Buscar: en esta colección | en esta obra
Epistolario > Volumen 12 (Julio 1892 -... > Vol. 12 - carta 363

Datos del fragmento

Remitente MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Destinatario ALEJANDRO GROIZARD Fecha junio 1893? Lugar Madrid

Texto

Volumen 12 - carta nº 363

De MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO
A ALEJANDRO GROIZARD [1]

[Madrid, junio 1893?]

Mi distinguido amigo: Agradeciendo profundamente la cortesía y deferencia con que Vd. y sus compañeros de Consejo se dignan invitarme á concurrir á la junta que ha de celebrarse esta tarde, no puedo ménos de manifestarle la absoluta imposibilidad en que me encuentro de acceder á tales deseos, por haber presentado en Mayo de 1891 mi irrevocable dimisión del cargo de Consejero. Es cierto que sobre ella no ha recaido hasta el presente resolución alguna, pero yo desde la fecha citada dejé de considerarme como individuo de ésa Corporación, y ni he vuelto á asistir á sus sesiones ni he tomado parte en sus tareas: razon que moralmente me incapacita ahora para asistir, segun he manifestado ayer mismo al Sr. Ministro de Fomento.

Ageno yo de todo punto, como saben bien cuantos me conocen y tratan, á todo lo que éstos días se ha dicho y escrito sobre la cuestion ya antigua de un expediente de provisión de categorias en que anduvo mezclado mi nombre; y deplorando más que nadie los ataques y censuras de que haya podido ser objeto ese alto Cuerpo consultivo, cuyo decoro y prestigio soy el primero en respetar y al cual tanto me honro de haber pertenecido, entiendo que la mejor manera de mostrar este respeto y consideración mía es el absoluto silencio que hasta ahora he guardado y me propongo guardar en éste asunto, que por mi parte estaba ya olvidado y al cual siempre he concedido poquísima importancia, siendo para mí motivo de gran sorpresa el calor con que se discute por una y otra parte. Yo ni puedo ilustrar la opinión del Consejo en un asunto cuyos trámites ignoro, ni ménos dar ni recibir explicaciones sobre actos y pareceres en que no he tenido intervención alguna. Ni acierto á comprender tampoco en qué puede padecer el decoro y prestigio de una Corporación tan elevada y respetable como el Consejo por los juicios y censuras que la prensa periódica haya formulado, como diariamente los formula sobre todo género de actos oficiales y de instituciones, á tenor de la impresión del momento. Yo no tengo que responder á nadie de lo que á cada cual se le ocurra escribir en los periódicos tomando ocasión ó pretexto de mi nombre. Precisamente los periódicos más afines á mis ideas políticas son los que más tibios se han mostrado en mi defensa ó en lo que consideraban tal.

Conozco demasiado la acendrada rectitud y justificación del Consejo que fué ponente de aquel dictámen, y de los demás señores que se adhi[ri]eron á él, ya en la sección, ya en el pleno, para tener la más leve sospecha acerca del espíritu de imparcialidad con que seguramente procedieron. Ellos votaron, como siempre, lo que entendian que era justo y legal: el Consejo hizo suyo el dictámen, y no hay para que volver sobre una cuestión definitivamente fallada.

Mi opinion particular sobre el fondo de éste debate importa poco, y no pienso exponerla ni en el Consejo ni fuera de él, tanto por lo enojoso que es siempre hablar de sí propio, cuanto por el respeto que profeso á toda convicción honrada y sincera, por muy adversa que sea á las mias. Creo que el actual sistema de provision de categorias y de concursos es funesto para la vida científica y para la dignidad del Profesorado y ha de producir cada día peores frutos, pero esta firme creencia mia no pretendo imponérsela á nadie. Mi cuestión personal nada importa: casos hay, (y algunos bien recientes) mucho más graves que el mío, puesto que yo en el fondo no he sufrido perjuicio alguno, ya que por otros conceptos disfruto la única ventaja inherente hoy a la categoría de término.

Sírvase Vd. dar á conocer á sus compañeros (si en ello no ve inconveniente) esta franca y leal manifestación de mi sentir, asegurándoles al propio tiempo que no sin profunda pena, y cediendo sólo á imperiosas razones de conciencia y decoro personal, insisto en la dimisión presentada hace dos años, y dejo de pertenecer á una corporación en que siempre encontré tanta benevolencia, y de la cual conservo tan gratos recuerdos.

De Vd. siempre muy afectuoso amigo y s.s.q.b.s.m.

M. Menendez y Pelayo

 

SÁNCHEZ REYES, E.: Don Marcelino , p. 441-442 .

Obras Completas, LXV (Varia III), p. 90-92.

Notas

[1] No se conserva con esta carta.

1 Esta carta, sin fecha, que por el asunto situamos aproximadamente en este mes, tiene algunas tachaduras y correcciones, por lo que podría ser el borrador de la que envió al destinatario.