Volumen 10 - carta nº 62
De JOAQUÍN M.
a DE LA BORBOLLA Y GÁRATE
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO
México, 3 junio 1889
Muy ilustre Señor mio: Hace un mes precisamente, habeis pronunciado en el Seno del Egrégio Congreso Católico Español, un discurso que, además de enalteceros, y atraer sobre vos las bendiciones del cielo, cederá siempre en honor de la Iglesia Cátólica, y en honra de las letras españolas.
Católico por convicción, é hijo de padres españoles, me encuentro honrosamente unido á vos por dos poderosos vinculos; el de relijión y el de origen: esto há producido en mi el deseo de escribiros, y dedicaros los dos sonetos adjuntos; el uno personalísimo y el otro arbitrario: dignaos aceptarlos, como una débil muestra de admiracion y cordial simpatia, de quien tiene el honor de suscribirse de vos, con la mas alta consideración, y en esta vuestra casa, ubicada en la calle del Puente del Correo Mayor num. o 9, afmo. y muy at. o Seguro Servr. Q.V.M.B.
J.M.de la Borbolla y Gárate
ANEXO A CARTA DE 3 JUNIO 1889
Al muy ilustre Señor,
Dn. Marcelino Menéndez y Pelayo
de la Real Academía Española,
con motivo de su discurso pronunciado el día 3 de Mayo proximo
pdo. en el Congreso Católico Español.
-SONETO-
Forma insigne alcanzó, Roma pagana,
Y, estética, la Grecia esclarecida:
Mas, el fondo, del alma luz y vida,
Faltó á su Teogonía, absurda é insana:
Forma invencible, en la razon cristiana,
Tan sólo existe, y grande, al fondo unida;
Y alta prueba ofreceis, por vos rendida,
Reciente, en vuestra tésis soberana.
Católico el Congreso inaugurado;
Y, de luz teologal, con el sustento,
Vuestro inmortal discurso, iluminado:
De erudición y buen decir portento;
A las letras con él, habeis honrado,
Y á la verdad, construís un monumento.
J. M. de la Borbolla y Gárate
Dedicado al muy ilustre Señor
Dn. Marcelino Menéndez y Pelayo, de la
Real Academia Española.
EXISTENCIA DEL PAPADO
-SONETO-
De Pontífices Súmos, portentosa,
Del cielo Emanacion, del Orbe vida;
Desde Pedro á Leon trece, interrumpida,
Jamás se vio, la sucesion gloriosa:
Cátedra Sacrosanta y luminosa;
Majestad, cual ninguna combatida;
El infierno y el mundo, ante su Egida,
Tiemblan y caen, con marca ignominiosa
¿Qué fuerza, qué poder, asi mantiene,
De ¡Siglos! á través, la permanencia
De un bien, que al mal confunde y le contiene ... ?
La luz repelerá de la evidencia,
Quien no admita ¡el milagro! que sostiene,
Del Papádo en el mundo la existencia
J.M.de la Borbolla y Gárate