Ofrecemos algunos fragmentos entresacados de dos de sus libros. Como se verá tratan de temas que nos siguen interesando a todos.

Corrupción, España y siglo XXI

En Crisis de sociedad. Reflexiones para el siglo XXI (1995):

“A veces se considera corrupto lo que hacen los enemigos y no los actos en sí. Sin un mismo rasero la corrupción sólo será término arrojadizo para adquirir o retener poder, instrumento de acción partidista. Sólo dominando la corrupción conseguirá España presencia digna en el siglo XXI, de no hacerlo caminaría a su desintegración nacional”.

“Es farisaico exagerar cualquier falta ajena; nadie tiene visión perfecta, en todos aparece algún grado de deficiencia, pero no puede llamarse a todos ciegos”.

Crisis y futuro

En Irreflexiones provocadoras (2001):

“Las crisis en las empresas las hace mejorar o desaparecer; es peligroso eludirlas, disimularlas o mentir sobre ellas en lugar de hacerlas frente”.

“Yo llamo crisis madre … a una trascendental que afecte a una buena parte o incluso a la totalidad de la humanidad, cada vez más orientada a una globalización impulsada por los occidentales”.

“Creo inevitable, en algún momento no inmediato, una ‘crisis’ que afecte total o parcialmente al equilibrio actual de fuerzas de la humanidad, a que se llegue quizás como consecuencia del propio crecimiento económico, que hoy se considera único objetivo defendible por los hombres.

“Nuestra economía está preparada para que siempre aumente el nivel de bienestar, el nivel de ingresos económicos, pero no lo está para una detención brusca de esa tendencia y menos para un retroceso”.

“Los que invirtieron en ferrocarriles en el siglo XIX vieron sus acciones y obligaciones completamente desvalorizadas … También se ha creado un valor artificial en la construcción de autopistas, como ahora en la industria de Internet”.

“La ‘nueva economía’ tendrá efectos parecidos a los anteriores … la humanidad perderá el equilibrio estable actual y aparecerán cambios sociológicos de enorme trascedencia. Es lo que yo temo y llamo ‘crisis madre de todas las crisis’, que repercutirá en la estructura global sociopolítica y nos afectará a todos de modo dramático. Suena a ‘aguafiestas’ del entorno cómodo y hedonista en que nos creemos con todos los derechos, con muy poco riesgo, con posiblidad de evitar incomodidades y eludiendo la responsabilidad de nuestro libre albedrío. Lo siento”.

“Una ‘crisis madre’ puede llevar a una nueva clase de sociedad, no sé a cuál, no sé cómo, e inducirá a cambios en estrategias de poder, en reglas del juego y de principios, y pienso también de vuelta a Dios, donde se acude cuando los hombres se sienten desbordados por las circunstancias”.

“Aparecerán repercusiones sociológicas imprevisibles cuando el desequilibrio económico obligue de un modo u otro a reducir a la mitad o a mucho menos los ingresos promedios de los ciudadanos occidentales, algo catastrófico para los acostumbrados a lo más alto”.

“El Imperio Romano … se derrumbó en algo más de tres siglos. Hoy, sin duda con diferencias … estamos en una Pax Americana cuya desaparición no cabe imaginar, pero también hay que señalar que ahora los cambios se producen en un periodo muy reducido, ahora de décadas y hace dos mil años de siglos”.

“… la ‘crisis madre’ a que me refiero será consecuencia de actos … de la humanidad; la considero inevitable, pero no antes de cien o doscientos años; no dudo que llegará a afectar a nuestra civilización occidental, no sé cómo pero dramáticamente. No hay que confundir las crisis cíclicas con una transcendente para las ambiciones y egoísmos de nuestra humanidad en su actual cultura”.