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Epistolario > Volumen 8 (Julio 1886 -... > Vol. 8 - carta 56

Datos del fragmento

Remitente JUAN VALERA Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha 20 septiembre 1886 Lugar Bruselas

Texto

Volumen 8 - carta nº 56

De JUAN VALERA
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Bruselas, 20 septiembre 1886

Mi querido amigo Menéndez: ¿Sigue Vd. aún en Santander o ha vuelto ya a Madrid? Me aflije que me escriba Vd. tan de tarde en tarde. Yo no quiero robar a Vd. su tiempo, y así le ruego que de priesa y breve me escriba, pero que me escriba. Necesito del auxilio, consejo y noticias de Vd. para muchas cosas.

Es menester que excite Vd. a Catalina para que publique

otros tomos de mis obras. No nos hemos de quedar en el primero.

Creo haber dicho a Vd. que he escrito ya cuatro artículos sobre el naturalismo. Sólo uno de ellos, el primero, he visto impreso. No sé qué habrá sido de los demás. Si salen y Vd. los lee dígame su opinión.

Doña Emilia Pardo Bazán me ha escrito una carta muy amable diciendo que tal vez me conteste. Aunque lo haga, y esto me lisonjee, no replicaré, pues mi intención no fué nunca armar polémica o controversia, sino ir contra la extravagancia estética de Zola.

También he tenido carta de Pepe Alcalá Galiano, el cual me anuncia la próxima publicación en la Biblioteca de Autores Castellanos de un tomo de versos suyos. Me alegro, porque los creo mejores que los de muchos que tienen hoy diez veces más nombre de poetas que el pobre Pepe.

Cuando salga nuevo tomo de la Historia de la Estética española no deje usted de enviármele.

En los Estados Unidos siguen publicando críticas sobre Pepita Jiménez; las más, favorables; varias, agridulces, y adversas, algunas; pero todo ello da notoriedad al libro, que se vende bien.

Espero que esto excite a los Appleton a publicar más traducciones de libros españoles pagando a los autores su royalty.

Aquí me fastidio considerablemente. Sólo la inopia me retiene aquí. Si no fuera por la inopia, dejaría esto para que el Gobierno español pudiera contentar y aun hacer dichoso a alguno de su paniaguados y me largaría a Madrid.

En fin, ya veremos si al menos en noviembre voy a Madrid con licencia.

Aunque no fuese más que por las juntas de la Academia, Madrid es veinte veces más agradable que Bruselas. Casi nada o nada tengo que decir a Vd. y, sin embargo, le escribo para moverle y estimularme a que me escriba.

La estancia aquí de Correa, cinco días, y la de Martos y su mujer, doce o quince, me han proporcionado distracción. Idos ya dichos viajeros, vuelvo a encontrarme en la soledad. En este barrio aristocrático nace yerba en las calles; todos sus habitantes están en los Châteaux y seguirán allí hasta diciembre. Si antes me voy a España, me iré sin conocer a casi nadie de aquí, pero no lo siento. Esta gente, por las muestras que semiconozco, debe de ser insufrible, vana, como los franceses, y pesada, como los alemanes. Lo que dice Vd. sobre la cerveza está bien dicho; ahora me convenzo de ello. Aquí se bebe muchísima.

Adiós. Expresiones cariñosas a los amigos y Vd. créame suyo afmo.

J. Valera

 

Valera - Menéndez Pelayo, p. 295-296.

Notas