Buscar: en esta colección | en esta obra
Epistolario > Volumen 11 (Enero 1891 -... > Vol. 11 - carta 100

Datos del fragmento

Remitente JOSÉ M.ª DE PEREDA Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha 16 marzo 1891 Lugar Santander

Texto

Volumen 11 - carta nº 100

De JOSÉ M.ª DE PEREDA
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Santander, 16 marzo 1891

Querido Marcelino: Dejando para otra vez la tarea de explicarte el cómo me he dejado enredar en la maraña senatorial en que me ves, tercero o cuarto desatino de los gordos en que he incurrido este año, dígote para tu conocimiento y después de haber enterado a Sinforoso y cómplices, de tu carta del 14, que si se contara por mayoría de Económicas, ya teníamos ganado el pleito pues contamos con ésta, la de Liébana, la de Oviedo y la de Zamora; pero entre las cuatro no dan más que cinco compromisarios. De Palencia, me afirman que hoy por hoy , se puede contar con otras dos, y hay quien asegura que tenemos en Santiago hasta seis. Tanto de esta ciudad como de Palencia faltan noticias verdaderas y directas, que se tienen pedidas y vendrán de un momento a otro. De donde ni directa ni indirectamente sabemos nada, es de León, adonde se ha escrito por varios conductos. En León podría hacer mucho el Marqués de Montevirgen, hermano del de S. Carlos, Vicepresidente del Senado. Con dos o tres compromisarios que lográramos allí y otros cuatro o seis en Santiago, estaba ganada la partida, pues a ninguno de los restantes candidatos le quedaba otro tanto; sin contar con que lo de Palencia sería todo para mí si se retirase el candidato propio que tiene aquella Económica, sin un voto fuera de allí y a lo sumo de León.

Por más que diga Montero Ríos, me cuesta muchísimo trabajo creer que con la fuerza que manda en Santiago la gente de sotana y adherencias, no pueda sacar siquiera cuatro compromisarios de los once o doce que da aquella Económica.

Así, pues, donde más falta hace un influjo de peso, como ese que, según me dices, está dispuesto a prestarnos, aunque inmerecidamente, el señor Silvela, es en León y Palencia. Con Santiago ya se entenderán aquellos carcundas, que están trabajando la partida hasta con entusiasmo.

Adelante tú ahora con tus buenos propósitos, de empujar con brío y a tiempo, y aun al amigo Liniers que me dispensa el honor de ayudarte, sin saber yo cómo pagárselo, lo tengo presente también. Por grande que sea la repugnancia a meterse un hombre en estos líos, una vez metido en ellos ya no queda otro recurso que echar el resto y los bofes para «vencer o morir» como los progresistas de Espartero.

Enterado del recibo de tu carta y conforme con ello en todo, hace aquí punto hasta otra, tu apasionado amigo,

J. M. de Pereda

 

Pereda - Menéndez Pelayo , p. 128-129 .

Notas