Volumen 12 - carta nº 423

De DOMINGO GARCIA PERES
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Setubal, 7 octubre 1893

Estimado Amigo: como le supongo de regreso de Santander, deseo que haya gozado del convivio de sus Padres, familia y Amigos, y de descanso, para poder continuar y finalizar muchos de sus trabajos. Yo salí tambien á veranear, estuve en Caldas de la Reyna, y en la Figueira da Foz pasando en ésta diez días, en casa de mi Amigo el Conde de Monsaraz, siendo V. asunto de nuestros coloquios, por que llevé el ultimo tomo de su Estetica, de que se mostró tan agradado, que intenta mandar venir toda la obra, y alguna mas que yo le indique, luego que regrese a Lisboa en fin de mes. Preferí llevarle dho. tomo por referirse al romanticismo en Francia, cuya Literatura es por él (y os homes de lettras portugueses) mas manoseada y conocida, con el fin de que el conocimiento y juizio que V. tenia y formaba de ella, le diesen noticias de sí y de sus trabajos, que yo le afirmaba tener los iguales sobre las de Italia Alemania Inglesa &.&. Cuando llegue á Lisboa le mandaré o llevaré el Horacio y Estudios poeticos que juntos tengo en un tomo, y despues los Críticos, si antes no consigo que mande venir todas sus Obras, segun se me manifiesta su apasionado. Creo conveniente que V. acuse el recibo de los libros de poesias que le envió, de lo que yo le disculpe, abrumado de trabajos de catedra, exámenes y compromisos literarios con Academias &.&. como siempre está. El merece su amistad, es un muchacho de 30 a 35 años de corazon de bondad, para todos, que no es comun hallarlos en hombres ricos, que por mucho que lo sean, mas lo son en orgullo y soberbia.

En ida y vuelta de excursion estuve algunos dias en Lisboa; por mas diligencias no pude encontrar ni siquiera una novela de las por V. deseadas. Estas obras siempre fueron escasas acá entre las españolas, como lo fueron en los Conventos, de donde procedia la mayor parte que vino al mercado. Si mi Amigo el Director de la Biblioteca Nacional consigue llevar á termino el conseguir autorizacion para cambiar las obras duplicadas y triplicadas, que la Biblioteca posee, por otras que faltan, tal vez se obtuviese La Algebra de P. Núñez, pero esto llevaría tiempo infinito. Mis diligencias por descubrirle han sido vanas. Veré si la tiene y me la cede el Sr. José do Canto, de la Isla de S. Miguel.

No he recibido el l. ^r tomo sobre Poetas Americanos, que renuncio por el 3.º tomo del Catalogo de Heredia, que me dijo no mandaba por tener lo encajonado. Recibí si, el Marchena , y deseo me envie la que haya publicado y publique sobre las Ideas esteticas y la continuacion de su Antologia, cuyos he prestado a Th. Braga, que se ha manifesto mui grato por lo que de él dice V. Si uno pudiera fiarse en palabras de poetas, diria a V. que le oí algunas con promesa de dar noticia de la obra.

La pesquisa de los libros citados era para satisfazer el cambio de las Memorias de la Princesa del Brasil, que devolveré si V. no indica otros de mas facil adquisicion. Dicho libro fue escrito por un truhan, que en la Princesa del Brasil, supuso encontrar un Peru, engañado en sus calculos y no satisfecha su ambicion, amenazó con dicha publicacion, y no conseguido el intento la puso en ejecucion, poniendo en berlina a la que en muchos hechos y pensamientos fué consejero y guia: en los segundos no necesitaba de quien se lo sugeriese, por que eran pesimos, como su carácter y procedimiento. Del livro existen conocidos acá, ademas del que V. me mando, 1 en la Biblioteca Nacional y otro en Oporto en manos de particular. Antes huvo otro, que fué para esa, y dicen que para el Sr. Canovas. Era de un Sr. Feganiere empleado en el Ministerio de Extrangeros, que decia haver hallado en él una disposicion oficial mandando recoger todos los ejemplares, fechada poco despues de su publicacion, á cuya circunstancia atribuí su rareza. Y basta de libro que merece solamente por ésta circunstancia, algo que es poco para gastar tinta, e importunarle.

Dé noticias de sí y satisfaga el deseo de recibirlas de continuo que tiene su afectm.º y reconocido amigo q.s.m.b.,

Domingo Garcia Peres