Volumen 7 - carta nº 14
De LEOPOLDO ALAS
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO
Oviedo, 12 diciembre 1884
Mi muy querido amigo: Sí me ha servido, y mucho, de consuelo su cariñosa carta. Pocas de las que he recibido estos días aprecio y agradezco tanto.
La sinceridad de su cariño me honra y me hace ver de color claro muchas cosas que me estaban pareciendo negras.
Dios le libre, hasta que Vd. mismo se caiga de viejo, de desgracia como la mía. Al principio aturde, pero ahora se empieza á sentir con una fuerza de que no se creía uno ya capaz.
Su padre de Vd. es joven todavía. Tuve el gusto de saludarle un día, aquí en Oviedo.
Pereda me ha escrito también una carta muy cariñosa. Nos escribimos muy á menudo y creo que le he sido simpático. El á mí, sin conocerle de vista, me parece uno de los hombres más excelentes del mundo.
Tambien le agradezco á Vd. su buen deseo de que Dios me lleve á sus ideas. Las mías me hacen creer que en lo que mas importa, pensamos lo mismo y amamos lo mismo.
Pocos días antes de mi desgracia recibí dos volúmenes de su excelente libro Historia de las Ideas Estéticas, &. Mucho se lo agradezco. Es un libro -aparte sus méritos literarios- de grandísima utilidad para los que no sabemos ni podemos ser ya eruditos, pero queremos enterarnos de algo de lo que VV. estudian profundamente.
Si no ve ningún artículo mío hace tiempo elogiando sus trabajos literarios, no lo achaque á pereza; es que me han echado con buenos modos, de todos periódicos de alguna circulación donde escribía.
Mis queridos correligionarios son así a veces (como los de Vd.) no comprenden que se alabe á los contrarios y se pegue como ellos dicen, a los amigos.
A Dios gracias, todas estas pequeñeces no importan gran cosa.
Mucho le quiere su admirador mas apasionado y agradecido amigo,
Leopoldo Alas
Menéndez Pelayo, Epistolario, p. 288.
Clarín-Menéndez Pelayo, II, p. 31-33.