Agradecimientos

Menéndez Pelayo Digital. Logos de la Fundación Ignacio Larramendi y de DIGIBÍS.

Detrás de "Menéndez Pelayo Digital" se esconde una extensa y complicada red de aportaciones técnicas y materiales, y, tras ellas, otra larga nómina de generosidades y esfuerzos personales e institucionales.

Del contacto, tan intermitente como intenso, que desde hace años mantienen Don Ignacio Hernando de Larramendi y Xavier Agenjo Bullón, surgió la idea, en algún momento de 1996. Maduró, con rapidez, al vaivén de las llamadas, faxes y notas que intercambiaron, con "tempo larramendiano", durante los meses siguientes. Y mientras Xavier Agenjo manejaba con prudencia los contactos institucionales, fue el empeño personal de D. Ignacio, su tesón irresistible, lo que (bajo la cobertura económica inicial de la Fundación Hernando de Larramendi) puso en marcha el proyecto cuando aún no se contaba con quien asumiera el patrocinio de una empresa que rebasaba, con creces, las posibilidades de sus progenitores.

Lo hizo, con entusiasmo, Caja Cantabria, a través de su Obra Social y Cultural, tras el dedicido apoyo con que acogieron la idea Carlos Saiz Martínez, presidente del Consejo de Administración, y Jesús Manuel Zaballa, presidente de la Comisión de Obras Sociales. Desde la Obra Social y Cultural, ha sido decisivo el apoyo prestado por su Director, Guillermo Rubio, siempre dispuesto a solucionar cuantas dudas y cuestiones surgieron en el terreno de las relaciones institucionales.

En este mismo ámbito, el proyecto contó con el apoyo del Excmo. Ayuntamiento de Santander, por mediación de su Alcalde, Gonzalo Piñeiro, y de Rafael de la Sierra, entonces Concejal de Cultura y actual Presidente del Parlamento de Cantabria.

Del Consejo Superior de Investigaciones Científicas debe quedar constancia de su plena disposición a que se utilizaran los textos de la "Edición Nacional" de las "Obras Completas". En estos y otros trámites nos apoyaron decididamente Miguel Angel Garrido y José Ramón Urquijo, quien también se ofreció a probar las versiones iniciales del programa. Gracias, también, a Pilar Martínez Olmos, directora de la Biblioteca de Filología, que nos proporcionó los ejemplares de las Obras Completas que se emplearon en la digitalización.

El Patronato de la Fundación Universitaria Española, con el pleno apoyo de su Presidente, Gustavo Villapalos, y de los restantes patronos, nos autorizó al uso de la edición del "Epistolario". Como siempre ocurre en las relaciones con la FUE, Amancio Labandeira facilitó al máximo las gestiones, y en este caso, además, puso a nuestra disposición, junto con Jerónimo Herrera y Julio Escribano, su "Bibliografía de estudios sobre Menéndez Pelayo". Manuel Martínez Sánchez, gerente de la Fundación, nos brindó la información institucional incluida en los menús de ayuda.

Un papel decisivo en todo el proyecto ha sido, cómo no, el desempeñado por la Biblioteca de Menéndez Pelayo. Junto a los méritos que en otros sitios han quedado reflejados, a su Director, Xavier Agenjo Bullón, hay que agradecerle la revisión de los textos en latín y griego y sus aportaciones a los textos institucionales de los menús internos.

También en la corrección y otras tareas similares, contamos siempre con la colaboración de Rosa Fernández Lera y Andrés del Rey Sayagués, que pusieron a nuestra disposición sus conocimientos pelayianos para la resolución de dudas y detalles.

En todo lo relacionado con el diseño externo, las aportaciones de Cuca y Marta Fernández (Cyan) fueron, una vez más, brillantes y definitivas.

Entre quienes revisaron el programa, agradecemos particularmente a Javier Mas (Digibis), Francisca Hernández Carrascal (Biblioteca Nacional) y Gonzalo Fernández de Castro (Fundación Histórica Tavera).

Por último, y desde dentro, es imprescindible destacar el enorme esfuerzo colectivo que, bajo la dirección de Tachi Larramendi, han desplegado todos los componentes de Digibis, así como la aportación permanente de la Fundación Histórica Tavera, a través de Ignacio González Casasnovas y de quienes (como Daniel Restrepo y Anunciada Colón) respetaron su dedicación a este proyecto.