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Obras completas de Menéndez... > BIBLIOTECA DE TRADUCTORES... > II : (DOMENECH-LLODRÁ) > LUZÁN, D. IGNACIO

Datos del fragmento

Texto

[p. 361]

Las breves noticias que aquí damos de este insigne humanista, reformador literario del siglo pasado, pueden ampliarse consultando las Memorias que sobre su vida y escritos publicó su hijo D. Juan Antonio, canónigo de Segovia, al frente de la segunda edición de la Poética de su padre, y la Biblioteca de escritores aragoneses, de Latassa.

[p. 362] Don Ignacio de Luzán, Claramunt de Suelves y Gurrea, señor de la villa de Castillazuelo, nació en Zaragoza, en 28 de marzo de 1702. Recibió su primera educación en Barcelona al lado de su abuela paterna, y en 1715, a la edad de trece años, emprendió un viaje a Italia en compañía de su tío el clérigo D. José de Luzán. En Génova primero y más tarde en Milán residió cinco años, cursando las Humanidades y la Filosofía en el Seminario de Nobles de Patellani, que estaba a cargo de los jesuítas. Enseñóle latinidad el P. Perotto y el P. Cinnami Retórica. Allí se perfeccionó también en las lenguas italiana y francesa. Nombrado su tío Inquisidor de Sicilia, acompañóle en su viaje a Nápoles y Palermo nuestro D. Ignacio, que en la Universidad de Catania cursó el Derecho, graduándose de Doctor en 1727. Con la mira de obtener algún beneficio eclesiástico, habíase ordenado de grados y de tonsura tres años antes de esta fecha. Los estudios de Luzán en Nápoles fueron inmensos; aplicóse al conocimiento del Derecho natural y de gentes, materia entonces harto descuidada en las aulas, inicióse en los principales sistemas filosóficos, dedicó largas vigilias a la historia y a sus ciencias auxiliares, cultivó la Física y las Matemáticas, aprendió profundamente el griego, el inglés y el alemán, cursó la Teología así Moral como Expositiva; no hubo, en suma, ciencia ni arte a que no se extendiese su anhelo de saber infatigable. Vito. el P. Spedaleri, el Padre Giustiniani y otros sabios varones fueron sus maestros, y puede afirmarse con verdad, que llegó a ser un portento de erudición y de doctrina. Sabía de memoria los más célebres poetas griegos, latinos y toscanos y componía con extremada facilidad versos en las dos últimas lenguas.

Muerto su tío en 1729, volvió D. Ignacio a Nápoles, donde continuó con ardor creciente sus tareas. Notables academias de Italia, la del Buen Gusto, la de los Ereinos de Palermo, se honraron de contarle en su seno y en la segunda tomó el nombre arcádico de Egidio Menalipo, según la ridícula costumbre de aquel tiempo. En 1733 volvió a España y residió algunos años en Zaragoza, en Monzón y en Huesca dado al estudio y a la administración de los negocios de su casa. No debían éstos marchar muy favorablemente puesto que se vió en la precisión de hacer varios viajes a Madrid en demanda de un empleo. Al cabo, en 1747, fué nombrado secretario de Embajada en París, adonde partió [p. 363] acompañando al Duque de Huéscar y de Alba. Por la retirada del Embajador a España en 1749, Luzán permaneció de encargado de negocios hasta 1750. A su vuelta a Madrid, obtuvo los cargos de Superintendente de la Casa de Moneda, Ministro del Consejo de Hacienda e individuo de la Junta de Comercio. Perteneció asimismo a las Academias Española, de la Historia de San Fernando, a la de Buenas Letras de Barcelona y a la célebre del Buen Gusto, que estableció en su casa la Marquesa de Sarriá. En ella tomó el nombre de Peregrino y con él presentó diversas poesías y discursos. Falleció el 19 de mayo de 1754, y de las expresiones que su hijo emplea en este lugar de las Memorias parece inferirse que estaba su padre al tiempo de su muerte abocado a una cartera ministerial, justa recompensa de sus largos merecimientos.

Las obras de este varón insigne son las siguientes:

Originales

Compendio de Filosofía, abrazando sus cuatro partes: lógica, metafísica, física y moral. Escrito en sentido cartesiano y en lengua latina. Poseía el manuscrito su hijo D. Juan Antonio.

De morte non metuenda. Epístola latina dirigida a un joven condiscípulo suyo en Palermo, para cuya instrucción compuso también el compendio antes citado. Fuera curioso hallarla para cotejarla con la profunda epístola de Quevedo a D. Antonio de Mendoza sobre el temor de la Muerte. Ms.

Rendimento di grazie a nostro Signor Gesú-christo. Discurso escriturario leído en una Academia de Palermo. Ms.

Carta en defensa del sistema de Descartes y de otros filósofos modernos. En castellano. Ms.

Disertaciones jurídicas: de dote, de substitutionibus, donationibus, et censis. Ms.

Compendio de la Instituta con notas. Ms.

Retórica de las conversaciones. Obra encaminada a prevenir los yerros que suelen cometerse en la conversación familiar. Ms.

Ragionamenti sopra la poesía. Son seis los razonamientos (fundamento de su Poética castellana) y fueron leídos en la Academia que en su casa reunía el canónigo Panto. Ms.

[p. 364] Sogno d'il buon gusto. Papel crítico leído en la misma Academia. Ms.

Ortografía Española . Ms.

Método breve para enseñar y aprender las lenguas. Ms. Fué compuesto en Nápoles, en obsequio de una señora que por su medio logró aprender el latín en cinco o seis meses.

De' i principi della morale. Tratado de Ética, del cual empezó a hacer una traducción al castellano.

Aplausos Poéticos de D. Ignacio de Luzán a las bodas de los excelentísimos señores D.ª Mariana Espínola y Silva y D. Francisco Espínola, príncipe de Morfeta, dedicados a la excelentísima señora D.ª María Francisca de Moncayo, princesa del Sacro Romano Imperio, marquesa de Coscojuela. Zaragoza, 1736. Comprende este opúsculo dos canciones gratulatorias, una en español y otra en italiano.

1.— La Poética o Reglas de la Poesía en general y de sus principales especies. Por D. Ignacio de Luzán, Claramunt de Suelves y Gurrea. Zaragoza, 1737. Por Francisco Revilla. Folio. Aprobaciones de los Padres Gallinero y Navarro. No tenemos a la vista esta edición, pero sí la segunda.

2. —La Poética, | o | Reglas de la Poesía | en general, | y de sus principales especies, | por Don Ignacio de Luzán, | Claramunt de Suelves y Gurrea: | corregida y aumentada | por su mismo Autor. | Madrid | En la Imprenta de don Antonio de Sancha.| Año MD CCLXXXIX |. 2 tomos. 8.º El primero de LIV, + 406 páginas, el segundo de 352 páginas. Edición preferible a la primera por llevar considerables adiciones, aunque por otra parte suprime las aprobaciones de los Padres Gallinero y Navarro y algunos pasajes del mismo Luzán escritos en sentido muy favorable al antiguo teatro español. Cuidaron de esta elegante reimpresión D. Eugenio de Llaguno y Amirola y D. Juan Antonio Luzán, hijo del autor, que puso al frente las Memorias antes citadas, escritas con modestia y corrección notables.

De esta Poética, código literario del siglo XVIII en España, libro notabilísimo que determina una revolución en las esferas del arte, nada diremos, así por no entrar de lleno en nuestro propósito, como porque ha sido dignamente quilatado, tanto en su valor absoluto como en el relativo, por el señor D. Francisco Fernández González (nuestro muy docto profesor) en su Historia [p. 365] de la crítica literaria desde Luzán hasta nuestros días, y por el Excmo. Sr. D. Leopoldo A. de Cueto en su Bosquejo histórico-crítico de la poesía castellana en el siglo XVIII.

De la Poética de Luzán publicaron, al año siguiente de su aparición, un extenso y sobremanera atinado examen Salafranca y D. Juan de Iriarte en el Diario de los Literatos de España (tomo IV, 113 páginas desde la primera). A las observaciones allí expuestas contestó destempladamente Luzán en la obra siguiente:

Discurso Apologético de D. Íñigo de Lanuza, con notas de Enrico Pío Gilasecas Modenés (D. José de Colmenares y Aramburu). Pamplona, 174º. 4.º Defensa en muchos puntos desairada.

Perspectiva política. Era una serie de símbolos o jeroglíficos, a la manera de las Empresas Políticas de Saavedra. Dedicóla al Ministro Carvajal. Ms.

Epístola latina a los Diaristas de Trevoux, sobre el estado de la literatura española. Zaragoza, 1743, acompañada de otras dos cartas en lengua castellana.

La Virtud Coronada, comedia que se representó con aplauso en Monzón (1742) por varios aficionados de aquella villa. Precedida de una loa. No llegó a imprimirse.

Sobre el origen y patria de los Godos. Disertación impresa en el primer tomo de las Memorias de la Academia de la Historia.

Disertación en que se demuestra deberse contar a Ataúlfo por primer rey godo de España. Inserta en el mismo tomo y a continuación de la anterior.

Carta a D. Lorenzo Santayana, oidor de Zaragoza, sobre el Gobierno Político de los pueblos de España. Ms.

Disertación sobre el catastro. Ms.

Análisis del Catilina, tragedia de Crebillon. Ms.

Memorias políticas de su tiempo . Ms.

Apuntamientos sobre la geografía de España. Ms.

Apuntamientos sobre varias cuestiones gramaticales. Ms.

Extractos y juicios de obras literarias. Ms.

Tratado de sinónimos (no le acabó). Ms.

Memorias literarias de París. Madrid, 1751. 8.º Libro muy curioso en que da cuenta del estado de las letras y de las ciencias en aquella capital. Para escribirle aplicóse en París a todo género de estudios, asistiendo al curso de Física del abate Nollet y al [p. 366] de Química de Mr. de la Planche, que exponía la teoría flogística de Stalh.

Plan de una Academia General de Ciencias, Artes y Bellas Letras. Ms.

Proyecto para precaver las carestías de trigo. Ms.

Tratado de declamación o del perfecto comediante. Dejó incompleta esta obrita que pensó añadir como apéndice a su Poética.

Todas las obras hasta aquí citadas como inéditas existían en poder de su hijo D. Juan Antonio. Hoy se ignora su paradero. Él mismo da cuenta de las poesías siguientes, las más, inéditas:

Latinas: Una elegía a Santa Rosalía, patrona de Palermo con motivo del terremoto que en aquella ciudad tuvo lugar en 1726; unos yambos en loor de los tres inquisidores de Sicilia; unos epinicios sobre la batalla de Fontenoy; una elegía a D. José del Campillo; otra al Conde de Perelada; unos dísticos De aedibus Marchionisae Pompadeuri ad Fontemblavium (de la casa de campo de la Marquesa de Pompadour en Fontainebleau); una epístola macarrónica a D. Juan de Iriarte, y otras muchas composiciones, cuyos títulos no expresa.

Italianas: Las que compuso en Palermo vieron la luz casi todas en la colección poética de la Academia de los Ereinos (libro que no ha llegado a nuestras manos). En Nápoles escribió un idilio dedicado a la Condesa Bagarotti y una canción en elogio de Metastasio, con quien estuvo en correspondencia. Un soneto leído en la Academia de San Fernando.

Castellanas: Tengo noticia de las siguientes originales:

Dos canciones sobre la Conquista de Orán (impresas en el Parnaso Español, de López Sedano; en las Poesías Selectas, de Quintana, y en otras colecciones posteriores).

«Juicio de Paris, renovado entre el Poder, el Ingenio y el Amor: en la entrada solemne que hizo en su imperial villa de Madrid, el día 10 de Octubre de 1746, el Rey nuestro Señor D. Fernando el Sexto. Fábula épica de D. Ignacio de Luzán, dedicada a la Reina Ntra. Sra. D.ª María Bárbara de Portugal, por mano de la Excma. Sra. Condesa de Lemos, su camarera mayor.» (Impresa en el Parnaso Español, tomo II y reproducida en el tomo LXI de la Biblioteca de AA. Españoles.)

Canción a D. Manuel de Roda sobre un cometa aparecido en 1742 (inédita).

[p. 367] Octavas leídas en la apertura de la Academia de San Fernando. Canción leída en la misma Academia el 23 de diciembre de 1753 (publicada en las Actas de esta Academia, en las Poesías Selectas de Quintana y en otras colecciones).

Canción a la primavera. Ídem sobre su natural inclinación a la poesía (inserta algunas estrofas en la Poética).

Romances (El gacetero, quejoso de su fortuna (inédito?); El juicio de Paris (publicado en la Biblioteca de AA. Españoles).

Sonetos (A la vuelta a Madrid de la excelentísima señora Duquesa de... (en la Poética), A la proclamación de Fernando VI, A la Penitencia (insertos en la Biblioteca de Autores Españoles, tomo LXI.

Fragmentos de la Giganteida, poema burlesco, imitación del Orlando, de Quevedo, Ms.

La Gatomiomaquia, poema satírico contra algunos predicadores. Ms.

Traducciones del griego

Parenesis o exhortación de Isócrates a Demónico. Ms.

Las dos Odas de Safo. Publicáronse entrambos en el Parnaso Español (tomo IV, págs. 169-171). Sólo la segunda ha sido reproducida en el tomo LXI de la Biblioteca de AA. Españoles, en concepto de inédita, por haber parecido autógrafa entre los papeles de la Academia del Buen Gusto.

A continuación presentamos como objeto útil de comparación varias traducciones castellanas de este famoso fragmento: Φα&ΧιρΧ;νεται μοι κεινος &ΣΧαρον;σος θεοισιν.

Traducción de Luzán
A los celestes Dioses me parece
Igual aquel que junto a ti sentado
De cerca escucha cómo dulcemente
Hablas y cómo
Dulce te ríes: lo que a mí del todo
Dentro del pecho el corazón me abrasa,
Mas ¡ay!, que al verte en la garganta un ñudo
De habla me priva;
[p. 368] La lengua se entorpece; ya por todo
Mi cuerpo un fuego rápido discurre;
De los ojos no veo, los oídos
Dentro me zumban.
Toda yo tiemblo, de sudor helado
Toda me cubro; al amarillo rostro,
Poco faltando para ser de veras
Muerta parezco.

Aunque en esta traducción las estrofas tienen la forma sáfica, la mayor parte de los versos son débiles y arrastrados y algunos carecen hasta de las acentuación debida. En cuanto a fidelidad hay que tachar la omisión de la frase amarilla como la yerba. En lo demás, y aparte de los prosaísmos y falta de vigor, nada hay que reprender en esta oda.

De Canga Argüelles
Igual a un Dios se me parece en todo
Aquel mortal que junto a ti sentado
De cerca escucha cómo dulcemente
Hablas y cómo
Dulce te ríes: lo que a mí del todo
Dentro del pecho el corazón me abrasa,
Y un recio ñudo en la garganta asido
Muda me deja.
Se ata la lengua; y por las venas corre
Rápido fuego que me enciende y quema,
Pierdo la vista, y mis oídos luego
Dentro me zumban.
Toda yo tiemblo; de sudor helado,
Toda me cubro y desfallezco. Entonces
Pálido el rostro y sin aliento, casi
Muerta parezco.

Como se ve los hermanos Canga hicieron botín suyo la traducción de Luzán aprovechando versos enteros, aunque mejorándola casi siempre. Los sáficos son algo más correctos y armoniosos.

De Conde
Feliz y venturoso
Cual un Dios me parece
Quien un instante sólo,
[p. 369] Cerca de sí te tiene,
Que tu dulce hablar oye,
Que los encantos siente
De tu amorosa risa
La que mi pecho enciende:
Mi corazón palpita
Y agitado se mueve,
y mi turbada lengua
Se traba y enmudece;
Al punto que mis ojos
Ven tu beldad presente,
Inmóvil y pasmada
Quedo luego, y desciende
Sutil fuego a mis venas,
Mis ojos se obscurecen,
Sólo confuso estruendo
A mis oídos viene,
Y pálida y temblante
Y con aliento tenue,
Perdida, ¡ay mí!, yo muero,
Mi amor así lo quiere.

Versión inferior a las dos anteriores: desdichada la elección del metro, débiles el estilo y el lenguaje.

De Castillo y Ayensa
Lesbia, las dichas de los dioses prueba
Este mancebo cabe ti acostado,
Este que goza de tu hablar suave,
De tu sonrisa.
¡Mírolo! triste el corazón entonces
Ríndese opreso, de repente falta
Voz a mis fauces, mi trabada lengua
Tórnase muda.
Súbito siento que sutil discurre
Dentro mis venas ardorosa llama,
Huye la vista de mis ojos, zumban
Ya mis oídos.
Toda me cubro de sudor helado,
Más amarilla que la yerba quedo,
Tiemblo, y cercana de la muerte, exhalo
Débil suspiro.

Traducción elegante y poética, muy superior en tal concepto a las de Luzán, Conde y Canga Argüelles, pero no muy ajustada [p. 370] al espíritu ni a la letra del original. Sea lícito al autor de esta bibliografía echar su cuarto a espadas, presentando el siguiente ensayo de interpretación, que es, al cabo, uno más en la serie.

Igual parece a los eternos Dioses
Quien logra verse junto a ti sentado,
Aquel que goza tu palabra suave,
Suave tu risa.
Mas, ¡ay!, que al verlo el corazón se oprime,
Falta la voz a mi trabada lengua,
Fuego sutil que por mis venas cunde
Rápido crece.
Vagan sin rumbo los inciertos ojos
Densas tinieblas por do quiera veo
Y en mis oídos resonar escucho
Ronco zumbido.
Cúbrome toda de sudor helado,
Pálida quedo cual marchita yerba,
Y ya sin fuerzas, sin aliento, inerte
Tiemblo, me muero.

Las cuatro primeras odas de Anacreonte: Hállanse la segunda y tercera en el tomo IV del Parnaso Español, pág. 166 y 167. La segunda ( Φύσις κερατα ταύροις ) había sido inserta ya por el autor en su Poética. La reproducimos como muestra:

Naturaleza al toro
Dió cuernos en la frente,
Uñas a los caballos,
Ligereza a las liebres,
A los bravos leones
Sima de horribles dientes:
Dió el volar a las aves,
Dió el nadar a los peces,
Dió prudencia a los hombres,
Mas para las mujeres
No le quedó otra cosa
Que liberal las diese,
¿Pues qué las dió? Belleza,
La belleza que puede
Aun más que los escudos,
Y que las lanzas fuertes:
Porque en poder y en fuerza
Una hermosura excede
Al hierro que más corte,
Al friego que más queme.
[p. 371] Leandro y Hero, poema de Museo. No es verdadera traducción, aunque pasa por tal comúnmente, sino una imitación harto feliz en que faltan larguísimos pasajes (más de la mitad) del original griego, y muy pocos se vierten a la letra. Hizo primero este trabajo en octavas, según nos informa su hijo, pero redújolas luego a un bello romance eptasilábico o anacreóntico. Imprimióse en el Parnaso Español, de Sedano (tomo II) y se ha reproducido en el tomo LXI de AA. Españoles. Fué leído por su autor en la Academia del Buen Gusto.

Del latín

Varias odas de Horacio, que menciona su hijo en las Memorias citadas, sin expresar cuántas ni cuáles.

Heroida de Medea a Jasón, de Ovidio. Vertida en tercetos. Hállase en el tomo primero de las Obras Poéticas de D. Vicente García de la Huerta (Madrid, Sancha, 1778), con otras traducciones latinas y castellanas de la propia elegía, entre ellas una del mismo Huerta en romance endecasílabo.

El himno Pange Lingua. Inserto en el tomo V del Parnaso Español y reproducido en los tomos XXXV (Romancero y Cancionero Sagrados) y LXI (Poetas líricos del siglo XVIII) de la Biblioteca de AA. Españoles.

El salmo Miserere. Inédita, y citada por el hijo del traductor en las Memorias antedichas.

Del italiano

Le Ceremonie, comedia del marqués Maffei. En romance octosílabo.

Artaserse, opera de Metastasio.

La Clemenza di Tito, ópera del mismo. Fué representada en presencia del rey Fernando VI en el Carnaval de 1747. Manuscritos que poseía D. Juan Antonio, hijo del traductor.

Judith, soneto de Juan Bautista Zappi. Existe autógrafo entre los papeles de la Academia del Buen Gusto, en poder de D. Pascual Gayangos. Le ha incluído el señor Cueto entre las poesías de Luzán, en su colección de Líricos del siglo XVIII de la Biblioteca de Rivadeneyra.

[p. 372] Del francés

La Razón contra la Moda comedia, de Mr. Nivelle de la Chaussée. Madrid, 1751. Dedicada a la marquesa de Sarria, en cuya tertulia la había leído manuscrita. La dedicatoria es una defensa de los principios clásicos que sutentaba Luzán respecto al teatro.

En la colección de poesías de Luzán, publicada en el tomo I de la de Líricos del siglo XVIII, formada e ilustrada por el excelentísimo señor D. Leopoldo A. de Cueto (volumen LXI de la Biblioteca de Rivadeneyra), échase de menos, aparte de varias composiciones sueltas, las traducciones de Anacreonte, de la primera oda de Safo y de la Heroida de Medea a Jasón, de Ovidio. Extraño es que se ocultasen a la diligencia de recopilador tan docto e inteligente.

Santander, 22 de enero de 1875.

Notas