Volumen 16 - carta nº 25

De RICARDO SPOTTORNO
EMBAJADA DE ESPAÑA CERCA DE LA SANTA SEDE
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Roma, 18 marzo 1901

Mi muy querido maestro: Recibí el libro de romances que V. me mandó, á su debido tiempo, y lo considero como contestación á mis anteriores. Los que para V. tengo del fraile de quien le hablé, se los enviaré uno de estos dias, D.m., pues no encuentro como creí, ocasión de mandarselos por un mi amigo que fuera á esa.

El otro dia tuve el gusto de almorzar con Mazzoni, profesor de Estudios Superiores en Florencia, que ha venido aquí á leer y explicar en la Sala Dante, el canto 2.º de la inmortal obra del gran florentino, y á dar dos conferencias sobre la moralidad en la novela, cuestión tan debatida por todos y de tan poco fácil solución. También conocí y traté al eminente profesor de esta Universidad, Barzelloti, que explica espléndidamente historia de la filosofia; tuve ocasión una vez más, de oir de labios autorizados y no ciertamente de nuestro bando, la corroboración de muchas ideas por V. emitidas. Y es hermoso ver, cómo estas gentes, que como digo no pecan de católicos, hablan del atroz krausismo, y del modo útil para su tiempo con que funcionaron armas terribles cual la del Santo Oficio.

Es claro que la personalidad de V. fue tema favorito de las conversaciones que sostuve, y Barzelloti, conocedor de trabajos por V. publicados, me pidió sus señas para enviarle un trabajo que sobre Taine ha escrito. Tal asunto trajo consiguientemente la conversación sobre lo que V. dice en las Ideas estéticas y que Barzelloti no conocía; á ser posible desearía enviase V. para él más que otra cosa, el tomo de la Ciencia española en que hizo V. el magistral catálogo de lo que á España debe la universal cultura. Sería tanto más conveniente, cuanto que el tantas veces citado profesor, desea conocer de modo cierto nuestro movimiento en tales materias.

Hago punto final no sin decirle, que suponiendo á Ramón académico, le escribí ayer dándole la enhorabuena; y además que, ajeno á cuanto por ahí pasa, que no sean las luchas políticas, que tan espléndidamente relatan los periódicos, desearía saber, quien ha sido nombrado en la vacante de D. Ramón (q.e.p.d.). ¡Pobre Riaño! ¡Como recuerdo aquellas comidas en su casa con el Moro y Castro y Serrano!

Recuerdos mil á los contertulios, y reciba V. con afectos de Multedo, el cariño que le profesa

R. Spottorno