Buscar: en esta colección | en esta obra
Epistolario > Volumen 7 (Diciembre 1884 -... > Vol. 7 - carta 47

Datos del fragmento

Remitente MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Destinatario JUAN VALERA Fecha 18 enero 1885 Lugar Madrid

Texto

Volumen 7 - carta nº 47

De MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO
A JUAN VALERA

Madrid, 18 enero 1885

Mi muy querido D. n Juan: He tenido dos cartas de Vd., pero en ninguna de ellas me dice haber recibido los dos tomos de la Historia de la Estética, que le remití hará más de un mes, ni tampoco el discurso sobre Raimundo Lulio. Deseo saber si Vd. ha recibido estos mamotretos para volvérselos á enviar si es que en el Correo se han quedado con ellos, como recelo, en vista del silencio de Vd.

Yo sí que he recibido, afortunadamente, el bellísimo ejemplar del Horacio appletoniano con que Vd. me ha dado nueva y generosa muestra de que ni la ausencia ni la distancia entibian en un ápice la íntima y sincera amistad que siempre nos ha unido. Dios se lo pague y me deje a mí ocasión de pagarle tales muestras de cariño.

Estoy haciendo nueva (y verdaderamente nueva, puesto que he vuelto a escribir el libro casi totalmnete) edición de Horacio en España, y al frente he puesto un artículo de Vd. publicado acerca de este libro en Los Debates.

No he visto la reimpresión de los Estudios críticos, y dudo que se haya publicado; á lo menos Fe no la tiene á la venta todavía, por lo cual no he podido averiguar si incluye ó no la graciosísima carta que Vd. escribió a Cueto acerca de mis primeros versos. Si no la ha incluído, yo la publicaré en cuanto haga nueva edición de mis Poesías , que se han vendido muy bien, como todos los libros que imprime Catalina, excepto los de Ayala, que nadie lee.

Venga pronto esa carta-dedicatoria para dar principio á la edición de los versos de Vd., y con ella á la colección uniforme de sus obras. Esa carta es importantísima, porque dará mucha novedad al libro, y untará de miel los labios del público, que ahora (desgraciadamente para el Arte) gusta en toda Eupropa más de críticas y de disquisiciones estéticas que de versos, aunque el propio Píndaro venga a escribirlos. ¿Si será que hemos llegado á la tercera edad anunciada por los positivistas?

Estas Navidades las he pasado en Santander, según costumbre, y por eso no me ha encontrado en casa el amigo de Vd. Sr. Pastorín, que me trajo el Horacio neoyorkino. Lo deploré mucho; pero no he podido indagar el paradero de dicho señor, que tuvo la cortesía de dejarme el encargo, pero no las señas de su domicilio.

En la biblioteca que Ticknor dejó á la ciudad de Boston hay varias curiosidades únicas de literatura española, que yo quisiera hacer copiar, por lo mismo que son pocas y breves. Empiezo por un tomito de poesías juveniles de Quintana, impresas en 1795 ó 97, y dedicadas al conde de Floridablanca. Es tan raro, que ni el mismo Cueto, con toda su diligencia, pudo nunca haberle a las manos. Quizá habrá en él versos que Quintana reprodujo después, corregidos, pero deben ser muy pocos, á juzgar por lo que Ticknor dice en su Catálogo y en su Historia , y por el hecho de que casi todas las composiciones del gran poeta, hoy conocidas, tienen fechas posteriores á la de ese tomo. Desearía, pues, que Vd. hiciese averiguar por medio de los empleados de esa Legación si hay en Boston un copista y que sepa bastante castellano y sea relativamente económico y que pueda hacerme la copia exacta de ese librillo, con portada, índice y todo, desde la primera hoja hasta la última. Si, para no equivocarse, necesita las señas exactas del volumen, yo las mandaré en otra carta, copiadas del catálogo de Ticknor.

Perdóneme Vd. esta molestia, que, al fin y al cabo, algo servirá para la historia de la literatura patria, y mande a su afmo. y verdadero amigo

M. Menéndez y Pelayo

Por aquí nada pasa, como no sea un frío intolerable.

Dígame si ha recibido mis librotes y qué le parece de ellos.

 

Valera-Menéndez Pelayo, p. 211-212.

Notas