Buscar: en esta colección | en esta obra
Epistolario > Volumen 9 (Noviembre 1887 -... > Vol. 9 - carta 180

Datos del fragmento

Remitente JOSÉ M.ª DE PEREDA Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha 21 marzo 1888 Lugar Santander

Texto

Volumen 9 - carta nº 180

De JOSÉ M.ª DE PEREDA
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Santander, 21 marzo 1888

Querido Marcelino: Te agradezco mucho la atención que has prestado a mi recomendación, y he trasmitido tus mismas palabras al P. Coloma, que también las agradecerá.

Creí haberte avisado el recibo de tu estupendo primer volumen del IV tomo de las Ideas Estéticas, que sólo he hojeado, porque tiene muchísima lectura y no es para devorada de prisa. Pero ¡qué ameno es por donde quiera que se abra! Clarín hablándome de él en una de sus últimas cartas, se pasma no tanto «de lo que sabes, como de la manera de saberlo y de expresarlo». Y así es la verdad. Hacer entretenida como la mejor novela una obra sobre asuntos de estética, y voluminosa además, sólo al diablo y a ti os es posible.

Vamos a otra cosa: un señor don Andrés Ruiz Cobos, de Madrid, me escribe pidiéndome un retrato y algunos renglones autógrafos para una publicación que va a empezar, de estudios biográficos y críticos de escritores y artistas. Díceme además, que estos estudios «estarán hechos por críticos de tanta fama como Menéndez Pelayo, Alas, Cañete, &» ¿Es esto verdad? Hazme el favor de responderme, a correo vuelto, si puedes, porque de lo que me digas depende que yo conteste o no al susodicho Ruiz Cobos, cuya carta lleva muchos días ya, perdida en el Océano de ellas que tengo sobre la mesa.

Sobre lo que me dices de La Montálvez, no quiero replicarte por aborrecimiento que he cobrado al asunto. Unicamente te diré que te equivocas si piensas que a mi me duele que se discutan mis libros; que prefiero el aplauso cerrado, y que no hubiera visto con grandísimo gusto en letras de molde un juicio tuyo basado en las mismas impresiones que te inspiraron tu carta anteúltima. Lo que mata a los libros, es el silencio o el bombo inmerecido, y lo que les da vida e importancia es el calor de la crítica serena y justa.

De Tamayo (y vaya esto por lo que del caso hemos tratado ya) recibí el día de mi santo una tarjeta, en cuyo respaldo me dice que no me ha escrito su opinión sobre La Montálvez por falta de tiempo para lo mucho que se le ocurre. Que el libro, como mío, es admirable; pero que si merece muchas coronas, también algunos azotitos, lo cual, si no es sincero, es, por lo menos, galante, y mil veces preferible a la cursilada (con fondos malévolos, en mi sentir) dada a luz por Ortega Munilla en El Imparcial del anteúltimo lunes.

Por exigencia de Olaran tuve que escribir a don Aureliano, pidiéndole que le recomendara, como opositor, a Rada y Delgado presidente del tribunal. ¿Te ha dicho a ti algo en igual sentido?

Tuyo siempre amicísimo

J. M. de Pereda

 

Pereda - Menéndez Pelayo, p. 111-112 .

Notas