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Epistolario > Volumen 17 (Junio 1903 -... > Vol. 17 - carta 258

Datos del fragmento

Remitente FRANCISCO RODRÍGUEZ MARÍN Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha 21 diciembre 1903 Lugar Sevilla

Texto

Volumen 17 - carta nº 258

De FRANCISCO RODRÍGUEZ MARÍN
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Sevilla, 21 diciembre 1903

Mi querido y respetable amigo: Muy atareado debe V. de andar, cuando hay ya cerca de dos meses que no veo letra suya, sino en las pruebas del Quevedo. En ello pierdo yo por mí; pero ganaré con todos saboreando sus nuevas obras.

Recibí las primeras pruebas del Orlando, y he prescindido de la nota de

«El Dios ingerto en Diablo y en pecado»,

en donde ligeramente enmendé en pescado, pensando en el Orco, que nada tiene que ver con la locura de Orlando. Creo, salvo meliori, que Quevedo se refiiró al Amor; pero no estando seguro de ello, ha quedado el texto en ese punto como se estaba.

Hoy mando a V. pruebas de lo que sigue, con otros conatos o intentos de notas que aventuro con el solo propósito de ahorrar a V. algún trabajo. Así, no tenga V. reparo alguno en talar, enmendar y añadir lo que sea menester; que yo no he de sentirlo: antes al contrario, me aprovecharé muy gustosamente de la enseñanza.

Aunque no quiero distraer a V. de sus tareas, y menos en ocasiones como ésta, en que, en su retiro de Santander, dedica V. todo el tiempo a sus trabajos, le ruego que en un par de ratillos de lugar vea y me indique ligeramente qué ediciones tiene del Espejo de cristal de Pedro Espinosa, y si tuviere algunas anteriores a la 6.ª (Cuenca, 1637), o ésta misma, vea cuál es la primera de ellas en que Espinosa, al acabar de hablar el Ermitaño, añadió unos versos que empiezan:

«Tú, pues, ¡oh mercader! ya que me escuchas...»,

así como cuál sea la más antigua en que añadió el título, llamando a su obrita Espejo de cristal fino y antorcha que aviva el alma.

Ya, puesto a preguntar, perdóneme V. que siga: El arte de bien morir que cita D. Nicolás Antonio como obra de Espinosa, ¿será, cambiado el título, el mismo Espejo de cristal? ¿Tiene V. noticia de su otra obra Tesoro escondido, que D. Nicolás da por impresa en Sanlúcar en 1644, o sea seis años antes de la muerte de Espinosa?

En el Rengifo hallo dos composiciones de Espinosa: la que pone por ejemplo de la Canción 3.ª :

Amarga, macilenta, desmembrada ... »,

y la muestra de la 18:

«Ajeno de razón, de mí olvidado ...»;

pero yo no tengo más Rengifo que uno del siglo XVIII. ¿Quiere V. hojear las primeras ediciones, para ver en cuál se insertaron esas dos poesías por primera vez.?

Aunque no mejor de mis achaques, continúo trabajando en el Espinosa hasta diez u once horas cada día; pero, aun así, adelanto tan poco, que temo no terminar a tiempo el libro.

Perdóneme V., mi querido maestro, por las molestias que con mis peticiones le ocasiono, y disponga, como puede, de su affmo. amigo y discípulo que de corazón le quiere, y l.b.l.m.

Francisco Rodríguez Marín

Felices Pascuas y mil felicidades en el año nuevo.

Creo que Huntington vendrá por aquí a principios de Enero. ¡A ver si se lleva los libros del Duque! Como él quiera, nada más fácil, por lo que entreveo.

 

Rodríguez Marín - Menéndez Pelayo, p. 245-246.

Notas