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Epistolario > Volumen 12 (Julio 1892 -... > Vol. 12 - carta 657

Datos del fragmento

Remitente FRANCISCO RODRÍGUEZ MARÍN Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha 11 mayo 1894 Lugar Osuna

Texto

Volumen 12 - carta nº 657

De FRANCISCO RODRÍGUEZ MARÍN
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Osuna, 11 mayo 1894

Muy señor mío y bondadoso amigo: Aplazando la respuesta que debo a su gratísima carta de 7 de Diciembre para cuando remitiera a V. una nueva obrita cuyo original había entregado a Rasco a fines de aquel mes, se me han pasado nada menos que cinco meses. Perdóneme V. por tan largo silencio.

Le mando por este correo el ejemplar n.º 2 de ese librito, intitulado De rebusco. Le llamé así porque contiene los pocos y desmedrados frutos de una viñilla ya vendimiada: dos docenas de sonetos, los más de ellos escritos antaño y limados y remendados ahora, porque estaban faltos, cuál de un consonante enrevesado, cuál de un par de adjetivos rebeldes y cuál hasta de uno o dos versos, que no había tenido a bien sugerirme esta musa o musaraña mía. Estime V. la obrilla por la muy afectuosa voluntad con que se la envío y por mi serio propósito del buen acierto. ¡Así pudiera yo responder de lo demás como de esas dos cosas!

Y voy a contestar a la carta de V., dándole, ante todo, cordialísimas gracias por lo que en ella me dijo de mi anterior librito de sonetos. Con muy buenos ojos debió V. de mirarlos. Amo la buena tradición poética; leo y releo los buenos modelos; pero ¿y fuerzas propias para cultivarla con fruto y seguirlos dignamente?

Mucho me favorece V. con su ofrecimiento de hacer publicar en La España Moderna mi trabajo sobre Barahona, que aún no he terminado, en espera de unos curiosos datos que amigos residentes en Archidona y en Lucena han prometido mandarme, y de otros que acaso me facilite el señor Quirós de los Ríos, para quien he hallado, poco ha, noticias de Luis Martín de la Plaza, el racionero Tejada, Juan de la Llana y don Luis Emanuel de Figueroa. Todos ellos estudiaron en la Universidad de Osuna, mal que pese a los manes del Manco de Lepanto, que nunca la mentó sino para ridiculizarla. Volviendo a Barahona, creo que don Aureliano Fernández-Guerra (para quien mando a V. otro ejemplar de mi librito, con súplica de que se lo entregue o se lo envíe en mi nombre) hizo algunas indagaciones acerca de la vida del vate de Lucena. ¿Obtuvo de ellas buen resultado? Hay, entre otras cosas de Barahona que no entiendo, una que me tiene harto confuso. Estudiaba Medicina en Osuna en los años de 1570 y siguientes, y díceme don Juan Quirós que el autor de La Angélica tomó parte, siendo corregidor de Archidona, en la guerra emprendida contra los moriscos de la Alpujarra, guerra que, como V. sabe, comenzó en 1569 y duró dos años. ¿Cómo concertar estas medidas? ¿Fué, pues, corregidor antes que estudiante de Medicina? ¿De qué edad estudiaba? Murió en 1595, y tengo, certificada, su partida de sepelio; pero en ella no se dice de qué edad falleció. La partida bautismal no parece. Y antes de pasar a otra cosa: ¿sabe V., o sabe don Aureliano, de quién sea y dónde se encuentre un soneto dirigido a Barahona y que comienza:

«Si a la sombra del gran Duque de Osuna
Os casáis en su villa de Archidona...»?

La mujer fué una doña Mariana, poetisa, mala por cierto.

Mil perdones por estas preguntas. Tan pronto como termine mi trabajo lo mandaré a V., y crea que no sé cómo encarecerle mi agradecimiento por la protección que para él me ha ofrecido; bien que, si no el padrino, ¿quién ha de sacar de pila a la criatura? Porque ya sabe V., pues se lo dije en carta añeja, que esa quisicosa que estoy escribiendo sobre Barahona irá dedicada al autor de la Historia de las ideas estéticas en España y de tanto y tanto excelentísimo libro. Refrán corre en Andalucía que justifica mi propósito: «A padre chico, padrino rico.»

Aceptada también, y también de todo corazón agradecida, su promesa de proponerme para académico correspondiente de la de la Historia luego que para ello no haya el obstáculo legal que me indica. Bueno es que se pase algún tiempo antes de verificarlo: yo, entretanto, procuraré de todas veras irme haciendo merecedor de esa distinción.

Pensando que tendría el gusto de ver a V. en Sevilla por la feria del pasado Abril, me llevé para dársela a V. una colección de El Centinela de Osuna, semanario que fundé y dirigí en 1886 y en el cual colaboró no poco nuestro García Blanco. Como sé que V. desea conocer cuanto mi paisano y maestro escribió en los últimos años de su vida, le envío por el correo esa colección. Lo que hay en ella mío vale tan poco, que sinceramente ruego a V. que no lea nada de lo que lleva mi firma.

Para carta basta, y aun sobra la mitad. Consérvese V. bueno, otórgueme el favor de dejarme ver su letra tan frecuentemente como se lo permitan sus muchas ocupaciones, dígame con toda franqueza lo que opine del nuevo librillo de sonetos, y disponga como le plazca de su affmo. amigo y entusiasta admirador, q. l. b. l. m.,

Francisco Rodríguez Marín

P.S. Hoy mando al señor Lázaro un ejemplar de De rebusco, rogándole que dé o encargue de dar cuenta de ese librejo en La España Moderna . Si los cuatro renglones que allí se le dedicaran fueran de V., ¡miel sobre hojuelas!

 

Rodríguez Marín - Menéndez Pelayo , p. 11-14.

Notas