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Epistolario > Volumen 7 (Diciembre 1884 -... > Vol. 7 - carta 31

Datos del fragmento

Remitente NARCISO OLLER Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Texto

Volumen 7 - carta nº 31

De NARCISO OLLER
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

[Diciembre 1884?]

Mi muy querido amigo: Así me trata Vd., honrándome mucho y haciéndose acreedor á mi gratitud; no retiraré pues título tan cariñoso, si que, por el contrario, usarelo yo tambien con el mayor gusto y acecharé hasta la ocasión que me permita probarle con hechos que mi amistad, hombres como Vd., la ganan de un salto tan completa y sincera como puedan apetecerla. La condición que más estimo en los hombres es la franqueza, esa franqueza leal y honrada que resplandece en su carta de Vd. Cuente Vd. igualmente con la mia, y podremos sin rebozo llamarnos amigos de todas veras.

Usted habrá imaginado ya si ha debido complacerme el encomio que hace Vd. de mis modestos ensayos y de mi estilo. La verdad es que yo, que no me creí jamás con vocación para las letras, que despues de embadurnar mucho papel en castellano y de haber dado á la estampa mis Cróquis con los motivos y propósitos que mi primo Ixart revela en el prólogo de las Notas de color, no alcanzo á dominar mi estupefacción cuando, sin soñarlo siquiera, me veo tan cariñosamente aplaudido por un crítico como Vd. y por novelistas como Pereda y Galdós. El amigo Pereda sabe cuanto me costaba creer que fuera verdad tanta belleza, y, aún hoy, se me figura que andan Vds. un poco deslumbrados. Y no lo extrañe Vd.; porque yo soy muy descontentadizo y de los que más desconfian de sus propias fuerzas. Con no transigir absolutamente ni en broma, con lo malo, las obras regularmente buenas me parecen excelentes, y una vez en letras de molde, no puedo, leer dos veces una página mia. A su lectura se me renueva la impresión anímica que me causó el natural descrito y nunca como entonces veo toda la luz, todo el color que se me ahogó en el tintero. Por esto, yo, que sé lo que allí falta, admirome de ver que hallen Vds. vivo y colorido aquello que para mí es poco menos que muerto y pálido.

Efectivamente el cap. XX de La Papallona es una debilidad censurable. Con poco público aún, cuando la escribí, y sin poder soñar que un dia fuera á caer á manos de críticos de tan alta alcurnia, me asusté ante la idea de matar á Toneta esperando en vano á Luis y dejar que este se la campase tan tranquilo por estos mundos de Dios, como en la realidad sucede. Esta era mi idea, pero me acordé de lo que habían condenado ciertos periódicos el final del «Baylet del pa» y temí una más gorda. Por que, salvo contadísimas escepciones, la crítica de aquí, la mayor parte de las veces juzga aún las obras con ese criterio valetudinario y candorosamente beatífico. Esa más alta y triste moralidad que Vd. sabe ver y que me alegro yo de ver tambien, no es visible aun para nuestro público ni para muchos que, con singular desparpajo, en vez de ser útiles á la sociedad dictando pedimentos ó tal vez clavateando suelas, se meten a censurar la obra de arte sin saber qué es arte ni en qué consiste una obra. Pero ya soy ahora más hombre para que en adelante sacrifique á sabiendas una coma de mis obras para dar á aquella gente.

Y basta ya de mí y de mis cosas. Puesto ya de acuerdo con Matheu, iré mandando á Vd. poco á poco las poesias de nuestro malogrado maestro, empezando por la Esperanza que va en un número de la Ilustració y por la sencilla canción que incluyo. Dentro poco aparecerá en dicho periódico ilustrada por Pellicer «Lo pros Bernat» completa, y así irán reproduciéndose las demás, hasta formar un bonito tomo que mi amigo tiene la idea de dar despues.

El Piferrer está ya en casa el encuadernador; por consiguiente no tardará Vd. en recibirle.

Vengan otros días las impresiones que causaron á Vd. mis obras, y sobre todo sea Vd. franco y sincero en ellas; acuérdese Vd. de que ya somos amigos.

Reitero una y mil veces la gratitud que le debo por su cariñosa, doy á Vd. mil gracias por la solicitud con que me escribió la segunda que por fortuna no fué necesaria, pues ya habia llegado á mi poder la primera, y si le parece á Vd. bien, reciba el abrazo que le envia su admirador y amigo

Oller

 

Notas