Volumen 17 - carta nº 115

De FRANCISCO RODRÍGUEZ MARÍN
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Sevilla, 31 agosto 1903

Mi muy querido maestro y amigo: Al regresar de Madrid, adonde fuí en busca de otros médicos, encontré en este Senegal la gratísima carta de V. Mucho antes de ahora le hubiera contestado; pero mis achaques y mis retrasadísimas tareas lo han dispuesto, a pesar mío, de otro modo.

Lo que yo tenía en la laringe y aquí no habían visto era un pólipo, que, puesto como sordina y como cuña entre las cuerdas vocales, impedía la fonación. Me lo extrajeron hace un mes, pero aún a estas horas no tengo clara la voz, y temo, o que quedara algo por sacar, o que esté comenzando a reproducirse. Menos mal que son benignos los tumores de esta clase: simples papilomas . En fin, sea lo que Dios quisiere, y pueda yo seguir leyendo y escribiendo para desechar a ratos la tristeza.

Muchísimas gracias por los encomios que V. hace de mi Barahona. Bien se me alcanza que los han extremado el cariño que V. me tiene y los buenos ojos con que mira mis libros. Mandé un ejemplar a Serrano Morales, con quien tengo buenas relaciones hace algunos años.

Creo que en cuanto a nuestro Quevedo no hay otra solución que seguir imprimiendo aquí, en casa de Díaz. Por lo que he oído a Valdenebro, él espera a cobrar lo de Madrid para empezar la impresión del tercer tomo. Quizás convenga que V. le dé prisa. Por mí no sufrirá tardanza la publicación. Un día de éstos consultaré a V. sobre algunas dudas, para evitar el riesgo de dar por textos lecciones que deban ir en las notas, bien íntegramente, o bien sacando las variantes.

Mañana pondré mano de firme a preparar el Espinosa, abandonado de mucho tiempo acá. Me asusta el montón de apuntes que para él tengo. A las noticias que recogió Quirós he añadido muchísimas: como otro tanto en las referentes a los antequeranos y tres tantos en las demás. Allá veremos cómo sale esto, y si, no habiendo cosa mejor (aunque algo sé de que habrá), la Academia da un padre compañero al Barahona.

En cuatro ratos que, más bien buscando tertulia que papeles, he pasado en este Archivo Municipal, se me han venido a la mano muy curiosas noticias de Ruy Páez de Ribera, de Gonzalo Martínez de Medina y del que hasta ahora veníamos llamando Pero Ferrús, que no es sino Pero Fernández, abreviado así: [calco]. Del primero he hallado las escrituras de venta (1403) de lo último que le quedaba: del donadío de Castril, en la Puebla de los Infantes; el segundo era arrendador de las rentas de Sevilla: así se explica lo de las pujas que le decía Ferrant Manuel de Lando (n.º 280); y el tercero era jurado en 1401 y además contador mayor del Concejo en 1406, a la muerte de Enrique II. Estos libros del Mayordomazgo de la Ciudad son interesantísimos. No en ellos, sino en los antiguos pleitos de Sevilla, he encontrado muchas noticias de Garci Sánchez de Badajoz y de sus hermanos y sus ascendientes. Garci Sánchez era menor de edad en Febrero de 1492, y mayor de 25 años en Septiembre de 1493: luego había nacido en 1467 o 1468. He hallado y calcado su firma. Era oriundo de Badajoz, pero nació en Écija, tal como V. lo había conjeturado.

Se me acaba el plieguecillo. V. mande, como puede, a su affmo. amigo y discípulo que muy de corazón le quiere, y le besa la mano,

Francisco Rodríguez Marín

Rodríguez Marín - Menéndez Pelayo , p. 236-238.