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Obras completas de Menéndez... > BIBLIOTECA DE TRADUCTORES... > II : (DOMENECH-LLODRÁ) > FINESTRES Y MONSALVO, JOSÉ

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Texto

[p. 63]

Los méritos de este ilustre jurisconsulto romanista, lumbrera de la antigua Universidad de Cervera, fueron admirablemente expuestos por sus discípulos D. Ramón Lázaro de Dou en el elogio fúnebre leído en dicha Universidad en 1778, y el P Luciano Gallisá, S. J., en el elegantísimo libro titulado De vita et scriptis Josephi Finestres a Monsalvo jurisconsulti Barcinonensis... Cervariae Lacetanorum, typis academicis, 1802 . 4.º; en el cual no sólo se da cumplida razón de los trabajos de Finestres, sino también de los de sus tres hermanos, D. Daniel, monje premonstratense de San Juan de las Avellanas; D. Jaime, monje de Poblet y autor de la monumental historia de aquella casa religiosa, publicada en 1765 en cuatro volúmenes en 4.º, y D. Pedro Juan, canónigo de Lérida, colector de importantes noticias históricas sobre aquella ciudad e iglesia.

Don José Finestres era oriundo de la villa de Agramunt, pero nació en Barcelona, en 5 de abril de 1688. Ya a los catorce años hacía elegantes versos latinos, de los cuales el P. Gallisá transcribe alguna muestra.

Fué uno de los primeros discípulos de la Universidad de Cervera y seguramente el primer profesor que la dió esclarecido renombre, juntando al modo de los escritores del Renacimiento, las humanidades y la arqueología con el estudio de la jurisprudencia romana. Su fama traspasó en breve tiempo las fronteras de su país, y tuvo por principales propagadores a D. Gregorio Mayáns en España y a Gerardo Meermann en Holanda. Quiso el segundo imprimir en su Thesaurus el comentario de Finestres al código Hermogeniano, pero se adelantó nuestro jurisconsulto imprimiéndole en Cervera. Su fama como epigrafista sufrío alguna quiebra con motivo de la crítica que de su Sylloge o colección de inscripciones del Principado de Cataluña hizo el P. Flórez en el tomo XIV de la España Sagrada , pero le vindicó doctamente su discípulo Dou. De todos modos, la gloria de Finestres se funda principalmente en sus libros de Derecho Romano, en los cuales parecieron renacer el método y el estilo de Antonio Agustín.

De hoc auctore viro jurisconsultissimo et philologo eximio tacere [p. 64] praestat quam pauca dicere . Así escribió Meermann, que en otro pasaje de los prolegómenos de su Thesaurus caracteriza bien la obra de Finestres y de Mayáns, y la tentativa de Renacimiento que inician en nuestras escuelas jurídicas, y que por desgracia tuvo tan pocos sucesores:

«Etsi ad recentissima tempora inspiciamus, duo etiam nunc vivunt florentque in Hispania jurisprudentiae romanae lumina: Josephus dico Finestresius, antecessor Cervariensis et Gregorius Majansius antecessor quondam Valentinus, qui fere inveteratam in academiis Hispanis barbariem ex suis auditoribus profligare studuerunt, et quantum mascula vereque Cujacianae jurisprudentiae docendae et illustrandae methodus triviali atque sophisticae praestet in operibus suis ubique manifestarunt...»

Además de las obras citadas en el texto de esta bibliografía, Finestres compuso, a ruego del sabio ingeniero Lucuze, un opúsculo sobre el valor de la lengua española, el cual puede verse en el tomo XXIV del Semanario Erudito , pág. 218. Comunicó a Meermann, que los salvó del olvido inventariándolos en su Thesaurus , los eruditísimos trabajos del Dr. Altamirano (V. su artículo), catedrático de Salamanca, sobre el libro de las cuestiones de Q. Cervidio Scevola, y sobre los fragmentos de la jurisprudencia ante-justinianea. Renovó en Cataluña la primera imprenta de tipos griegos, después de la que en el siglo XVI había introducido el arzobispo D. Antonio Agustín.

Entre las epístolas de Mayáns se leen muchas de Finestres, sumamente apreciables, tanto por la copia de saber jurídico y arqueológico, como por la pureza de la latinidad, que mereció singulares elogios de jueces tan competentes como el P. Lagomarsini.

Murió este preclaro varón en la aldea de Monfalcó de Morsen Mecas, en 17 de noviembre de 1777, a la edad de ochenta y nueve años.

Notas