Volumen 8 - carta nº 51

De ANTONIO RUBIÓ Y LLUCH
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Barcelona, 8 septiembre 1886

Mi carísimo amigo; te presentará en mi nombre la presente el eruditísimo y distinguido escritor austríaco D. Rodolfo Beer, á quien tengo un vivísimo placer en recomendarte, seguro de que en su ilustración y en la semejanza de estudios y de aficiones literarias hallarás sabroso entretenimiento. Es latinista á macha martillo y admirador, no sin egoismo nacional, de aquella ilustre dinastia de Austria que nos colocó en la cumbre de nuestra grandeza y por cima de todas las naciones europeas. Siente al propio tiempo veneración profunda por nuestros sabios y escritores de la época de oro, vergüenza y confusión de la presente, y se duele de que la barbarie liberal moderna no le haya permitido disfrutar de todos los tesoros de saber que tan á mano tuvieron nuestros mayores.

Nada diré en elogio de mi sabio amigo, ya que pronto lo has de ser suyo, y conocer mejor que yo cuanto vale. El mejor que de él puede hacerse es la honrosa comisión que acá le ha traido, la cual no es otra, para vergüenza nuestra, que inventariar todas las riquezas manuscritas así en lenguas sabias como en romances que se guardan en nuestros archivos y bibliotecas. En las de la Corona de Aragón y de la Catedral de Barcelona ha hallado preciosidades de que te hará, á no dudarlo, partícipe.

Se me olvidaba decirte que la comisión que desempeña le fué encargada por la Real Academia de Viena.

Nada más te digo de mi amigo Beer, porqué con lo anterior ha de bastarte y sobrarte, para considerarle tuyo, y su propia presencia é ilustración han de cautivarte más que mis pobres elogios. Todo cuanto por él hagas, será en obsequio mio.

Sabes cuanto es tuyo apasionado amigo,

Antonio Rubió