Volumen 17 - carta nº 224

De ADOLFO BONILLA Y SAN MARTÍN
ABOGADO Y CATEDRÁTICO
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

25 noviembre 1903

Queridísimo maestro y amigo: —¡Me pregunta Vd. en su muy grata por el Vives! ¡En suspenso, como todo lo demás! He estado a dos dedos de trasladar mi domicilio al cementerio; una fiebre palúdica me ha tenido bastante grave, dejándome amarillo, ¡flacucho!, y con todo el tipo de los discípulos del Licenciado Cabra. Ahora es cuando tengo un poquito de ánimo para escribir y para corregir pruebas. Por añadidura estuvo aquí el Dr. Simarro tres ó cuatro días, nos encontramos, hablamos de Vives, y me indicó que habia hallado tantas cosas estupendas, tantos atisbos colosales en la psicología del buenazo de Juan Luis, que estaba asombrado, con lo cual me dejó estupefacto, haciéndome sospechar que, ó yo soy un zote, por no haber hallado tan considerable número de lindezas, ó el Dr. y yo estamos tocando el violón.

En cuanto haya más pliegos, se los remitiré sin demora, como también los de los Anales y hasta cierto articulazo con muchas pretensiones y muchos monos, que saldrá en Hojas selectas y que trata de la Emperatriz Josefina. Fué escrito en tiempos en que sabia yo quien fué Napoleón, que lo que es ahora, á consecuencia del aislamiento y de la fiebre, no sé una jota de nada, ni pienso saber en mi vida. El Derecho Mercantil me trae de mala manera.

¡Cuantos deseos tengo de verle y de hablar con Vd.! El día 7 llegaré á esa. ¡Me temo que para entonces se haya Vd. marchado á Santander.

Es su amigo y discípulo devotísimo q.s.m.b.

A. Bonilla y S. ⁿ Martín