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Obras completas de Menéndez... > BIBLIOTECA DE TRADUCTORES... > IV : (OLIVER-VIVES) > SOLÍS, DIONISIO

Datos del fragmento

Texto

[p. 258]

Nació en Córdoba el año 1774. Cursó en Sevilla latinidad y Letras Humanas bajo el magisterio del erudito autor del Retrato de Itálica y de los Hijos Ilustres de Sevilla, D. Justino Matute y Gaviria. Muy luego empezó a distinguirse como poeta lírico, y sus primeras composiciones llamaron sobremanera la atención de su maestro y la del ilustre Forner, Fiscal a la sazón en la Audiencia de Sevilla, que llegó a compararle con Fr. Luis de León.

La afición de Solís al teatro y la pobreza de su familia le movieron a alistarse en una compañía de cómicos, para la cual compuso letra y música de una tonadilla que con aplauso se cantó en Valencia, y a la cual siguieron otras obras de mayor extensión y aliento. En medio de su vida, errante y contrastada, jamás abandonó a Solís la afición al estudio, y por sí solo logró aprender el griego, el italiano, el francés y el inglés, de la manera que lo acreditan las traducciones que hizo de estos idiomas, adornando además su inteligencia con escogidos conocimientos de filosofía e historia. A pesar de todo, nunca mejoró su fortuna. En 1799 entró de apuntador en el teatro de la Cruz, y más tarde pasó al del Príncipe. Parece que sólo dos hombres conocieron y apreciaron el mérito de Solís: Máiquez y Moratín. El primero ateníase a los consejos de su apuntador en todo lo referente al arte de la declamación: el autor de El Sí de las Niñas mantuvo con Solís animada y familiar correspondencia en los últimos años de su vida. [1]

[p. 259] Solís peleó como voluntario en la guerra de la Independencia y fué hecho prisionero en la jornada de Uclés. En el trienio constitucional del 20 al 23 distinguióse por la vehemencia de sus ideas liberales, a consecuencia de lo cual fué confinado a Segovia en 1824, y aun después de su vuelta a Madrid, sufrió no pocas vejaciones. Murió tan pobre y oscuramente como había vivido, retirado ya de las tablas, en agosto de 1834.

Tomamos las anteriores noticias de la excelente biografía de Solís escrita por el señor Hartzenbusch, publicada en la Revista de Madrid, y reimpresa al frente de las poesías de nuestro autor en el tomo 3.º de Líricos del siglo XVIII, ordenado por el señor Cueto para la Biblioteca de Rivadeneyra.

Fué Solís uno de los primeros hablistas de su tiempo, y así en el género dramático como en el lírico escritor de extraordinario mérito, poeta levantado y correcto, versificador robusto y brioso. Sus obras son:

Originales

Poesías Líricas. Se han impreso por vez primera en el citado tomo 3.º de Líricos del siglo XVIII, colección ilustrada por el Excmo. Sr. D. Leopoldo A. de Cueto, desde la página 233 a la 268. Son nueve sonetos, 20 cantilenas o anacreónticas, 18 fábulas, 12 villancicos, tres epístolas, siete romances, dos cánticos sagrados, cinco odas, 12 composiciones diversas, tres epigramas y una letrilla.

Dramáticas

Tello de Neira (tragedia inédita), escrita de resultas de una controversia que tuvo con Moratín.

Blanca de Borbón (tragedia inédita). De ella aseguraba Gil y Zárate que era la tragedia española mejor versificada.

Polímenes o los Misterios de Eleusis, tragedia representada en 1826, aunque no llegó a imprimirse.

La Pupila y Las Literatas, comedias inéditas, del género moratiniano.

[p. 260] Refundiciones

De Tirso de Molina.— La Villana de Vallecas, Por el Sótano y el Torno, La Celosa de sí misma, Marta la Piadosa, Pruebas de amor y amistad, &.

De Lope.—Quien ama no haga fieros El mejor alcalde, el Rey; La Nina Boba (la Dama Boba). Lo cierto por lo dudoso, La Niña de Plata, Los Melindres de Belisa, &. &.

De Calderón.—La Dama duende, El Escondido y la Tapada, El Alcalde de Zalamea (nuevamente refundido en nuestros días por el señor Ayala), El Astrólogo fingido, Afectos de odio y amor.

De Alarcón.— Todo es fortuna.

De Rojas.—García del Castañar.

De Moreto.— El Rico-hombre de Alcalá.

De Salazar y Torres (aunque Solís la atribuyó a Tirso).— La Segunda Celestina.

De Avellaneda y Villaviciosa .—Cuantas veo, tantas quiero.

De D. Jerónimo de Cuellar.— El Pastelero de Madrigal.

Estas y otras refundiciones, magistralmente hechas, contribuyeron a popularizar las grandes creaciones de nuestro teatro antiguo. Por ello merece Solís el agradecimiento y el aplauso de todos los amantes de nuestras letras. Muchas de estas comedias estuvieron desterradas de las tablas, hasta los tiempos de nuestro autor, y entonces fué conveniente y aun necesario remozarlas, para acomodarlas al gusto del público. Hoy deben presentarse como salieron de manos de sus autores: hora es ya de desechar el sistema de las refundiciones.

Pieza de circunstancias

La Comparsa de repente, escrita e impresa en 1828 para felicitar a Fernando VII a su vuelta de Cataluña.

Traducciones

Del griego

La Batracomiomaquia, malamente atribuída a Homero. Hizo esta traducción en verso castellano nuestro Solís a los cuarenta [p. 261] y siete días de haber comenzado el estudio del griego. Ignoramos en dónde para el manuscrito.

Del latín

Varias odas de Horacio, traducidas por Solís cuando comenzaba sus estudios de Retórica en Sevilla.

Del italiano

El Hijo de Agamenón. Traducción del Orestes, de Alfieri, en endecasílabos asonantados, estrenada en el teatro del Príncipe el 30 de enero de 1807. Transcribimos el acertadísimo juicio del señor Hartzenbusch sobre esta pieza, advirtiendo que sus discretas observaciones y los elogios que a Solís tributa pueden aplicarse de igual manera a las traducciones dramáticas que a continuación registraremos:

«Esta obra puede señalarse como dechado de traducción en el género a que pertenece. Habent sua fata libelli. La versión que Jáuregui hizo del Aminta le ha granjeado una fama inmortal: la traducción de la obra maestra del Sófocles italiano, traducción incomparablemente más difícil y desempeñada, por lo menos con igual acierto, no ha dado a Solís fama ninguna... No recuerdo que ningún literato de la época pasada escribiese una línea en elogio del Orestes traducido. Este olvido, esta indiferencia, cuando apenas se veía una traducción regular en los teatros de Madrid, son muy extraños... No es mi ánimo hacer un examen de la traducción del Orestes. En mi concepto, bebió al autor original su espíritu de tal manera, que si Alfieri hubiese escrito en lenguaje español, hubiera expresado sus pensamientos como Solís o no se hubiera podido leer ni representar su tragedia...» No hay para qué recordar un soneto tan injusto como donairoso que viendo representar muchos años después esta tragedia, improvisó Ventura de la Vega. Las sátiras infundadas nada prueban.

Virginia, tragedia de Alfieri, traducida y representada en 1813. Impresa con las iniciales del traductor al frente.

Camila. tragedia impresa en 1828, como original, pero es traducción libre o arreglo a nuestra escena de una obra italiana, [p. 262] original de cierto poeta que se ocultó con las iniciales A. L. V., según feliz descubrimiento del señor Hartzenbusch. Hállase esta Camila en la colección dramática publicada en Venecia hacia 1799, con el título de Il Teatro Moderno Applaudito.

La Fédima, imitación de una tragedia del Conde Tana. Permanece manuscrita.

Del francés

Juan Calás o la Escuela de los Jueces, tragedia de José M.ª Chenier, representada e impresa en 1822, y prohibida en 1824.

Zeidar o la familia árabe, traducción del Abufar, de Ducis, representada en 1826, pero todavía inédita.

Mahoma, tragedia de Voltaire, inédita aún.

El Enredador (Le Méchant), comedia de Gresset, inédita.

La Sevillana, imitación o arreglo de La Prude, de Voltaire, manuscrita.

Misantropía y Arrepentimiento, traducción de un arreglo francés de un drama alemán de Kotzbue. Representóse con grande éxito en el teatro de la Cruz el 30 de enero de 1800. Imprimióse el mismo año.

Del ingles

Romeo y Julieta. No sabemos si será la tragedia de Shakespeare o alguna imitación francesa del género de las de Ducis. Lo segundo parece más probable, atendido el gusto del público en aquella era y el severo clasicismo de nuestro Solís. Cita Moratín esta pieza en su Catálogo del teatro del siglo XVIII, pero no la menciona Hartzenbusch en la biografía de Solís.

Del italiano y del francés

Óperas:

El Delirio o las Consecuencias del Vicio.

Telémaco .................................................

Griselda ..................................................

Horacios y Curiacios, &..........................

Santander, 29 de junio de 1876.

Notas

[p. 258]. [1] . En el tomo III de las Obras Póstumas de Moratín, Madrid, 1867, se han publicado cuatro cartas de Moratín a Solís y una de Solís y Pinto a Moratín.