantinas, y a su discípulo Fernán Núñez, comúnmente llamado el Pinciano, y también por antonomasia el Comendador Griego. Las semillas lanzadas por estos dos ilustres varones no tardaron en producir granados frutos. El siglo XVI presenta nombres tan insignes como los de Vergara, Juan de Valdés, Francisco de Enzinas, Pedro Juan Núñez, Oliva, Sepúlveda, D. Diego de Mendoza, Gonzalo Pérez, Verzosa, el Brocense, Simón Abril y el infatigable portugués Aquiles Stazo, por muchos conceptos semejante al ilustre valenciano, de cuyos trabajos filológicos vamos a dar sucinta, si bien exacta noticia, enlazándola de pasada con la de otras traducciones anteriores o posteriores a las suyas.

Justo es que comencemos por la versión de Homero. de Mariner................................................

Notas

[p. 51]. [1] . Nota del Colector.— En la última página, en folio de papel de hilo, en que escribió la Bibliografía de Mariner Menéndez Pelayo, hay una nota que dice: «Pásese al cuaderno rotulado Catálogo de las traducciones de autores griegos hechas por Vicente Mariner.» Este cuaderno, que es el que reproducimos a continuación, difiere por el carácter de letra, por la clase y tamaño de papel y por otros detalles, algunos de ingenuidad encantadora, de la casi totalidad de los autógrafos de la Biblioteca de Traductores Españoles.

No lleva fecha este trabajo; pero es sin duda uno de los primeros que recogió para su Biblioteca de Traductores y uno de los pocos que se conservan con su letra infantil, de colegio, sin carácter aún y no estropeada por la velocidad inconcebible con que el fecundísimo excritor había de llenar después cuartillas y más cuartillas. En la portada del cuadernillo pone su firma: M. Menéndez y Pelayo y entre los lazos de la rúbrica se lee: ἀνεΧου και ἀπεΧου ; al final nuevas firma y rúbrica y ésta con la frase: Intra Penetralia Minervæ.

 

[p. 95]. [1] . Nota del Colector.— El trabajo que aquí se inserta parece ser un intento de rehacer y aumentar el estudio biobibliográfico sobre Vicente Mariner, trabajo que dejó incompleto y del que sólo merecen recogerse, como hacemos, la parte I, introducción que trata sobre la Bibliografía Española, y la parte III, sobre Los estudios helénicos en España. La parte II se refiere a la biografía de Mariner, y en lo poco que llevaba escrito Menéndez Pelayo no difiere de la que encabeza este artículo sobre el gran humanista valenciano.

[p. 97]. [1] . En el primer tomo del Ensayo de Gallardo se ha publicado un catálago de escritores asturianos que parece ser el borrador primero de la obra de Posada, remitida por él a Campomanes.

[p. 101]. [1] . Véase el tomo VI de la excelente Historia crítica de la literatura española de nuestro respetable maestro D. José Amador de los Ríos.