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Epistolario > Volumen 17 (Junio 1903 -... > Vol. 17 - carta 487

Datos del fragmento

Remitente ANTONIO RUBIÓ Y LLUCH Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha 5 junio 1904 Lugar Barcelona

Texto

Volumen 17 - carta nº 487

De ANTONIO RUBIÓ Y LLUCH
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Barcelona, 5 junio 1904

Mi muy querido Marcelino; á mi regreso de Valencia, á últimos de Mayo pasado, me encontré la adjunta carta para tí del P. Ruperto Maria de Manresa, capuchino ó franciscano (en este momento no recuerdo bien la orden á que pertenece), Secretario del Cardenal Vives, que vive en Roma, Vía Boncompagni, 160. Como permanecí en Valencia más de dos semanas, me encontré al volver con la mesa llena de libros, cartas y papeles, que apenas he podido ordenar, recorrer y contestar en otras dos de asiduo trabajo. Por esto va con algún retardo la epístola del P. Ruperto, quien me escribió otra muy larga y expresiva, acompañándome una petición semejante á la que á ti te hace, y pidiéndome que te recomiende el asunto con el mayor interés. Ya supongo, por lo que á mi me sucede, cuan dificil te será complacerle, pero yo no puedo menos de cumplir el encargo y de unir mis ruegos á los del P. Ruperto, á quien me unen lazos de gratitud y una amistad fraternal. El asistió en sus últimos momentos á mi querido padre (e.p.d.) cuya memoria y cuyo afecto parece que van creciendo en mi, á medida que el tiempo me vá separando de él.

Recibí hará cosa de dos ó tres dias los discursos que D. José M.ª Asensio y tú, leisteis en la Real Academia Española, el 29 de Mayo pasado, con motivo del ingreso del primero en esta Corporación. Los exámenes no me han consentido otra cosa que leer tu contestación, que era lo que ofrecia para mí mayor interés. Te felicito por ella sinceramente. Después de lo mucho que se ha escrito y fantaseado sobre el Quijote , todavia has sabido trazar páginas admirables, llenas de calor, de novedad, y lo que vale más aun, de verdad. Aun me prometo saborearlas y meditarlas de nuevo, para aprender á interpretar en ellas aquel libro inmortal.

He terminado otro curso, y con él esterilmente, otro año de mi vida. Es verdad que puedo leer y trabajar más que antes; pero tambien lo es que cada día la lucha por la existencia se va haciendo más ruda y más penosa, á medida que se acerca la vejez. Ya nos hallamos en sus umbrales, amigo Marcelino! Parece un sueño! Cuán viejo es para la humanidad este sueño, y cuan nuevo y cuan penoso para cada individuo! Yo no he tenido la fortuna de sembrar como tú en el orden intelectual; pero si Dios me concede recoger completa y sana la miés de mis seis hijos, moriré bendiciendo mi suerte. Mi Jorge ha terminado con gran brillantez, su segundo curso de la carrera de Letras, y ha estudiado uno de alemán con bastante provecho. Los otros tres no hacen más que ir tirando: uno ha comenzado los estudios de Ingeniero, otro los de Comercio, y el cuarto está todavia en pleno Bachillerato. Jorge ha comenzado sus vacaciones con la lectura asidua de tu Historia de las ideas estéticas, que desea concluir antes del nuevo curso, como un complemento indispensable de los estudios de su carrera.

Antes de concluir, te voy á dar una noticia casi confidencial, y que por ahora no se ha hecho del dominio público. Los editores del Avenc, han adquirido la propiedad de todos los manuscritos de Mosen Verdaguer, y según me han dicho, lo inédito es todavia muy considerable. Si algun día la Academia Española se resuelve á publicar, como me aseguró Valera, todas las obras del gran poeta, con la versión castellana, en una edición monumental, será preciso tener en cuenta este material inédito, muy curioso y que ha de dar más de una sorpresa. Para entonces te suplico que te acuerdes de mi y de mi hijo Jorge. Entre los dos podríamos acometer alguna versión, para la cual será indispensable un profundo conocimiento de la lengua catalana, y algo mayor del que tienen de la castellana, mis amigos catalanistas.

Y ahora vá una consulta y una petición. Te agradecería que me indicaras una buena obra de bibliologia francesa (porque española supongo que no la hay), que recomendar á mis alumnos, y que me sirviese de guia en mis esplicaciones. Ortega Mayor me mandó el año pasado un programa regular, pero unos apuntes descosidos é incompletos, con los cuales no he podido hacer nada.

A Dios, mi querido Marcelino. Que pases un buen verano, y no te olvides de este tu antiguo amigo que lo es ex toto corde,

Antonio

 

Notas