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Epistolario > Volumen 12 (Julio 1892 -... > Vol. 12 - carta 552

Datos del fragmento

Remitente JAMES FITZMAURICE KELLY Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha 14 febrero 1894 Lugar St. Charles College, St. Charles Square, Londres

Texto

Volumen 12 - carta nº 552

De JAMES FITZMAURICE KELLY
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

St. Charles College, St. Charles Square, Londres, 14 febrero 1894

Muy Señor mío y de toda mi apreciación: Se propone de republicar por primera vez desde el año 1631 The Spanisch Bawd por James Mab ó Mabbe, traducción inglesa harto tardía de la Celestina ; y puesto que será mía la tarea de escribir el prólogo de la nueva edición, me atrevo á preguntarle un aviso sobre varios puntos, pidiéndole perdón por la molestia que le proporciono, y que sólo su bondadoso interés en todo asunto literario puede dispensarme.

(1) Recuerdo haber leído (no sé donde) del descubrimiento por Gallardo de unos documentos, publicados mas tarde, sobre Fernando de Rojas, los cuales manifestaron que este llegó á ser Alcalde de Salamanca y que, después de casarse y tener familia, se murió en Talavera de la Reina, siendo allá sepultado en el monasterio de las monjas de la orden de la Madre de Dios. Pero no he alcanzado á ver la obra de Gallardo donde esto queda dicho, y le agradeceré infinitamente si V. me favorece con la fecha, el lugar y el título del opúsculo conteniendo tal declaración.

Leí con asombro en la Revista Contemporanea del 15 de Enero un artículo por D. Javier Soravilla donde se dice (en la página 49) que las fechas del nacimiento y la muerte de Rojas son desconocidas y que aquel Bachiller de Montalbán «siguió la carrera de la Iglesia». Parece esta afirmación algo incompatible con la ya citada de Gallardo en cuanto al casamiento y muerte de Rojas como también con la del «autor á un su amigo» donde se expresa claramente su condición: «siendo jurista yo». Quizás este último debe tomarse como chiste engañoso comparable á aquel otro donde se jacta de haber escrito todo, exceptuándose el primer acto, en quince días de vacaciones: cosa increíble á mi ver, aunque la tragicomedia no fuera sino brillante improvisación.

(2) El Sr. Soravilla parece no tener sombra de duda que fué Rodrigo Cota el Viejo él que escribió el primer acto: pués yo sí, tengo muchísima. Es evidente que esto es cuestión de opinión donde la certeza dogmática es casi inasequible. También ignoro las indagaciones hechas por el Sr. Soravilla de su propio cuento; pero si yo, extranjero y por lo cuanto inexperto, tuviese la osadía de formar un juicio sobre un punto tan discutible, lejos de aceptar el pronunciamiento ex cathedra del Sr. Soravilla, me inclinaría más bien á la opinión de Wolf, Barrera, Blanco White y otros muchos, que favorece la unidad de la obra, cuyo autor, para mi, es Rojas. Con todo eso, me acuerdo que la autoridad de Valdés está en contra y por consiguiente quisiera consultar la de V.

(3) Según Brunet, la primera edición de 1499 debe ser rarísima y, según M. Cat dice, no existe más que un ejemplar. Infelizmente, este escritor no nos da indicación alguna de donde está este ejemplar en la actualidad. No estuvo en la riquísima biblioteca del Sr. Ricardo de Heredia, Conde de Benavides, ni tampoco está en la K. K. Hofbibliothek de Viena. ¿Podría V. decirme si V. lo ha visto por acaso y si V. sabe donde está colocado hoy?

Punto y aparte. Tengo ahora una controversia amical con el Rev. Sr. Wentworth Webster, crítico de la Academy , sobre la influencia de los Árabes en España, la cual yo me siento inclinado á disminuir hasta un grado ínfimo. El Sr. Webster, que ha tenido la bondad de interesarse en mi Historia de la literatura española, hace lo posible, por lo contrario, para convertirme á su opinión que, por lo menos, las coplas son de origen árabe, fundándose en una fingida identidad de forma entre las coplas de España y los quartetos de las oraciones mahomedanos y los de sus poesías líricas. Es de balde que yo procure convencerle que el verso de cuatro renglones es indígeno á todo país y que se encuentra aún en la poesía del Tyrol (schnadehüpferl) como en la de Escandinavia donde, seguramente, la influencia árabe nunca ha llegado. Él siempre se apoya en la boga superior de la copla en Andalucía y en el Sud de España, comparada con la que tiene en Galicia, Castilla, Cataluña y las provincias vascongadas, etc.

¿Le parece á V. que esta boga es un hecho histórico ó no? y si lo es ¿debemos explicarla por la influencia árabe, siguiendo al Sr. Webster quien, por lo que el me dice, ignora el árabe por completo? Es posible que las primeras canciones populares han sido un tanto influidas por las de los moros: pero es difícil creer que tan primitivas cantinelas han llegado á nosotros bajo su forma original. Aún Nigra en su notable estudio sobre las antiguas canciones de Italia lo admite, apoyándose más en la materia que en la forma para probar su tesis que Donna Lombarda es del sétimo ú octavo siglo. No sé si el Sr. Simonet ha escrito sobre esta cuestión en La Ciudad de Dios y también ignoro hasta los títulos de los libros de los cuales V. habla en la Historia de las ideas estéticas donde se trata de los Mudejares.

No se moleste V. en su calidad de bibliófilo y coleccionista, con buscar aquí la nueva edición de Mabbe que será parte de los Tudor Translations; pues cuando salga de la prensa que será probablemente en el próximo otoño, será para mi un verdadero gusto enviárselo como prenda de simpatía y de la obligación que, en común con los estudiantes de las letras españolas, le debo á su magistral y docta enseñanza. Si por casualidad yo puedo servirle de ayuda, por humilde que sea, en cualquier asunto literario, será para mi un deber y una honra de cumplir con el encargo de V. que me tiene enteramente á su disposición.

Con mil escusas, quedo, muy Señor mío, su seguro y afmo. servidor q. b. s. m.

Jas. Fitzmaurice-Kelly

 

Notas