Volumen 13 - carta nº 85

De LEOPOLDO ALAS
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Oviedo, 19 septiembre 1894

Muy querido amigo y condiscípulo: Anteayer salió para Gijón el Dr. Arturo Farinelli que estuvo aquí tres días y creo que va satisfecho del modo como le tratamos. Es, además de persona doctísima, como Vd. decía muy bien, muy sencillo, amable y simpático. A todos nos encantó su trato y admiró su ilustración. Procuré que viera lo más presentable que hay por aquí y comprendí que lo que más impresión le había hecho había sido lo que habló con Adolfo Posada y el carácter y condiciones de este modestisímo y virtuoso apóstol de la propaganda pedagógica, en él nada pedantesca.

Farinelli me gustó desde el primer momento por el modo de hablar de Vd., pues demostró que ha penetrado su Menéndez y Pelayo de veras. Venía admirado no sólo de Vd., sino de su biblioteca y planes.

Como no es huraño ni de los sabios que desprecian los efímeros placeres de la Sociedad, le pude llevar muy a su gusto dos noches a mi palco y al paseo y corrió y se divirtió como si no hubiera seicentismo en el mundo.

A mí me caló desde el primer momento y tuvo la delicadeza de no echar de menos en mí al erudito que no hay ni con cien leguas. Pero congeniamos, estábamos de acuerdo en religión, tolerancia, Pelayismo y en punto a Carlyle, Macaulay, Renán, Taine, y si no en lo de Lope y Calderón, esto por culpa de que yo no he estudiado bastante ni a uno ni a otro. Nos ofrecimos volver a vernos... y al despedirnos en la estación... me dió un ¡beso! Terrible barbarismo. ¿Y Vd.? ¿Cuándo viene por aquí?

Dentro de unos días le mandaré a Madrid un catálogo de los libros que dejó aquel pobre Orbón, traductor de alemanes e ingleses, que se murió de repente. Lo probable es que no le convenga a Vd. ningún libro de estos; pero podía, por una casualidad... Recuerdos de los amigos. Suyo siempre de corazón,

Leopoldo Alas

Clarín - Menéndez Pelayo , II, p. 92-93.