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Epistolario > Volumen 7 (Diciembre 1884 -... > Vol. 7 - carta 28

Datos del fragmento

Remitente CALIXTO OYUELA Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha 31 diciembre 1884 Lugar Buenos Aires

Texto

Volumen 7 - carta nº 28

De CALIXTO OYUELA
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Buenos Aires, 31 diciembre 1884

Mi muy querido amigo: Tiempo hace que debí contestar á su última de Febrero del corriente año; pero las especialísimas circunstancias en que me he hallado han ido demorando hasta hoy mi contestación. Cuando recibí su carta de Vd. me encontraba seriamente atacado de una afección al pecho que estuvo á pique de costarme la vida. El exceso de trabajo intelectual había ido minando sordamente mi salud, tanto más cuanto mi naturaleza, si no enfermiza, es por lo menos delicada y poco resistente. Al fin el enemigo se presentó francamente y con banderas desplegadas en repetidos exputos de sangre que me hicieron perder toda esperanza de restablecimiento. Los médicos me enviaron inmediatamente al campo, prohibiendome absolutamente escribir una letra ni leer una línea, merced á lo cual y á un tratamiento enérgico, el mal detuvo su marcha y empecé á recuperar lentamente la salud, no sin contratiempos y recaídas. Hoy, felizmente, el peligro está conjurado creo que por completo; y gozo de buena salud, si bien á condición de seguir con mi nuevo sistema de ejercicios corporales combinados con el estudio, ya menos desarreglado é intemperante.

Á poco de ponerme bueno, me casé, y excuso decir á Vd. que tiene Vd. una nueva servidora y amiga que le quiere como yo.

Ultimamente he sido nombrado catedrático de Literatura preceptiva y de Literatura española é hispano-americana en el Colegio Nacional de Buenos Aires, nuestro mejor establecimiento de enseñanza. La última asignatura no existía, y ha sido creada especialmente para mí, que aquí, por desgracia, no hay oposiciones.

Esto me ha ocasionado un cúmulo de trabajo extraordinario que me ha debilitado un tanto, por lo que mañana salgo para Córdoba y Mendoza á fin de aprovechar las vacaciones en un viaje de recreo.

He leido sus Estudios de crítica con el gusto y admiración con que leo cuanto Vd. escribe. Es soberbio su discurso de entrada en la Academia de la Historia, del cual he entresacado varios pedazos para la colección de trozos selectos en prosa y verso que estoy haciendo para mis discípulos. En la parte en verso irá su Epístola á Horacio, su Elegía y su Galerna.

No puede Vd. imaginarse el gozo con que veo crecer aquí cada día más el respeto y la estimación hacia Vd. Razón tengo para ello, y aun para envanecerme un tantico cuando recuerdo que fui yo el primero que supe apreciarle y quererle. No hay aquí ya nadie, ni aun los más afrancesados y anti-españoles y anti-católicos, que cuando hable de Vd. no le ponga sobre su cabeza.

He leído también su traducción del magnífico himno de Judá-Leví, publicada en la Ilustración española. ¡Qué servicio tan grande hace Vd. á la cultura universal desenterrando tales tesoros! Con este motivo debo decirle que un distinguido gibraltarino, el señor Dobranich, amantísimo de España, cuya lengua conoce como la suya propia, notable hebraizante, discípulo de Renan, enlazado, con una de nuestras principales familias, gran admirador de los poetas judios españoles, posee copia de varias composiciones de Judá-Leví y de Ben-Galizol, hasta ahora inéditas, cuya traducción está haciendo. Se las remitiré á Vd. así que las tenga en mi poder.

En todo este tiempo mis trabajos literarios han estado suspendidos casi por completo á causa de las circunstancias que me han rodeado. Versos he escrito poquísimos que en breve se los enviaré á Vd. junto con los anteriores, en un volumen. De las poesías de Leopardi sólo he traducido diez hasta ahora, que impresas en un folleto le envio. Las he reunido como muestra de mi trabajo completo. Acepto gustoso la proposición que por su intermedio de Vd. me hace el Director de la Biblioteca clásica. Será para mí un insigne honor. Á la vuelta de mi viaje á Córdoba y Mendoza (que será dentro de un mes) me pondré nuevamente á la tarea.

Mucho me lisonjea el que mi Estudio sobre sus poesías haya sido de su agrado. Por más que sea indigno de Vd., sin duda ha sabido Vd. ver mi buen deseo. Aun me ha parecido más superficial al leer el profundo y hermoso trabajo de D. Miguel Antonio Caro sobre Vd. y sus versos. Lo he leido con fruición intensa.

Nuestro común amigo Calzada, que llegó aquí en Octubre, se halla atacado de la vista. No es nada grave en sí, según los médicos, pero no deja de incomodarle bastante, pues pasa noches enteras sin poder conciliar el sueño.

Los preparativos de viaje me obligan á terminar esta antes de lo que yo deseara. En breve le enviaré varias obras argentinas de historia y poesía, entre ellas, una que ha de llamar su atención por ser la perfección de un género local, exclusivamente nuestro. Es ella una curiosa relación de las impresiones recibidas por un gaucho en la representación de la ópera Fausto . Su autor es Estanislao del Campo, muerto hace algunos años. Nuestro gaucho es un tipo muy poético y digno de estudio por su sello original, su malicia, su despejo y sus nobles y generosos sentimientos. En la obra de del Campo está pintado con verdad é intensidad pasmosas, y aunque lo eminentemente local del tipo y la jerga (muy pintoresca) en que se expresa hagan difícil el apreciar la verdad de la pintura para todo el que no conozca el original; todavia contiene la obra tales bellezas tomadas directamente de la realidad, que no dudo en presentársela á quien, como Vd., posee un gusto tan acendrado y tan amplio y despejado criterio.

Hasta muy pronto se despide de Vd. su siempre afectísimo y leal amigo

Calixto Oyuela

 

Notas