Volumen 17 - carta nº 189
De MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO
A ENRIQUE MENÉNDEZ PELAYO
Madrid, 2 noviembre 1903
Mi muy querido Enrique: Recibí tu carta, y antes de ella había tenido buenas noticias vuestras por Joaquina, que por cierto me dió a conocer (quedándose con el número, sin duda para esas extrañas colecciones que ella arma) un artículo tuyo muy original y cariñoso que profundamente te agradezco, y que me ha gustado mucho.
No sé si en Hacienda será posible la reposición de Rojo Gandía; creo que no, porque ahora todos los destinos de aquel Ministerio se han hecho inamovibles. Siento muchísimo lo que le pasa a ese infeliz, pero no veo modo de remediarlo. Sólo con un destino municipal podría ir trampeando, y para eso no hay que pensar en este horrible Madrid donde cada mendrugo de pan tiene cien aspirantes.
Me parece muy bien lo que me dices de la estufa y demás obras de la Biblioteca. ¿Diste a encuadernar la Revista Hispano-Americana?
A Mendoza le daremos un tiento cuando vuelva Picón, que está en no sé qué pueblo de Aragón acompañando a su hijo que ha estado enfermo de mucha gravedad. El Español se inauguró brillantemente con Fuente Ovejuna, refundida o más bien capada de un modo inicuo por los modernistas Bueno y Valle Inclán, que ni siquiera se enteraron del sentido político e histórico de la obra, suprimiendo lo más esencial de ella.
En fin un sacrilegio que presencié con indignación. Pero a fuerza de tener el drama lo que tiene dentro y de lo bien representado que fué, interesó al público a pesar de tan bárbaras profanaciones. Lejos de cobrar derechos por tales refundiciones se debía imponer una multa de gran cuantía a quien las hiciese.
En los teatros del género chico hay un escándalo cada noche. El público silba con mucha justicia todos los esperpentos que se representan, y la Sociedad famosa impone a los empresarios la obligación de representarlas aunque esté el teatro vacío, so pena de prohibirles el repertorio. Anteanoche salió de Apolo la muchedumbre, pidiendo las cabezas de Jackson y de López Silva, y algunos pedían también la de Sinesio.
Muchos abrazos a la madre, cariñosos recuerdos a María y sabes cuánto te quiere tu hermano
Marcelino
M. P., Enrique - M. P., Marcelino , p. 72-73.
SÁNCHEZ DE MUNIÁIN, J. M.ª: Antología de Menéndez Pelayo, I, p. 254; II, p. 947 (fragmentos).