Volumen 12 - carta nº 523

De DOMINGO GARCIA PERES
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Setubal, 19 enero 1894

Mi queridísimo Amigo: a mi regreso de Lisboa el 13 del corriente hallé su carta del 6 del corriente que me da noticia de su quebrantado espíritu por la horrible catastrofe de su ciudad natal, y por la perdida de su tio, que vino agravarlo. Tomo parte en sus pesares, y justo sentimiento e confiado que resignacion cristiana y el tiempo le darán conformidad y resignacion.

Mucho le agradezco el libro de Memorias secretas de la Princesa del Brasil; en compensacion, el de los Falsos Sebastianes del Caballero Dantas, libro que se ha hecho raro, por [que] la edicion fué escasa, como aquel lo es aun mas, por ser mandado recoger por el Govierno luego que se publicó; así mismo, con el mio hay acá 3 ejemplares. Hice diligencias, pero en vano por algunas novelas de los siglos 16.º y 17.º, las mismas hubiera hecho por el Leal Conselheiro de D. Duarte, si hubiera recibido antes su carta, este ya lo encargué, y creo mas facilmente encontrar, si como espero lo recibo, allá irá.

En Lisboa encontré al Marqués de Jerez, que en sus excursiones a Portugal siempre halla algo; anuncia su llegada en los periodicos, y teniendo fama de comprar libros raros, hay lirones que los buscan y se los presentan, sin el buscarlos. V. fué objecto de nuestros paliques frequentemente y se me manifestó muy su amigo y admirador. Ofrecio-me reproducciones que está haciendo, entre ellas Flores de Poetas ilustres de P. Espinosa, y las que hace su hermano sobre asuntos historicos.

De sus libros quiero la continuacion, y de los extraños el del Abate Marchena y 3.º tomo del Catalogo de la libreria de D. Ricardo Heredia. No pediré á Murillo la Antologia de Poetas Americanos, porque a un ochenton poco ya le interesan coplas y romances, agradecido dispensole de su ofrecimiento. Hoy por hoy solamente leo y releo sus libros, algunos de historia, crítica literaria o cientifica para entretenerme (mas que para aprender) en estas noches eternas, junto a la chimenea, estoy ya como los musicos viejos que de su arte, no le queda sino el compás.

Acabo de recibir un libro de un Colega; catedrático jubilado de la escuela Medica de Lisboa, y casi del todo del ejercicio de la clinica, apesar de su competencia y fundada reputacion; retirado en su pueblo natal, vecino de ésta ciudad, que en los ocios que le concede el cultivo de sus propiedades rusticas, se ocupa en escribir algo sustanciso, casi siempre con desenfado, y fina ironia sobre asuntos de actualidad. Titulase el libro El Doctor Minerva al que dá como Autor de los compendios que sirven de texto en las escuelas primarias y secundarias de instruccion publica con aprovacion del Consejo de la misma. En su examen contra el libro, manifiesta los yerros aun de gramatica, analiza la parte que se refiere á la historia del país, que diseca, desmenuza y hace trizas. Del examen, naõ sale incolume, la mayor parte de cronistas e historiadores de los Reyes de las diferentes dinastias, que combate y sustituye con la que presenta, con cierta novedad, pero con miga. No he pasado del reinado de D. Sebastian, pero si lo que sigue á su epoca lo cuenta como hasta él lo hace, deve ser interesante.

Termino con dandole un escopetazo, como el año pasado le pedí abonase mi suscripcion á la Ilustracion española, para cuyo abono le mandé despues la Casa de Lara, igual pedido le hago ahora, quedando a mi cuidado satisfacer en libros, o en lo que me pida, por lo dificil que desde ésta es hacerlo en efectivo.

Disculpe mi buen Amigo esta libertad, confiado en su benevolencia, se toma el que lo es suyo afectm.º y reconocido q.s.m.b.,

Domingo Garcia Peres

P.D. Recomiendeme á mis Amigos Aureliano y Barrantes, que supongo verá con frequencia en la Academia.

El libro de los falsos D. Sebastian lo mandé franqueado por el correo.