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Epistolario > Volumen 17 (Junio 1903 -... > Vol. 17 - carta 599

Datos del fragmento

Remitente AYUNTAMIENTO DE MEDINA DEL CAMPO Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha 26 agosto 1904 Lugar Medina del Campo

Texto

Volumen 17 - carta nº 599

De AYUNTAMIENTO DE MEDINA DEL CAMPO
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Medina del Campo, 26 agosto 1904

Distinguido Sr. mio: El Ayuntamiento de Medina, al cual me honro en pertenecer, tomó el acuerdo de celebrar el 4.º Centenario de la Gloriosa reina Isabel I y al hacerlo autorizó ampliamente á una Comisión, que yo presido, para organizar absolutamente todas las fiestas y ultimar cuantos detalles se hicieran necesarios.

Con una tan amplísima autorización la Comisión y yo, como su Presidente, hicimos programas, tomamos resoluciones y designamos personas sin protesta oficial de nadie para desenvolver la idea del Centenario y realizarla.

Desde luego pensó la Comision en el glorioso nombre de Vd. y de otros ilustres hijos de España al pretender designar mantenedor de los Juegos Florales, pero presidiendo el criterio de que la provincia era la más interesada en el Centenario por honra de Medina, estimose que de la provincia debiera ser el mantenedor, y con este criterio, y por unanimidad la Comisión designo al Sr. D. Santiago Alba á tal fin por entender que era uno de los más ilustres hijos de la comarca Vallisoletana.

En ello hizo perfecto uso de una autorización amplia concedida por el Ayuntamiento y la designación se hizo pública y el Sr. Alba aceptó por inescusables deberes de Cortesia el cargo que se le ofreciera.

Despues la política que todo lo envenena ha inspirado á los enemigos que el Sr. Alba tiene en el Ayuntamiento de Medina, la diabólica idea de revocar por sorpresa aquel nombramiento. Y aprovechando una sesión de segunda convocatoria en que tuvieron mayoria acordose por cuatro votos contra tres que fuera Vd. el matenedor de los Juegos Florales.

A gloria tendriamoslo todos si no hubiere pendiente un anterior acuerdo y una cuestión de honor que no puede ser desatendida. ¿Vamos á consentir que el Sr. Alba víctima de nuestros excesos y pasiones sea dejado en tan indignisimo olvido despues de haberle obligado á aceptar por amistad una tarea que de otro modo no hubiera echado acaso sobre sus muchas ocupaciones?

¿Hemos de consentir que se ponga en tela de juicio la designación de una tan gloriosa personalidad como la de Vd. que de ser elegido serialo siempre con prelación á todo y á todos?

Por desgracia la cuestión se ha llevado á términos insolubles, y para que no pueda burlarse su buena fé tengo el sentimiento de comunicarle estas tristezas de un regimen de apasionamientos políticos y sintiendo tambien la contrariedad que esto de fijo le ha de producir, se ofrece de Vd. afmo. s.s. q.b.s.m.

Mariano Fernández de la Rivera [?]

 

Notas