Introducción de Ignacio Hernando de Larramendi

Ignacio Hernando de Larramendi y Montiano
Presidente de Fundación MAPFRE AMÉRICA
Septiembre, 1992

cubierta enteraLa frase "500 años: América hacia el futuro" será el lema de todos los actos de presentación de las Colecciones MAPFRE 1492 y de las actividades de la Fundación MAFFRE AMERICA en recuerdo del año mítico, de gracia para la humanidad, de 1492, con el decreto de expulsión de los judíos de España, las Capitulaciones de Santa Fe y la llegada de Cristóbal Colón a América.

1992, 500 años después, abre paso, además, a la Edad Universal, desde la Contemporánea en que nos encontramos. Esta nueva Edad, inevitable en el camino del hombre, ofrece la aportación de Europa, integrada como nunca se había creído posible con el núcleo básico de sus diferentes Estados o naciones y los que se incorporen, aun con grandes tensiones y retrocesos, como consecuencia del fin inesperado de las confrontaciones ente dos grandes potencias. Las décadas anteriores crearon un "orden" dominado por la captación de voluntades ente las nuevas naciones que se abrían a la soberanía. Esta situación impedía el establecimiento de una estructura política adecuada a las circunstancias derivadas del desarrollo científico y tecnológico, con efectos sociológicos positivos, pero también en algunos casos perversos en sus consecuencias.

La humanidad se universaliza y Sevilla es uno de sus testigos, reuniendo en un solo espacio la tiple fuerza de Al-Andalus-Magreb; Europa, que sin cadenas ni barreras se haría grandiosa, y América, del Norte y del Sur. América, ya liberada del post-independentismo, podría ser, no sin traumas y contradicciones, "América-América": del Ártico, en Ellesmere, a la Tierra de Fuego, próxima a la Antártida. América dejará de ser, en el próximo siglo, una proyección de Europa, principalmente de España, Portugal y Gran Bretaña, para adquirir una personalidad propia, creada con esfuerzo y sacrificio, errores y aciertos, de hombres de diferentes procedencias que paulatinamente se funden en un solo conjunto, gigantesco melting-pot, que se independiza del pasado y de influencias exteriores para vivir la aventura de la Edad Universal, que los hombres del siglo XX alcanzamos a entever ente brumas y agujeros negros.

La Fundación MAPFRE AMÉRICA presenta en este 24 de septiembre de 1992 su trabajo de varios años y sus proyectos futuros, para contribuir, aun con gran modestia, a que en América suceda lo mejor, que sus hombres consigan una vida digna, que nadie sea discriminado por su color o su origen y que juntos influyan en toda la humanidad para que también ésta sea más justa, sin olvidar la tradición cristiana que la ha creado y a la que España ha contribuido de modo principal.

Nuestra Fundación, y las restantes fundaciones MAPFRE, con semejante vocación institucional y de servicio al hombre, son consecuencia del "austero conjunto empresarial MAPFRE del siglo XX". A partir de la "carcasa" de una mutua de seguros agrícolas, que, aun con tradición respetable, estaba desapareciendo en 1955, se creó el Sistema MAPFRE que ha contribuido a mejorar el Seguro español y se ha convertido en institución reconocida por el buen servicio a sus clientes. Siempre ha sido independiente de cualquier fuerza exterior, política, financiera o religiosa, sólo al servicio de sus asegurados, pero influyendo en todos los demás. Después de bastantes años de "acción nacional", ha "cruzado el charco" y es ya la primera institución aseguradora y reaseguradora de Iberoamérica. Esto lo ha conseguido sin perder su carácter mutuo; no en benefício de sus altos directivos, sino con orgullo de su carácter colectivo, "del pueblo", situación que parece absurda a los estrategas empresariales, pero realidad viva. Por esa cualidad, está siendo uno de los baluartes del carácter nacional del sector asegurador español, tan importante para el equilibrio social y para la soberanía del país. Lo ha logrado sin radicalismos y, además, sin privilegios, con armas de competencia transparente y respeto esticto al hombre y a las autoridades políticas y, sobre todo, a la ética del comportamiento empresarial.

Esa MAPFRE, administrada por un gran equipo de personas, muchas de las cuales estarán en Sevilla en la presentación oficial de las Colecciones, ofrece además un claro éxito en sus resultados empresariales. Espero que en 1992 se mantenga el de años anteriores, aun cuando se agudicen problemas y dificultades en el Seguro español y casi en el de todo el mundo.

De este conjunto asegurador altamente profesional, han surgido Fundaciones dedicadas al servicio general del país. Las verdaderas propietarias de MAFFRE son las Fundaciones; a las que se distribuye parte de los excedentes empresariales; por un importe que en 1992 se acercará a 1.000 millones de pesetas. Son ejemplo de que la vida socio-económica no se agota en fórmulas de capitalismo salvaje, que utiliza la mentira; el abuso legal y métodos antisociales para sus objetivos de beneficio egoísta. Me honro en haber sido muchos años presidente del Sistema MAFFRE y ahora de presidir y participar en las actividades de la Fundación MAFFRE AMERICA, promotora de las Colecciones que se presentan en este catálogo.

Estas Fundaciones han sido creadas y son posibles por las aportaciones regulares de las empresas MAFFRE, que se incrementan con su éxito empresarial. Son de diferente naturaleza, cada una con objetivos propios en áreas específicas, pero siempre de interés general. Fundación MAFFRE AMERICA es una de ellas. Señalaré a continuación por qué se creó y por qué MAFFRE ha tenido y tiene preocupación por América, preguntas que con frecuencia me han hecho y que ahora contesto.

Cuando las empresas MAPFRE alcanzaron en España liderazgo reconocido en sus operaciones y se suponía que, a pesar de la competencia exterior, esta situación iba a ser duradera, pensamos en la conveniencia de una expansión exterior que se dirigiese al conjunto de países donde se hablaba nuestra lengua, se comprendía nuestra cultura y existía, para bien o para mal, bastante análoga idiosincrasia y puntos de vista.

En 1972 MAFFRE inició su implantación en América. Fue una excelente decisión, como el tiempo ha demostrado, en tanto no lo hubiese sido la entrada en Francia, Escandinava o Alemania. En aquel momento aparecía Iberoamérica, o Latinoamérica, como un continente lleno de problemas, donde los occidentales enterraban sus fondos, sin obtener beneficio ni recuperar el capital invertido. Nosotros consideramos esta situación positiva para nuestros planes. Una empresa de nuestras dimensiones hace veinte años sólo podía implantarse en mercados modestos, donde el seguro no alcanzase la madurez europea. No era riesgo porque los españoles estamos más cerca de los iberoamericanos, y además se iniciaba una retirada paulatina de los anglosajones y muy pocas compañías mostraban interés en el subcontinente.

Aun con preocupación estrictamente empresarial, como debe ocurrir en las entidades que administran intereses de terceros (nuestros casi dos millones de mutualistas), existía; por lo menos en mí, un interés sentimental y "patriótico", si aún cabe utilizar este término. Me sentía obligado a lo que consideraba la herencia de mi país y, por ello, a participar efectivamente en la mejora de los mercados iberoamericanos, objetivo poco frecuente para inversores extranjeros. Pensaba, y pienso, que MAPFRE ha contribuido a resolver necesidades reales del asegurado español. Conseguir lo mismo para los de América constituía un objetivo de responsabilidad social de la empresa y, en cierto modo, de responsabilidad social de España.

Existe cierto paralelismo entre el comienzo de la estrategia MAPFRE para América y la situación actual, veinte años después. Cuando se planteó nuestra "política americana", se decidió que antes de iniciarla convenía alguna contribución generosa. Para ello se creó la Editorial MAPFRE, dedicada a la publicación de libros técnicos de seguros, fundamentalmente para los profesionales de Iberoamérica. El primero fue un libro sobre el marco legal del mercado asegurador de sus diferentes países. El segundo un diccionario de términos de seguros de 1.500 palabras. La Editorial y estos libros estuvieron a cargo directo de un joven ejecutivo, Julio Castelo, en la actualidad presidente de la MUTUALIDAD, madre del Sistema MAPFRE. La Editorial es la misma que hoy publica estas Colecciones y otros importantes empeños intelectuales. Aquel primer libro es el origen de El Mercado de Seguros en la Comunidad Iberoamericana, nueva aportación de MAPFRE para mejor conocimiento recíproco de gobiernos y aseguradores, incluyendo los de España y Portugal. La nueva edición del Diccionario MAPFRE de Seguros, publicada en 1992, contiene más de 5.000 palabras. Desde la creación de la Editorial, decenas de miles de libros han sido distribuidos en todo el continente americano y, además, la revista MAPERE SEGURIDAD es, desde hace quince años, vehículo regular de información sobre prevención, seguridad y materias relacionadas con estas áreas, como la revista MAPFRE MEDICINA ha comenzado a serlo en su especialidad.

Una estrategia continuada de esta naturaleza constituye un todo orgánico en un mundo económico y social que tanto ha cambiado en este último cuarto de siglo. El conjunto de actividades americanas del Sistema MAPFRE en estos años ha sido importante, y no ha buscado con su gestión empresarial una actuación ''imperialista" o "hegemónica", sino que su presencia en cada país en que se instale contribuya a crear una sólida institución aseguradora nacional que facilite equilibrio y estabilidad sociológica, sin depender de decisiones adoptadas a mucha distancia, con frecuencia con carácter especulativo. Lo que MAPFRE considera importante para España, lo quiere igualmente para los países iberoamericanos en que se implanta de modo efectivo.

En estas condiciones; era inevitable, dentro de nuestra lógica interna e institucional que, por conducto de una fundación especial se devolviese a los países iberoamericanos una parte de nuestro beneficio para contribuir a un gran objetivo: consolidarla identidad colectiva del continente, que por diversas causas había ido perdiéndose después de la independencia. El principio básico de la "estrategia americana" de MAPFRE fue "dar antes que recibir"; al que ahora se añade el de "devolver cuando se ha recibido", símbolo de "responsabilidad social", indispensable en las empresas que quieren ser instituciones permanentes y también en las naciones que se preocupan por ejercer alguna clase de influencia mundial. Aunque pueda parecer pretencioso y haya que reducirlo a un área muy limitada, MAFFRE, con sus acciones empresariales y fundacionales, pretende contribuir a que todos los pueblos de Iberoamérica se conozcan mejor entre sí y conozcan mejor sus orígenes. A ello están destinadas estas Colecciones y las actividades futuras de la Fundación MAPFRE AMÉRICA.

Nuestra presencia en América no sólo ha sido hasta ahora comercial, económica y empresarial, sino también fundacional, por medio de las extensas actividades desarrolladas, sólo con sus medios, sin ayuda interior o exterior, por la Fundación MAPFRE (creada en 1975), en áreas de Prevención, Seguridad, Rehabilitación y Medicina, directamente o a través de sus entidades filiales ITSEMAF en Argentina, Brasil, México y Venezuela. Ha participado o promovido centenares de seminarios, simposios y congresos, normalmente en colaboración con instituciones del propio país.

Existe cierto paralelismo entre el comienzo de la estrategia MAPFRE para América y la situación actual, veinte años después. Cuando se planteó nuestra "política americana", se decidió que antes de iniciarla convenía alguna contribución generosa. Para ello se creó la Editorial MAPFRE, dedicada a la publicación de libros técnicos de seguros, fundamentalmente para los profesionales de Iberoamérica. El primero fue un libro sobre el marco legal del mercado asegurador de sus diferentes países. El segundo un diccionario de términos de seguros de 1.500 palabras. La Editorial y estos libros estuvieron a cargo directo de un joven ejecutivo, Julio Castelo, en la actualidad presidente de la MUTUALIDAD, madre del Sistema MAPFRE. La Editorial es la misma que hoy publica estas Colecciones y otros importantes empeños intelectuales. Aquel primer libro es el origen de El Mercado de Seguros en la Comunidad Iberoamericana, nueva aportación de MAPFRE para mejor conocimiento recíproco de gobiernos y aseguradores, incluyendo los de España y Portugal. La nueva edición del Diccionario MAPFRE de Seguros, publicada en 1992, contiene más de 5.000 palabras. Desde la creación de la Editorial, decenas de miles de libros han sido distribuidos en todo el continente americano y, además, la revista MAPERE SEGURIDAD es, desde hace quince años, vehículo regular de información sobre prevención, seguridad y materias relacionadas con estas áreas, como la revista MAPERE MEDICINA ha comenzado a serlo en su especialidad.

También ha promovido en los últimos años una acción de "transferencia tecnológica", principalmente con becas —unas 70 en 1992— para que hombres y mujeres de prácticamente toda Iberoamérica visiten España, en períodos de unos dos meses, con un programa normalizado —en muchos casos en centros nuestros— que se adapte a su especialidad en las áreas antes mencionadas. Esta actuación ha representado un gran esfuerzo, no por el coste económico, ya que las becas son reducidas y exigen sacrificio de los interesados, sino por el trabajo que supone la preparación y tutoría individualizada de cada estancia en España. Ninguno de esos becarios ha estado relacionado con temas históricos; culturales, políticos o sociológicos, sino exclusivamente con áreas técnicas y científicas, para evitar incluso la apariencia de presión cultural. También se ha llevado a cabo una acción de "retransferencia de tecnología" desde países de alto desarrollo, en especial Estados Unidos, por medio de publicaciones y estudios puestos a disposición de especialistas iberoamericanos con dificultad para acceder a ellos o con conocimiento limitado de otras lenguas. Es importante que esta acción continúe y se amplíe en todo lo posible, porque ha sido efectiva y puede serlo mucho más.

No debía pasar inadvertida para MAPFRE la efemérides de 1992, por lo que se estudiaron diversas posibilidades —algunas irrealizables— que fueron transformándose en propuestas de actividad efectiva que se consideró conveniente agrupar en la nueva Fundación MAPFRE AMÉRICA, como instrumento canalizador de las acciones relacionadas directa o indirectamente con América y recuerdo de lo ocurrido desde 1492. Hasta ahora, la Fundación ha actuado sólo con sus medios, ya que la variedad y extensión de los proyectos hacía difícil su coordinación inicial con terceros; en el futuro, deseamos colaborar con instituciones privadas o públicas, en cuanto ello contribuya a hacer más efectiva la aportación a una fecha tan importante para nuestra historia y al bienestar de los países americanos. Me refiero especialmente al Instituto de Cooperación Iberoamericana y a la Sociedad Estatal para la Ejecución de Programas del Quinto Centenario, con objetivos, públicos, muy similares a los nuestros, privados. También deseamos hacerlo con cualquier otra institución, de cualquier país, que desarrolle acciones útiles en la misma línea.

Los principios que están conformando la EXPOSICION UNIVERSAL DE SEVILLA y el símbolo que MAPFRE ha elegido para su participación en ese trascendental evento, queremos que sirvan para identificar a la Fundación MAPFRE AMÉRICA. La EXPO 92 ha construido; entre otros, dos puentes con significado de enlace entre pasado y futuro: el de la Cartuja y el de la Barqueta; este último querríamos que llegara a conocerse como ''puente MAPFRE". Muestran lo que Sevilla, Andalucía y España fueron o son, y también lo que debe ser nuestra Fundación: un puente entre continentes, culturas y épocas, un vínculo entre futuro y pasado.

El proyecto más importante de la Fundación MAPFRE AMÉRICA son las Colecciones MAPFRE 1492 que, con unos 275 títulos, ofrece un esfuerzo histórico —posiblemente superior a cualquier otro de esta naturaleza—, aportación española, europea, americana, y en realidad universal, a 1992.

Las Colecciones MAPFRE 1492 constituyen un desafío casi al sentido común, por su gran dimensión, por el número de autores repartidos en el mundo entero y por el deseo de publicarlas en un año determinado. Esperamos que sea hito recordado, cuando al cabo de cien años se celebre el Sexto Centenario de la actual América.

Dicen —quizás los maliciosos— que en España las acciones, proyectos y hasta leyes no se hacen "por", sino "contra" alguien o algo. No es el caso de estas Colecciones. No van contra nadie; van sólo por algo: por la mejor comprensión entre pueblos, como homenaje a un gran continente, para que ese continente conozca mejor su historia, para que los españoles tengamos conciencia de la nuestra y también de nuestros errores, y para que no olvidemos hechos que forman parte de la vida nacional.

Las Colecciones MAPFRE 1492 han ido configurándose paulatinamente, a medida que se descubrían horizontes más amplios que parecía conveniente incorporar. Es interesante este aspecto, que lo separa de otros proyectos históricos y que, en cambio, puede considerarse "normal" en las actuaciones de MAPFRE, en especial las vinculadas a mi trabajo personal.

En un principio se pensó solamente en una colección para recoger las aportaciones de las diversas comunidades autónomas españolas al conjunto de América. Después pareció oportuno incluir países europeos y grupos étnicos de especial influencia en la presente sociedad americana, para evitar que se interpretase el proyecto como intento monopolizador de España. Surgió en ese momento, como obvio, que Portugal no podía considerarse sólo como "uno más" de los países europeos y que su contribución exigía una colección que trascendiese de lo americano. Esta Colección se denominó Portugal y el Mundo.

Paralelamente, se juzgó indispensable tratar de lo que habían hecho los propios americanos y, en ese sentido, crear colecciones sobre tres aspectos básicos para su identidad: Indios, para describir la actuación y situación de los indígenas antes y después de que llegaran los españoles, aspecto con frecuencia olvidado por europeos y por sus mismos compatriotas; Proceso de Independencia, para explicar la actual configuración e identidad de los diferentes países; y Megalópolis, metrópolis o grandes ciudades, pues la vida de casi todas las naciones gira en torno a ellas, posiblemente con exceso. Aunque no fuese ésta la idea inicial, estas tres colecciones se han convertido en pieza crucial del proyecto y podrán servir de ayuda en el gran objetivo de integrar las diferentes naciones de Iberoamérica en una gran identidad continental.

En el proceso de análisis de lo anterior se hizo imprescindible una colección sobre la Iglesia Católica, ya que Iberoamérica era sobre todo, y en parte es, una creación de ella, la más importante en la Edad Moderna y de algún modo comparable a los procesos de expansión islámica en la Edad Media.

Para tratar de aspectos de la vida de América y de sus relaciones con España, se planteó una colección general a la que fueron incorporándose temas de carácter diverso. De ella fueron segregándose varias colecciones homogéneas, quedando como generales dos dedicadas a Realidades americanas y a Relaciones entre España y América, de las que posteriormente han surgido otras dos colecciones: América 92 y Derecho y Derechos Humanos en Hispanoamérica. Con América 92 querríamos iniciar, sin afectar al carácter temático de las Colecciones, una idea editorial permanente, que consideramos conveniente para la Editorial MAPFRE y la línea de futuro de la Fundación, en parte como recuerdo de lo que hemos hecho en este año. La Colección Derecho y Derechos Humanos en Hispanoamérica la hemos creado por la importancia que tiene el Derecho y la preocupación histórica y futura por los derechos concretos de hombres y mujeres americanos; en 1992 vamos a publicar pocos libros sobre este tema, pero esperamos que se establezca como colección permanente; quizás con libros muy diferentes a los actuales, pero dentro de este gran tema para la América del próximo siglo.

Ha adquirido gran dimensión la Colección Mar, con el Océano como protagonista de los descubrimientos y conquistas posteriores y lazo de unión de los que participaron en ellas activamente, incluyendo flotas, astilleros y otros elementos materiales; y también la Colección Armas, sobre ejércitos y milicias que hicieron posible las conquistas y que incluye los creados por los propios pueblos indígenas, así como un importante conjunto de técnicas, métodos y heroicidades individuales.

Con posterioridad apareció un tema que no había sido tratado: el Idioma. Iberoamérica tiene unidad por su idioma común, el castellano, pero incluía lenguas indígenas cuyo resurgimiento es muy conveniente y se decidió dividirla en dos colecciones: una, denominada Idioma e Iberoamérica, y otra, Lenguas y Literaturas Indígenas. Un objetivo futuro de la Fundación es colaborar en estudios sobre esas lenguas autóctonas, patrimonio de la humanidad que debe conocerse, propagarse y, sobre todo, preservarse. Creemos además que esta doble atención, al castellano y a las lenguas indígenas, es indispensable en la América del siglo XXI.

Cuando las anteriores colecciones estaban configuradas, surgieron dos no relacionadas directamente con América, aunque sí con 1492: Al-Ándalus y Sefarad, que completan con sus propias circunstancias las efemérides de aquel año y tratan asuntos que influyeron en nuestra estructura social y, por consiguiente, también en la creación de los diferentes países de América. Estas dos colecciones constituyen en cada caso aportaciones casi únicas para la historia y para el conjunto de la España medieval y, en cierto modo, moderna. Recientemente se decidió segregar de la Colección Al-Ándalus otra nueva, con los libros dedicados a la Edad Moderna y Contemporánea; la denominamos Magreb. Tendrá carácter permanente y esperamos continúe después del 93, abordando uno de los grandes problemas y oportunidades inmediatas para España y Europa.

Hasta ese momento se había eludido el tema de Angloamérica, pero como España tuvo gran relación con algunas áreas de Estados Unidos, se hacía necesario "redondear" el proyecto con una Colección España y Estados Unidos, dedicada especialmente a áreas geográficas con presencia histórica española, para así completar la visión de lo que, si no ha sido, podría haber sido Iberoamérica.

Estos cambios de Colecciones, algunos muy recientes, han originado trastornos editoriales, por tener ya publicados libros en una Colección que no era la última que se había creado. Pero a pesar de las "protestas, en especial de los responsables de la Editorial, he insistido en ello, no sacrificando el futuro por decisiones de pasado, también una característica de actuación muy personal mía.

A grandes rasgos, ésta es la trayectoria del proyecto Colecciones MAPERE 1492. Quizás en él falten temas y, si alguno de valor general no se ha incluido, es de esperar que en 1992, o más adelante, aparezca en otros proyectos editoriales nuestros, estimulados por los nuestros, o completamente ajenos. Querríamos contribuir con todo ello a la realización de una enciclopedia específicamente iberoamericana, que algún día se ha de publicar y de la que estas Colecciones, y otros proyectos de la Fundación, serían antecedente valioso.

Es un gran esfuerzo de MAPFRE, con el que pretende difundir conocimientos indispensables para la humanidad y, además, contribuir a versiones de la historia que surgirán a lo largo del próximo siglo, modificadas por nuevas informaciones y estudio de documentación poco conocida o ignorada.

Este proyecto sólo ha sido posible gracias a la ayuda que ha supuesto la red de oficinas, servicios y amigos de MAPFRE en todo el mundo, que han actuado como colaboradores desinteresados; y también, en otro aspecto, por la facilidad de comunicaciones telefónicas directas; automáticas e inmediatas con el continente americano, incluso en áreas muy remotas; por el fax, gran medio nuevo de comunicación, protagonista especial de esta empresa histórico-editorial; por la coordinación de mecanografía con ordenador personal y por la acción tipográfica informatizada.

El proyecto ha sido ejecutado por un equipo editorial compuesto, en primer lugar, por el profesor José Andrés-Gallego, que ha aplicado su experiencia en labores enciclopédicas y que, como Director-Coordinador e impulsor de muchos temas, ha desarrollado una labor excepcional; con la actuación, como Secretario de las Colecciones, de Alfonso Bullón de Mendoza; y de modo muy especial, con el trabajo incansable y de gran calidad del Director General de la Fundación, José Luis Catalinas, y últimamente de su colaborador, el historiador colombiano Daniel Restrepo, y la colaboración inestimable de Dori Sanz, Adjunta a la Presidencia de esta Fundación. Se ha creado, además, un excepcional equipo de directores de Colección, en aquellas que por su naturaleza lo exigían, como la de Independencia, dirigida por el prof. Demetrio Ramos; Indios, por el prof. Claudio Esteva-Fabregat; Mar, por el almirante Fernando de Bordejé; Armas, por el general Miguel Alonso Baquer; Iglesia, por el prof. Alberto de la Hera; Ciudades, por el prof. Manuel Lucena; Las Españas y América, por el prof. Mario Hernández Sánchez- Barba; Idioma, por el prof. Miguel Ángel Garrido; y España y Estados Unidos, por los profesores Michael Gannon y Eugene Lyon. A todo esto debe añadirse la eficaz colaboración prestada, incluso en aspectos distintos al estrictamente técnico, por el Consejero Delegado de la Editorial MAPFRE, Miguel Angel Gimeno, que ha sufrido por los cambios de libros entre colecciones; por su Director General, José Juanatey, y todo el equipo creado especialmente para hacer posible la "producción" de estas colecciones, labor muy compleja por diversos aspectos y que debe servir, así lo esperamos, para afirmar la "calidad MAPFRE" en un área distinta a la suya habitual.

He de recordar también la presencia, eficaz y efectiva, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), representado por el conjunto de investigadores que participan en este proyecto, que en gran parte puede considerarse también suyo. Para la Fundación, constituye un especial honor, que continúa en otros diversos campos de colaboración CSIC-MAPFRE.

La selección de autores ofrecía dificultades por la amplia variedad de los temas. La búsqueda ha sido prolija en algunos casos; en otros, se ha elegido entre historiadores con similares conocimientos y capacidad y también se han buscado autores que, por su alto prestigio y experiencia, era indispensable que participasen con cualquier tema que ellos mismos propusieran dentó del contexto general.

Algunas colecciones han sido más difíciles que otras. Hay que destacar la Colección Europa y América, especialmente en Gran Bretaña, que, por su gran contribución a América, aconsejaba varios títulos. Gracias a la ayuda del profesor John Lynch, de la Universidad de Londres, ha sido posible una aportación importante sobre ese país.

La Colección América, crisol de pueblos —que comenzamos llamando Etnias— ha exigido especial esfuerzo por su propia naturaleza, al referirse a la aportación a América de diferentes grupos humanos, algunos muy distantes de España, que hacían compleja la localización de especialistas. Pero se ha logrado un conjunto de autores que constituye un orgullo para nosotros. Con todo este esfuerzo, MAPFRE reafirma su vocación de empresa, grupo o institución con proyección específica internacional y católica en el sentido universal. Quiero mencionar especialmente a Luis La O, Vicepresidente Regional de Corporación MAPFRE en Filipinas; al embajador Sumió Edamura, de Japón; R. M. Shuravin, de la compañía INGOSSTRAKH, de Moscú, y de George L.T. Chien, de China Bills Finance Corp. de Taiwán.

En la Colección Portugal y el Mundo, agradezco las colaboraciones de la Fundación Calouste Gulbenkian y del Dr. José Pereira da Costa, archivero e historiador portugués, cuyos consejos nos han sido muy valiosos; también quiero destacar la colaboración del prof. Verissimo Serráo, de la Academia Portuguesa de la Historia, así como la del Delegado General de MAPFRE en Portugal, Comandante Carlos Mesquita, que ha puesto entusiasmo en una labor compleja, que sin él no hubiese sido posible.

En diversos países de Iberoamérica hemos conseguido crear un equipo nacional para coordinar los libros de diferentes colecciones relacionados con el país y, de algún modo, para promover nuevos temas históricos. En primer término Chile; donde ha sido notable la ayuda recibida de Jorge Navarrete, representante de la Fundación MAPFRE AMÉRICA y prestigioso asegurador, que hoy ocupa un puesto destacado en la Administración de Patricio Aylwin. En Argentina, destaca la colaboración del jurista Emilio Bulló y de Josefina Braun de Orcoyen, representante de la Fundación MAPFRE. En Brasil el profesor Francisco Iglesias, que nos fue propuesto por la Directora General de la Fundación Getulio Vargas, Celina Vargas do Amaral Peixoto. En Venezuela, el profesor Pedro Grases, destacado historiador y polígrafo "catalán venezolano", con el que hemos mantenido permanente intercambio de ideas. En México, el ilustre historiador Ernesto de la Torre, con la colaboración de Arturo Martí, representante de la Fundación MAPFRE AMÉRICA. En Colombia, Jaime Bustamante, representante de la Fundación MAPFRE y de la Fundación MAPFRE AMÉRICA, y el académico Otto Morales. Y por último, en Estados Unidos, a la colaboración de los directores de la Colección se une la ayuda y consejo del embajador Carlos Fernández-Shaw, gran conocedor y especialista de ese país y miembro del Patronato de la Fundación MAPFRE AMÉRICA.

La edición del conjunto de las Colecciones es de gran complejidad y por sí sola constituye un desafío extraordinario. Aún más ardua es la distribución, aunque nuestro objetivo principal será llevarla a cabo mediante "colecciones completas", que ofrezcan interés por constituir un conjunto monográfico orgánico con pocos precedentes en el área de Iberoamérica.

MAPFRE promoverá la difusión de estas Colecciones mediante la donación de las mismas a universidades y centros académicos y culturales de Iberoamérica y de la propia Península Ibérica. No obstante, dado que cada libro ofrece especial interés para su distribución por áreas concretas geográficas o de conocimiento, estamos estableciendo acuerdos con algunas empresas editoriales para garantizar que los diferentes libros logren una adecuada distribución comercial con la máxima eficacia y en el máximo número de países.

Tenemos el propósito de celebrar en el último trimestre de 1992 actos de presentación de las Colecciones y de las restantes actividades de la Fundación en distintos países iberoamericanos y en Estados Unidos; con amplia colaboración y participación local. Será la culminación de nuestro esfuerzo. En especial queremos celebrar un acto importante en la Ciudad de México, en el gran edifício del Colegio de las Vizcaínas; prácticamente la única institución de la época colonial española en Iberoamérica; todavía regida por un patronato fundacional compuesto exclusivamente por vascos; cuya labor antes de la independencia y durante la revolución mexicana la hizo merecedora de una excepción dentro de la legislación de aquellos momentos. También llevaremos a cabo reuniones similares en Lima; Santiago de Chile; Buenos Aires, Río de Janeiro, São Paulo, Caracas, Bogotá, y quizás en Centroamérica, con independencia de la presentación general de las Colecciones en la EXPO92, en el día que en ella se dedica a MAPFRE. En Estados Unidos, tenemos el propósito de presentar nuestras Colecciones en San Francisco, Washington, Nueva York y Nueva Inglaterra, en actos en que también se den a conocer nuestros proyectos, ajenos a las Colecciones, a que más adelante se hace referencia.

En esta labor, junto a algún sinsabor difícil de evitar, hemos tenido satisfacciones; una de ellas, conocer la probidad profesional por encima de intereses económicos o de prestigio. El autor Francisco Felipe Olesa había preparado el esquema de un libro sobre Armadas españolas de Indias, que al ser aprobado se le había pagado siguiendo nuestras normas. Posteriormente, su esposa, Mercedes Fontfreda, nos escribió una carta a la que acompañaba un cheque por el importe recibido, en la que decía que su marido probablemente moriría en pocos días, como desgraciadamente ocurrió, por lo que nos hacía esa devolución. No lo aceptamos, puesto que no era un anticipo sino el pago de un trabajo, pero quiero mencionarlo en este prólogo. En esta línea dolorosa, también recuerdo el fallecimiento de tres autores colombianos: Germán Colmenares, Álvaro Chaves (coautor del libro Los Indios de Colombia) y Rafael Gómez Hoyos; estamos haciendo lo posible para que el libro de este último se publique con las colaboraciones complementarias precisas. También se ha producido el fallecimiento de Eulogio Zudaire, que estaba redactando el libro Navarra y América, que ha sido finalmente elaborado por un equipo coordinado por José Andrés-Gallego; Luis de Albuquerque, cuya obra sobre la ciencia náutica portuguesa publicaremos en la Colección Portugal y el Mundo, y del que además publicaremos, con la colaboración de Alberto Vieira, la obra Navegantes portugueses, que había dejado inacabada; Manuel Pérez Vila, que no pudo entregar su obra sobre la independencia de Venezuela; Sarah Leibovici y Marcelino Villegas: coautores respectivamente de los libros Diáspora Sefardí y España-Magreb, siglo XXI.

Nuestro objetivo, que estamos tratando de cumplir a pesar de grandes dificultades, es que en el mes de septiembre se presenten en la EXPO de Sevilla unos 200 libros terminados, y que la mayoría de los restantes pueda estar publicada antes del 30 de junio de 1993. Cuando empezamos este plan nos conformábamos con 70 volúmenes y éramos tachados de irresponsables por nuestros amigos y, más aún, por los especialistas en publicaciones históricas. No lo éramos; sólo audaces, en un gran objetivo que afortunadamente se ha cumplido.

Las publicaciones de las Colecciones MAPFRE1492 constituyen un esfuerzo no igualado, que contribuirá al conocimiento histórico y a unir más ente sí a los países iberoamericanos para que puedan ser mejor comprendidos en Angloamérica y para que se estrechen las relaciones con las dos madres patrias de Iberoamérica: Portugal y España. Como impulsor de este proyecto creo que su importancia compensará el esfuerzo realizado por el Sistema MAPERE y que además servirá para confirmar en todos los países en que está implantado que sus objetivos son institucionales, teniendo en cuenta —es opinión mía— que sólo lo que tiene voluntad institucional perdura en el tiempo y se acepta como útil por gobiernos y ciudadanos.

El presupuesto global aproximado, en los próximos cinco años, de los proyectos de la Fundación MAPFRE AMÉRICA se acerca a mil millones de pesetas, de los que más de la mitad deberán ser soportados por la propia Fundación. Tengo que agradecer a todo el Sistema MAPFRE su generosidad y visión de futuro al haber comprendido la importancia de esta actuación como esfuerzo histórico y como acción conjunta internacional en la que participan más de 300 historiadores de 35 países y 150 universidades o instituciones académicas de alto prestigio.

Espero que la MAPFRE del siglo XXI recogerá frutos en imagen y prestigio institucional por este ambicioso proyecto, que con la ayuda de Dios está llevándose a cabo con éxito. Constituirá, como todas las acciones de las diferentes fundaciones MAPFRE, un ejemplo de lo que debe ser el mecenazgo en el servicio a la sociedad. Ojalá sirva también para que las grandes empresas españolas y los gobiernos de nuestro país comprendan la necesidad de estimular estas acciones. Ramón Areces debe ser imitado; él dijo en la creación de su Fundación: "Creo que las empresas están obligadas a devolver a la sociedad una parte de lo que de ésta han recibido". Esta ha sido igualmente nuestra idea.

Que Dios permita que nuestra acción sea fructífera y que la Fundación MAPFRE AMÉRICA se convierta en una institución al servicio de los pueblos ibéricos y americanos; nexo de unión y no de desunión entre Europa y América, dos grandes futuras entidades del sistema político de la Edad Universal.

Para terminar este prólogo, expreso mi profundo agradecimiento a todos los que han hecho posible este gran empeño, que el Sistema MAPFRE dedica a la América del siglo XXI y del próximo milenio.