Volumen 17 - carta nº 254

De JOAQUINA DE LA PEZUELA
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

[Madrid], 20 diciembre [ 1903 ]

Querido Marcelino: siento mucho tener que empezar diciendole que es un grandísimo feo; y las reconvenciones que no quiso oir aqui tendrá que leerlas ahora, porque es imposible dejar tomar mayor incremento a ese reuma que ya ha tomado tanto, y le va a estropear la vida por completo, aun, que a V., como los dolores no son vivos, le parece que no tiene importancia, por no fijarse bien en ello; siendo en efecto mucho peor que el reuma que tenemos otras gentes, que nos duele, pero que no habiendo hinchazon, nos deja movernos y continuar nuestra vida; no solo por la comodidad, si no porque para V. el impedirle moverse y hacer ejercicio, le traerá otros males que ataquen directamente las fuentes de la vida: por lo tanto dejese de sandeces, y atienda lo primero a su salud, que se le prepara sino una vejez anticipada y horrible, y mermar tambien mucho la vida por fin, sabiendo V. que en la otra vida, no hay libros viejos: así, mire lo que hace.

Muy sorprendida me tenia en efecto tan largo silencio al llegar, y ya estaba pensando que tendria efectivamente un ataque de reuma, habiendose quejado varios dias, y teniendo que acudir al salicilato, porque aunque me pasó por la mente cosa peor, lo deseché pensando que una cosa grave, de cualquiera especie que fuere, la hubieran puesto ahi los periodicos, y copiado los de aqui; pero no me figuré esta fealdad.

Me alegro que haya encontrado buena toda su gente y tan contentos a los recien casados, y que dure mucho tan satisfactoria situacion es lo único que hay que pedir a Dios.

Tambien es una suerte haga tan buen tiempo, que debe aprovechar para pasear: aqui ahora es detestable y solo ayer hizo un buen dia volviendo hoy la lluvia, aunque menos frio estos ultimos dias que antes.

Yo he salido algunos dias a hacer visitas pero apenas he visto a nadie, sintiendo mucho que ayer que fui con Leonor a ver a Valera, Dolorcitas no estaba, y el, nos dijeron los criados que estaba acostado, y durmiendo suponian ellos, porque no estaba enfermo. Como eran las cinco y media de la tarde nos pareció hora extrañísima de dormir y nos dijo una criada (nada guapa y bastante mal perjeñada) que habia trabajado mucho, todo ello nos parecio muy raro.

Estoy ahora muy mal de los ojos como podra V. apercibirse, y del estomago no muy bien tampoco, asi que la temporada es tristísima y como no está V. aqui no tengo compensacion de ninguna especie.

Anteayer no pude concluir esta porque no vela y ayer tube que ir a hacer visitas para aprovechar el coche que voy a dejar, porque me fastidia muchisímo salir por la tarde, y tengo mucho frio, y ademas tuve que ir con Julio al ministerio de Hacienda a firmar para que cobren los demas, porque lo que es yo, por la traza, no voy a cobrar nada.

Estuve un buen rato con Leonor Rivas que apesar de sus males se conserva mejor que Corina, de quien por cierto se quejó tambien algo.

Lo único que he podido leer son los cuentos de Enrique, que me han gustado por su tendencia y me han parecido escritos con sencillez de buen gusto y anoche volví al libro de Nisard.

Ya ve que la política esta cada vez mas revuelta, sin que se vea mas causa que los intereses privados, y los periódicos en tal furor y apasionamiento que ya ayer la Corrp.ª acusaba a Maura de querer destronar al Rey y hacerse el presidente de la Rp.ª ¿Para quien escribiran? Habrá alguien que tome en serio tales dislates? Me parece que es contar demasiado con la estupidez humana.

Ya no puedo escribir mas, ni queda papel, solo le desearé como a todos los suyos pase tan bien estos buenos dias, y entren en el nuevo año con tan buenos auspicios como le desea su vieja y buena amiga

Joaquina

Sea bueno y escriba cartas bonitas, que estoy tristísima y no puedo con mi alma.