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Epistolario > Volumen 12 (Julio 1892 -... > Vol. 12 - carta 400

Datos del fragmento

Remitente CASIMIRO DEL COLLADO C. DEL C. Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha 6 septiembre 1893 Lugar México

Texto

Volumen 12 - carta nº 400

De CASIMIRO DEL COLLADO
C. DEL C.
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

México, 6 septiembre 1893

Muy querido amigo y paisano: En cuanto recibí su estimada del 2 de julio, hice fijar en el Casino Español y repartí entre varios amigos, así compatriotas como mexicanos, la Circular que se sirve acompañarme, suscrita por las Sociedades literarias, científicas &.ª, de esa Corte, invitando para cooperar, por suscripciones voluntarias, al monumento que se proponen erigir á nuestro grande y nunca bien lamentado poeta D. José Zorrilla.

Otros miembros de nuestra Academia correspondiente de la de la Lengua, recibieron asimismo ejemplares de la propia circular, que supongo distribuirán con igual eficacia.

Unido á la Presidencia del Casino (los dos encabezaremos la lista de suscripción) haré todo lo posible para el mejor resultado del proyecto entre nuestros compatriotas, y no dejaré de procurarlo igualmente entre los mexicanos; pero no me animan grandes esperanzas en cuanto al éxito del noble propósito.

Para nuestros paisanos, hombres más de comercio que de letras, la situación presente es por demás dificil y angustiosa por la paralización de todos los giros, natural resultado, entre otras muchas causas no poco graves, de dos que constituyen la ruina de este país. Es la primera, la absoluta perdida de las sementeras y cosechas en los dos últimos años, y la consiguiente extracción de millones de duros para traer de los E.U. del Norte el maiz con que se alimenta la muchedumbre. Ni importa menor guarismo la saca de capitales para pagar todos los invertidos por empresas extrangeras en los ferrocarriles de la República. Es la segunda, la tremenda y creciente depreciación de la plata y los pesos, que estímese bajo el punto de vista que se quiera, de hecho disminuye á casi una mitad la fortuna de cuantos residen en estos países americanos, cuya principal producción es el ex-precioso metal.

Extranjeros ó nacionales, cuantos, hasta pocos años hace, contaban con más ó menos amplios medios de subsistencia, dificilmente afrontarán el aumento de gastos particulares, la merma de productos, y sobre todo, los enormes impuestos que nuestro Gobierno ha tenido que decretar para cubrir el presupuesto interior de gastos, y las obligaciones pecuniarias que ha contraido en el exterior, cuya enormidad sube de punto á medida que minora el del solo metal que aquí se produce.

Hay, además, respecto del actual México, politicamente considerado, una nueva dificultad de que hablo á V. con carácter de absoluta reserva. Perduran las malas prevenciones que aquí origino, largos años há, la severidad con que el Poeta, agradecido á la munificencia del Emperador Maximiliano, trató á estos susceptibles republicanos; y tendrán, me lo temo, ocasión de patentizar su malquerencia absteniéndose, por lo menos, de cooperar á la glorificación del bardo que consideran enemigo.

Las precedentes observaciones no impedirán que yo, como los demás miembros de nuestra Correspondiente, procuremos menos malos resultados que los que mis temores anticipan.

Indisposiciones de salud han retardado esta contestación á la grata de V. citada al principio: ruégole que me perdone; y reciba todo el afectuoso cariño de su viejo amigo y S.S.

C. del Collado

 

Notas