Thomism is the philosophical school that arose as a legacy of the work and thought of Thomas Aquinas (1225-1274), philosopher, theologian, and Doctor of the Church. In philosophy, Aquinas' disputed questions and commentaries on Aristotle are perhaps his best-known works. In theology, his Summa Theologica is amongst the most influential documents in medieval theology and continues to be the central point of reference for the philosophy and theology of the Catholic Church. In the 1914 encyclical Doctoris Angelici Pope Pius X cautioned that the teachings of the Church cannot be understood without the basic philosophical underpinnings of Aquinas' major theses: The capital theses in the philosophy of St. Thomas are not to be placed in the category of opinions capable of being debated one way or another, but are to be considered as the foundations upon which the whole science of natural and divine things is based; if such principles are once removed or in any way impaired, it must necessarily follow that students of the sacred sciences will ultimately fail to perceive so much as the meaning of the words in which the dogmas of divine revelation are proposed by the magistracy of the Church. The Second Vatican Council described Aquinas' system as the Perennial Philosophy.
Tomismo es la escuela filosófica y teológica que surgió como un legado del conocimiento y el pensamiento de Santo Tomás de Aquino, filósofo, teólogo, santo y Doctor de la Iglesia. La palabra viene del nombre de su autor, cuya Summa Theologiae fue uno de los documentos más influyentes en la teología y en la filosofía medieval y sigue siendo estudiada hoy en día en las clases de filosofía y de teología, especialmente en las universidades católicas. En la encíclica , del papa Pío X, advirtió que las enseñanzas de la Iglesia no pueden ser entendidas en su sentido preciso sin los fundamentos filosóficos y teológicos básicos de las tesis principales de Tomás: La tesis capital en la filosofía de Santo Tomás no se va a colocar en la categoría de opiniones que puedan ser objeto de debate de una manera u otra, sino que deben ser consideradas como los cimientos sobre los que se basa toda la ciencia de las cosas naturales y divinas, si estas opiniones son una vez suprimidas o alteradas en modo alguno, que necesariamente deban seguir los estudiantes de las ciencias sagradas en última instancia, no se percibirán tanto como el significado de las palabras en el que los dogmas de la revelación divina son propuestos por la magistratura de la Iglesia. El Concilio Vaticano II describe el sistema de Tomás como la \"filosofía perenne\".