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Epistolario > Volumen 12 (Julio 1892 -... > Vol. 12 - carta 30

Datos del fragmento

Remitente JUAN VALERA Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha 3 agosto 1892 Lugar Madrid

Texto

Volumen 12 - carta nº 30

De JUAN VALERA
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Madrid, 3 agosto 1892

Mi querido amigo Menéndez: Ayer recibí la carta de Vd. del 1, y asimismo el artículo De los historiadores de Colón , que he leído en seguida, y hallo, como todo lo de Vd., lleno de erudición y de muy atinado, alto e imparcial juicio, sin que deje por eso de ser ameno en la lectura.

Irán las pruebas para que Vd. las corrija, pues en la imprenta suelen poner muchas barbaridades. Como el artículo es largo para las proporciones de nuestro Semanario, Vd. mismo le dividirá en dos, poniendo el segundo donde mejor convenga.

Mi mujer sigue en las mismas indecisiones, y con ellas me trae mareado. Ya se quiere ir, ya se quiere quedar, prescindiendo del veraneo, y no sabemos a qué nos hemos de atener. Carmen tiene muy buen humor, todo lo ríe, y creo que le importa lo mismo irse que quedarse. De ambos modos se divierte.

Si no hubiera sido por el recelo de que se encandilasen de nuevo los amorosos corazones de Luis y la joven hebrea Irene, que está en La Granja, en la sinagoga bauérica, a La Granja hubiéramos ido, como todos los años.

Aquí, la verdad, hace un tiempo delicioso; ni calor ni frío. La temperatura no mueve a veranear; la moda es quien mueve. Madrid va quedando, o ha quedado ya, huérfano de high life. Mañana se largará la Gran Piruja, viuda de Varios, y apenas tendré yo después donde ir de tertulia y a jugar al tresillo.

La propia Antoñita se fue anteayer a esa Provincia. Tomará baños en un lugarejo cerca de Potes, y luego irá a ver a los Casa-Mena. Tal vez vea Vd. a Antoñita por ahí.

El Centenario, Revista, no prospera gran cosa; pero en fin, yo espero aún que no perderemos. Supongo que Vd. le recibirá ahí.

Procúrenos Vd. ahí algunas suscripciones. Amós Escalante y otros ricachos, a quienes Vd. celebra en su bellísima Epístola, comparándolos a los Médicis y a otros togados mercaderes de Florencia, Venecia y Génova, bien pudieran suscribirse.

Yo, por mi parte, en vista de que el artículo de Vd. es muito comprido, y que se dividirá en dos, ya trataré de que el gran Rada, que ha ido a Huelva, consienta en que paguemos a usted 40 soles, o dígase duros. Picatoste nos ha escrito otro artículo, muy interesante, sobre las ciencias naturales en América y España en el siglo XVI, que saldrá pronto. Tengo también un artículo, cuajado de excentricidades y rarezas, pero rebosando ingenio, de Pepe Alcalá Galiano, sobre la próxima futura Exposición de Chicago.

En suma, yo entiendo que con esto de Picatoste, el artículo de Vd. y los míos, y páseme Vd. la inmodestia, ya podemos afirmar que todo lo que se inserta en El Centenario no es incoloro e inodoro. Hay, además, algunos trabajos, estimables por su erudición, como los de Cesáreo F. Duro y Jiménez de la Espada. Castelar es quien está dejado de la mano de Dios, y escribe en mi sentir peor que nunca: con un gongorismo flamante, verdaderamente ridículo. Para admirarse de esta nueva gracia del gran tribuno conviene leer el artículo titulado La noche triste. Celebro que se dedique Vd. con fervor a la Antología de líricos americanos y que salga bien de la empresa.

Adiós, y créame su afmo. y buen amigo

Juan Valera

 

Valera - Menéndez Pelayo , p. 442-443.

Notas