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Epistolario > Volumen 17 (Junio 1903 -... > Vol. 17 - carta 430

Datos del fragmento

Remitente FRANCISCO RODRÍGUEZ MARÍN Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha 2 mayo 1904 Lugar Sevilla

Texto

Volumen 17 - carta nº 430

De FRANCISCO RODRÍGUEZ MARÍN
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Sevilla, 2 mayo 1904

Mi respetable y querido amigo: Aunque di prisa al impresor, hasta anteayer no me ha mandado pruebas del Quevedo. Hoy las envío a V., con capillas de los pliegos tirados últimamente.

Como no tengo ejemplar de la primera edición del Parnaso, ni la colección de Pinto de Morales, me he servido de la segunda edición de aquél para el texto, y de las notas de Janer por lo tocante a lo demás. Conviene, pues, revisar, como V. lo hace, con las primeras ediciones a la vista.

Dije a Valdenebro lo que V. me indicó sobre no haber recibido el segundo tomo algunos suscritores de Madrid, y me ofreció escribir enseguida a Murillo, que es el encargado ahí del reparto.

Ando tras del Duque para recoger y copiar los pliegos sueltos de Timoneda. V. sabe lo que sucede con sus libros: a lo mejor, no están practicables los estantes. No le dejaré de la mano, y menos habiéndose de marchar cuando termine la visita del Rey.

Nuestro amigo el Sr. Pereda pasó por Sevilla pocos días ha, de camino para Jerez, y allí, recién llegado, ha enfermado gravísimamente de una hemiplegia. Las noticias anoche eran menos desconsoladoras que anteayer; pero, de todas maneras, en sujeto de su edad hay que temerlo todo. ¡Qué aprisa se nos va yendo lo poco bueno que nos queda! Ayer, la Duquesa de Alba, y hoy el pobre D. José, que, por bien que libre, no volverá a tomar la pluma que nos deleitó con obras tan admirables y de tan castizo veduño.

Muy de veras celebro que agrade a V. mi estudio sobre Espinosa, bien que lo está V. viendo con ojos de amigo. De seguro se resiente, además de otras cosas que no estaba en mi mano evitar, porque sólo soy un diletante, de la prisa con que lo escribí. Todo el tiempo se me fué en allegar materiales, y a la postre he dejado muchos por utilizar. Ruego a V. que al par que va examinando mi libro saque una notilla de lo que en su día convendrá suprimir, añadir y enmendar, si es que se cumple el agradable y benévolo vaticinio de V.

Sigo enfrascado con mis trabajos cervantinos, y así pienso menos en esta pícara afección de la garganta, que me inutiliza para informar en la Audiencia. Sobre todo encarecimiento agradezco a V. su propósito de que en algún tema de concurso pueda yo probar fortuna con mi estudio del Rinconete y con el del episodio de la Trifaldi. A no ser así, no me quedaría otro recurso que publicarlos a mi costa, y claro es que me sucedería lo que con el Loaysa : que se vende poco.

Consérvese V. bien y disponga, como puede, de su agradecido amigo que muy de corazón le quiere, y b. s. m.,

Francisco Rodríguez Marín

P.S.—No van las capillas. Mandé por ellas y aún no han tirado los pliegos.

 

Rodríguez Marín - Menéndez Pelayo, p. 253-254.

Notas