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Obras completas de Menéndez... > BIBLIOTECA DE TRADUCTORES... > I : (ABENATAR–CORTÉS) > CASTILLEJO, CRISTÓBAL DE

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Texto

[p. 323]

Ciudad Rodrigo fué la patria de este ingeniosísimo poeta, que debió nacer por los años de 1494. Desde niño anduvo como paje en el servicio del infante D. Fernando de Austria, hermano de Carlos V, y su sucesor en el imperio de Alemania. De su Diálogo de la vida de la corte parece deducirse que asistió a las jornadas del Rey Católico D. Fernando a Córdoba en 1508 y a Extremadura en 1516. A secretario del infante ascendió luego nuestro autor, señalándose ventajosamente por la facilidad con que manejaba las dos lenguas latina y castellana. Cuando salió de España D. Fernando, separóse de su servicio Castillejo y recibió las sagradas órdenes, con intento de aspirar a algún beneficio eclesiástico. Pero siéndolo desfavorable la fortuna, tornó a la vida cortesana, y con el cargo de secretario del príncipe austríaco ya mencionado, a la sazón Rey de Romanos, residió en Viena desde el año 1531, no sin hacer un viaje a Venecia, según apunta en el Diálogo citado. En 1541 sufrió larga prisión por causas ignoradas, y ya anciano se retiró a un monasterio cerca de Viena, donde expiró el año 1556. Malamente le han confundido algunos biógrafos con un monje benedictino de San Martín de Valdeiglesias, que se llamó igualmente Fr. Cristóbal de Castillejo y murió en 1596 a la avanzada edad de 110 años.

Como poeta fácil, discreto, ameno, ingenioso y fecundo, como satírico agudo y mordaz del temple de los Juan Ruiz, de los Torres Naharro y de los Marot tiene Castillejo pocos rivales en el Parnaso de su tiempo. Escribió la lengua castellana con extremada gracia, pureza y facilidad. Defensor acérrimo de los antiguos metros castellanos (en cuyo uso excedió tal vez a todos los vates del siglo XV, sus modelos), mortificó con agudas burlas a los partidarios de la imitación petrarquista. Sus poesías fueron muchas y la historia de sus ediciones ofrece bastante interés para que (si bien brevísimamente) la resumamos en este lugar.

Las dos obras maestras de Castillejo, el Sermón de Amores y el Diálogo de las condiciones de las mujeres, imprimiéronse sueltos repetidas veces. Hemos hallado noticia de las ediciones siguientes:

[p. 324] Sermón de amores, del siniestro Buen Talante, llamado Fray Nidel, de la Orden del Cristel (4.º, let. gót., pliego suelto), 1542.

Conviene advertir que el precitado Sermón (escrito a veces con extremada licencia) no es más que un largo fragmento, el único que se conserva, de la Constanza, célebre farsa de Castillejo que se llora perdida. Existía en la Biblioteca del Escorial en forma de borrador oscuro y mendoso; descifróle y sacó dos copias de ella D. Bartolomé J. Gallardo, pero las perdió, juntamente con el original y un cuaderno de apuntamientos sobre esta pieza, en el famoso día de San Antonio de 1823. Moratín debió verla también antes o después de haber desaparecido del Escorial, pues en sus Orígenes del teatro da alguna noticia de su argumento. A juzgar por su análisis debía ocupar buena parte de la farsa lo que despues se imprimió suelto con nombre de Sermón de Amores. Nótese tambien que al reproducirle en la edición expurgado de 1573, con el nombre de Capítulo del Amor y su poder, advierte el colector Juan López de Velasco, que la Sátira en cuestión era fragmento de una obra que por ciertos respetos no se pudo poner como estaba, en lo cual implícitamente se refiere a la Constanza, farsa obscena y procaz, aunque llena de gracia y satírico desenfado, según dicen los que llegaron a leerla.

Sermón de amores, nuevamente compuesto por el menor de Aunes a los galanes e damas de la corte. Sin l. ni a. (4.º gót., 12 hojas.) Esta edición y la anterior presentan dificultades bibliográficas que no es fácil desatar. A primera vista pudiera parecer más antigua (y quizá lo sea) la segunda, que carece de la introducción o diálogo entre el cura y el predicador, introducción que al racionero Blasco de Garay, editor del Diálogo de las mujeres, le pareció pegadiza y obra de algún vano trovadorcillo. Y, en efecto, en el Sermón del Menor de Aunes no hay tal introito, pero hállanse, en cambio, la invocación y el Ave María, sacrílegamente aplicados a tal asunto. Pero es el caso que si damos crédito a la noticia de la Constanza dada por Moratín, el diálogo citado debía existir en la farsa como necesario precedente del desenfadado Sermón, Yo imagino que Castillejo separó de la Constanza el Sermón, publicóle suelto, con el seudónimo de Menor de Aunes, y suprimió en él la introducción para que apareciera como obra suelta y no dependiente de aquella farsa. Más tarde algún curioso [p. 325] le reimprimió íntegro, y con el diálogo de Fr. Puntel al frente corrió en todas las ediciones no expurgadas. No la libertad y escándalo de este Sermón, sino su título y las muchas alusiones a las costumbres de los eclesiásticos de su tiempo, atrajeron sobre él las prohibiciones inquisitoriales, siendo en varios índices rigurosamente prohibido, de igual suerte que otra obra de su autor adelante citada. Cuando en 1873 se reunieron en colección las obras de Castillejo, gracias a la diligencia de Velasco, éste suprimió diestramente en el Sermón cuantas frases ofensivas al clero contenía, mudóle el título y dejóle correr en lo demás tal y como había salido de las manos de su autor. De esta suerte se permitió la impresión.

Diálogo de las condiciones de las mujeres. Cítanse de él ediciones sueltas y completas de Venecia, 1544, y Alcalá, sin año; ambas en letra de tortis y en 4.º No hemos llegado a ver ninguna de ellas. Ya se notan mutilaciones en la siguiente:

Diálogo que habla de las condiciones de las mujeres. Son interlocutores Aletio que dice mal de mujeres y Fileno que las defiende. Va nuevamente corregida de algunas cossas mal sonantes que en otras impressiones solían andar. Fué impresso este presente Diálogo en el mes de Hebrero. Año M D XL VI. 4.º, a dos columnas. Lleva a la vuelta del frontis una advertencia de Blasco de Garay al lector. El racionero toledano expurgó un tanto el diálogo, pero dejó intacto el capítulo de las monjas, borrado luego por la Inquisición. Así del Sermón como del Diálogo y otras obras de Castillejo, debieron hacerse muchas más impresiones sueltas que las conocidas hoy por los bibliófilos, pero debieron perecer, parte por el mucho uso y pequeñez del volumen, parte por las persecuciones del Santo Oficio.

Gracias a López de Velasco podemos hoy disfrutarlas en su mayor parte. Comisionado por el Santo Oficio publicó la edición siguiente, ya bastante rara y primera entre las expurgadas:

Las obras de | Christoval de | Castillejo | corregidas y emen- | dadas, por mandado del Consejo | de la Santa y General | Inquisicion. | Impressas con licen- | cia y privilegio de su Majestad pa- | ra los reynos de Castilla | y Aragon. | En Madrid, por Pierres Cosin. | M.D.LXXIII. 12.º, 463 hs. Testimonio del Secretario del Consejo. Tassa. Privilegio a favor de Velasco. Advertencia de éste al [p. 326] lector. Sumario o división de la obra. Hace juego con la Propalladia, de Torres Naharro, corregido al mismo tiempo y por el mismo Velasco. Conócense de Castillejo las siguientes reproducciones, todas, a excepción de la última, ajustadas a la primitiva:

—En Madrid, por Francisco Sánchez. Año de 1577. 12.º, 404 pp. dob. y 6 de principios.

—En Anvers. En casa de Martín Nutio, 1598. Con privilegio. 12.º, 376 hs.

—En Madrid, por Andrés Sánchez. Año 1600. A costa de Pedro de la Torre. 8.º, 445 hs.

—En Madrid, 1792 (tomos XII y XIII de la Colección de poetas españoles, que comenzó a publicar el P. Pedro Estala, de las Escuelas Pías, con el supuesto nombre de D. Ramón Fernández). En la Imprenta Real. Reproducidos en 1820.

—En Madrid, 1854 (tomo XXXII de la Biblioteca de Autores Españoles, de Rivadeneyra, primero de Poetas líricos de los siglos XVI y XVII, colección ordenada por D. Adolfo de Castro). El erudito colector de este tomo ha restablecido el antiguo texto en el Sermón de amores y en el Diálogo, con presencia de las ediciones no expurgadas. Desde la pág. 106 a la 152 de este tomo se extienden sus poesías.

A parte de estas impresiones completas, existen ediciones sueltas del Diálogo de las condiciones de las mujeres (expurgado), del De la Verdad y la Lisonja y del De la vida de la corte hechas en Alcalá, 1614 y 1615. por Andrés Sánchez de Ezpeleta. Algunas poesías de Castillejo se hallan en diferentes antologías modernas.

Dividió Velasco las composiciones de nuestro poeta en tres grupos: obras de amores, obras de conversación y pasatiempo, obras morales y de devoción. Hállanse en la primera las dos traducciones siguientes:

Canto de Polifemo. Traducido de Ovidio (Metamorfoseos, lib. XIII. Candidior folio nivei, Galatea, ligustri). Trozo bellísimo, lleno de gala, de lozanía, de sencillez y de generosa abundancia. Ovidio no lo hubiera hecho mejor escribiendo en castellano. Con harto sentimiento mío renuncio a transcribirle: véase en cualquiera de las ediciones de Castillejo. Disimúlase y hasta agrada el prosaísmo de algunos versos en gracia de la [p. 327] naturalidad y el tono cándido e ingenuo de la composición. Júzguese por algunos versos del comienzo:

Hola, gentil Galatea,
Más alba, linda, aguileña
Que la hoja del alheña
Que como nieve blanquea;
Más florida
Que el prado, verde y crecida
Mucho más y bien dispuesta
Que el álamo en la floresta
De la más alta medida;
Más fulgente
Que el cristal resplandeciente;
Más lozana que el cabrito
Delicado, ternecito,
Retozador, diligente;
Más polida
Lampiña, limpia y bruñida
Que conchas de la marina
Fregadas de la contina
Marea, nunca rendida.
Gracia y brío
Agradable al gusto mío
Y del sabor dulce y tierno
Más que soles del invierno
Y que sombra del estío.
En color
Muy más noble y en olor
Que manzanas del labrado;
Más vistosa que el preciado
Alto plátano mayor;
En blancura
Más reluciente y más pura
Que el hielo claro, y lustrosa;
Más dulce que la sabrosa
Moscatel uva madura.
Delicada
Y blanda, siendo tocada.
Más que la pluma sutil
Del blanco cisne gentil
Y que la leche cuajada...

Historia de Píramo y Tisbe. Traducida de Ovidio, para la Sra. Ana de Xomburg. Va precedida de una breve dedicatoria. Está la traducción en quintillas y tiene, aunque en menor grado, [p. 328] las mismas buenas cualidades que el Canto de Polifemo. Ambas son la prueba más fuerte contra la opinión de Hermosilla, que juzgaba ridículo y hasta imposible verter hexámetros latinos en octosílabos castellanos, persuadido a que éstos tenían un sabor tabernario y de jácara siempre. Estas dos versiones de Castillejo, la de dos Heroidas, de Ovidio, hecha al mismo tiempo por un autor anónimo y aun otras que pudieran citarse, demuestran lo contrario.

De un epigrama latino anónimo «a un hermafrodita». (Léese en las obras de conversación y pasatiempo.)

La Fábula de Acteon, traducida de Ovidio, moralizada. Está en quintillas (obras de conversación y pasatiempo).

En las obras morales y de devoción hay las traducciones siguientes:

Himno Ave Marís Stella (en redondillas, con un breve introito).

Himno Vexillae regis prodeunt (en redondillas). Inferiores a las versiones profanas antes registradas.

Santander, 14 de febrero de 1876.

Notas