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Epistolario > Volumen 17 (Junio 1903 -... > Vol. 17 - carta 596

Datos del fragmento

Remitente JOAQUINA DE LA PEZUELA Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha martes 23 agosto 1904

Texto

Volumen 17 - carta nº 596

De JOAQUINA DE LA PEZUELA
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

[San Pantaleón de Aras], martes 23 agosto 1904

Querido Marcelino: anoche recibi su carta, que le agradezco mucho porque es mas bonita, y llegó el dia de mi santo, tristísimo para mí cada vez mas, y este año triste y opaco ademas, sin ver en todo el mas que a Luis y su mujer ya a la caida de la tarde, y aunque V. por no estar en relaciones muy estrechas con la corte celestial, ni tener memoria para las cosas de actualidad, se le pasa siempre que el domingo siguiente a la gran festividad de la Virgen, es la de su padre, y nada me dice, vino su carta, a animarme un poco por la noche, y dejarme una buena impresion.

Tambien fue grata la de la cariñosa carta de Consuelo, y la de Mariana, aunque esta me produjo la decepcion, de no darme las noticias que yo esperaba de ella, tanto del Tio y toda su familia, como de Luis a quien ha visto mas de una vez, en Lierganes y Solares; pero de esto dice que no se atreve a escribir nada y de los otros no habia recibido noticias, y como me dice que no sabe si podrá venir a verme porque tiene que unirse con una amiga suya a una peregrinación a N. S.ª de Lourdes y si no la avisan con la anticipacion necesaria, o no ha concluido de tomar sus aguas, no vendrá ya, y no llegará a saber nada, sobre este interesante para mi, aunque desagradable asunto, Dios solo sabe hasta cuando, porque el Cura de Navajeda (que fue el que vio V. con los hidalgos del valle, en el camino, cuando fuimos a buscar a mi prima Lola) tiene que esperar una ocasion oportuna para abordar el asunto, que puede tardar mas o menos en presentarse, y no se si se atreverá a escribir tampoco.

Mucho me alegro haya salido por fin del horror de los libros de caballerias, y entre en mas amenos asuntos, no dudando resultara un libro agradable si pone cuidado en ello, y se acuerda que no todos los lectores son eruditos ni bibliofilos, no dejandose llevar del afan de no dejar nada por decir, y formar esos colosales volumenes que, antes de abrirlos, y saber lo que dicen, aterran a la mayoria de los lectores, y a mi tambien, aunque supongo por lo que dice, que ese libro me gustará si puedo leer sueltas las cuartillas.

Lo que se me olvidó el otro dia fue preguntarle por la necrologia de Rosarito, suponiendo que si hubiera llegado me la hubiera traido, como deseo, y ya lo sabe.

Gran gusto he tenido tambien en que Juanito Navas haya escrito esa carta bonita a su hermano por el uno y por el otro, que ademas de tenerle en que hagan justicia al merito de. su hermano, le tengo muy especial en que el amigo Juanito sea quien tan desinteresadamente se la haga de tan bonita manera realzando su propio merito al mismo tiempo: contribuye tanto al agrado de la vida poder estimar la gente! Y si con efecto lee la Golondrina a Valera y le gusta como no dudo será miel sobre hojuelas!

Como porque llegara con oportunidad para hoy que es el aniversario de su marido, tube que contestar a Mariana por la mañana ya no pude escribir esta para el correo, y en el de la tarde me llegaron otras cartas de la Moriana, de Fernanda, que me dice que sintio dejar tan sola en Madrid a Leonor que ésta siempre delicada de salud, aunque su hijo, que se habia ido a Suiza (sin duda para no estar presente cuando tomaron declaracion a «los culpables», y empezo el proceso, como leeria V. en los periodicos) volveria pronto.

Llego tambien una carta de Javier en que me dice que tanto su padre como su abuelo, habian tomado su defensa., protestando con indignacion de la conducta de Luis, y de sus malignas insinuaciones, lo que habia sido al menos, un consuelo para el, y para mi tambien, aunque en el estado de perturbacion mental en que está nuestro pariente, y en poder de aquella mujer que segun la opinion del cura de Navajeda, no retrocederá ante ningun medio para llegar a sus fines, no se el efecto que le haran ni siquiera si llegaran las cartas a sus manos: Dios solo puede remediarlo.

Conoce V. muy bien mi gusto: leo con grandísimo agrado la novela de Pastor Diaz que es originalísima, y tan poco parecida desgraciadamente, a nada de lo que se escribe ahora. Como V. dice es un delicado analisis de un caracter muy interesante, y aunque algo «outrés» y demasiado romanticos los sentimientos, son delicadísimos, y aun mas delicadamente expresados: ya he leido casi todo el primer tomo, y voy a sentir mucho que se acabe.

Supongo que ahí hará el mismo tiempo que aquí al dia siguiente de venir V. un nordestito suave nos hizo pasar el dia mas agradable de todo el verano, y despues ha vuelto a llover desde el sabado por la noche con lo cual creo que como no sean los dias de sur ya no habrá mas calor este año y podrá V. escribir a gusto, y tambien ir a Viesgo, donde ya habrá visto esta ahora Enrique Rivas. Por Dios no deje de ir! Se concluye el papel pero no el gusto de conversar con V. de su siempre affma.

Joaquina

 

Notas