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Epistolario > Volumen 17 (Junio 1903 -... > Vol. 17 - carta 330

Datos del fragmento

Remitente LUIS G. ALONSO GETINO Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha 6 febrero 1904 Lugar Salamanca

Texto

Volumen 17 - carta nº 330

De LUIS G. ALONSO GETINO
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Salamanca, 6 febrero 1904

Mi querido amigo: Supongo recibiría mi última con la fe de erratas de los Heterodoxos en lo referente á los dominicos. Pasaron tantos dias que no recuerdo bien lo que le puse, y por consiguiente, lo que me resta por poner de lo que se me ocurra hoy. Como V. no me contestó, le venia bien que repitiera algo de lo dicho y hablara inutilmente. ¿Porqué no tuvo esa atención? Para otra vez sépase que yo soy muy sentido y muy llorón.

De Pedro de Osma tengo algunas noticias que le interesarán. Los elogios de Nebrija son deuda por otros que hizo de él el Profesor de Prima llamándole el más sobrio gramático que habia en el mundo. «Por eso en una apología, dice el P. Fernández, que el Nebrija hizo en su favor, en que ganó poco, habla muy apasionadamente por el dicho Mtro. Osma, que es muy propio de ingenio de gramática apasionarse por los inventores de novedades». Este Padre Fernández en la Historia del cont.º de San Esteban dice otras cosas como son las siguientes: «El Mtro. Pedro Martinez de Osma llevó la cátedra de prima de theologia á veinte y siete de Junio año de mil y cuatrocientos sesenta y tres; ascendió á ella de la de filosofía moral que habia llevado el año de mil y cuatrocientos y cincuenta y siete... Fué gran amigo de Antonio de Nebrija y le hizo dar la cátedra de Prima de Gramática a nueve de Enero de mil y cuatrocientos y setenta y seis años»... El año de mil y cuatrocientos y setenta y siete á diez y nueve de Setiembre se vió en el Claustro la probanza de la jubilación, que habia pedido el Maestro Pedro de Osma, y se contó desde día de Ntra. Señora de la O del año de mil y cuatrocientos y cincuenta y siete que se hizo Maestro en Artes y leía la cátedra de Moral... Y en aquel Claustro no se pudo acabar que le jubilasen. Luego á veinte y cuatro de Setiembre pidió licencia para hacer ausencia un año quizá para ir a Roma adonde le denunciaban de los errores que habia escrito y enseñado y concediosela el Claustro; pero sin que gozase la renta y estipendio de la cátedra. Luego a diez y seis de Diciembre del mismo año por la ausencia que dijo habia de hacer, nombró sustituto á gusto de la Universidad al Presentado Fr. Diego de Deza, que despues le sucedió en la propiedad de la cátedra y fué Maestro del Príncipe Dn. Juan, obispo de Zamora, Salamanca, Jaen, Palencia, arzobispo de Sevilla y Toledo e Inquisidor General, como la historia referirá, y al bachiller Bernardino de Carvajal, que despues se hizo Maestro en Teología y fué a Roma, á donde fue Cardenal y muchos años decano del sacro Colegio».

Despues de hablar de la condenación, agrega: «Confuso y corrido el Mtro. Pedro Martínez de Osma de ver la condenación de su doctrina, libros y escritos quemados con la cátedra en medio del patio de la Universidad se fue a la villa de Alba, cuatro leguas de Salamanca, adonde murió el año siguiente mil y cuatrocientos ochenta en el mes de Abril. Creese que murió de pesadumbre y sentimiento de verse tan afrentado. Mandó en su testamento que le trajesen á Salamanca, y le enterrasen en la Santa Iglesia Catedral, como á canónigo y racionero della; y ordenó que si para esto hubiese algún inconveniente le sepultasen en la Parroquia de Sn. Pedro en la villa de Alba, como se hizo. Yo he visto el testamento que esta en los archivos de la catedral de Salamanca, su fecha en la villa á veinte y ocho de Febrero de mil cuatrocientos y ochenta.

Con respecto á algunos de los personajes que intervinieron en la Causa y cita V. es de saber que el Fr. Juan López impugnador de Osma es dominico de San Esteban, autor de otras varias obras, y de una que se encuentra manuscrita en esa Bib. Nac. M. 103. Véase también Echarte [?]. El Diego de Betaño fué también de esta casa y profesor de S. Escritura en la Uni. d como puede ver por este parrafito de P. Fernández: «En la cátedra de S. Escritura sucedió despues del M. Mauro Tostado de Madrigal, obispo que fué de Ávila, llamado por eso el abulense, el M. Alvaro García Arcediano de Cea, y renunció la dicha cátedra en veinte y nueve de Junio año de mil cuatrocientos sesenta y cuatro en favor del Mtro. Fr. Diego de Betoño de esta orden de Predicadores; y viendo el Claustro que era hombre tan eminente, le admitió y se le hizo título y colación de ella y tomó la posesión. Este P. Mtro. jubiló el año de mil y cuatrocientos ochenta y tres á nueve de Setiembre y le sucedió en la cátedra el Mtro. Fr. Alonso de Peñafiel también de la Orden de Predicadores». Fr. Pedro de Ocaña era regente de Estudios del convento dominicano de Toledo: Fr. Pedro Calvo, catedrático de Vísperas, era franciscano.

De otras cosillas le quería hablar, mas no me determino á hacerlo porque quizás supongan atrevimiento y le disgusten.

Terminaré, por tanto, hoy estos datos hasta mas ver, y volviendo á rogarle encarecidamente publique pronto la 2.ª edición de los Heterodoxos, como desean cuantos á esos estudios se dedican.

Por separado le va la Bula de Sixto IV, que es de distinto año que la que cita V. y las noticias de Juan Doria, heterodoxo de que no tendrá conocimiento, en cuya condenación tanto influyeron el autor la Guia del Cielo y el gran Fr. Juan Hurtado, de quien habla Muñoz en la Vida de Fr. Luis de Granada.

Dentro de unos días recibirá una visita de un amigo mio.

Soy de V. afmo. s.s. y amigo

Fr. Luis Getino

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Notas