Economic history is the academic study of economies or economic events of the past. Research is conducted using a combination of historical methods, statistical methods and the application of economic theory to historical situations and institutions. The field can encompass a wide variety of topics, including equality, finance, technology, labor, and business. It emphasizes historicizing the economy itself, analyzing it as a dynamic force and attempting to provide insights into the way it is structured and conceived. Using both quantitative data and qualitative sources, economic historians emphasize understanding the historical context in which major economic events take place. They often focus on the institutional dynamics of systems of production, labor, and capital, as well as the economy's impact on society, culture, and language. Scholars of the discipline may approach their analysis from the perspective of different schools of economic thought, such as mainstream economics, Marxian economics, the Chicago school of economics, and Keynesian economics. Sub-disciplines of the field include financial and business history, which overlaps with areas of social history such as demographic and labor history. The quantitative (econometric) study of economic history is also known as cliometrics. Historians have recently re-engaged with the study of economic history in a new field calling itself history of capitalism.
La historia económica es la rama de la historiografía que estudia la economía del pasado, así como la rama de la economía que estudia los hechos y estructuras económicas del pasado. No debe confundirse la historia económica con la historia del pensamiento económico, disciplina que estudia la historia de las escuelas de pensamiento económico. La historia económica se preocupa por describir la evolución de los sistemas económicos que han servido a la especie humana para asegurar su supervivencia y multiplicar su población. Dado que las ciencias sociales no son susceptibles de experimentarse en un laboratorio, situaciones pasadas y los datos recogidos sobre estas deben servir a la hora de elaborar hipótesis falsables. Según las metodologías y enfoques particulares de cada escuela de historiadores económicos, su propósito es, bien comprender la persistencia de las estructuras de larga duración (concepto de Fernand Braudel), sus paulatinas transformaciones en las grandes transiciones históricas (transición del feudalismo al capitalismo), su comportamiento en el nivel de la coyuntura (crisis seculares como la crisis del siglo XIV o la crisis del siglo XVII; ciclos más cortos como la crisis de 1929 o la crisis de 1973); o, desde otro punto de vista, explicar cómo los cambios en la estructura social y los mercados han contribuido al desarrollo económico en el largo plazo. Una tendencia reciente dentro de la historia económica es la llamada cliometría (en referencia a Clío la musa de la historia) aplica las técnicas del análisis estadístico y econométrico a los datos y hechos históricos, siendo sus representantes principales Robert Fogel y Douglass North. En la historiografía influida por la francesa Escuela de los Annales o a la historiografía anglosajona cercana al materialismo histórico de origen marxista suele ir de la mano con la historia social, en lo que puede considerarse más un enfoque que un género, denominado historia económica y social. El objetivo es comprender cuáles han sido los grandes movimientos de la economía mundial que nos han traído a la situación actual, caracterizada por una esperanza de vida y unos niveles de consumo incomparablemente superiores a los de la civilizaciones anteriores, pero que sigue teniendo numerosos retos pendientes. Entre ellos, el más importante es extender los beneficios del progreso económico a los miles de millones de personas que todavía están fuera de él.