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Epistolario > Volumen 12 (Julio 1892 -... > Vol. 12 - carta 370

Datos del fragmento

Remitente ANTONIO RUBIÓ Y LLUCH Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha 13 julio 1893 Lugar Sardanyola

Texto

Volumen 12 - carta nº 370

De ANTONIO RUBIÓ Y LLUCH
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Sardanyola, 13 julio 1893

Mi muy querido Marcelino; hace un siglo que no te he escrito, pero mucho más que no te acuerdas de mí. En las pasadas vacaciones de Navidad, que con las de verano, son las únicas temporadas que puedo dedicar á la correspondencia, te escribí una carta haciéndote algun encargo que no cumpliste, como acostumbras, y por aquellas mismas fechas llegaria á tus manos un librito catalán, que te indicaría que por el contrario, los encargos que me haces no caen en saco roto. He aquí porqué te digo que tu silencio y tu olvido son algo más seculares que los mios. Pero en fin tengo que agradecerte el puntual envio de todo cuanto sale de tu pluma, escepto las obras de Milá (respecto de las cuales su familia y tú la habeis dado en prescindir de mí); y á manifestarte mi gratitud y mi satisfacción por esta atenta costumbre tuya, por la que se muestra que no ha envejecido la antigua amistad que nos profesamos, van dirigidas estas líneas, escritas en medio de una baraunda de quehaceres, á los que pienso dar fin y remate en estas vacaciones. Llevo hoy despachadas más de media docena de cartas, y no está todavia el sol á la mitad de su carrera; algunas más me toca contestar por la tarde. Mi atraso de correspondencia era extraordinario, porque al regresar á Barcelona, después de la descansada temporada que pasé en Madrid, donde como viste eché más de una cana al aire, todas las calamidades de Job cayeron sobre mí. Sucesivamente fueron cayendo enfermos todos los individuos de mi hogar, casi patriarcal, en lo numeroso, y así se pasó cerca medio año; de manera que apenas hace quince días que respiro con libertad y con alegria. Antes de todos estos percances, afortunadamente nació mi cuarto hijo, que lleva mi nombre, tan varón como los anteriores.

Pasemos á otros asuntos. Escribí por fin para el Centenario de Valera, el artículo que me pidió sobre el primer tomo de la Antología americana. Me alegraré que sea de tu agrado y que no te molesten los ligeros reparos que puse á tu trabajo, por aquello del buen parecer y de la honestidad crítica. El más motivado, á lo que creo, es el de la exclusión de los escritores vivos, que á la hora actual, te lo habrán hecho ya todos los periódicos americanos. No vayas á creer por eso que no veo los inconvenientes de la adopción de este segundo criterio. Hay allí tanto escritor vanidoso, que no hubieras dado gusto á todos, y aún quizás salieras peor librado.

Sobre tu primer tomo de la dicha Antologia escribí tambien un artículo para la Union Católica de Costa-Rica, y dos muy extensos, de más de veinte páginas cada uno para la Revista de Instrucción Pública de Colombia. De todos he encargado te manden un ejemplar. Veremos si cumplirán mis indicaciones.

Acabo de leer en este retiro campestre tu prólogo al IV tomo de la Antología de poetas líricos-castellanos. Te felicito por él de todo corazón. La semblanza de Ayala, puede ponerse al lado de la del Arcipreste de Hita. Sobre nuestros poetas de la Edad Media no se habia escrito nada parecido. Es una cosa primorosa tambien el análisis del Cancionero , y la distinción de las dos escuelas, la gallega y la italiana, está muy bien hecha y muy motivada. En adelante ya no me dará pereza explicar el periodo de los trovadores castellanos. Este año produjo gran efecto en mi cátedra tu prólogo relativo á la poesia gallego-portuguesa. Has dejado en él muy atrás a Milá, estableciendo definitivamente su fisonomia literaria. Ahora aguardo con curiosidad los prólogos de los tomos sucesivos de las dos Antologias castellana y americana. Por de pronto dejas escrita una parte muy importante de la literatura española: la historia de la poesia lírica.—Sé que te ocupas tambien en redactar el prólogo a las obras completas de Quadrado.—¿Has recibido un tomito mio de novelistas griegos? Quid tibi videtur?.— Dime que proyectos traes actualmente entre manos. Si puedes, no dejes de mandarme el tomo IV de las obras de Milá.—Su fastidiosa cuñada, á nadie obedecerá más que á tí. En tus manos está el hacerlo.—Tuyo afmo. amigo ex corde,

Antonio

 

Notas