Buscar: en esta colección | en esta obra
Obras completas de Menéndez... > BIBLIOTECA DE TRADUCTORES... > I : (ABENATAR–CORTÉS) > BALMES, JAIME

Datos del fragmento

Texto

[p. 227]

Breve ha de ser, bien contra nuestra voluntad, el artículo que aquí dediquemos al insigne filósofo y publicista catalán, con cuyo nombre, de todos conocido y respetado, encabezamos estas líneas. Por otra parte, Balmes, tan fecundo en obras originales, dejó como traductor ligerísimos fragmentos que si bastan para probar que no era extraño a los grandes y provechosos estudios clásicos, danle muy reducido espacio en este catálogo sólo a versiones consagrado. ¿Qué pudiéramos decir, además, de Balmes, que no esté en el entendimiento y en el ánimo de cuantos repasen esta bibliografía? ¿Quién no ha leído sus obras, en España? ¿Quién hay que no conozca los sucesos de su vida por los curiosos estudios de Quadrado, Roca y Cornet, García de los Santos, Córdoba, Blanche-Raffin y algún otro que al presente no recordamos?

Nació D. Jaime Balmes en Vich, el 28 de agosto de 1810. Cursó gramática latina, retórica, filosofía y primer año de teología en el Seminario Conciliar de aquella ciudad. Él mismo pudo escribir, años después, sin falsa modestia: «Nadie me vió en otro [p. 228] lugar que en mi casa, en la iglesia, en el colegio, en algunas casas de los regulares con quienes tenía frecuentes relaciones y en la biblioteca episcopal, donde me hallaba mientras estaba abierta.» En 1826 fué agraciado con una beca en el Colegio de San Carlos de la Universidad de Cervera. En esta academia continuó sus estudios teológicos, recibiendo sucesivamente los grados de bachiller y licenciado. Las temporadas de vacaciones (añade el mismo Balmes) las pasaba en Vich, donde estaba en la biblioteca desde que se abría hasta que se cerraba.» Terminada su carrera en 1833, hizo sucesivas oposiciones a una cátedra de Teología en la Universidad y a la canonjía magistral de Vich. Ordenóse poco después, y volvió a Cervera, donde estudió Cánones, desempeñando al mismo tiempo, en calidad de sustituto, la cátedra de Sagrada Escritura. En 7 de febrero de 1835, recibió la investidura del grado de Doctor en Teología, y retiróse luego a Vich, dedicándose de todo punto a la meditación y al estudio. En 1837 se estableció en Vich una cátedra de Matemáticas, a la cual hizo oposición con feliz éxito, habiendo estudiado por sí mismo y en brevísimo tiempo las ciencias exactas. En 1840 salió de pronto su nombre de la oscuridad, gracias a la publicación del folleto sobre Los bienes del clero, al cual siguieron las Consideraciones Políticas sobre la situación de España, y en 1841 El Protestantismo comparado con el Catolicismo, obra que puso el sello a su fama. A fines de abril de 1842 hizo un viaje a París y Londres, excursión que contribuyó a aumentar y esclarecer el horizonte de sus ideas. A principios del 44 fundó en Madrid el Pensamiento de la Nación, periódico político que obtuvo aceptación inmensa por la templanza y mesura en las doctrinas y en la manera de exponerlas. Con la publicación de esta revista alternó la de sus obras filosóficas. En 1846 terminó su brillante carrera El Pensamiento con el célebre artículo rotulado ¿Por dónde se sale? y abandonando Balmes el campo de la política dedicóse al ímprobo trabajo de poner en latín su Filosofía Elemental para hacerla así aceptable en los Seminarios. Los peregrinos sucesos de 1848 vinieron a interrumpir de nuevo sus pacíficas tareas, y el célebre folleto Pío IX apareció aquel año, para ser manantial fecundo de aplausos sin tasa en unos, de quejas y recriminaciones en otros. En 10 de febrero de aquel año falleció Balmes en su pueblo natal, a la temprana edad de [p. 229] treinta y ocho años. Poco antes había sido electo académico de la Española.

Sus obras son:

Observaciones sociales, políticas y económicas sobre los bienes del clero. Vich, 1840. No hemos visto la primera edición de este folleto, que ha llegado a hacerse rara. Es, en el lenguaje, la más incorrecta de las obras de Balmes, pero está llena de profundos pensamientos históricos y anuncia ya las grandes dotes de escritor político y controversista que su autor poseía.

Consideraciones Políticas sobre la situación de España. Barcelona, agosto de 1840. Brillante exposición del sistema político de Balmes, más tarde desarrollado en los artículos del Pensamiento de la Nación.

En la Civilización, revista que dirigió Roca y Cornet, colaboró Balmes en union con Ferrer y Subirana, Milá y Fontanals (a la sazón muy joven) y otros insignes literatos catalanes. A Balmes pertenece casi la mitad de la Revista, en especial los artículos políticos y algunos de crítica filosófica y literaria. Desde 1842 hasta marzo de 1843 duró esta excelente publicación, que forma tres volúmenes en 4.º Disidencias habidas entre los redactores causaron su terminación, separándose Balmes para fundar por si la revista siguiente de la cual fué único redactor.

La Sociedad. Revista Religiosa, Filosófica, Política y Literaria, por D. Jaime Balmes, presbítero. Publicóse desde 1.º de marzo de 1843 hasta 7 de septiembre del 44. De la colección entera de esta interesantísima revista se han hecho tres ediciones. Tenemos a la vista la tercera, publicada en Barcelona, Imprenta del Diario, 1867. Cuatro volúmenes en 8.º El primero de 328 páginas, el segundo de 308, el tercero de 166 y el cuarto de 312. Más que como publicación periódica ha de considerarse como una serie de estudios, dado caso que entre ellos existe unidad de pensamiento y de pluma, siendo los más de extensión considerable y no escasa importancia. Los artículos políticos son en bastante número y muy pocos fueron reproducidos más tarde en el tomo que dedicó Balmes a sus escritos de este género. En la Sociedad aparecieron por vez primera bajo el título de Polémica Religiosa, casi todas las Cartas a un Escéptico, y allí se encuentra asimismo una Memoria sobre El celibato del clero, primera producción de Balmes, según entendemos, presentada a una especie de [p. 230] certamen abierto en 1839 por un periódico de Madrid. Muy dignos son de leerse los estudios en esta revista insertos sobre la frenología, los sistemas socialistas, el principio de población de Malthus y otras materias de interés general y como ahora se dice palpitante. Artículos literarios sólo hay uno, el relativo a las poesías del Marqués de Casa-Jara, porque es de controversia disciplinaria y no de crítica el dirigido contra la Apología Católica del Obispo de Astorga, Torres Amat.

El Protestantismo comparado con el Catolicismo en sus relaciones con la civilización europea, por D. Jaime Balmes, presbítero. Conozco cuatro ediciones castellanas de esta obra, pero aun han de existir algunas más. La que poseo es de Barcelona. Imprenta de A. Brusi, 1857. Cuatro tomos 8.º, el primero de 241 páginas, el segundo de 244, el tercero de 245 y el cuarto de 223. Existen una traducción francesa publicada en París y otra italiana impresa en Roma. Obra maestra de Balmes y principal título de su gloria. Dieron ocasión a ella algunas frases de Guizot en sus lecciones sobre Historia de la civilización. Los capítulos de Balmes sobre la esclavitud, el individualismo, la virginidad, los institutos religiosos y todo lo relativo al origen de la potestad civil, al derecho divino, son modelos de sutil y delicado análisis. Nótase sólo cierta falta de erudición al investigar las relaciones entre el Catolicismo y el progreso intelectual, así como al tratar de la Inquisición, y en otros puntos. Balmes era pensador y filósofo eminente, pero resentíase de escasez de datos y de noticias cuando intentaba apurar cuestiones de hecho.

El Criterio. De esta obra conozco seis ediciones castellanas. La que tengo a la vista es de Barcelona, Imprenta del Diario, 1867. 8.º, 259 páginas. Este precioso tratado, que su autor miraba como un juguete, es un libro esencialmente práctico, lleno de atinadas e ingeniosas observaciones y escrito sin ningún aparato científico, a pesar de la riqueza de doctrina que esconden sus páginas.

Filosofía Fundamental. Conozco tres ediciones; me valgo de la de Barcelona, 1860. Cuatro tomos, 8.º El primero de 231 páginas, el segundo de 227, el tercero de 221 y el cuarto de 240. En esta obra ha de buscarse el fundamento de las especulaciones filosóficas de Balmes: renovación no sistemática de la doctrina tomista mezclada con no pocos elementos cartesianos y algo de [p. 231] los análisis psicológicos de la escuela escocesa. Debe considerarse además la Filosofía Fundamental como libro de polémica con los sistemas panteísticos, y en tal concepto son notables las cualidades de método y de rigor lógico que en él resplandecen.

Curso de Filosofía Elemental. Conozco cinco ediciones castellanas y dos latinas. Divídese esta obra en cuatro tomos, consagrados el primero a la Lógica, el segundo a la Metafísica, el tercero a la Ética y el cuarto a la Historia de la Filosofía. A la vista tenemos la cuarta edición de la Lógica (Barcelona, Imprenta del Diario, 1866), que consta de 142 paginas; la quinta de la Metafísica (Barcelona, Imprenta del Diario, 1868, 317 páginas); la cuarta de la Ética (1869, 160 páginas), y la segunda de la Historia de la Filosofía (Barcelona, Imprenta de Brusi, 1854, 213 paginas). Compendios que por su sencillez y claridad han contribuído en gran manera a propagar en la España de nuestros días la afición a estudios filosóficos.

Cartas a un escéptico en materia de religión. Cuentan dos ediciones, la segunda de Barcelona, Imprenta del Diario, 1866, 8.º, 260 páginas. Obra popular como el Criterio y el Compendio de Filosofía, compuesta de veinticinco cartas, catorce de ellas ya publicadas en La Sociedad.

La Religión demostrada al alcance de los niños. Especie de catecismo, que ha obtenido grande aceptación, siendo varias veces impreso.

Escritos Políticos de D. Jaime Balmes. Colección completa, corregida y ordenada por el autor, Madrid, Imprenta de la Sociedad de Operarios del mismo arte, 1847, 4.º prolongado, 808 páginas. Comprende todos los artículos publicados en El Pensamiento de la Nación, algunos de los insertos en La Civilización y en La Sociedad, las Consideraciones políticas y un Apéndice.

Pío IX. Imprenta y fundición de Aguado, 1847. 93 pp. 4.º Opúsculo famoso que parece señalar una evolución notable en las ideas políticas del autor.

Escritos Póstumos del Dr. D. Jaime Balmes, Pbro. Barcelona, Imprenta de A. Brusi, 1850, 4.º Hay otra edición posterior en 8.º comprende un opúsculo sobre la República francesa de 1848, otro sobre La conducta que debe observar el sacerdote con el incrédulo, cuatro estudios literarios titulados Influencia de la sociedad [p. 232] en la poesía, Escuela de Voltaire, Relaciones entre la Sociedad y la literatura, Apuntes sobre Chateaubriand; varios fragmentos de una novela que dejó muy a los principios, un sermón predicado en la iglesia de los Dolores, de Vich; un Plan de enseñanza para la cátedra de Matemáticas de la misma ciudad, un discurso inaugural de la misma cátedra, una muy interesante Teoría de lo infinito, que por desdicha quedó sólo en borrador, y un bosquejo, una colección de fórmulas trigonométricas y otros apuntes de matemáticas, entre ellos la demostración de un nuevo caso de igualdad y otro de semejanza de triángulos. 332 páginas.

Miscelánea, etc. Barcelona, Imprenta del Diario, dos ediciones. Contiene los Bienes del Clero, las Consideraciones Políticas, el Pío IX y la Revolución Francesa.

Poesías Póstumas del Dr. D. Jaime Balmes. Barcelona. Imprenta de Antonio Brusi, calle de la Libretería, 1849. VI + 196 páginas. Con la publicación de este tomo, hecha con harta inconsideración por los herederos del autor, no ha ganado mucho la reputación de Balmes. Justo y conveniente parece que se salvaran (previas no pocas correcciones de estilo, lenguaje y versificación) algunas odas en que la alteza del pensamiento sostiene al filósofo, pero ¿qué objeto tiene sacar del olvido borradores incorrectísimos, ensayos pueriles, composiciones cándidas, ingenuas y triviales, pésimamente versificadas por añadidura, llenas de ripios, vulgaridades, prosaísmos y distracciones imperdonables? ¿Pueden añadir tales obras alguna flor a la corona que justamente ciñe las sienes del autor del Protestantismo, de la Filosofía Fundamental o del Criterio? ¿Para qué dar a luz lo que su autor jamas pensó en sacar de la oscuridad y del olvido?

Entre estas poesías se hallan las traducciones siguientes:

Epístola de Horacio a los Pisones. Fragmento que comprende sólo hasta el verso 135, Unde, pedem proferre pudor vetet aut operis lex. La versión es en romance endecasílabo, y el texto está bien interpretado, aunque la versificación peca de dura y escabrosa. Es, no obstante, de las escasas poesías de Balmes dignas de conservarse.

Una queja de Atlante (epigrama traducido de la sátira 13.ª de Juvenal).

Traducciones varias del pasaje de Juvenal Oh sanctas gentes [p. 233] quibus haec nascuntur in hortis Numina (son cuatro, tres de ellas en tono familiar y festivo, aunque con bien poca gracia).

De un pasaje de Boileau Arte Poética.

La Fábala y la Verdad (traducción de Florián).

El Ajedrez (traducción, ignoramos de qué original).

Inscripción compuesta por Watelet.

Traducción de un epigrama anónimo:

¡Ah no inspirar intentes a mi pecho
Sueno de amor, ni le hagas padecer,
Que el cielo tan sensible no le ha hecho
Para amar lo que debe perecer!

Del himno Lustra sex qui jam peregit.

Oración de Jeremías Recordare, Domine. Está incompleta.

Salmo 103, Benedic, anima mea, Dominum. Versión bastante buena, aparte de algunos lunarcillos.

Himno Jesu, corona virginum. En catalán.

Balmes es una de las más puras e inmaculadas glorias de la España de nuestros días:

Santander, 12 de marzo.

Notas