Volumen 9 - carta nº 34

De MARIANO AGUILÓ
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Caspe, 75, Barcelona, 30 noviembre 1887

Mi estimadm.º Sr. D. Marcelino: A pesar de mis repetidas protestas, me veo precisado á acceptar interinamente la presidencia de edad en los Juegos florales de este año, hasta que tengamos la honra de verle á V. entre nosotros, á quien tocan de derecho... divino todas las presidencias literarias en España. Usted es á la vez el único que con su presencia y su palabra puede contestar y convencer á su amigo el Señor Valera, y á cuantos como el miran todavia de reojo esta ya consuetudinaria fiesta.

Siento muy de veras que hayan vuelto á acordarse de mí, primero porque ya he cumplido repetidas veces con esta institución, y segundo porque pobre de meritos y viejo, me han puesto entre los próceres jóvenes de nuestra literatura, Mis 63 años y los que me han añadido los disgustos que V. sabe he pasado ultimamente en la Biblioteca, me imposibilitan para hacer cosa de provecho en esta fiesta literaria.

Este verano pude rescatar por dinero y por un milagro de la Providencia que agradezco con toda mi alma los Cent nosas de Deu de Ramon Lull el mas antiguo de los MSS de este poema que conozco, con la tristeza de no poder acudir al tribunal para castigar debidamente al ladron... conocido.

Se todavia el paradero de otro libro precioso robado tambien a esta Biblioteca y estoy haciendo las diligencias para recuperarlo pero esta en la Provincia de Tarragona y esto entorpece mis diligencias.

Entregado a estas pesquisas he sabido que van a jubilarme ó quizas me habran jubilado ya. Siento que me ganen por mano puesto que el cielo de los libros se vuelve un infierno el dia que V. se ve obligado á desconfiar de los mismos empleados que los custodian.

No se si pedirle que detenga la jubilacion hasta que yo mande los papeles pidiendola lo que si le pido por amor a estos libros que contribuya á escoger la persona que venga a sustituirme.

Le abraza de todo corazon su amigo y admirador

Mariano Aguiló