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Epistolario > Volumen 7 (Diciembre 1884 -... > Vol. 7 - carta 51

Datos del fragmento

Remitente EMILIA PARDO BAZÁN Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha 22 enero 1885 Lugar París

Texto

Volumen 7 - carta nº 51

De EMILIA PARDO BAZÁN
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

París, 22 enero 1885

Mi querido amigo: estoy en deuda con V. hace tiempo: tengo que darle las gracias por los tomos de la Historia de las Ideas Estéticas y contestar á una carta que debo y agradecí mucho. Pero como estábamos pensando siempre en ir á Madrid, fuí deteniendome, deseosa de hablar con V. más bien que de escribirle.

Mi plan de ida á Madrid fracasó por mi propia voluntad, y en vez de ir á esa á pasar dos ó tres meses entretenidos preferí venirme aquí á hacer vida de estudiante, y á pasarme los dias pegada como una ostra á la mesa de esta Biblioteca Nacional, que V. debe conocer bien. Yo, sin ser precisamente muy vieja, no soy tan jóven ya que pueda desaprovechar estos años en que aun tengo fuerzas y salud, y como aquel plan que expliqué á V. requiere alguna asiduidad de mi parte, he resuelto revolver estas Bibliotecas y las de Roma: trabajo que para V. seria un juego y para mí es magna labor. Cada vez que manejo uno de esos librotes que le son á V. tan familiares, me acuerdo y digo: Quien fuese ahora Menendez Pelayo.

Dejemos ya mis estudios, por ahora en estado de nebulosa, y permítame V. que le diga cuanto me admira el orden, la claridad, la copia de noticias y el sólido y hermoso estilo de su Historia de las Ideas estéticas. No sé que sea más admirable, si tan sazonada obra, ó el silencio soberano de la prensa, ocupadísima en dar cuenta de los saludos que cambian Silvela y Romero Robledo (creo que son estos dos, no sé si me engaño.) Escribir obras sérias en España, es como dar voces en el desierto. En eso fundo yo mis esperanzas acerca del éxito de mi libro, si llego á escribirlo. Como mio, no podrá atesorar el rico caudal que se vé en el más mínimo opúsculo de V.; y acaso, gracias á eso, cortará alguien sus hojas par dar cuenta de él en un diario.

En España sólo tiene cuenta escribir alguna obrilla con pretensiones de docta al principio de la carrera que ha de recorrerse: nadie la lee, pero se funda la reputación: enseguida es lícito cruzarse de brazos, y pasar por sabio toda la vida. De lo que V. hace, no hay ejemplo: V. es una viña que dá cada año su cosecha, siempre madura y jugosa, más dulce y alcohólica á cada paso; por que si la cantidad científica no ha podido crecer mucho por ser ya tan grande, la calidad, el gusto y las dotes de escritor ganan á cada obra nueva.

En fin, por sordos que sean los tiempos, ánimo! Ya sabe V. que yo deseaba escribir algo sobre sus trabajos de V.; pero propuesta ya á hacer historia, prefiero reservarme para rendirle a V. en el tomo de Contemporáneos un tributo de justicia seca si Dios me deja llegar allá, como dicen en mi país.

He tenido ocasion de hablar de V. con Mr. Savine, el cual me dijo que el Conde de Puymaigre no habia recibido de su Historia de V. (creo que de los Heterodoxos) más que los dos primeros tomos; pero que ya seria mejor no reparar el olvido, por ser tardía la reparación.-Pienso, un dia que tenga libre, saludar á Mr. de Puymaigre. He leido estos dias una obrita suya muy buena, Les Vieux auteurs castillans, que V. conocerá.

También (no se escandalice V.) cuento con ver... á Zola, sí señor, á Zola, á principios de Febrero. Sigo en mi heregía de atribuirle un talento prodigioso. El nivel literario actual está en Francia bastante bajo, y hay una plaga de secuaces naturalistas, que dá asco y fastidio: encima de esta cohorte de pigmeos, la figura del maestro parece áun más grande y alta. Los dramaturgos no valen nada: no hay cosa más cursi que la obra de Dumas que se estrenó ayer: en cuanto á la Teodora de Sardou tan cacareada... me parece El gran cerco de Viena, puesto con mucho lujo de trajes y decoraciones.

Si tiene V. algo que mandarme ó decirme, mis señas son calle de Richelieu -80- Y ya sabe V. que entre las nieblas del Sena tiene V. á su verdadera amiga q.b.s.m.

Emilia Pardo Bazán

 

Menéndez Pelayo, varias cartas, p. 133-135.

Notas