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Epistolario > Volumen 17 (Junio 1903 -... > Vol. 17 - carta 411

Datos del fragmento

Remitente CARMELO DE ECHEGARAY Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha 15 abril 1904 Lugar Guernica

Texto

Volumen 17 - carta nº 411

De CARMELO DE ECHEGARAY
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Guernica, 15 abril 1904

Mi ilustre y muy querido amigo: Si he retardado tanto tiempo mi contestación á la atenta y cariñosa carta que se sirvió V. dirigirme con fecha 16 de Enero último, se debe, más todavía que al cúmulo de ocupaciones que me ha abrumado esta temporada, á mi deseo de poder anunciarle que había logrado adquirir otros libros con destino á su Biblioteca. Entre los que he allegado con tal objeto figura el que escribió el Consultor vizcaíno Aranguren y Sobrado para refutar á Llorente. Poco vale en verdad, pero ha sido libro muy citado por los autores que de estas cosas trataron, y en tal sentido no carece de importancia. Tengo para mí que muchas de las cosas que insertó Aranguren en su obra, las supo del benedictino Domingo de Lerín, el cual quiso ocultar su nombre, por no exponerse á las iras de Godoy, á la sazón omnipotente, y cuyas tendencias anti-forales son harto conocidas. Quería ser también portador de la Monografía histórica de Irún que está publicando mi amigo el honrado y modestísimo investigador guipuzcoano Serapio de Mujica, pero me dice este que se la ha remitido á V. por conducto del señor Marqués de Laurencín. Lo que sí le mandaré es una historia ó descripción de Guipúzcoa escrita por Landazuri y no impresa hasta nuestros días y un Compendio de la voluminosa historia de Vizcaya de Labayru recopilador de noticias referentes á Vizcaya y en tal concepto benemérito en alto grado porque exploró muchísimo, trabajó formidablemente y tuvo el valor necesario para desvanecer patrañas que se suponían tradicionales, como la existencia del mítico Jaun Zuría . No se lo han perdonado los biskaitarras, y esto mismo constituye su mayor elogio.

Efectivamente, yo indiqué á Echávarri cuán vivo era mi empeño de que enviase á V. sus Alaveses ilustres, cuyo quinto tomo verá muy en breve la luz publica. En el sexto, que tardará algo más en darse á las prensas, encontrara V. algo mío. Es empresa en que me ha metido la Diputación de Alava, que costea la edición.

Mucho me alegro de ver robustecido por el favoralísimo juicio de V. el que yo había formado de La Vasconia de Jaurgain. No creo que me cegase la amistad que me une con el autor, cuando ponderaba la importancia de este libro, que V. califica de buen avance en la historia del Pirineo, y lo es ciertamente; y si hay alguien que duda de ello, no tiene más que compararlo con los ensueños de Chaho y con las disquisiciones de Cénac Moncaut. Me dice Jaurgain que prepara actualmente un ensayo sobre la casa de Bearne. No dudo que será excelente como suyo.

El mismo Jaurgain, con Batcave y Courteault, ha comenzado á publicar desde Enero de este año, una Révue du Béarn et du Pays Basque, que sale á luz mensualmente, y de la cual me dice que tendrá más de bearnesa que de vasca. En los números segundo y tercero de esta Revista ha aparecido un estudio de Paul Courteault acerca de Margarita de Navarra, á quien juzga con cierta visible simpatía, natural en un bearnés, que no puede mirar con indiferencia á la abuela deü nouste Henric. Courteault no cree, como Abel Lefranc, que la madre de Juan de Albret, se hubiese adherido plenamente al calvinismo, que pugnaba con su ideal de tolerancia y de concordia. La tiene más bien por secuaz del evangelismo, por un alma contemplativa y mística que entendía la religión de una manera individualista, y trataba de conciliarla con el idealismo platónico tal como lo profesaba Nicolás de Cusa, Briçonnet y Leférre d'Etaples, que según el mismo Lefranc, ejercieron grande influencia en la dirección de su espíritu. Realmente, á juzgar por las poesías suyas que el propio Lefranc ha publicado, Margarita de Navarra parece tener más puntos de semejanza con el grupo valolesiano, en que figuraban tan excelsas y aristocráticas damas, que con el de los calvinistas. Courteault dice que su temperamento era el de una Juana Francisca de Chantal; pero que no tuvo un Francisco de Sales que la dirigiese.

Un Diputado portugués, Pereira de Lima ha publicado recientemente un libro acerca de iberos y vascos. No lo he visto todavía, pero sé que no va muy de acuerdo con la crítica en ciertos puntos: por ejemplo, aún cree en la antigüedad del Canto de Altobiscar , cuyo origen está puesto bien en claro por un artículo de Webster en el Boletín de la Real Academia de la Historia.

He visto que se ha publicado por la Academia Española un Diccionario de calígrafos españoles de don Manuel Rico y Sinobas. ¿Qué utilidad podría reportarme para mis trabajos sobre Juan de Iciar y otros pendolistas vascongados? ¿Vale la pena de que lo examine y lo estudie?

Siempre muy suyo entusiasta y apasionado admirador y amigo que le quiere ex corde y l. b. l. m.,

Carmelo de Echegaray

 

Notas