Luis Hernando de Larramendi Martínez
Vicepresidente Ejecutivo
Fundación Ignacio Larramendi
Ego, Franciscus Santius, hispanus, natus in civitate tudensi… Estas palabras transcitas por uno de los mejores estudiosos que ha tenido Francisco Sánchez, H. P. Cazac y que pueden consultarse en un benemérito trabajo -del que existe traducción española en la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos (1904); pp. 159-176, disiparon, o debían haber disipado, cualquier tipo de duda sobre el lugar de origen del filósofo, que ha llegado a ser conocido en la historia como el Escéptico. Sin embargo, el hecho de que exista cierta disputa entre Portugal y España por atribuirse la cuna del ilustre pensador no es para nosotros motivo de desagrado sino todo lo contrario, pues viene a probar la estrechísima vinculación que, durante siglos, ha existido entre los pensadores, es decir, los polígrafos, portugueses y españoles y que debería fortalecerse en el futuro, en nuestra opinión, todavía más.
Recientemente, he prologado un nuevo libro de nuestra ya larga colaboración con la Asociación de Hispanismo Filosófico y que en este caso se corresponde con las Primeras Jornadas Luso-Espanholas de Filosofia que justamente va en esa línea.
Creo que el verdadero interés de la edición de la obra de Francisco Sánchez en la red, utilizando las tecnologías más modernas, como es práctica habitual en la Fundación Ignacio Larramendi, gracias a la encomiable labor de su empresa filial DIGIBÍS, está en la necesidad que sintieron los científicos europeos, y Sánchez ante todo era médico, de buscar una base de datos epistemológica para el conocimiento que permitiera sentar su práctica clínica y sus investigaciones sobre cimientos sólidos.
Buena parte de la fama de esta fundamentación epistemológica del conocimiento es atribuida casi universalmente a Descartes y, desde luego, no es la intención de nuestro proyecto negarlo en absoluto. Sin embargo, si que lo es, y esa era justamente la intención que animó a mi padre, Ignacio Hernando de Larramendi, en colaboración con el entonces Director de la Biblioteca de Menéndez Pelayo y ahora Director de Proyectos de la Fundación Ignacio Larramendi, dar a conocer, valiéndonos de los métodos que nos proporciona la informática avanzada, estas realidades que, con frecuencia, están circunscritas al círculo restringido de los especialistas.
No. En el siglo de oro español, un gallego, natural de Tui, ciudad con la que me siento profundamente identificado por razones de familiaridad, ya se dio cuenta de que era necesario aplicar un sano escepticismo sobre el que sustentar los avances científicos. También es cierto que en el siglo XVI se estaban empezando a popularizar las obras de los escépticos griegos, en especial de Pirrón (360-270 a.C)y de su gran difusor Sexto Empírico (ca.160-210).
En especial, con la edición de los Esbozos pirrónicos (Πυ???νειοι ?ποτ?πωσεις Pyrrh?neioi hypotyp?seis), publicado en París en 1562 [1] y que, sin duda, leyó en Tolouse, Tolosa de Francia como se decía entonces, el gran médico tudense.
Ese escepticismo metodológico tiñe todo el siglo y no deja de ser curioso que el autor que con más arte, maravillosa prosa e insuperable estilo, Michel de Montaigne (1533- 1592), el señor de la montaña como le llamaría Quevedo, tintara todo el siglo XVI con su celebre Que sais-je?. Parece demostrado por la crítica rigurosa que Montaigne y Sánchez eran parientes [2] y desde luego habían estudiado ambos en Burdeos, en el Collège de Guyenne.
Cuando cualquier lector se adentra en la lectura y relectura del Discurso del método y retiene sus enseñanzas y pasa a leer en un momento dado el Que nada se sabe, se sorprende a cada momento por la identidad de las afirmaciones que Francisco Sánchez escribió para su libro y, con variaciones, que es imposible calificar de casuales, repitió Descartes en el suyo. Pero habíamos dicho que ese era el espíritu de los tiempos.
De hecho, otro español nacido en Medina del Campo en 1500, y del que existe un posible retrato nada menos que del Greco, escribió en su Antoniana Margarita [3], tras una línea de razonamiento estas líneas que preceden al cogito cartesiano. Conozco que yo conozco algo, todo lo que conoce es, luego yo soy (nosco me aliquid noscere, et quidquid noscit est, ergo ego sum).
Todo ello nos ha llevado a reunir en esta Biblioteca Digital de Francisco Sánchez no sólo sus obras, sino referencias a Pirrón (360-270 a.C.), a Empírico (ca.160-210), a Gómez Pereira (1500-1558) a Montaigne (1533- 1592) y a Descartes (1596-1650), estableciendo entre ellos vínculos según la tecnología de datos enlazados y abiertos. Y así poner en contexto lo que uno de los grandes estudiosos de la materia Eloy Bullón demostró de forma sistemática hace ya más de un siglo en su libro Los precursores españoles de Bacon y Descartes [4](1905).
Pues bien, estamos firmemente convencidos, tanto desde la Fundación MAPFRE, como desde la Fundación Ignacio Larramendi de que es imprescindible editar todo este caudal de conocimientos en la red para lograr la máxima visibilidad posible (a lo que nos ayudará la tecnología desarrollada por DIGIBÍS, con un claro enfoque de I+D+i) y así probar y dar a conocer a la comunidad iberoamericana, que cada día juega un papel más prominente en el mundo, que su aportación a la modernidad fue inmensa y que deben sentirse legítimamente orgullosos de ella, como yo me siento, como tudense de adopción, de Francisco Sánchez, natus in civitate tudensi.
Notas
1. SextusEmpiricus
Sexti philosophi Pyrrhoniarum hypotyp?seislibri III [Texte imprimé]... latine nunc primum editi, interprete Henrico Stephano. - (Parisiis,) : excud. H. Stephanus, 1562. - 288 p. ; in-8.
2. El padre de Francisco Sánchez se llamaba Antonio Sánchez y su cuñado, Antonio Lópezfue cuñado del padre de Montaigne. Cfr. Fortunat Strowski, Montaigne, París, 1931, p. 136.
3. Gómez Pereira
Antoniana Margarita : opus nempe Physicis, Medicis ac Theologis non minus vtile quam necessarium / per Gometium Pereiram ... ; nunc primum in lucem aeditum. -- Methymnae Campi : excusum ... in officina calchographica Guillielmi de Millis, 1554
[32] p., 832 col. ; Fol.
4. Bullón y Fernández, Eloy (1879-1957)
Los precursores españoles de Bacon y Descartes / por Eloy Bullón y Fernández. -- Salamanca : [s.n.], 1905 (Imprenta de Calatrava a cargo de L. Rodríguez)
XI, 250 p. ; 19 cm. -- De los orígenes de la Filosofía Moderna